
Una mirada atenta -muy atenta- a quién ya está, y otra a quién puede llegar. Por supuesto, no estamos en los niveles de frenesí que se percibían cuando De Ketelaere estaba en juego, pero la jornada rossoneri sigue tocando temas importantes.
La primera, al menos porque la noticia es cierta, es que por la tarde los agentes de Fikayo Tomori subieron al cuarto piso de Casa Milán. Sobre la mesa la ampliación de contrato del zaguero, un tema que las partes ya habían tratado -provechosamente- en las últimas semanas.
Por otro lado, la base de trabajo fue excelente: “Fik” en Milán está maravillosamente bien y nunca ha ocultado su deseo de quedarse mucho tiempo. El actual contrato vence en 2025, la propuesta es extenderlo hasta 2027, con un salario que superaría los 3 millones netos por temporada.
El club rossoneri claramente quiere evitar, al menos con los jugadores más representativos y funcionales, tener que lidiar con otros casos de socios perdidos en una cesión gratuita. Después de eso, como es bien sabido, todavía faltan un par de piezas del mercado entrante.
Y si el nombre más candente en defensa es desde hace tiempo el de Diallo, en el centro del campo, tras perder a Sanches y Chukwuemeka, la situación es decididamente más fluida. En los últimos días se ha hablado de Pape Sarr (Tottenham) y Onyedika (Midtjylland), pero ahora aparece un nuevo perfil.
Y vuelve a tener la nacionalidad belga, que definitivamente está de moda en Milanello este año. Se trata de Albert Sambi Lokonga, centrocampista de 22 años del Arsenal y de la selección Sub-21 (pero que ya debutó con los grandes).
Orígenes congoleños y escuela Anderlecht, del que le sacó el Arsenal el verano pasado, tiene contrato que expira en 2026. La temporada pasada acumuló 24 partidos, de los cuales 19 en la Premier League: titular en la primera parte de la temporada, para luego desaparecer en el banquillo.