
En la primavera de 2019 Monchi, que acababa de regresar al Sevilla tras su paso por la Roma, tuvo que elegir un nuevo entrenador para el club que había fracasado con Sampaoli, Berizzo, Montella y Machín desde la marcha de Unai Emery en 2017. Puso sus ojos en Julen Lopetegui. Hoy Monchi está de vuelta con Emery, en el Aston Villa. Y sigue siendo una persona muy cualificada para hablar del primer objetivo para el banquillo directivo del Milan.
Empecemos con una valoración general
“Julen para mí tiene tres virtudes que considero fundamentales para cualquier entrenador: grandes cualidades profesionales, competitividad, gestión de grupo. Cuando empecé a hablar con él para traerlo al Sevilla fue algo que sentí inmediatamente, y ciertas cualidades no se pierden con el tiempo, al contrario, se consolidan con la experiencia”
“Cuando luego empezamos a trabajar en la construcción del equipo, que el Sevilla necesitaba un cambio radical en cuanto a hombres, las virtudes que yo había visualizado en las primeras conversaciones se materializaron en el día a día, entre entrenamientos y partidos, y llevaron a la consecución de los objetivos marcados”.
¿Cree que puede adaptarse bien al Milan?
“Sí. No tendrá problemas porque está acostumbrado a trabajar en equipos grandes y, por tanto, en situaciones de gran presión y exigencia. Pienso en el Oporto, el Real Madrid, la selección española, el Sevilla, situaciones en las que las expectativas son el pan de cada día. Por eso estoy convencido de que Julen es un candidato perfecto para asumir la exigencia permanente de un club como el Milan, uno de los grandes de Europa”.
¿Y la Serie A?
“Lo mismo. En primer lugar, el fútbol está cada día más globalizado. Luego, en el fútbol italiano, el aspecto táctico tiene históricamente una gran importancia y Julen es un entrenador que trabaja muy bien este aspecto y que tiene grandes alternativas de juego tanto ofensivas como defensivas. Creo que se puede adaptar perfectamente”.
El Milan, sin embargo, viene de un momento complicado
“Sí, puede ser un momento complicado hacerse cargo del Milan por lo que ha pasado en los últimos meses, pero Julen también tiene una gran experiencia en este aspecto. Cuando llegó al Sevilla el club venía de dos años bastante complicados, y lo mismo le pasó en el Wolverhampton, al que cogió en una profunda crisis y resucitó. Y con la selección había levantado un ambiente de dificultades. Son tres ejemplos importantes en mi opinión. Por eso creo que puede ser muy útil para este Milan”.
¿Algo más que subrayar?
“Dos cosas. Julen es una figura adecuada porque sabe sacar lo mejor de los jugadores, y no sólo eso, hay que tener en cuenta otro aspecto importante: es un entrenador acostumbrado a trabajar con y para el club. Entiende e interpreta perfectamente las necesidades del club. Tiene sus exigencias, sus peticiones, como es normal, pero siempre trabaja en sintonía con el club. Es exigente, pero siempre por el bien de quienes le confiaron el equipo y nunca por cuestiones de egoísmo personal. Es un verdadero hombre de club. Soy director deportivo y hablo por experiencia personal: he trabajado con él de forma muy, muy cómoda y fructífera”.
Cerremos con el aspecto táctico
“Es un entrenador que pide a sus equipos que presionen alto, que dejen poco espacio entre líneas, que teman los tramos cerrados para intentar que la presión sea rápida una vez perdido el balón. Y en la fase de elaboración le gusta tener el balón, dominar el juego, desparramar el campo para intentar generar los espacios necesarios para hacer daño al rival. Esto sobre el terreno de juego. En el vestuario es un entrenador que maneja bien el grupo, capaz de convencer a los jugadores de sus cualidades y de la posibilidad de conseguir sus objetivos. Por todas estas cosas para mí es un entrenador ideal para el Milan”.