
Milan e Inter, con el alcalde Sala y el superintendente Carpani, se reunieron el martes por la mañana con los ministros Giuli y Abodi para hablar de la construcción de un nuevo estadio en San Siro. Un paso adelante sustancial, porque por primera vez en este asunto existe una voluntad política común a nivel nacional y local. El camino aún es largo y los obstáculos en el camino muchos, pero ya se pueden desvelar algunos datos sobre el nuevo estadio.
En concreto, sobre tres palabras clave que guiarán el proyecto: accesibilidad, sostenibilidad y conectividad. Sin olvidar que el Milan sigue trabajando en paralelo en el proyecto de San Donato, en una situación que tendrá que resolverse tarde o temprano, como demuestra la preocupación del alcalde Squeri. “No hemos superado los problemas de San Siro: el coste del estadio y de la zona circundante, el complejo proceso para los permisos de construcción”, declaró Scaroni, presidente del Milan, a la Gazzetta. “San Donato sigue siendo nuestra oportunidad número uno.

La primera palabra clave que se debatió en Roma: accesibilidad. San Siro para las personas con discapacidad presenta problemas críticos debido a la estructura de la instalación, que obviamente se construyó mucho antes de que entrara en vigor la normativa actual.
Hoy en día, las personas con discapacidad sólo pueden asistir al partido en zonas limitadas del estadio y con un número reducido de asientos, unos 250. En el nuevo estadio, si es que lo será, debe garantizarse el acceso a todos los sectores a todas las personas con discapacidad, no sólo física. El Inter y el Milan se han comprometido a ello desde el primer día.

La sostenibilidad medioambiental es el gran tema de responsabilidad social para el presente y el futuro. El nuevo San Siro, según el proyecto presentado a los ministros Giuli y Abodi, también mirará en esta dirección e incluirá, por ejemplo, paneles fotovoltaicos en el tejado para la producción de energía. ¿Un techo retráctil, como en algunos estadios modernos?
No, un estadio cubierto no está en la agenda por el momento, aunque ayudaría con la contaminación acústica, otro tema a la orden del día en las polémicas de las juntas vecinales. El Milan ya ha descartado la solución del techo retráctil para su estadio de San Donato, que sigue siendo una hipótesis en la agenda, también por cuestiones de costes. La cifra asumida para ese estadio, 1.300 millones, aumentaría aún más con una solución arquitectónica tan compleja.

Quienes asisten a San Siro saben que, antes y durante el partido, no es fácil llamar por teléfono o navegar a través de 70.000 smartphones. Con la paradoja de que, mientras el mundo entero comenta el partido en las redes sociales, quienes más dificultades tienen para hacerlo son precisamente los espectadores que siguen el evento en persona. San Siro, tecnológicamente, es un estadio atrasado, y en el mundo es la tecnología la que está cambiando el concepto de ver el evento.
Pantallas dedicadas a los espectadores. Aplicaciones que permiten ver estadísticas o repeticiones de la acción, pedir comida o comprar artículos del club. Servicios de conectividad wi-fi de alta velocidad. Contenidos exclusivos en línea. Hay muchas novedades de un estadio a otro.
El estadio del Tottenham de Londres, que sigue siendo una gran referencia para el Milan en el diseño del estadio de San Donato, es uno de los ejemplos más avanzados del mundo en este sentido. El nuevo estadio de San Siro, si es que alguna vez lo hay, irá en esa dirección.