Un Parma-Milan sin Morata

Dos sufridos jugadores -Sportiello, Florenzi- y tres semanas de baja para el delantero centro titular. Teniendo en cuenta que acabamos de pasar de mediados de agosto, no muy bien. También porque la enfermería de la casa rossonera es un punto delicado, que también había jugado un papel importante en las ideas del club sobre Pioli a lo largo del año pasado.

Las molestias musculares que han frenado a Morata en las últimas horas pesan especialmente porque el español no sólo es el nuevo referente del equipo, sino en términos estrictamente prácticos a quien se le confían las claves del ataque. El pronóstico le sitúa en la lista de no disponibles para los dos próximos partidos, en Parma (24 de agosto) y en Roma con el Lazio (31 de agosto), con un posible regreso el fin de semana del 15 de septiembre, contra el Venezia.

Pero su vuelta al campo sigue siendo una incógnita, porque después del Venezia viene la Liga de Campeones y al día siguiente habrá derby. Así que, obviamente, la consigna es evitar cualquier riesgo. Así que la pregunta ahora es sólo una: ¿quién estará en el centro del ataque el sábado por la noche en Parma?

Mientras tanto, empecemos por decir que, aunque el problema del 7 rossonero tiene su peso en el tiempo, el Milan no tiene intención de taparlo recurriendo al mercado. Álvaro será sustituido por quien ya está. La solución más obvia llevaría a Jovic. Un nueve para un nueve. El partido contra el Torino, sin embargo, fue el peor punto posible para el serbio: apenas 18 balones tocados en una hora de juego, lo que significa cero peligro para la portería granata.

A estas alturas, el discurso ya está bastante claro: Luka no se adapta a los sistemas de un solo delantero, sino que se encuentra en su mejor momento junto a un compañero o si entra en el medio del partido, cuando las defensas contrarias quizá se desmelenan un poco.

La entrada de Okafor completó entonces la “demolición” de Jovic: el gol que salvó el pellejo del Diavolo fue el de un auténtico delantero centro pero, más allá del gol, el suizo parece más adaptado al juego ofensivo de Fonseca. Un jugador más acostumbrado al movimiento, más habituado al diálogo y a la dispersión. Un aspecto, este último, fundamental, como se vio en los frecuentes intercambios de posición entre Morata y Leao en el Trofeo Berlusconi.

Okafor podría ser, por tanto, el delantero centro titular en el Tardini, mientras que es probable que Camarda esté en el banquillo junto a Jovic. En este caso, sin embargo, no hay más pasos adelante: Francesco sería convocado para completar la plantilla de Fonseca, pero la hipótesis de verlo titular desde el principio está descartada.

Hoy, además, seguía entrenándose con el Milan Futuro, aunque pasarse a las órdenes de Fonseca es pan comido, incluso desde el punto de vista práctico (el primer y el segundo equipo trabajan a pocos metros de distancia en Milanello). Camarda empezó su aventura sub23 con buen pie y las primeras sonrisas, tras marcar sus primeros goles como profesional en el partido de Coppa Italia ganado en Novara.

El camino ya trazado para él es crecer, con la debida calma, en el Milan Futuro para llegar al primer equipo en el momento oportuno. Pero en caso de necesidad, su nombre está sin duda en la libreta de Fonseca.