
Entre los aficionados rossoneri hay de todo menos indignación. No tanto por cuestiones de méritos, sino porque a sus ojos no tener ni un solo jugador del Milan entre los convocados por Spalletti en una selección con varios miembros del Inter es casi “liberador”.
Dinámica de rivalidad extra-cittadina, por supuesto, que como es obvio se agudiza en la semana previa al derbi. A todo esto hay que añadir que, en la profunda remodelación de su plantilla, el Diavolo ha pescado con las dos manos en el extranjero: sólo uno de los diez fichajes -Sportiello- es italiano. La plantilla actual dice que el 77,7% de sus integrantes son extranjeros. Una premisa necesaria, pero una pregunta sigue sin respuesta: aunque no haya una gran cantera de la que pescar, ¿por qué Calabria se quedó en Milanello?
La pregunta es legítima porque realmente no parece haber manera de ver a Davide en la Azzurra. Es decir, volver a verlo, porque de todos modos ya lo vistió en el pasado: 7 veces, a partir del 11 de noviembre de 2020, convocado por Mancini cuando el Milan había empezado la temporada volando (10 victorias, dos empates y una derrota en las 13 primeras salidas entre liga y Europa League).
Sin embargo, cambian los comisarios técnicos pero no la sustancia. Mancini, en su largo ciclo de 61 partidos, sólo le convocó siete veces, dándole únicamente dos oportunidades desde el primer minuto, ambas en la Nations League: el 7 de junio en la victoria por 2-1 contra Hungría y una semana después -14 de junio- en el descalabro por 5-2 con Alemania.
Fin de la aventura, al menos de momento. En los 29 convocados por Spalletti no está el capitán rossonero, y si los rossoneros se conforman con ello -las lesiones en la selección es uno de los mayores temores, y hay que decir que el Milan suele “ir a por todas” en este sentido-, es legítimo hacerse la pregunta.
Hay que decir que en la derecha, Di Lorenzo es titular indiscutible, y eso parece evidente. Y, a la vista de las convocatorias actuales, en caso de problema cambiaría a Darmian. La reflexión, si acaso, es sobre si Calabria puede tener o no cualidades para estar al menos en el grupo de los 29. Davide ha vivido algunas paradojas en los últimos años: titular indiscutible en el Milan ganador del Scudetto y habitual en la Liga de Campeones, con el brazalete de capitán en el brazo, pero no considerado en Coverciano.
Con Mancini incluso se llegó al extremo de que el ex seleccionador prefirió llamar a Florenzi, que es el reserva de Davide en los rossoneri. Sólo queda esperar entonces a la segunda ronda de convocatorias de Spalletti, a mediados de octubre. Mientras tanto, podría decirse burlonamente, Italia se encuentra en la concentración de Milanello, donde Calabria se está convirtiendo en una de las armas tácticas más importantes del Milan en las últimas semanas con Pioli.