Thiaw: primer gol como rossonero

Normalmente para un entrenador, sobre todo si es nuevo y por tanto necesita tiempo para transmitir sus directrices, es una buena idea dar la mayor continuidad posible en el centro de la defensa. Hay zonas del campo donde las rotaciones son más frecuentes, a veces incluso obligatorias, pero delante del portero, en teoría, se necesita la mayor estabilidad posible, una vez identificados los hombres clave.

Porque se necesita armonía, memorizar el tiempo de juego y las características del compañero. Esta temporada, Fonseca no ha podido dar esa continuidad, debido a algunos problemas físicos. A veces, sin embargo, no ha querido: Pavlovic, por ejemplo, después de un comienzo prometedor, se encontró en el banquillo. Y así, en un momento dado, surgió alguien que, hasta cierto momento, era el último de la lista. La de Malick Thiaw es toda una resurrección, teniendo en cuenta que, de los cuatro centrales de que disponía Fonseca, él partía en la última fila.

La culpa la tienen sus repetidos problemas físicos, que empezaron ya la temporada pasada, cuando se perdió dos meses y medio por una lesión miotendinosa. Una vez de vuelta, nunca volvió a ser el mismo. Un año comprometido. El actual también empezó de forma dolorosa. Un comienzo de horror con el Torino, en el primer partido de liga, luego un esguince de tobillo que le hizo perderse tres partidos – Lazio, Venezia, Liverpool – y, al mismo tiempo, las interesantes actuaciones de Pavlovic pero sobre todo la fuerte y masiva explosión de Gabbia.

En resumen, Malick parecía destinado a permanecer en el escalón más bajo de la jerarquía, pero hay que reconocerle a Fonseca el mérito de no dejar a nadie atrás. Al menos, de intentarlo. Y así, con el Udinese, volvió a ser titular, en este caso agradeciendo el “castigo” infligido a Tomori por el entrenador tras la insubordinación en Florencia. A partir de entonces, salvo en Brujas, Thiaw siempre fue titular, y su consagración llegó en el escenario más importante.

Estadio Bernabéu y doble alegría: haber frenado el ataque multimillonario del Madrid y haber marcado su primer gol en el club rossonero en un partido que quedará en las mejores páginas europeas del club. Este verano parecía que Malick podría decir adiós y marcharse, una eventualidad que se mantuvo incluso en la primera parte del campeonato. Ahora es otra historia.

MORATA ACABÓ EN EL HOSPITAL

Paulo Fonseca se arriesga seriamente a tener que prescindir de Álvaro Morata para el partido fuera de casa en Cagliari. Durante el entrenamiento de esta mañana, el delantero español sufrió un fuerte traumatismo craneal tras un choque con Pavlovic y fue trasladado inmediatamente al hospital de Legnano.

Morata se sometió a una resonancia magnética que dio un resultado negativo, pero pasará la noche por precaución en el hospital, donde será controlado hora a hora. En el Cagliari, dos ausencias importantes para el entrenador Davide Nicola: Mina y Adopo están sancionados.