Mercado totalmente parado

Todo congelado, a pesar de los casi cuarenta grados del verano milanés. La renovación de Paolo Maldini y Frederic Massara sigue en el congelador, a doce días que finalicen sus contratos con el Milan. No hay ansiedad en el entorno rossoneri por el éxito de la historia, pero en definitiva, el alargamiento del tiempo necesario para encontrar un acuerdo ha desplazado un poco a todos.

Con algunas consecuencias también en el frente del mercado. Que sigue con las luces apagadas y no para, por supuesto, pero que inevitablemente no puede dar lugar a fichajes oficiales de jugadores hasta que no se resuelva el tema de la gestión.

Han pasado poco más de tres semanas desde la entrevista de Maldini con la Gazzetta dello Sport. Palabras que hicieron mucho ruido, sobre todo el pasaje sobre el “mayor respeto” que le hubiera gustado a Paolo por parte de quienes representan a la propiedad, en un tema tan delicado.

Hace exactamente una semana, las palabras de Gerry Cardinale parecían haber disipado todas las dudas y aclarado los malentendidos: en el Financial Times, el número uno del nuevo Milan aseguraba que había “conquistado” a Maldini con un charla de tres horas y media.

Básicamente, habría habido un reparto aproximado del proyecto: para firmar los nuevos contratos, en ese momento, solo quedaban detalles por resolver (sobre todo a nivel económico). Pero son importantes, marcan la diferencia para evitar malentendidos enseguida y empezar el nuevo camino con el pie derecho.

Evidentemente, desde este punto de vista, todavía queda algo por aclarar. ¿Qué? No tanto la parte económica, sino una definición precisa de roles y margen de maniobra. Acostumbrado a hablar claro y dejar poco espacio a los borradores, Maldini quiere estar seguro de lo que le espera como director técnico del equipo campeón de Italia, sin sorpresas.

Comprensible, dada la figura de garantías que siempre ha querido vestir ante los ojos de la afición rossoneri. Por otro lado, es comprensible que el nuevo propietario presente sus ideas sobre los métodos de gestión.

En todo esto, sin embargo, hay un mundo que no puede dejar de esperar la foto que todos esperan desde Casa Milán, aquella en la que los responsables del área deportiva sonríen felices junto al director general.

Gazidis, pluma en mano y el papel recién entintado sobre el escritorio. El mercado no espera, o no demasiado, al menos. Si es cierto que la presencia de Cardinale no es necesaria para firmar los contratos de Maldini y Massara, es igualmente innegable que la operativa del mercado de fichajes del Milan se ve afectada por este inesperado standby.

Tanto los que ya se han completado con éxito como los que están en marcha. Origi, por ejemplo, está esperando la señal de visto bueno para formalizar el inicio de la nueva aventura del Milan. En el limbo también están Florenzi y Messias, confiados en que el Milan los redima de Roma y Crotone, pero aún a la espera de certezas.

Y luego están Botman, Sanches, Lang… todas operaciones sobre las que la dirección rossoneri realizó a tiempo, y en las que sería un delito perder la ventaja acumulada. Lo mismo ocurre con los goles en De Ketelaere, donde la competencia de los otros mejores equipos europeos podría volverse aún más apremiante.

La ansiedad está fuera de lugar cuando se trata del Milan post-chino: los hechos han demostrado cuán serio y previsor era el proyecto del Milan “made in USA”, no hay razón para creer que RedBird se comportará de manera diferente a Elliott.

No obstante, el mundo rossoneri sigue en vilo, a la espera de que llegue la noticia del acuerdo total entre Maldini y el Milán y de que se pongan los últimos detalles. Después de todo, como dicen… el Diablo está en los detalles.

NUEVO CONTRATO PARA SANDRO TONALI

Sandro Tonali fue uno de los protagonistas más importantes del 19° scudetto Milan y por eso merece un “regalo” del Milan: el club de via Aldo Rossi está dispuesto a que firme un nuevo contrato con un importante aumento de salario.

Esta mañana informaba Tuttosport que recordaba que hace un año, para favorecer su permanencia definitiva en el equipo rossoneri, el joven centrocampista aceptó una importante rebaja salarial (de 2,5 a 1,4 millones de euros).

Después de la temporada de Tonali, esta es ciertamente una cifra demasiado baja y por eso el Milan tiene en mente que firme un nuevo contrato pronto con ajuste de salario: se podría encontrar un acuerdo sobre la base de un salario de 3 – 3,5 millones más bonos.

No habrá problemas, como confirma el propio jugador en DAZN tras ganar el Scudetto: “Bajarme el sueldo en el Milan fue mi último pensamiento, al igual que la renovación. Porque es seguro que quiero quedarme aquí, contrato tras contrato”.

“Sería bonito ser un símbolo pero no miro mucho más allá. Estoy tan apegado a estos colores que sé que mi extensión nunca será un problema, es justo que el club piense primero en mis compañeros que acaban contrato antes que yo: tengo un acuerdo por otros cuatro años. Quiero ser el último de los problemas”. Palabras de un auténtico rossonero que sin duda gustarán a toda la afición y también al club.