Musah: el octavo fichaje rossonero

El verano de Milán vive en otro huso horario. Más que en Los Ángeles, en Plutón. El resto de la Serie A fija, estanca, negocia jugadores durante dos meses y sigue sin ficharlos. Este fin de semana, el Milan quiere anunciar el octavo fichaje de su mercado, con el aire de quien tiene las ideas claras y entrega la tarea con clase antes que los demás.

Yunus Musah está a un paso de convertirse en centrocampista para Pioli y lleva semanas sin esperar otra cosa. El Milan y el Valencia se han acercado mucho en las últimas 48 horas y el apretón de manos está realmente cerca.

Se ha llegado a un acuerdo verbal, ahora es cuestión de acordar los últimos detalles y proceder al envío de la oferta, aprobación, firmas. No está hecho, pero cerca. El coste no estará lejos de los 20 millones, con las valoraciones habituales a realizar sobre los extras, más o menos sencillos. Es posible que se cierre en 18 más pluses.

Antes de hablar de Musah, un pensamiento sobre el Milan. La elección de Giorgio Furlani y Geoffrey Moncada es evidente. Elegir objetivos jóvenes, con márgenes de crecimiento, aún no despegados hacia valoraciones prohibitivas: Reijnders, Okafor. O apostar por los que vienen de un momento difícil: Pulisic, Loftus-Cheek.

En cualquier caso, está prohibido gastar en treintañeros que dentro de cuatro o cinco años no serán revendibles a precios más altos, y es obligatorio tener mucho, mucho cuidado con los jugadores cuyos contratos expiran en 2023 o 2024. En una frase: aprovechar las oportunidades del mercado. Musah encaja en la estela y eleva el techo.

Con él, el Milan supera los 100 millones de gasto garantizado y con bonus llega a la zona de los 130 millones. El ejercicio matemático es sencillo: se restan los 70 millones recibidos del Newcastle por Tonali y se llega a una inversión importante, que el Milan espera reducir gracias a las cesiones de agosto.

Hace días que se entrena aparte, hace días que ha roto con el Valencia, hace días que dice que sólo quiere jugar en el Milan. Todo, en su cabeza, es perfecto. El regreso a Italia, donde empezó a jugar: nació en Nueva York, pero se mudó pronto a Italia y empezó en el Giorgione, un equipo de Castelfranco Veneto.

Una propiedad estadounidense, como la selección en la que eligió jugar a pesar de tener cuatro pasaportes: ghanés como sus padres, inglés como las selecciones juveniles en las que jugó, estadounidense e italiano, fundamentales para convertirlo en jugador de la UE. Y luego, el atractivo del Milan, decisivo para otras operaciones, de Chukwueze a Reijnders.

Pioli, por si acaso, tendrá que dar el siguiente paso… y aquí ya se puede decir algo. Musah para Pioli no es el central de un centro del campo de tres hombres: puede hacerlo, pero no es ahí donde se le utilizaría. Para el Milan y su entrenador, Yunus es un central de 4-2-3-1 o un medio centro, el papel en el que Musah se ve mejor.

Su mejor cualidad, si hay que elegir una, es su progresión con el balón en los pies: el estadounidense es bueno acelerando en conducción, creando superioridades y llevando a dos o tres rivales detrás de él. Defensivamente, en cambio, puede ser muy útil recuperando balones, interceptando, leyendo jugadas y permitiendo al Milan correr en transición. En cuanto a goles… busca en otra parte. Musah marca poco. En la última Liga, ningún gol en 33 partidos, 26 de ellos como titular. En la temporada anterior, un gol en 29 partidos, sólo trece de ellos como titular.

Los milaneses pueden replantearse a estas alturas su centro del campo, claramente el departamento clave, con una defensa confirmada y un ataque sin duda muy fuerte para el nivel de la actual Serie A. Yunus Musah sería así la primera alternativa a Loftus-Cheek y Reijnders y jugaría mucho, en una temporada de Liga y Liga de Campeones.

El campo lo dirá, pero la lista de fichajes es muy interesante: Loftus-Cheek, Pulisic, Reijnders, Okafor, Chukwueze, ahora Musah, más Sportiello y Romero tomados a coste cero, liberados. Suficiente para hacer del Milan el laboratorio más curioso de Italia y más allá, un tetris en el que muchos jugadores pueden jugar en múltiples posiciones y tienen en común el deseo de establecerse en un nivel superior de fútbol.

Los aficionados esperan entonces, se levantan a las cuatro de la mañana para ver los primeros experimentos y entran en la web para leer sobre Yunus. Entre las anécdotas que se cuentan, en el límite entre la verdad y la leyenda, está la del día en que Musah, en el Véneto, decidió la final de un torneo de chicos jugando de portero pero marcando, de falta, no uno sino cuatro goles. Esto, sin embargo, necesita ser verificado.

TUTTOSPORT: PIOLI NO QUIERE A SINGO

Tuttosport reflexiona esta mañana sobre las negociaciones que habrían entablado Milan y Torino antes de la marcha de los rossoneri a Estados Unidos y titula: “Pioli rechaza a Singo. Omite el intercambio previsto con el Toro”. Según el diario piamontés, ya estaba todo hecho entre los rossoneri y los granata para un intercambio: Singo por Messias más 8 millones.

Sin embargo, según los rumores, fue incluso Stefano Pioli quien frenó la operación: el entrenador del Milan juega con cuatro atrás, mientras que el marfileño se adaptaría mejor a un juego de tres, y los rossoneri tienen como prioridad un lateral izquierdo que actúe como nuevo vice-Theo Hernández. Así pues, por Messias ha entrado el Besiktas, mientras que Milan y Torino se convierten en competidores: los ojos de ambos están puestos en Pasquale Mazzocchi.