Álvaro Morata tiene prisa y… sorpresas. El español, que jugó la final de la Eurocopa el 14 de julio y en los tres días siguientes se dedicó a las celebraciones con España, los reconocimientos médicos y la firma de su contrato con el Milan, aterrizó el jueves en Linate Prime tras pasar unas vacaciones en Cerdeña con su familia.
Era inevitable pensar que estaba un poco retrasado desde el punto de vista atlético, que necesitaba unos días de trabajo para alcanzar el nivel de sus compañeros, y en cambio las pruebas realizadas el viernes por la mañana, antes de su rueda de prensa de presentación en la sede, demostraron que el nuevo número 7 rossonero está en excelentes condiciones. De hecho, está listo para jugar.
Mañana por la tarde el capitán español será presentado a la afición junto a Pavlovic y Emerson Royal. Será un pase previo al partido para mostrar a la gente al nuevo goleador que sustituirá a Giroud. El ex del Atlético, sin embargo, no quiere limitarse a un simple saludo, sino que espera saltar al campo para disputar un puñado de minutos en el amistoso contra el Monza. Para probar el efecto de actuar en San Siro con la camiseta del Diavolo.
La decisión se tomará hoy, tras el entrenamiento matinal que el equipo realizará en Milanello, pero las sensaciones que el jugador ha transmitido en las dos primeras sesiones con sus nuevos compañeros han sido positivas. Tanto que aspira a estar el sábado ante el Torino, en la primera jornada de la Serie A. Desde el principio o cuando empiece el partido.
Jovic, con el grupo desde el 23 de julio, tiene más trabajo en las piernas que Álvaro, pero el madrileño tiene el entusiasmo de un recién llegado. Quiere hacerse querer enseguida. Con un gol, una actuación importante o simplemente “corriendo como un perro”, por citar una expresión que utilizó en la conferencia del viernes. Por la forma en que hizo alarde de su deseo de ganar la segunda estrella, los aficionados le reconocen como un líder que no teme subir el listón para motivar a sus compañeros. Igual que Ibrahimovic, que no por casualidad quería a Álvaro en Milanello.
Ayer Morata también jugó el último partido con sus compañeros, en el que Jovic arrancó aplausos por una espectacular chilena que repelió el portero. A sus treinta y un años y medio, el español conoce muy bien su cuerpo y sabe manejarse, pero detrás de su excelente estado actual está el trabajo atlético realizado en Cerdeña, primero evitando acumular óxido con el pádel y después siguiendo un plan específico que le enviaron los de Fonseca.
Así quemó el tiempo y se presentó en Milanello sin tener que perseguir a sus compañeros. El Berlusconi puede ser la ocasión para la primera prueba de la temporada, menos de un mes después del triunfo de Berlín, que aún tiene fresco en la memoria. Su objetivo, sin embargo, es el Torino, contra el que disputó encendidos derbis cuando estaba en el Juventus.
Hasta ahora en San Siro con las camisetas de la Signora, Atlético y España sólo ha firmado un gol, el 16 de mayo de 2015 cuando vestía la bianconera. Ahora el Meazza será su casa y espera llevarse muchas más satisfacciones. Quizá ya el sábado. En su debut con nueva camiseta Álvaro sólo ha batido al portero rival en una ocasión, concretamente al inicio de su segunda aventura con el Atlético, en agosto de 2022. Repetirse es el gran objetivo.
EMERSON ROYAL YA ESTÁ EN MILÁN
Emerson Royal aterrizó anoche, poco antes de las 22:00, en un vuelo privado en Linate. “Estoy feliz, forza Milan”, dijo. Le acompañaban su mujer y su hijo. Le esperaban algunos hombres del club, entre ellos el director del equipo, Marangon, así como su agente, Stefano Castagna, llegado de Valencia. Durmió en el hotel de la zona de San Siro donde están Morata y Pavlovic.
Esta mañana el brasileño se someterá a exámenes médicos, en “La Madonnina” y en Varese, luego estará en la sede para la firma del contrato. Mañana por la mañana será presentado a la prensa, mientras que por la tarde, a las 16:30, estará en el Milan Store de Via Dante, en el centro de la ciudad. Por la noche desfilará en San Siro ante su nueva afición.
