Tammy Abraham, la última incorporación rossonera en el mercado estival que concluyó hace unos días, ha declarado lo siguiente a Milan TV:
Sobre la importancia de la religión
“Es una parte fundamental, no soy nadie sin Dios, no somos nadie sin él. Incluso antes de llegar al Milan rezaba todos los días con la esperanza de que me sucediera algo. No puedo estar más agradecido por haber llegado a un club tan prestigioso y es gracias a Dios”.
A su llegada al Milan
“Es un sueño, un honor. Crecí siguiendo a este fantástico club, con sus glorias. He jugado contra el Milan en el pasado, ahora estoy feliz de jugar para ellos”.
Sobre sus ídolos
“Mi familia apoyaba mucho al Arsenal y yo crecí viendo muchos partidos del Arsenal, y Tierry Henry era mi ídolo. Fue viéndolo cuando quise ser delantero. Todavía hoy intento copiar algunos de sus movimientos. Pero hay tantos grandes jugadores, como Ronaldo, Drogba, que tuve la oportunidad de ver todas las semanas”.
“Hay tantos grandes delanteros que han jugado en este gran club y es bonito que yo pueda seguir sus pasos. ¿Idolos fuera del fútbol? Mis padres, han sido una inspiración toda mi vida, se aseguraron de que me mantuviera centrado, al igual que mi hermano y mi hermana, en la consecución de mis objetivos”.
Sobre su hijo y su pareja
“Como padre, lo más importante es estar ahí, estar siempre ahí, ayudarle, guiarle en su crecimiento hasta convertirse en un hombre. Estoy aquí para apoyar sus sueños, como mis padres hicieron conmigo. Lo haré con él, sea lo que sea lo que quiera hacer, espero que futbolista y espero que delantero, pero sea lo que sea lo que quiera hacer en su vida estaré ahí para apoyarle”.
¿”Mi compañera”? Podría hablar de ella durante horas. Fuimos amigos, luego nos convertimos en pareja y ella siempre estuvo ahí para lo bueno y para lo malo. De niño me hice hombre y ella siempre estuvo a mi lado, dándome consejos. Es una gran madre y le agradezco que haya estado conmigo todos estos años”.
Sobre la relación con su familia
“¿Cuándo se dieron cuenta de que mi hermano y yo queríamos ser futbolistas? Cuando empezamos a romper todos los adornos de la casa. Todos los días mi hermano y yo rompíamos lámparas con la pelota. A partir de ahí entendieron lo que queríamos llegar a ser”.
“Mi hermano tardó un poco más, yo empecé antes, a él le interesaban más los coches hasta que se interesó por el fútbol. En mi familia se respiraba fútbol, veíamos partidos juntos todos los fines de semana. Incluso mi hermana probablemente ve hoy más partidos que yo. Es bonito estar juntos y tener una pasión común”.
De cuando era niño
“Siempre estuve motivada, sabía lo que quería hacer y en lo que quería convertirme. Siempre creí en mí mismo. Si pudiera volver atrás y hablar con mi yo niño le diría: ‘¡Bravo! Siempre creíste en ti mismo, incluso cuando dejaron de hacerlo. Tú no. No fui un niño silencioso, me gusta hablar y bromear con la gente. La vida es divertida y hay que vivirla. Ahora soy mayor, pero siempre quiero divertirme y hacer las cosas que más me gustan”.
Su Tomori
“Le conozco desde que tenía seis años, hemos crecido juntos, hemos vivido muchas experiencias juntos, siempre hemos estado ahí el uno para el otro. Crecimos juntos, llegamos al primer equipo, jugamos en la Premier League, llegamos a la Serie A y ahora jugamos en el mismo club. Es realmente un sueño”.
Sobre sus orígenes nigerianos
“Tengo algunos amigos nigerianos. Crecí en una zona con muchos nigerianos. Crecí con esa cultura, he estado en Nigeria y espero volver pronto. Mi madre suele cocinar platos nigerianos”.
Sobre San Siro
“Cuando sales del túnel sientes escalofríos: oyes la música, ves a los aficionados y sientes escalofríos. Crecí viendo a tantos jugadores jugar y marcar en San Siro. Fue precioso, pero ahora toca marcar para este gran club”.
Sobre cómo se imagina su estreno con el Milan
“Si tuviera que decir un gol que volviera loco a todo el mundo sería en el derbi contra el Inter: toco el primer balón, marco y ganamos 1-0. Ese es mi sueño: ganar el derbi y soñar”.
Sobre la lesión de rodilla
“Creo que uno pasa por diferentes situaciones en la vida, para mí fue la lesión. Fue duro, lloré a menudo por el dolor y por el hecho de tener que estar mucho tiempo de baja. Pero no se puede hacer nada. Mi hijo me ayudó mucho. Tuve la oportunidad de estar más en casa, de verle crecer y luché por él’.
“Me dije que tenía que hacerlo por él. Tengo que volver al campo más fuerte y demostrar que estoy de vuelta. Estoy contento de poder demostrar mi valía en este gran club y demostrar a todo el mundo que las lesiones no me hunden, que me vuelvo a levantar”.