Dossier del Slavia de Praga

El próximo obstáculo en el camino de los rossoneri abre un tesoro de historias. El Slavia de Praga, segundo de la liga, se prepara para enfrentarse al Milan en los octavos de final de la Europa League, soñando con una hazaña. De su lado, los checos cuentan con una sólida propiedad, una joya de estadio y un entrenador que se sentó en el banquillo tras años como camarero, convirtiéndose en una especie de gurú en su tierra natal. Pero eso no es todo: también tienen a un ex jugador de la Serie A que sabe cómo ganar al Diablo y a un goleador que viaja con hattricks.

La primera historia se refiere a la propiedad. El Slavia de Praga es uno de los clubes más ricos de la República Checa, pero el equipo que hoy ha vuelto a luchar en Europa y a ganar campeonatos sale de un desastre financiero que se remonta a 2010 y de varias dificultades posteriores. En aquella época, los checos vivieron una crisis y el equipo estuvo a punto de desmantelarse, con algunos jugadores marchándose a mitad de temporada por impago de salarios. Fueron años duros, de deambular por la mitad baja de la tabla, con más penas que satisfacciones. Luego, el primer punto de inflexión en septiembre de 2015: el club pasó a manos de Cefc China Energy Company, una empresa activa en el sector energético, que adquirió la mayoría de las acciones.

Volvió el éxito, pero pronto, también por motivos políticos, Cefc entró en crisis y se vio obligada a vender su mayoría accionarial a otra empresa china en verano de 2017. Así, Citic Group, una empresa estatal, adquirió el 49% de Cefc, mientras que en noviembre de 2018, Sinobo Group, un fondo de inversión inmobiliario chino, se hizo con la mayoría. Hoy, los dos grupos controlan conjuntamente el Slavia y el imperativo es apuntar alto. Desde 2018, los checos han ganado tres títulos de liga y cuatro copas nacionales, alcanzando los cuartos de final de la Europa League en la temporada 2020/21. Dato curioso: justo entonces, eliminaron al Sevilla de Simon Kjaer.

El partido de vuelta de octavos de final se disputará en el Eden Arena, una pequeña joya inaugurado en mayo de 2008. El sobrenombre no es casual, ya que la instalación cuenta con unos 20.000 asientos y es conocida desde hace años por la algarabía de los seguidores locales. Es un estadio de última generación, sin pilares que obstruyan la vista y con todas las actividades del día del partido al alcance de la mano.

Desde restaurantes hasta hoteles y tiendas del equipo: en resumen, el Arena representa a menor escala lo que es el objetivo de varios clubes de la Serie A, con el Milan en primera fila. Las diferencias de aforo son evidentes, lo que planteó más de un problema el año pasado en la final de la Liga de Conferencias entre el West Ham y la Fiorentina, con pocas entradas disponibles y muchos seguidores llegando a Praga.

Al saltar al terreno de juego, paso obligado al banquillo. El entrenador del Slavia es Jindrich Trpisovsky, de 48 años: a los veinte era camarero en un hotel local y entrenaba por afición, pero una tarde dejó su trabajo para ver un partido vespertino de su equipo y desde ese momento centró toda su energía en su pasión. Dirige al Slavia desde 2018 y es un monstruo sagrado en Praga: hasta la fecha ha ganado tres campeonatos, cuatro copas nacionales y una Supercopa. No está nada mal. Además, conoce bien Europa, ya que ha coleccionado 92 banquillos en las distintas competiciones entre el Slavia y el Slovan Liberec, al que entrenó anteriormente. ¿El mayor logro? Los mencionados cuartos de final de la Europa League en la temporada 2020/21.

El jugador estrella es el clase ’99 Mojmir Chytil, criado en su tierra natal en las categorías inferiores del Sigma Olomouc. Con 1,87 metros de altura, llegó al Slavia en 2023 y ha marcado 15 goles y 5 asistencias en 34 partidos esta temporada (4 goles en partidos de Europa League). Delantero incómodo, viaja en hat-tricks. Como el que marcó en 2022 en su debut con la selección nacional contra las Islas Feroe. O el que marcó hace unos días contra el Pardubice.

Un triplete que supuso el 3-0 de su equipo en casa, pero sobre todo el más rápido de la historia del campeonato checo, anotado como suplente al comienzo de la segunda parte. “Ambos tienen el mismo valor para mí”, declaró a los canales oficiales del club. “Ha sido el tercero de mi carrera y estoy contento por ello. Lo importante es haber ayudado a mi equipo, no quiero poner uno por encima de los otros”.

Echando un vistazo a la plantilla, entre los actuales titulares hay un ex jugador de la Serie A. Curiosamente, David Zima, en el Slavia de Praga, vivió su primera temporada de verdad en un grande, la que llevó al Torino a comprarlo a finales de agosto de 2021. Hijo de Ales, jugador de hockey hielo en la República Checa (ganador del título nacional 95-96), el clase 2000 no se asentó bien en Italia. Tras un buen año de debut con los granata, con 20 apariciones en Liga, los minutos fueron cayendo progresivamente (debido a una lesión de menisco) hasta la decisión tomada hace unas semanas.

La decisión de volver a casa se hizo oficial el 31 de enero de 2024, a un paso del cierre del mercado. Una especie de hábito. Ya ha jugado tres veces contra el Milan, con un balance que cuenta un empate a cero, una victoria en A (el 2-1 del 30 de octubre de 2022) y una prórroga que le valió el pase a cuartos de final de la Copa Italia hace un año. Trpisovsky también contará con él para ello.