Milan – Empoli: Rueda de prensa

STEFANO PIOLI

¿Cuál es el nivel de tensión del equipo?

“Es fundamental mantener la tensión: los partidos se ganan primero con actitud, determinación y luego con calidad. Debemos ser humildes: el campeonato es importante para nosotros y debemos aprovechar esta vuelta en casa”.

¿Cómo está viviendo las noticias sobre Berlusconi?

“Todos estamos preocupados, pero no tenemos noticias tan precisas claramente. Nos aferramos a él y esperamos que pueda recuperarse, volviendo al estadio”.

¿Cómo pensar sólo en mañana?

“Tenemos que seguir concentrados. Conseguimos una victoria importante en Nápoles, pero tenemos que jugar siempre a ese nivel. Sólo tenemos que pensar en mañana”.

¿Pondrá la mejor formación posible?

“La formación será la mejor posible según mis ideas. Después jugaremos muchos partidos, así que seguro que habrá algunos cambios”.

Leao dijo que el actuar de extremo izquierdo es su posición favorita…

“No me conformo con un jugador. Rafa me dijo exactamente lo contrario, pero es importante que esté contento y juegue con una sonrisa; no debe estar preocupado y ansioso. Ha pasado por un periodo difícil, como el equipo”.

¿Existe un problema de racismo en el fútbol italiano?

“No lo sé. Lo único que siento es una gran pena por lo que ocurre dentro de los estadios. Porque seguimos diciendo que es sólo una pequeña minoría y estoy convencido de ello, porque tengo tantos amigos y tantos conocidos que van a los estadios y son excepcionales, van al estadio a disfrutar del espectáculo, a animar a su equipo, a tener respeto por el resultado y a tener respeto por el rival. Pero si ciertas situaciones continúan, significa que hay que tomar medidas, porque está claro que hay que enfocar el deporte con otro espíritu”.

¿Estará Brahim?

“Ha tenido dos entrenamientos distintos, pero está disponible, luego tomaré mis decisiones. No es un jugador exterior clásico, pero desde el centro-derecha lo ha hecho muy bien. Es muy importante para nosotros, es bueno que esté bien”.

¿Estaba enfadado con Leao, ante el Nápoles, por tomar algunas decisiones equivocadas?

“Me enfadaba más cuando no hacía ciertos movimientos. Parece que Rafa no siempre empata muy bien el partido con otros….. En el Nápoles lo hizo muy bien”.

¿Tiene problemas con los equipos más cerrados?

“Atención y calidad de juego: necesitas eso. Luego con equipos más cerrados tuvimos dificultades, pero trabajamos en ello y espero mejoras.”

Spalletti dijo que el Milan ganó porque tenía miedo de perder…

“No tengo que comentar las palabras de Spalletti, sería un error pensar en el Nápoles”.

¿Confirmará los tres en el centro del campo?

“Pensamos partido a partido. Los tres centrocampistas del Nápoles hicieron un partido excelente”.

¿Aumentan los lamentos por la carrera hacia el Scudetto?

“No aumenta nada. Los juicios se hacen al final, al final del campeonato y esperemos que más allá para la Liga de Campeones. Debemos hacerlo bien estos dos meses”.

Bien en Nápoles Saelemaekers y Bennacer…

“Él está bien. Es un jugador imprevisible, tiene características importantes. Tomaré las decisiones mañana por la mañana. Bennacer es un centrocampista completo: puede construir desde abajo, puede atacar más arriba, puede disparar. Veremos las opciones mañana”.

¿Sin errores con los pequeños?

“Eso es lo que hemos preparado. Tenemos que afrontar los 10 partidos que quedan como si fueran de dentro o de fuera: tenemos que dar lo mejor de nosotros mismos.”

¿Puede De Ketelaere tener espacio en la derecha?

“Puede jugar tan bien como Brahim Díaz. Charles tiene características para variar del centro y de la derecha. No es un cambio que pueda crearle dificultades”.

¿Qué opina del tema del estadio?

“San Siro ha marcado la historia del fútbol italiano y del Milan. Pero no podemos quedarnos anclados en el pasado si queremos mejorar nuestro futuro. Las cosas han mejorado en el extranjero porque han afrontado estas dinámicas con oportunidad y modernidad”.

¿Rebic y Origi un poco en la oscuridad?

“No lo creo. Rebic y Origi tienen un nivel muy bueno. No han tenido, también por mis elecciones, continuidad, pero tienen mi gran consideración y tengo mucho sobre ellos”.

¿Qué opina de Baldanzi?

“El Empoli lleva muchos años jugando un cierto tipo de fútbol con rombo: son rápidos, veloces, técnicos, ocupan buenas posiciones en el campo y corren mucho y bien. Baldanzi es una joven promesa.

¿Qué necesita repetir el Milan?

“Necesitamos dos características indefectibles: calidad de juego en el control del juego y del balón, y actitud defensiva de los jugadores individuales con presión sobre el rival”.

¿Hay algún as para mañana?

“Mi forma de trabajar es preparar cada partido, dejando de pensar en el anterior muy rápidamente: cada rival hace su propia historia y nuestros partidos también hacen su propia historia. Hemos preparado algunas posiciones para mañana”.

¿Más cabeza o más fútbol?

“Cabeza y fútbol. Las dos cosas”.

¿Cómo no pensar en el partido con el Nápoles?

“Uno lo hace porque el objetivo en Liga es muy importante y porque si no, la victoria en Nápoles no serviría de nada”.


La lista de “Pioladas”

La firma del entrenador está en el póquer contra los líderes. Atisbos tácticos, intuiciones, soluciones. En los momentos complicados, Stefano Pioli suele encontrar la jugada que resuelve el problema. Lo ha hecho varias veces en el pasado, con muchos resultados positivos. Lo consiguió una vez más en el Maradona, con el jaque mate a Spalletti nacido de un fogonazo.

A cara descubierta y sin miedo. Contra el Nápoles, Pioli volvió a jugar la carta de Díaz por la derecha. Fue una jugada ganadora, con el español libre para moverse hacia el centro del campo y capaz de dar alas al partido con una asistencia perfecta para el regreso de Leao a la portería y un arañazo para hacer el 4-0 con un disparo como el de un campeón.

