En vista de un aumento de la presión de la Saudi Pro League para Adli y Bennacer, con la consiguiente perspectiva de tener que comprar dos mediocampistas teniendo a su disposición el dinero de las salidas del francés (entre 15 y 20 millones la solicitud; Al Shabab presiona) y del marroquí (cláusula de rescisión de 50 millones), el Milan amplía la lista de perfiles monitoreados.
Fofana y Samardzic son las prioridades en el medio, pero entre las otras opciones está Johnny Cardoso, un estadounidense de 22 años que juega en el Real Betis en Sevilla. Compañero de Pulisic y Musah en la última Copa América, donde jugó dos de los tres partidos en el grupo (antes de la eliminación), sobre él hay excelentes relaciones porque es considerado un elemento versátil y capaz de cubrir más posiciones. Un comodín que puede hacer de “portero de discoteca” frente a la defensa, dar una mano en la fase de configuración o actuar como tres cuartos.
Nacido en Denville, Nueva Jersey, donde Milan entrenará desde mañana, tiene pasaporte italiano y por lo tanto no ocupará uno de los dos espacios extracomunitarios. Un detalle no secundario, ya que entre los objetivos también se encuentran el serbio Pavlovic y el brasileño Igor. Cardoso fue comprado en el último mercado de invierno por Betis, que le pagó 6 millones de los brasileños del Internacional de Porto Alegre. En España, tuvo principalmente tareas defensivas, mientras que en Brasil, a veces, su alcance fue más avanzado.
El Betis le hizo firmar un contrato hasta 2029 y lo “blindó” con una cláusula de 80 millones que claramente no es su precio de mercado. Al mismo tiempo, sin embargo, cuando la Fiorentina se puso bajo su mando, Commisso y sus hombres del mercado se sintieron obligados a pedir 25 millones más de bonos. No es una cifra insignificante que haga pensar a los dirigentes del Diablo. Sobre todo, evaluar de antemano cómo concluirán las negociaciones con las prioridades Fofana y Samardzic.
El Milan, no es un misterio, está expandiendo su marca en los Estados Unidos donde ha abierto una Academy (en Virginia), desde 2022 tiene una asociación con los New York Yankees y muchas otras iniciativas en construcción. Poder contar con un tercio de la selección nacional con estrellas y bandas como Cardoso puede dar un impulso importante en un país donde el club de Cardinale es la formación italiana con más seguidores (43 millones).