El Udinese pide 20 millones por Samardzic

El nuevo Milan también se renovará en el medio: cambiará de enfoque y, al querer ser más agresivo y dominante, necesitará nuevos intérpretes. Habrá nuevas fuentes de juego: Bennacer ya no está seguro de la cabina de dirección, Adli (titular en Viena en el primer amistoso) podría no tener muchas otras oportunidades de jugar desde el principio. En el centro del nuevo mundo, Fonseca quiere un centrocampista físico y dinámico como Fofana: los compañeros de departamento tendrán más libertad para rodearlo, en busca de espacios para la inserción.

Pensado así, Reijnders tendría más posibilidades de apuntar a la zona oponente. En la media, el Milan también podría ganar en términos económicos: el gasto de Fofana (y no sólo) podría ser cubierto por una posible venta de Bennacer. Si es el mercado árabe el que llama, siempre hay que contestar: para los clubes de la Liga Saudita, los cincuenta millones de la cláusula de rescisión de Ismael no son un problema. Y con un empuje así los golpes rossoneros en la media podrían incluso duplicarse: con los músculos de Fofana, llegaría también Samardzic. Los dos ya se entienden: ambos se esfuerzan por convertirse en jugadores del Milan. El deseo de Fofana está casi cumplido.

Para Samardzic, el padre-agente está trabajando: el verano pasado no ayudó la negociación entre Udinese e Inter, este año, con los rossoneri, pretende ser mucho más colaborativo. Los contactos con la dirección son continuos y el acuerdo no está en discusión. Entre los clubes, la negociación aún no ha entrado en la fase decisiva: la idea es una propuesta de quince millones. Pocos para los blanconeros: demanda de veinte más bonus.

Samardzic puede servir una primera asistencia al Milan comunicando al club actual la voluntad de trasladarse a San Siro. Con Lazar, las opciones en la rosa de Fonseca se multiplican: el día de la presentación el entrenador había hablado de diferentes sistemas de juego (“estructuras” como las define el entrenador), y Samardzic es un buen comodín para todas las ocasiones. El centrocampista central, mezzala o trequartista: con él el Milan podría tomar varias formas.

El nuevo centrocampista musculoso tendrá que proteger la defensa: los oponentes de la última temporada han puesto de manifiesto demasiadas fragilidades. Entre las novedades que el mercado puede traer, algunas también afectarán a Yacine Adli: si los espacios en rossonero se cierran, podrían abrirse las puertas de otro club para él. Yacine es generoso, dentro y fuera del campo (acaba de donar su camiseta número 7 a Morata): el Milan no puede, sin embargo, garantizarle un papel de primer plano ni siquiera como co-protagonista. Será inevitable mirar alrededor. Lo mismo se aplica a Pobega, que podría ser utilizado también como contrapartida en algún próximo negocio.

Fonseca trabajará con Musah, a quien conocerá directamente en los Estados Unidos: en el primer año de Milan Yunus fue utilizado 40 veces, de las cuales 22 como titular. Con Pioli ha recorrido varias zonas del centro del campo: a los 21 años espera que se le dé una dirección más precisa. Loftus-Cheek, por su parte, tiene la experiencia para manejar tareas de cobertura o moverse más adelante, en apoyo del centro delantero: tareas que también desempeñó bien durante la última temporada.

La posible llegada de Samardzic podría hacer retroceder al ex-Chelsea a la mediana: el físico, también en este caso, ayuda. Después de haber resuelto la práctica de centrocampistas, Fonseca y el club se están dedicando a los otros departamentos: devolver solidez a la defensa es una tarea que comienza en el centro del campo. Y con Fofana en la media, Fonseca ya está en la mitad de la ópera.