Contra el Torino debería estar disponible, aunque tendrá que viajar al extranjero para obtener el permiso y se perderá una o dos sesiones de entrenamiento. Capítulo Fofana: esta mañana se dará a conocer la lista de convocados del Mónaco para el Gamper de esta noche en Barcelona. Una exclusión, quizás ‘forzada’ por el futbolista deseoso de abandonar el Principado, alegraría al Milan y quizás pondría el acuerdo cuesta abajo.
MAÑANA SE DISPUTA EL TROFEO BERLUSCONI
Mañana martes 13 de agosto, a las 21:00, se disputará en San Siro la segunda edición del Trofeo Silvio Berlusconi contra el Monza. Una ocasión para que los 50.000 espectadores que se esperan en el estadio vean al último Milan experimental de Paulo Fonseca antes del debut oficial, el sábado 17 contra el Torino. Además, durante la previa del partido, que comenzará a las 19:45, se dará una bienvenida especial a los tres nuevos fichajes veraniegos de los rossoneri: Strahinja Pavlovic, Álvaro Morata y Emerson Royal.
Aparte de Alessandro Florenzi, lesionado en el cruzado y el menisco, y Marco Sportiello, con un profundo corte en la mano, Paulo Fonseca tiene a toda la plantilla disponible. Los tres partidos de la gira americana, más el disputado a mediados de julio contra el Rapid de Viena en Austria, permitieron al técnico portugués experimentar, entender y empezar a perfilar el equipo que afrontará la temporada 23/24, a la espera de los últimos refuerzos que Ibrahimovic y Moncada deberán traer del mercado.
Así, vimos a un Milan que volvió a alinear, en continuidad con la era Pioli, el 4-2-3-1, pero con diversas variaciones sobre el tema. Empezando, por ejemplo, por el trequartista, mucho más móvil y, según el intérprete, invitado a bajar a la línea de los centrocampistas para participar activamente en el primer regate saliendo de la defensa. A los jugadores de campo ofensivos se les pide que corten hacia dentro sin el balón, sin estar necesariamente pegados a la línea de banda a la espera de recibir el balón para luego apuntar en solitario. Se ha vuelto a ver un pressing más razonado, más situacional y no extremo. Hay que ajustar algunos automatismos, pero el equipo que se vio, aunque todavía por mejorar en este aspecto, es más equilibrado.
En la posesión del balón vimos un esquema especialmente ofensivo, casi un 4-2-4, con una clara división en el medio. Esta vez el corte no es horizontal, sino vertical, y divide al equipo en dos secciones en las dos bandas: las llamadas cadenas laterales. En ellas, los exteriores ofensivos y uno de los dos centrales retroceden/suben para realizar jugadas de pared y liberar así espacio para sus compañeros. Fonseca también dio mucha importancia al juego a dos toques y al giro rápido del balón, sin forzar necesariamente la jugada ni depender únicamente del regate en solitario de los exteriores y los centrocampistas.
A la espera de la evolución de la negociación por el centrocampista, con Fofana a la cabeza de la lista de deseos de la directiva, Fonseca está probando a Loftus-Cheek en el mediocampo, con Pulisic como central trequartista y Leao y Chukwueze a ambos lados. Se trata de una solución que el entrenador Pioli probó en contadas ocasiones el año pasado, y no sin razón: es una configuración que sin duda hace soñar a los aficionados, pero también es difícil de encuadrar desde el punto de vista del equilibrio del equipo. Por supuesto, mucho dependerá de la actitud y la voluntad de presionar y correr hacia atrás de los tres detrás del punto: difícil, pero ciertamente no imposible. A la espera de Morata, que ha prometido “presionar como un perro”, contra el Monza será de nuevo la ocasión de comprender hasta qué punto es sostenible este sistema.
Última oportunidad también para los centrales, a la espera de Pavlovic, para decidir su jerarquía. Aparte de Gabbia, los demás no brillaron especialmente en pretemporada. Fonseca también podría probar con Kalulu en la derecha para alternar con Calabria, mientras que en la izquierda regresa por fin Theo Hernández: insustituible.
En la portería, un relevo probable, una vez cada uno, entre Mike Maignan y el que, junto con Liberali, es la mayor sorpresa del verano: el joven Torriani (2005). El joven de 19 años ha convencido tanto que es probable que el Milan no acuda al mercado para sustituir temporalmente al desafortunado Sportiello. Mañana aún tendrá la oportunidad de demostrar que está preparado para el fútbol de los grandes: de hecho, en el Milan Futuro de Bonera estaba Lapo Nava (muy bien en el penalti parado) y no él.