Para el 10 rossonero no era la primera vez. Ya se le había visto en la derecha en algunas ocasiones, como en el gran partido contra la Juve del pasado 8 de octubre en San Siro. También allí, una actuación de lujo y un juego estelar: una salida rápida desde el centro del campo, la defensa bianconera quemada y el balón a la espalda de Szczesny, para un 2-0 que podría representar, a final de temporada, uno de los resultados más importantes de cara a la cuarta plaza.

El otro remate en el área fue un avance de Bennacer hasta la línea de tres cuartos, con Krunic replegado junto a Tonali. Doblete en equilibrio y calidad, para limitar a la perfección las iniciativas de Lobotka. En las redes sociales, muchos aficionados los han apodado “Pioladas”. Un bonito neologismo para confirmar la importancia de las decisiones del entrenador en determinados partidos, casi siempre cruciales. Desde el inicio de su experiencia rossonera.

Cuestión de táctica, pero también de jugadores lanzados al campo en el momento oportuno (el ejemplo reciente es Thiaw) y promocionados con nota. Al principio fueron Colombo y Kalulu. Entre septiembre y octubre de 2020, Pioli alineó al joven ahora cedido en el Lecce para resolver el problema de las ausencias en ataque. Resultado: titular contra el Bodoe y gol en el 3-2, luego media hora contra el Crotone en Serie A y otros 45 minutos de inicio con el Spezia.

Contra el Sparta de Praga, en cambio, llegó la hora del francés. Diciembre de 2020: con las bajas de Kjaer y Gabbia, Pierre se lanzó al ruedo con Romagnoli y no defraudó. ¿Balance? Cuatro partidos consecutivos como titular (y un gol, en Génova), antes de convertirse en un pilar en la temporada ganadora del Scudetto.

Otras rondas, otras percepciones. El 6 de enero de 2021, el Milan se enfrenta a una Juve mermada por las ausencias. Pioli se ve obligado a una solución de emergencia y despliega a Calabria en el medio junto a Kessie, con Dalot como lateral. El Diavolo pierde 3-1, pero Davide marca, convence y se gana los elogios del entrenador, que vuelve a jugar con él en la victoria de la Copa Italia contra el Torino.

Sin embargo, la joya de la corona de los tres años y medio de Stefano en el banquillo del Diavolo es el crecimiento exponencial de Theo Hernández, a estas alturas un director ofensivo más. Con Pioli se ha convertido en un goleador, madurando hasta el punto de llegar a la convocatoria mundialista con la Francia de Deschamps.

Una de las jugadas ganadoras, repetida varias veces la temporada pasada, fue el uso de Kessie como trequartista. Un salto capaz de romper partidos en varias ocasiones. Sin olvidar a Krunic, el comodín por excelencia de su gestión. Con Pioli ha jugado de centrocampista, fantasista, delantero exterior, mediapunta e incluso lateral (contra el Génova, hace justo un año).

La sustancia de siempre al servicio del equipo. Salvo en el último periodo complicado -en el que la elección de la defensa de 3 ayudó a contener los daños-, el técnico ha sido a menudo un maestro de la lectura. Siguiendo con el Nápoles de Spalletti, a la espera de los enfrentamientos de Liga de Campeones que darán la nota del boletín de notas a la temporada, podemos remontarnos al 6 de marzo de 2022.

En el duelo por el Scudetto del año pasado en el Maradona, el Milan encontró un 1-0 vital gracias al toque de Giroud y a un inédito 4-1-4-1, con Tonali más retrasado y -ya entonces- Bennacer más adelantado. Otra “Piolada”, por utilizar un término muy querido por la afición rossonera. Con toda probabilidad, no será la última.


¿Y ahora el momento de CDK?

Veintiocho, catorce, siete. Esos son los últimos tres partidos en minutos de Charles De Ketelaere en la liga y no, el próximo no se reducirá aún más a tres y medio. El Milan-Empoli del viernes por la noche para el CDK podría (debería) ser una nueva oportunidad -otra más- para enderezar el rumbo. Meter la flecha es imposible, con un Díaz así, pero girar, sí. Se puede hacer. Y este será uno de los últimos trenes, por este año.

Pioli aún no lo ha decidido, pero esa parece ser la orientación, también porque Brahim probablemente se tomará la noche libre. Un poco porque el Milan necesita que regrese el miércoles 12 contra el Nápoles en la Liga de Campeones en las mismas condiciones que mostró en liga el domingo pasado.

Un poco porque esa molestia en el aductor comunicada al final del partido por el entrenador -motivo por el que el partido del español terminó en el minuto número 12 de la segunda parte- induce a la cautela, aunque no es nada preocupante.

Por supuesto, teóricamente Pioli podría optar por prescindir de Charles también esta vez: bastaría con confirmar a Bennacer en el centro de la tres cuartos, o colocar ahí a Krunic, pero la misión del técnico -que coincide con la de “compañía”- es asegurarse de que el belga pueda encender al menos en estos dos últimos meses de la temporada. Que luego son los decisivos. Una especie de nueva adquisición primaveral, útil para aportar una contribución tangible ahora que cada punto tiene un peso específico muy elevado.

La pregunta, en todo caso, es dónde encontraría sitio CDK en este Milan de vuelta al 4-2-3-1. Pioli siempre ha dicho que le ve por detrás del punta, o en todo caso en el centro-derecha. Pero, por lo que hemos visto hasta ahora, es difícil pensar que Charles en la banda pueda garantizar esa feroz doble fase magníficamente interpretada por Díaz en el Nápoles.

Entre otras cosas porque el Empoli, queriendo entrar en los detalles del partido del viernes por la noche, tiene uno de sus puntos fuertes en la izquierda con la desagradable percusión de Parisi. Por tanto, es más fácil imaginar al belga en el centro de los tres cuartos, quizá con Saelemaekers en la banda. Su último partido como titular fue en Florencia hace un mes, y salió regular: algunas buenas jugadas pero poca presencia en el último cuarto, y es un guión tristemente ya visto.

