No sólo Pavlovic. Si realmente en la calle Aldo Rossi llega una oferta irrenunciable para Malick Thiaw, el Milan irá a la caza de otro centro defensivo también. Y entre los nombres en el cuaderno de Ibrahimovic, Furlani y Moncada están los de Igor de Brighton y Lucumì de Bologna. Sería una verdadera revolución ya que, en comparación con la temporada pasada, las nuevas caras en el corazón del paquete atrasado serían dos (y ambas de cierto… peso), mientras que el alemán se agregaría a los partidos Kjaer, Simic, Pellegrino y Caldara. Con los últimos tres que, sin embargo, solo se utilizaron 360 minutos en total, mientras que Thiaw hizo 30 presentaciones a pesar de que una lesión muscular lo mantuvo fuera durante más de dos meses.
El diablo ha estado trabajando en Pavlovic desde hace tiempo y la situación es clara: tiene el apoyo del serbio que está presionando al Salzburgo para que sea cedido a los rossoneros. Ayer los dos clubes tuvieron un nuevo contacto y la diferencia entre oferta y demanda se redujo. No se ha permitido todavía el humo blanco, pero hay optimismo y la posibilidad de cerrar la operación en poco tiempo. Y luego está Thiaw que, esperando a Pavlovic, es considerado por Fonseca el titular junto a Tomori. Newcastle ha puesto sus ojos en el central que el Milan tomó en agosto de 2022 pagando casi nueve millones de euros al Schalke 04.
En los ojos del club inglés se mantuvieron sobre todo las actuaciones de Malick en los octavos de final de la Champions 2022-23 cuando anuló a un cierto Harry Kane y permitió que la formación de Pioli eliminara a Tottenham. De ese nivel de rendimiento, Thiaw hizo otros, pero también cometió algunos errores, mostrando altos y bajos normales para un joven de veintidós años. Por su físico y su edad, es un prospecto de la Premier League.
Los dirigentes de los Magpies están estudiando qué hacer, pero una oferta de 30 millones, que por cierto aún no se ha presentado oficialmente, no será suficiente para convencer a los rossoneri. Para sentarse a una mesa y negociar, la base de apuestas debe ser de al menos cuarenta millones. Una cifra importante que permitiría financiar el mercado. O, si lo prefieren, aumentar la cantidad a invertir. Un poco como sucedió hace doce meses con la despedida de Tonali en Newcastle. Las dos compañías, en excelentes relaciones, ¿están listas para la segunda? Los próximos días serán calurosos.
Con el adiós de Thiaw y la llegada de Pavlovic, Fonseca tendría un número suficiente de centrales (en rosa también están Kalulu y Gabbia), pero la idea de tomar otra es concreta también a la luz de los muchos compromisos en el calendario de 2024/25. Igor fue seguido por su tiempo en la Fiorentina que lo vendió el verano pasado al Brighton. Fue De Zerbi quien lo quiso más allá de la Mancha y dio el visto bueno a la oferta de diecisiete millones más tres bonos. El brasileño cerró la temporada pasada en crecimiento después de las dificultades iniciales de adaptación, pero ahora el técnico brasileño en la banca ya no está y Brighton no lo considera intransferible. Aunque conseguirlo a un precio más bajo que hace doce meses parece complicado. Habrá que negociar.
Y luego está Jhon Lucumì, el colombiano de Bolonia que en 2022 llegó a Casteldebole desde Genk pagando la cláusula de ocho millones. Después de dos campeonatos en los que ha demostrado gran efectividad, ahora vale el triple. Y su cotización podría haber sido aún mayor si una lesión muscular no hubiera terminado su Copa América veinticinco minutos después de la primera carrera. Llevarlo a Bolonia, a las bandas de salida de la Champions sin Calafiori, será todo lo contrario a fácil, pero Lucumi fue seguido por el Diablo (con mucha atención) incluso cuando jugaba en Bélgica y sus actuaciones en 2023-24 no pasaron desapercibidas.
Con Pavlovic e Igor o Lucumi, el Milan agotaría los puestos reservados a los extranjeros para la próxima temporada: un detalle que no debe subestimarse, pero que ciertamente no excluye el doble golpe. También porque reforzar la defensa se considera una prioridad para mejorar el número de goles en el torneo que concluyó a finales de mayo. Para lanzar el desafío a Inter, Fonseca sabe por dónde empezar.