Oferta del Milan por Zaniolo

Extraña vida. De hecho, parece una paradoja, pero podría ser el Lazio quien dirija el futuro de Nicolò Zaniolo. Todo ello, por supuesto, a la luz de lo que ayer fue la noticia del día, es decir, la prepotente irrupción del Milan en las negociaciones para el traspaso del delantero de la Roma, que parecían orientadas principalmente hacia Londres, al Tottenham.

Así pues, la estrategia del club rossonero también podría aumentar debido a esta consideración: si el equipo de Pioli no logra frenar su caída de esta noche, perdiendo en el Olímpico contra el equipo de Sarri, entonces un volantazo en el mercado podría ser indispensable para no arriesgarse a perder lo que, siendo realistas, en estos momentos parece ser el verdadero objetivo de la temporada: la clasificación para la Liga de Campeones.

La cláusula Sólo esto, de hecho, es el gancho que el Milan ha puesto delante del club giallorossi. Para hacerse con Zaniolo, los rossoneri están más que dispuestos a una cesión pagada con derecho de rescate: una posibilidad que la Roma no contempla a día de hoy, pero en la que la otra parte sigue confiando. El Milan no querría ir más allá de un cheque “eventual” de 18 millones, que se desembolsaría sin compromiso a finales del verano pasado.

Pero está claro que si mientras tanto la situación en la Roma se exaspera aún más, con Zaniolo presionando para salir y los giallorossi acompañándole hasta la puerta, el Milan también podría dar un paso adelante. Aumentar su oferta, jugar con bonificaciones. Los rossoneri no quieren sentirse obligados a comprar, pero si deciden apostar por Zaniolo desde luego no lo harían hasta dentro de seis meses, independientemente de cuál sea la fórmula contractual.

El Milan no niega el interés (y ya es mucho), niega que ya se hayan enviado ofertas oficiales por un préstamo con derecho a rescate de 22 millones listo para convertirse en obligación con la clasificación para la Champions. Claudio Vigorelli, agente del jugador, está trabajando, pero es muy probable que, aprovechando la presencia rossonera en la capital con motivo del partido, los contactos entre los clubes se consumen directamente.

Pero antes de hipotetizar un final feliz, hay que esperar. Ayer por la mañana, de hecho, se había producido una llamada telefónica entre Vigorelli y Fabio Paratici, director de mercado del Tottenham, pero el club londinense no se mueve de las condiciones anteriores. Está dispuesto a ofrecer incluso más que el Milan (unos 30 millones), pero las cláusulas de recompra que propone son más complejas.

Aquí también se habla de clasificación para la Liga de Campeones (pero para los londinenses es más complicado) y además se habla de un mínimo de una docena de participaciones. Un paquete así, por tanto, ha materializado esta especie de adelantamiento rossonero que, sin embargo, no convence a la Roma.

De momento, de hecho, el director general Tiago Pinto también ha dicho no a la propuesta del Milan. Para vender a su delantero, el club de Friedkin exige la certeza de la redención, condicionada como mucho a una “pro forma” como la primera comparecencia.

Comprensible, también porque no hay que olvidar que la Roma tendrá que pagar el quince por ciento de los ingresos de la venta al Inter, según los acuerdos establecidos en 2018, en el momento del traspaso de Zaniolo de los nerazzurri a los giallorossi. Todo ello siempre teniendo en cuenta que el último balance arrojaba unas pérdidas de 219 millones y la necesidad de realizar plusvalías de aquí al verano de unos 70 millones. Una tarea titánica sobre el papel.

Es posible que la Roma espere un relanzamiento del Tottenham, que tendría la ventaja nada desdeñable de vender al jugador a un equipo que no es “competitivo”. Por supuesto, la línea dura estudiada en Trigoria podría tener efectos secundarios para casi todo el mundo. Si el delantero se queda, la Roma correría el riesgo de encontrarse no sólo con un jugador más depreciado de cara al mercado estival, dado que a estas alturas Zaniolo no tiene intención de firmar la renovación de un contrato que expira en 2024.

Moraleja: para no perderlo por cero, los Friedkin se verían obligados a venderlo incluso por menos de su valor actual. Pero Nicholas también corre sus propios riesgos. Dicho esto, la doble lesión de rodilla y también la gestión de los últimos días ha suscitado cierta perplejidad en todos los clubes que se han acercado a él, el hecho mismo de que haya quedado claro su deseo de marcharse haría que su estancia en la capital no fuera fácil.

De hecho, el tribunal social ya le ha sentado en el banquillo de los acusados. No es suficiente. Ayer, el seleccionador Mancini declaró: “Debe ponerse a disposición del equipo, como todos los jugadores, y explotar su talento”. A la luz de todo esto, entendemos que se abuse de la palabra “pulseada”, pero parece que al final se trata de eso. Aunque no se puede descartar, como en los cuentos de hadas de antaño, que al final todos vivan felices para siempre.