Sin embargo, sus palabras en una entrevista con la selección durante el último descanso fueron muy bonitas de leer: plena conciencia de sus propias dificultades y al mismo tiempo la convicción de que tiene cualidades para salir de ellas. Casi una promesa y un llamamiento a todo el mundo rossonero para que le espere.

Florecer ahora mismo, con los cuartos de final de la Liga de Campeones y un cuarto puesto en el campeonato aún en juego, serviría para desinfectar todas las heridas de este atormentado primer año rossonero.


El Milan aprieta por la zona Maura

Reuniones, evaluaciones, acelerones y frenazos, discusiones. El guión sobre el nuevo estadio del Milan sigue siendo rico y, al mismo tiempo, empalagoso. El tiempo pasa y, por ahora, aparte del brusco giro que ha dado el Milan en las últimas semanas, no se aprecia ningún avance real. Por el contrario, el intento de revivir el proyecto original, es decir, de construir el nuevo estadio junto al Meazza, ha cobrado fuerza últimamente, no por parte de los clubes.

“Con respecto a la idea de volver a traer al Milan y al Inter al proyecto que estaba en boga hasta hace unos meses” – es decir, un estadio en la zona del estadio actual – “es inútil que los concejales del Pd me digan ‘convence a los equipos’. ¿Creen que no lo intento? Lo estoy intentando. Así que le digo al Pd: dejen de pedírmelo. Si creen que pueden convencerles, que hablen con el Milan. Si lo consiguen, todos estaremos contentos. Hemos trabajado mucho en este sentido. Pero si, en este momento, el Milan me dice que tiene otra idea, ¿qué debo hacer?”.

Lo dijo el alcalde de Milán, Giuseppe Sala, al margen de la inauguración del programa del Centenario de la Università Statale, volviendo a la oposición de gran parte de la mayoría del Palazzo Marino a la propuesta de un estadio en la zona de La Maura, planteada por el club rossonero.

“Porque he dicho una cosa muy sencilla”, explica Sala, “no estoy en contra del proyecto de La Maura hasta que no lo vea. No estoy en contra a priori. Creo que el PD debería reunirse con los equipos, en particular con el Milan. Me reuniré con los concejales de la mayoría cuando tenga el proyecto sobre la mesa, si no, ¿de qué voy a hablar entonces?”.

En Via Aldo Rossi hay una gran prioridad para el futuro del Milan, que es contar con un nuevo y moderno estadio propiedad del club y capaz de aportar importantes ingresos a las arcas rossoneras. Por eso, el Diablo quiere acelerar en este asunto y presiona para conseguir algo concreto pronto, aunque no será fácil porque hay muchos obstáculos.

Según explica esta mañana Tuttosport, el club milanés ha identificado la zona del Ippodromo La Maura como el lugar adecuado para construir la nueva instalación, pero los vecinos y, sobre todo, el ayuntamiento se oponen a esta hipótesis a pesar de no haber visto aún el proyecto.

En los últimos días, el alcalde de Milán, Giuseppe Sala, ha realizado una inspección en La Maura con un alto ejecutivo de Snai para entender los márgenes operativos que habría para Milán, que está trabajando para dar una importante aceleración a todo este asunto.

Las prisas de los rossoneri vienen dictadas por el hecho de que las estimaciones que Gerry Cardinale y sus colaboradores tienen en la mano dicen que por cada temporada deportiva que el Milan juega sin el aliciente de su eventual estadio en propiedad se produce un “no ingreso” de 100 millones de euros (algunas estimaciones hablan incluso de 150 millones).

Una suma muy importante que la propiedad no puede poner a disposición del área deportiva para realizar nuevas inversiones en el equipo. Por eso, Milán y RedBird quieren encontrar pronto una solución, y quieren hacerlo cuanto antes.


Las cinco claves de Pioli

Quizá repasó la partida imaginando los patrones del techo, tumbado en la cama con las manos en la nuca. Stefano Pioli como Beth Harmon, rey del ajedrez y de las jugadas ganadoras, como la protagonista de la serie de Netflix.

Ella, ensimismada, ojos hundidos y talento obsesivo, ganaba a grandes maestros veinte años mayores que ella ideando tramas secretas con la imaginación, tumbada en la cama de un sótano. Y al final siempre ganaba. Pioli, en cambio, es más pragmático: pizarra, esquemas, módulo antiguo y fuera, jaque mate a Spalletti.

1) LEAO – EXTREMO

Primer movimiento, fácil: Leao de nuevo por fuera. El portugués ha vuelto a marcar por la izquierda tras una década de días turbios y opacos, no como él. Resultado: doblete. Aunque el primer gol es de delantero centro puro, con un recorte limpio desde la izquierda hacia el centro. El segundo, en cambio, es la marca habitual: regate afilado y gancho con la izquierda, de vuelta a la portería después de 11 partidos.

2) DIAZ A LA DERECHA

Jugada sorpresa. Díaz a la derecha y Krunic en tres cuartos, aunque al final Bennacer fue el fantasista. Historias de detalles y movimientos. El español destrozó el partido con dos jugadas marca de la casa, goles y asistencias decisivas.

El segundo slapshot es de un jugador de alto nivel, de uno que juega bien cuando cuenta. En dos segundos planos se quitó de encima a Mario Rui y chutó con la izquierda: gol. Díaz demostró ser la elección habitual con la que abrir las puertas más difíciles. Ascendido. Y puede que comprado en junio.

3) KVARA EN LA JAULA

Esta vez, el georgiano fue menos gas. Su juego se resume en una cifra: 17 balones perdidos. Demasiadas. Gracias a un gran partido de Calabria, de vuelta como titular tras dos meses en el ático, y a la tercera jugada de Pioli: el doblete.

Kvara es un campeón en potencia, regatea y chuta con la facilidad de quien ha nacido para embrujar a los entrenadores y arrancar aplausos, pero sólo tiene un defecto: converge y chuta siempre. Nunca profundiza. Pioli, además de Calabria, le ha limitado colocando un hombre más a su lado. Una vez Krunic, otra Tonali, otra Tomori. Esta vez no hay destellos.

