
¿Cuál es la acusación que más le hacen sus detractores a Rafael Leao? Sí, precisamente el de indolencia, el de pasearse por el campo y luego buscar la gran jugada, sacrificando incluso un poco de sana concreción. Por no hablar de la falta de eficacia de cara a portería. Pues bien, el que se ha visto en las últimas salidas, y especialmente en el Milan-Lecce, partido en el que lució el brazalete de capitán, es un Leao “diferente”, tácticamente y en cuanto a actitud. Descendamos un poco a los detalles.
Obviamente se refiere al liderazgo, pero la portuguesización del término por parte del entrenador Paulo Fonseca en “liderance” ha creado una especie de doble significado. Una actitud de liderazgo compartida con las demás almas del equipo, como Theo Hernández, Álvaro Morata, Tammy Abraham, Tijjani Reijnders. Y también podemos añadir a Mike Maignan, Matteo Gabbia y el que en teoría es y sigue siendo el verdadero capitán, Davide Calabria.
Esto es lo que dijo el entrenador tras la victoria sobre el Lecce: “Siempre le he dicho a Leao que es genial, pero ahora tiene que convertirse en un jugador para el equipo. Ser capitán es una responsabilidad, me gusta que sea decisivo, como con la asistencia. Pero me gusta más el crecimiento que está mostrando en defensa. Hoy es un jugador diferente, todavía no es perfecto, pero estoy viendo el esfuerzo que pone para ayudar al equipo”.
Y de hecho, es precisamente sin balón donde Leao está progresando notablemente. Es un trabajo sucio, que no destaca como las dos asistencias a Theo Hernández ante Venezia y Lecce, pero que se convierte en fundamental en casos como el gol de Pulisic (3-0) ante los salentinos: la acción la protagoniza Morata, que pone la mesa para Abraham, dos intentos y luego el tap-in del estadounidense, pero todo parte de un pressing obstinado de Leao sobre Gaspar, que favorece la intervención del bombardero rossonero. Una acción defensiva inusual para Rafa, que absorbe conceptos y voluntad de sacrificio del capitán español.
Consultando Wyscout, nos encontramos con algunos números interesantes sobre el juego defensivo de Leao: 2 duelos defensivos ganados de 5, 2 duelos aéreos ganados de 2, 2 intercepciones, 4 balones recuperados de los cuales 3 en su propia mitad de campo (¡!), incluso una barrida. Todo ello sin estropear jugadas de absoluta calidad como el balón cedido con absoluta precisión a Theo con el pie débil para el 2-0 que encarriló definitivamente el partido. Todavía no es perfecto, afirma Fonseca, pero sin duda es un progreso.