Pasan los años, mismos problemas. La defensa. Un tema que en el Milan aún no ha encontrado solución. Si el año pasado se le achacaba a Pioli una falta de solidez defensiva —undécima defensa en la Serie A con 49 goles encajados—, este año el problema también recae en Fonseca: son 20 los goles recibidos en 15 partidos oficiales entre la liga y la Champions League.
Apenas cuatro veces han mantenido la portería a cero, contra Venezia, Lecce, Udinese y Monza. Es una cuestión de equilibrio en el equipo, pero también de la fiabilidad de los jugadores individuales. Gabbia y Tomori son la pareja titular más sólida que los rossoneri tienen a disposición. Los números lo demuestran: en 450 minutos jugados juntos, solo 5 goles encajados y un promedio de 1.00 gol recibido por cada 90 minutos.
Fonseca ha experimentado con cinco parejas distintas de centrales desde el inicio de la temporada, buscando la que mejor funcione. La exuberancia física y atlética de Tomori se complementa con la disciplina táctica y la calidad técnica de Gabbia. El italiano lleva un mes sin jugar (Milan-Bruges) debido a un problema en el gemelo, pero el sábado contra la Juventus debería regresar como titular.
Una bendición para Fonseca, que se juega buena parte de la temporada frente a los bianconeri y necesita a sus hombres de confianza. La pareja que menos convenció fue Tomori-Pavlovic, quienes compartieron 270 minutos: siete goles encajados y un promedio de 2.33 por partido. Jugar con ellos dos atrás significa problemas defensivos, como ocurrió en Parma (derrota 2-1), en Roma contra la Lazio (2-2) y en el debut en Champions contra el Liverpool (derrota 3-1). Fonseca tomó nota y dejó de alinearlos juntos.
Otra dupla probada por el técnico portugués fue la de Thiaw y Pavlovic, quienes jugaron 360 minutos juntos: cinco goles encajados y un promedio de 1.25 por partido. En liga, disputaron los últimos cuatro partidos como titulares, logrando dos victorias (contra Udinese y Monza), una derrota (contra Napoli) y un empate, el más reciente ante Cagliari, que evidenció su inconsistencia táctica. Fonseca no dudó en criticar tras el partido: “Son goles que no podemos conceder, toda la línea defensiva puede hacerlo mejor”.
La cuarta pareja en proteger la portería de Maignan fue Thiaw-Tomori, con 180 minutos, 3 goles encajados y un promedio de 1.50 por partido. Iniciaron la temporada en el empate contra Torino en San Siro, donde la actuación de Thiaw fue un desastre, con un autogol y un error compartido con Theo en el segundo gol rival. Sin embargo, dos semanas atrás, protagonizaron una de las mayores gestas recientes del Milan, ganando en el Bernabéu contra el Real Madrid, con un gol de Thiaw y una actuación impecable de Tomori.
La quinta y última pareja fue Gabbia-Pavlovic, quienes solo jugaron juntos en el 4-0 contra Venezia a mediados de septiembre, controlando la defensa durante los 90 minutos. Entre las combinaciones probadas, falta la dupla Thiaw-Gabbia, probablemente demasiado similares en sus características.
Gabbia, por su parte, es el mejor defensor del Milan en cuanto a rendimiento y fiabilidad. Tras su gol decisivo en el derbi, su estatus ha cambiado en los planes de Fonseca para la defensa. Sin él, el Milan ha encajado 15 de los 20 goles de esta temporada. La conclusión es que, dentro del problema defensivo general del Milan, hay una solución clara: Gabbia-Tomori es la pareja en la que confiar. Contra la Juventus, salvo sorpresas, Fonseca apostará por ellos.