4) MÓDULO

Pioli reveló una curiosa anécdota: “Opté por jugar con cuatro atrás incluso antes de Udine”. El antiguo módulo, aparcado durante un puñado de partidos, ha devuelto la confianza y la estabilidad. Tomori ahuyentó los fantasmas, Kjaer anuló a Simeone, Theo hizo de Theo y Calabria volvió a la grandeza. De ahí la pregunta: ¿cómo jugará Pioli en la Liga de Campeones? Contra los Spurs apostó por la defensa de tres, pero el Nápoles otra historia. Como la gran copa.

5) LA SORPRESA

Alexis Saelemaekers entró para mantener el empate, pero al final desbarató todos los pronósticos. Una serpentina a lo Diego Maradona y un gol por debajo de las piernas de Meret, antes de otro gran eslalon unos minutos más tarde, neutralizado por el portero. Aquí llegó la jugada sorpresa. Y la carrera loca.


En Champions nada es imposible

El Milanello ha montado el mayor columpio del mundo. Esta loca temporada milanista tiene vaivenes sismográficos: partidos trágicos mezclados con tardes gloriosas. Los mismos milanistas que en enero llegaban a la oficina con ojeras, ayer por la mañana tenían una sonrisa de viernes. Demasiado para el lunes.

El Milan sacó el domingo todo lo que llevaba meses trabajando: jugó el mejor partido de la temporada. Así, me viene a la mente una frase de hace quince días de Stefano Pioli: “La Liga de Campeones es un objetivo, queremos llegar hasta el final”. El Milan empieza a creer que puede volver a ver Estambul, la ciudad maldita. ¿Es complejo? Por supuesto. ¿Es imposible? No. El Milan, el domingo, puede dar un susto al Nápoles, al Inter y al Benfica.

Pero, ¿cómo ha sucedido? El 5 de febrero, Pioli trazó una línea en su equipo del Milan y, en el derbi, envió a un equipo defensivo, que no atacaba, no jugaba al hombre a hombre, utilizaba una defensa de tres, no buscaba el juego. Terapia de choque. El Milan se reseteó. Desde ese día, ha sumado una tarjeta tras otra.

El siguiente partido, con el Torino, le devolvió la alegría y las ganas de correr con la cabeza despejada. El Milan-Atalanta, a finales de mes, devolvió a Mike Maignan, fundamental. La noche en el estadio del Tottenham dio la conciencia de poder superar los altos obstáculos. Luego el Nápoles, con sus dones.

Milán hace dos noches fue total. Volvió a su forma clásica, el 4-2-3-1, pero eso es lo de menos. Ganó todos los duelos, sobre todo en el centro del campo: 15 duelos ganados para Krunic-Tonali-Bennacer, 6 para Anguissa-Lobotka-Zielinski. Recuperó el balón con una regularidad y una ferocidad impresionantes. Produjo juego y ocasiones.

Fue lúcido en sus lecturas, con Kjaer a la cabeza en la charla previa al partido y sobre el terreno de juego. Puso en apuros al Nápoles con posiciones poco habituales: Bennacer un trequartista-mediocentro sobre Lobotka; Krunic un mediocentro que en la posesión a veces se bajaba, regateando a centrales o centrales derechos

Díaz formalmente ancho pero muy bueno girando hacia dentro y jugando en el semiespacio derecho, esa zona entre la banda y el centro del área. Sobre todo, los jugadores estaban dispuestos a sacrificarse, a correr por los demás, a permanecer compactos para no estirar al equipo.

Así que, por un lado, el Milan es el equipo con menos opciones de ganar la Liga de Campeones para las casas de apuestas: octavo de los ocho que quedan en liza. Por otro, es mucho mejor que Inter y Chelsea, sin duda mejor que el Nápoles visto el domingo. El próximo miércoles será otra historia, pero Pioli, pieza a pieza, casi ha reconstruido su mosaico.

Pero, ¿cómo ha sucedido? El 5 de febrero, Pioli trazó una línea en su equipo del Milan y, en el derbi, envió a un equipo defensivo, que no atacaba, no jugaba al hombre a hombre, utilizaba una defensa de tres, no buscaba el juego. Terapia de choque. El Milan se reseteó.

Desde ese día, ha sumado una tarjeta tras otra. El siguiente partido, con el Torino, le devolvió la alegría y las ganas de correr con la cabeza despejada. El Milan-Atalanta, a finales de mes, devolvió a Mike Maignan, fundamental. La noche en el estadio del Tottenham dio la conciencia de poder superar los altos obstáculos. Luego el Nápoles, con sus dones.

Milán hace dos noches fue total. Volvió a su forma clásica, el 4-2-3-1, pero eso es lo de menos. Ganó todos los duelos, sobre todo en el centro del campo: 15 duelos ganados para Krunic-Tonali-Bennacer, 6 para Anguissa-Lobotka-Zielinski. Recuperó el balón con una regularidad y una ferocidad impresionantes. Produjo juego y ocasiones.

Fue lúcido en sus lecturas, con Kjaer a la cabeza en la charla previa al partido y sobre el terreno de juego. Puso en apuros al Nápoles con posiciones poco habituales: Bennacer un trequartista-mediocentro sobre Lobotka; Krunic un mediocentro que en la posesión a veces se bajaba, regateando a centrales o centrales derechos.

Díaz formalmente ancho pero muy bueno girando hacia dentro y jugando en el semiespacio derecho, esa zona entre la banda y el centro del área. Sobre todo, los jugadores estaban dispuestos a sacrificarse, a correr por los demás, a permanecer compactos para no estirar al equipo.

Así que Pioli tiene ahora un objetivo: consolidar, hacer de la excepción la regla. En definitiva, dar continuidad. Si luego añadiera algo de peligro en las jugadas a balón parado, una preocupación estacional, sería perfecto.

La lógica dice que contra el Nápoles, en San Siro, jugará con el mismo equipo, si las lesiones lo permiten. Ha encontrado un Milan que funciona y no lo cambiará. Podrá rotar a su trío de centrocampistas, pero sobre los hombres de confianza no hay marcha atrás: son estos, con Krunic en el papel de sospechoso habitual.

Como hace un año, cuando la temporada está decidida, juega Rade. En todo esto, evidentemente, hay una variable incontrolable: Rafa Leao. Si el 17 coge confianza y se divierte, corre el riesgo de jugar dos meses al nivel de mayo de 2022.

Y en ese caso, en Italia, simplemente no da la talla. Rafa concedió una entrevista a Cbs el domingo, antes de saltar con los chicos de la curva: ‘El próximo partido será diferente, pero en la Liga de Campeones estaremos listos’.

Y eso suena a promesa. Y de nuevo: ‘Estoy mejor en el 4-2-3-1. Si juego abierto, puedo cortar hacia el centro, mientras que en el centro, a veces no tengo espacio para girar y hacer mi juego”. Se entendió, Rafa.


Un Milan de campeones

STEFANO PIOLI

Sobre el partido

“Hemos hecho un partido muy bueno, lo hemos jugado bien. Ha sido un partido bien jugado, pero ahora tenemos que pensar en el viernes. No podemos cometer más errores en el campeonato. Queremos volver a jugar la Liga de Campeones el año que viene”.

“Vamos a pensar en el viernes, luego pensaremos en la Liga de Campeones. Será un partido intenso y difícil contra el Nápoles, pero ahora sólo tenemos que pensar en el Empoli. Debemos dar continuidad a esta victoria”.

Sobre la actitud

“La voluntad y la determinación nunca pueden faltar en cada partido. La compacidad y la voluntad de sacrificio son demasiado importantes, cuando hacemos eso conseguimos jugar partidos como este”.

Sobre la ferocidad

“Siempre debe ser así. Incluso los rivales quieren ganar partidos. Hoy hemos jugado al 120% y hemos ganado. Tiene que ser así en los próximos dos meses”.

¿De qué está más satisfecho esta noche?

“La victoria. Es sólo el primer paso. He oído muchas cosas, incluso acertadas. Es sólo el primer paso, quedan nueve partidos de liga. Desperdiciamos oportunidades que no podemos desperdiciar ahora”.

¿Cómo afrontamos ahora la Liga de Campeones?

“El resultado de esta noche no condicionará los partidos de la Liga de Campeones. Nos dará a mí y a mi cuerpo técnico la oportunidad de revisar situaciones, pero no cambiará nada. Será un choque importante y equilibrado entre dos equipos que lo están haciendo muy bien en la Liga de Campeones”

“En la liga el Nápoles fue mejor que nosotros, esta noche hemos ganado un partido importante, pero es sólo el primero de la recta final que debe vernos como protagonistas. Para que ésta sea una temporada positiva necesitamos que el Milan juegue la Liga de Campeones el año que viene”.

¿Cómo está Brahim Díaz?

“Salió porque se abrió los aductores en una intervención en el descanso. Se resbaló y por eso tuvo unas molestias. No quería salir porque estaba bien, pero preferí no arriesgar. Por cierto, hice un buen cambio (risas, ed) porque Saelemaekers lo hizo bien y estuvo bien.

¿Qué ha pasado en los últimos meses?

“Ya había decidido antes de Udine jugar de 4 contra el Nápoles, porque el ataque del Nápoles nos resultaba difícil de atrapar con la defensa de 3 hombres. Ahora es fácil decir que con el cambio de sistema ganamos el partido, pero no olvidemos que el otro sistema nos llevó a la Liga de Campeones y nos hizo ganar partidos importantes”.

“Son situaciones, en un periodo de gran dificultad tomé decisiones, luego cuando las cosas volvieron a ser diferentes… Me gusta cambiar el equipo y los jugadores lo saben y estaban preparados. De todos modos, no hay euforia, una buena actuación contra un gran equipo, pero ahora hay que pensar en el próximo”.

¿Volverá a cambiar en la Liga de Campeones?

“Buena pregunta. Todavía quedan 10 días, pero sobre todo tenemos que pensar en el Empoli: son esos partidos los que nos penalizaron en la liga, no supimos afrontarlos con el espíritu necesario. No podemos desperdiciar más ocasiones, después del Empoli tendremos tiempo de pensar en la Liga de Campeones. Ahora nos dirigimos absolutamente a Empoli”.

“La actuación de hoy sin duda nos dará confianza, pero en la Liga de Campeones será un partido diferente, dentro o fuera, contra un equipo muy fuerte. Hoy hemos sabido aprovechar muy bien nuestras ocasiones, por las características que tenemos cuando somos capaces de reanudar en campo abierto nos volvemos aún más peligrosos. Tenemos que insistir, en Nápoles lo pensaremos. Serán dos partidos que tendremos que afrontar con la misma mentalidad. Hay muchas cosas que podemos hacer aún mejor”.

Sobre la convicción

“Sabéis hasta qué punto la cabeza puede marcar la diferencia. Tuvimos un mes de enero que nos quitó certezas. Nos desunimos un poco, no nos encontramos más en el campo. Esto nos hará bien. Sólo los grandes equipos, los clubes punteros, consiguen hacerlo bien en la liga y en la Liga de Campeones. El hecho de ir tan por delante nos restó energía para el campeonato. Es obvio que queremos subir, es obvio que tuvimos algunas dificultades.

Leao está de vuelta

“Leao nunca se fue. Marcó dos goles, uno como delantero centro y otro partiendo desde la banda. Estos chicos jóvenes, incluso cuando hay momentos en los que parece que no mejoran, se van asimilando y luego salen. Leao se convertirá en un campeón, porque tiene un potencial increíble y es un chico inteligente”.

RAFAEL LEAO

¿De dónde viene esta victoria?

“Sabía que era un partido importante contra un gran rival. Escuchamos algunas palabras de fuera que nos dieron energía extra. Quiero dar las gracias a nuestra afición y a mi equipo porque hemos jugado un partido increíble, como un equipo. Esto es Milán”.

¿Puede hablarnos del júbilo?

“Sólo quiero responder sobre el terreno de juego. Me gusta escuchar a mi entrenador, la gente de fuera del club no me interesa. Las cosas que vienen de fuera, sin embargo, me cobran. Tuve un par de meses un poco complicados, ahora me he reencontrado conmigo mismo gracias a mi entrenador y a mi equipo.”

¿Ha echado de menos el gol?

“Me he sentido increíble, aunque no haya marcado hoy hemos hecho un partido muy bueno y estoy contento”.

Sobre los retos de la Liga de Campeones

“Este partido era importante para el campeonato, queremos alcanzar nuestro objetivo, que es mantenernos cerca del Nápoles. Los partidos de la Liga de Campeones serán otros y ahora pensamos en el partido contra el Empoli en casa”.

¿Con quién te has cambiado la camiseta?

“Con Kvara. Soy un gran admirador de Kvara, me gusta por lo que hace en el campo. Creo que se parece a mí, le gusta atacar al rival. Está haciendo una gran temporada”.

PUNTUACIONES Y VÍDEO RESUMEN


Nápoles 0 – 4 Milan

Sólo el AC Milan puede escuchar la música de la Liga de Campeones, y es un concierto sinfónico que deja atónito al Nápoles en casa: el vigente campeón de Italia suma su cuarta victoria contra el defensor del título, a diez días de la primera ronda de cuartos de final de la Liga de Campeones. Que levante la mano quien hubiera imaginado una velada como ésta.

Por supuesto, estamos “sólo” en el campeonato y es seguro que el Nápoles de la Copa no será el de esta noche, pero una cosa es cierta: ahora que la cosa se pone seria, el Diavolo está más vivo y sano que nunca.

El 4-0 de los rossoneri en el Maradona les permitió adelantar al Inter y auparse a la tercera plaza, mientras que Pioli recuperó en una noche al auténtico Leao -nunca había marcado contra el Nápoles, pero esta vez marcó dos ante la mirada de su “rival” Kvara-, el gol de Díaz, desaparecido en la Serie A desde octubre, y la aportación desde el banquillo: el 4-0 llevó la rutilante firma de Saelemaekers.

Para el Nápoles, en su tercera derrota liguera, fue un auténtico shock: si la diferencia de 20 puntos en la clasificación no era visible esta noche, imagínense en la Liga de Campeones…

Si Spalletti, como era de esperar, apostó por Simeone en el centro del ataque en sustitución del gran ausente Osimhen, con Politano y Kvaratskhelia a ambos lados del tridente, Pioli intentó un movimiento sorpresa en la zaga: en el 4-2-3-1, desempolvado tras dos meses de defensa de tres, fue Bennacer quien desempeñó el papel de ’10’, con la doble función de presionar a Lobotka, cerebro del Nápoles, y crear a la espalda de Giroud, con Díaz y Leao a ambos lados. En la retaguardia, Kjaer y Calabria volvieron desde el 1′: el danés no jugaba desde el Milan contra el Tottenham del 14 de febrero, el capitán recuperó la titularidad gracias a la restauración del sistema de juego.

Fue a partir de ahí cuando Brahim Díaz se inventó la jugada que rompió el equilibrio en el Maradona: en el minuto 17, el español recogió el balón en la línea de lateral, lo escondió de Lobotka y Mario Rui con un juego de manos, y puso el balón para Leao: Rafa completó la faena con un toque por debajo de Meret y la celebración rossonera. Leao, que no marcaba desde enero, estaba de vuelta y Brahim lo encendió.

Apenas ocho minutos y le llegó el turno: el 2-0 del Milan fue un concierto de toques y movimientos del ‘viejo’ Diavolo, ése en el que todos funcionaban a la perfección. Leao trianguló con Giroud, abrió para Bennacer, que puso un centro: Díaz se coló entre los camisetas azules, controló, regateó de nuevo a Rui y batió a Meret con la complicidad de Kim, que desvió por debajo del travesaño.

Después, Díaz volvió a intentarlo, pero no logró entrar en el marco. El Nápoles, que había empezado con fuerza y había dado escalofríos a Maignan con las aceleraciones de Simeone (disparo alto) y Kvara (eslalon sobre Calabria y Kjaer), estaba dos goles abajo: eso nunca había ocurrido esta temporada. Y en la distancia, los de Spalletti perdieron intensidad, mientras que el Milan se mantuvo siempre compacto y atento en sus cierres defensivos.

Las dos tarjetas amarillas de la primera parte ilustraron las diferencias de actitud sobre el terreno de juego: Giroud fue amonestado por una entrada tardía sobre Politano, siendo el 9 que cubre al extremo derecho azzurro una muestra de mala leche, cabeza y sacrificio; Lobotka, lento y menos brillante de lo habitual, se ganó una amarilla porque Díaz volvió a pasar por delante de sus narices tras el 1-0.

Una inusual muestra de sufrimiento: él y sus compañeros nunca se habían sentido tan “incómodos” sobre el terreno de juego en una noche decisiva. La segunda parte se abrió con el signo de los pianianos, que controlaron y maniobraron con mayor eficacia.

En el minuto 50 fue Giroud quien estuvo a punto de marcar, a pase de Bennacer: el zurdazo en diagonal del francés acabó desviado por el segundo palo. En el otro extremo hubo relámpagos, como el que estuvo a punto de enviar Kim a la red en el minuto 55 con un disparo cruzado al que se opuso Maignan.

Poco después, la escena la volvió a tomar el guardameta rossonero, que puso literalmente la cara: dijo no a Mario Rui con una parada… de cara. Un portero que se parapeta cuando hace falta, un funambulista en patines que despeja el espacio desde la izquierda: el Milan se encontró a sí mismo y también encontró a Leao, que a la hora de juego sentenció el partido con un doblete que floreció con un eslalon en medio de los azzurri aturdidos por su velocidad.

Sin embargo, bajo el 3-0 de los rossoneri subyacía el gran trabajo de Tonali, que mordió y aspiró un balón ante Zielinski y sirvió el balón de la victoria a Rafa. Mientras tanto, Pioli había llamado al banquillo a Díaz, el mejor de los primeros 45 minutos, por Saelemaekers.

Y fue el belga quien se inventó un gol a la brasileña, saltando por encima de rivales en serie y colando el balón por debajo de las piernas de Meret para hacer el 4-0, antes de intentarlo de nuevo desde lejos (Meret paró). Fue un espectáculo rossonero, mientras el estadio coreaba “Ganaremos la tricolor”. Cierto, pero en la Liga de Campeones será otra historia.


28ª Jornada: Nápoles – Milan

AS Roma vs AC Milan

Milan y Nápoles, segundo capítulo. Tras el parón por las selecciones nacionales, los rossoneri regresan a los terrenos de juego para buscar puntos importantes en la 28ª jornada de la Serie A. El escenario es el del Maradona, estadio que en menos de veinte días acogerá la vuelta de los cuartos de final de la Liga de Campeones.

Pero ahora no es el momento de correr con los pensamientos, porque el Nápoles-Milán vale tres puntos, pero también algo más, puntos que hay que ganar para afrontar mejor el emocionante final de temporada que espera a los hombres de Míster Pioli. En vísperas del partido, tratamos de analizar el encuentro en busca de algunas claves que puedan orientar el desenlace del partido.

Por un lado nos encontramos con un equipo que hace del juego aéreo su principal cualidad -15 goles ha marcado el Nápoles en lo que va de liga- y por otro, uno que prefiere otras vías para encontrar la red. Los Azzurri de Spalletti tienen en este fundamental uno de sus mayores puntos fuertes, que a su vez se corresponde con una de las principales preocupaciones de la defensa de Mister Pioli, que hasta ahora ha concedido en situaciones aéreas.

Contener a Osimhen y explotar la fortaleza de Olivier Giroud será decisivo, pero todo partirá de no conceder espacios por fuera en la fase defensiva y, al mismo tiempo, aprovechar al máximo las jugadas a balón parado. Apoyados por las bandas, los dos laterales tendrán la misión de no dejar respirar a los jugadores de campo rivales, que -como los dos rossoneri- tienen características diferentes.

Si, en la banda izquierda, Leão y Kvaratskhelia tienden a desplazarse hacia el centro del área para buscar una conclusión directa, Saelemaekers y Lozano buscan a menudo el fondo del carril derecho para pescar a su respectiva referencia en el centro del área. Golpear al Nápoles con su mejor arma en fase ofensiva podría, además, dar un vuelco al partido y restar certezas a la retaguardia partenopea.

El desarrollo del partido podría ser muy diferente al observado en la ida en San Siro, donde los rossoneri lideraron durante amplios tramos y pusieron contra las cuerdas al Nápoles, fallando únicamente en la fase de tanteo. Espoleados por su propio público, los Azzurri podrían plantear el partido con energía y vigor, poniendo a prueba la resistencia del Milan desde el principio.

Los puntos en juego son importantes y empiezan a pesar, tanto para la moral como para la clasificación, pero, a diferencia de una eliminatoria a doble partido basada en 180 minutos, una ventaja mínima será “suficiente” para conseguirlos. La gestión de los momentos será por tanto relevante, y la experiencia de los rossoneri más experimentados deberá destacar para arrastrar al equipo en situaciones difíciles.

Desbloquear el marcador no será ciertamente una tarea fácil, los napolitanos cuentan con 14 porterías a cero en la Serie A, y por esta razón será necesario esperar a los momentos adecuados para picar. Está prohibido dejarse llevar y correr el riesgo de exponerse a las acometidas del adversario, como ocurrió en la ida, cuando el Nápoles aprovechó el excesivo deseo de los rossoneri de conseguir los tres puntos para burlarse de ellos en la única ocasión que tuvieron. Paciencia y gestión, esa es otra de las claves, sobre todo teniendo en cuenta que el Milan ya ha marcado 11 goles en el último cuarto de hora de juego.

Los dos entrenadores estudiarán en detalle las jugadas para imponerse y hacerse con el control del mediocampo, centro neurálgico del terreno de juego. Los hombres principales deberán ser los titulares en ambos bandos, mientras que los módulos se enmascararán entre el 4-3-3 y el 4-2-3-1, sin tener en cuenta las variaciones entre las distintas fases del juego.

Si Bennacer -en cuanto a características- está más cerca de Lobotka, a Sandro Tonali le tocará competir física y técnicamente con Zambo Anguissa primero y con Ndombele después. El argelino deberá ser hábil buscando espacios y liberándose de la presión de Zieliński -acostumbrado a replegarse- para marcar, y en consecuencia comandar, el ritmo del partido con su habitual liderazgo, con el objetivo de suavizar la agresividad azzurra y desencadenar con eficacia los movimientos de sus compañeros.

Díaz -o Krunić- tendrá la misión de apoyar al dúo de centrocampistas y limitar las inserciones entre líneas de los centrocampistas azzurri, al tiempo que crea superioridad numérica en la elaboración y hace valer su presencia dentro del área. Ganar todos los duelos inclinará la balanza.

Este será el encuentro número 150 de la Serie A entre Nápoles y Milan: los rossoneri lideran con 56 victorias por 45, completando el cuadro con 48 empates. Nápoles y Milan han empatado seis de los últimos siete partidos disputados en abril en la Serie A, cuatro seguidos de 1998 a 2018.

El Milan es el equipo que más partidos ha ganado a domicilio contra el Nápoles en la historia de la Serie A: 24 éxitos rossoneri en 74 enfrentamientos previos (22N, 28P). El Milan ha ganado sus dos últimos encuentros a domicilio contra el Nápoles en la liga; sólo una vez -en el periodo comprendido entre 1948 y 1951- ha cosechado tres triunfos seguidos en casa contra los partenopei en la máxima categoría. Los rossoneri siempre han marcado en los siete enfrentamientos más recientes en casa contra los campani, lo que supone ya un récord de partidos seguidos marcando a domicilio para el Milan contra el Nápoles en la Serie A.

Desde la temporada 1989/90, el Nápoles y el Milan -también listo para la batalla en la Liga de Campeones- no se habían enfrentado al menos cuatro veces en el mismo año: en aquel caso, los azzurri ganaron el primer partido de liga, luego un empate y dos victorias rossoneras entre la Serie A y la Coppa Italia. Al final de aquella temporada, el Milan ganó la Copa de Campeones y el Nápoles el Scudetto.

Un partido entre los equipos con mayor número de ocasiones claras de gol: Nápoles (75) y Milan (73). Sólo los Azzurri (14) marcaron más goles que los Rossoneri (11) en el último cuarto de hora de la Serie A 2022/23. Enfrente está el equipo que más goles de cabeza ha marcado en las cinco primeras ligas europeas 2022/23 (Nápoles, 15) y el que más ha encajado en la liga (Milan, 10). El Nápoles es el equipo que más goles ha marcado de centros (17), mientras que el Milan es el que más ha encajado (12).

POSIBLES ALINEACIONES

Pioli vuelve al 4-2-3-1 primero por los malos resultados y segundo por las lesiones de Kalulu e Ibrahimovic, regresa el dueto defensivo Tomori-Kjaer (más Calabria de capitán que perdió su puesto desde que se puso la defensa a tres), con Brahim curiosamente de extremo derecho, Krunic de mediapunta y Leao extremo izquierdo (su posición favorita), con Giroud en punta.

El Nápoles por su parte cuenta con la importante baja de Osimhen, con el hijo del Cholo Simeone que será el delantero centro, uno de los que se le da bien marcar al Milan precisamente…


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Nápoles – Milan: Rueda de prensa

STEFANO PIOLI

Leao regresó de la selección un día antes

“Está claro que hubo el último parón antes de estos dos últimos meses, que serán los dos meses decisivos. Son veredictos y sentencias parciales. En estos dos meses todavía podemos hacer mucho”.

¿Qué Milan viene al Nápoles en comparación con hace un año?

“Durante el descanso les dije a los chicos que nada ha cambiado. Hace un año nadie apostaba por nosotros, ahora pocos creen en nosotros, pocos creen que podamos pasar de cuartos, que podamos acabar entre los cuatro primeros”.

“Es una temporada que puede llegar a ser incluso gloriosa, pero también un poco negativa. Lo que pasó el año pasado ya no cuenta, tenemos que concentrarnos en los 10 últimos de la liga y los cinco de la Liga de Campeones”.

¿Ha llegado el momento de volver a cuatro en defensa?

“Existe esta hipótesis, aunque nunca hemos pasado de una defensa de 3 a una de 4. Hemos probado las dos, si jugamos como el Milan podemos ganar. Si no jugamos como el Milan corremos el riesgo de perder”.

¿Es capaz de repetir una actuación similar a la del partido de ida?

“Fue uno de los pocos partidos en los que no optamos por ir con el empate numérico alto, pero los esperábamos un poco. Habrá dificultades, nos enfrentamos a un equipo de primera, pero creo mucho en mi equipo. Mis chicos saben que tienen que esforzarse y que tienen que ir más allá de sus límites”.

El Nápoles sin Osimhen

“Que es fuerte es evidente, pero el Nápoles ha ganado siete partidos consecutivos sin él. Mis decisiones no estarán condicionadas por su presencia o no”.

Algunas de las declaraciones procedentes del Nápoles, ¿indican cierto temor?

“No lo sé, habría que preguntárselo a ellos”.

¿Por qué hay tanto escepticismo sobre el Milan? ¿Seguirá confiando en los hombres del Scudetto, que saben ganar?

“Creo que entreno a un grupo muy responsable y cohesionado, que sabe trabajar de una determinada manera y que no se deja influir demasiado por lo que se dice fuera. Sabemos que tenemos un final de temporada muy importante”.

“Sabemos que lo hicimos mucho mejor en la Liga de Campeones y mucho peor en el campeonato, pero podemos compensarlo. Para las elecciones de mañana elegiré a los jugadores que me permitan hacer el mejor partido, teniendo en cuenta que las sustituciones también pueden marcar la diferencia en un partido tan delicado”.

¿Qué tiene más el Nápoles?

“Mucha más continuidad de resultados en la liga, no hemos sido tan regulares. Los dos últimos meses no han estado a la altura de nuestra calidad. No creo que mereciéramos perder en la ida, pero mañana será un partidazo. Sea como sea mañana la Liga de Campeones será otra historia, entran en juego otros factores en los que no puede influir el partido de mañana por la noche”.

Sobre el descanso

“Me habría gustado jugar el día después de Udine. Hemos gestionado el parón de la mejor manera posible, por desgracia las selecciones nos han devuelto a dos lesionados importantes como Pierre y Zlatan”.

¿Sigue convencido de que ésa es la mejor posición de Leao?

“Sí, mañana será la misma. Leao es el único jugador del Milan que puede ir donde quiera, siempre que no vaya por debajo del balón. No me gusta cuando va por debajo del balón”.

¿Está preparado el equipo para avanzar con sus piernas y sin Ibra?

“Saben que soy el primer fan y patrocinador de Zlatan, pero es demasiado reduccionista señalar a Ibra como la única razón del crecimiento del equipo. El equipo ha demostrado que también puede jugar sin Zlatan. Fue muy difícil ganar el año pasado, nos estamos dando cuenta de que es aún más difícil volver a ganar”.

¿Cree que de aquí a los dos partidos con el Nápoles necesitaremos también a todos los demás que han jugado menos?

“Absolutamente sí, pero creo que sólo será una discusión en esa semana allí. Primero hay espacio para recuperarse y pensar en un partido a la vez, necesitamos hacerlo bien en la liga también”

Sacchi dijo que se necesita “ojo, paciencia y suerte” ¿es eso cierto también para mañana?

“Deseo un feliz cumpleaños a Sacchi y a Zaccheroni. Esos tres son muy importantes, tenemos que añadirles calidad”.

¿Será una fiesta para los aficionados en la Liga de Campeones?

“Seguro que lo será, ir a jugar la Liga de Campeones a San Siro siempre es una fiesta, siempre es una emoción. Estamos hablando de dos aficiones importantes. Ahora tenemos el partido de San Paolo, luego pensaremos en ello”.

¿Debería el Milan hacer como Sinner anoche como Alcaraz?

“Sinner jugó con calidad, espíritu, mentalidad. Seguro que serán necesarios. Los dos últimos meses han estado por debajo de nuestra calidad. Pero el equipo no ha olvidado cómo preparar y jugar ciertos partidos.”