La camiseta de los 125 años del Milan

“Nuestros colores serán rojos como el fuego y negros como el miedo que infundiremos a nuestros adversarios”. Firmado Herbert Kilpin, 16 de diciembre de 1899. Rojo y negro, los colores del Milan. Elegidos por el padre inglés, el fundador, el presidente, el jugador, el capitán. El primer jersey de la historia, recuerdan los historiadores, no es un “jersey”. Probablemente sea una camiseta de algodón grueso o una franela.

Estamos en el cambio de siglo y sólo se juega en primavera hasta principios de verano, hace frío y hay que cubrirse. ¿Quién lo fabricó o produjo? Al parecer, Brigatti, una de las primeras tiendas de artículos deportivos de Milán. La camisa/camiseta, de finas rayas (o franjas) rojas y negras, es “button down” con el cuello abrochado por dos pequeños botones, típico estilo británico. En el pecho figura el símbolo de Milán con la cruz roja sobre campo blanco, querida por San Jorge, patrón de Inglaterra. Se adoptará como bandera nacional.

Camiseta con bigote El AC Milan, que nació con una camiseta roja, bigote y la gorra estrictamente roja de Kilpin, ganó (1901) el campeonato. Los hombres cambiaron, las camisetas cambiaron, las rayas se ensancharon y estrecharon, y los coleccionistas se desataron. La camiseta más antigua conocida que ha llegado hasta nuestros días es la de Renzo De Vecchi, el famoso “Hijo de Dios”. De cuello ancho y con cordones, fue recuperada en 1990 por el influyente historiador rossonero Luigi La Rocca. Valioso y codiciado, cambió de manos varias veces, y hoy se conserva religiosamente en un relicario blindado.

Los cordones del cuello rossonero duraron muchas temporadas. En los años 30, los jugadores se hacían las camisetas a medida. Tenían su propio sastre, tiendas especializadas. Las camisas como los zapatos: a medida. La segunda, siempre blanca, la proporciona la empresa. Las rayas se transforman, más anchas, más estrechas, más vejatorias, pero siempre en vertical. Algunas variaciones en horizontal, nunca en diagonal. Mangas cortas, mangas largas, cuello en V, largas, escudos anchos, algunos incluso feos, impuestos por el régimen fascista.

Luego, en los años 40 y 50, llegaron los suecos, el trío más famoso del fútbol, el famoso Gre-No-Li, el Milan volvió a la senda del triunfo. Es precioso. Las rayas rossoneri también son preciosas. Hay una foto, tomada en el Milan Arena, en la que Gren, Nordahl y Liedholm se ríen y sus brillantes camisetas parecen reírse también. El Barón, que, reconozcámoslo, solía darse aires de grandeza, muestra satisfecho su brazalete de capitán. Había aparecido por primera vez, a finales de los años 40, en el brazo de Andrea Bonomi.

La magnífica e icónica camiseta del trío, de tres franjas rojas y dos negras, brilló en 1950/51. Tras 44 años, una abstinencia infinita, el Milan ganó su primer Scudetto de verdad. Entendido como un triángulo de tela tricolor. Se cose firmemente, a mano o con la máquina ‘Singer’, en el pecho de los campeones. Los tres primeros títulos, ganados cuando los rossoneri vestían camisetas con bigote, no incluían “un símbolo distintivo para coser en el corazón”. Lo Sport Illustrato escribe: “La tricolor va muy bien con el rossonero.

Viajarán felices juntos. Los cordones del cuello van y vienen; a Nordahl, el Bombero, le gustan. Un poco menos a Juan Schiaffino, conocido como Pepe, a quien también le gustaba la túnica blanca con fuertes rayas horizontales. Pepe era brillante, pero también tacaño. Cuentan esta anécdota: tras ganar el Scudetto, va a ver al presidente para pedirle un aumento. Andrea Rizzoli niega con la cabeza: “¡Otra vez, Schiaffino! ¿No te basta con todo el dinero que ganas? Mira, estoy seguro de que si estuvieras en mi lugar, harías pintar de rojo la piel de los jugadores para ahorrarte el coste de las camisetas”. Schiaffino no firmó en blanco.

Hablando de blanco, está el color de la Copa de Campeones. En 1963, el Milan ganó su primer título europeo en Wembley. Nereo Rocco diría: “Éramos de una elegancia espantosa”. El Milan de Rivera y Altafini, que se enfrentó y venció al Benfica, era todo blanco. Camisa, pantalones cortos, medias. Sólo los cuellos y los puños son rojos.

Adriano Galliani, muy enamorado (y también un poco supersticioso) de ese uniforme, intentará que se lleve siempre, en la copa, en los momentos culminantes, es decir, en las finales. Aquí, pues, el Milan con el Steaua en Barcelona. Contra el Benfica en Viena. Contra el Barcelona en Atenas. En Manchester en el desafío contra la Juve. De nuevo en Atenas en la noche de la revancha contra el Liverpool. Cinco finales de Copa y Liga de Campeones vestidas de blanco. Ese blanco encendió corazones y coros. Una segunda piel.

¿Y el primer patrocinador de la camiseta? Pooh Jeans, temporada 1981/82. Junto a la “inscripción”, un diablo estilizado, feo y pronto abandonado. ¿Fue mala suerte? Mah, fuertes dudas, confirmadas sobre todo por el mal campeonato y el descenso a la B. Cambio de patrocinador, regreso con una camiseta con 8 rayas rojas y 7 finas negras. Con Franco Baresi, el Piscinin, liderando el asalto al futuro.

El Milan de Farina pegó la palabra Cuore (el patrocinador) en su pecho, pero no fue suficiente. Son años oscuros y tormentosos y todo el mundo espera ansioso la llegada del nuevo rey. Se llama Silvio Berlusconi y baja del cielo (en helicóptero), toma el campo y lo cambia todo. Logotipos, patrocinadores: Oscar, Retequattro, Motta, Mediolanum, Opel. Y muchos colores para el tercer y cuarto maillot, muy vistosos: amarillo, negro, azul, fucsia, ciclamen y perfiles variados. Pero el rojo y el negro permanecen. Son demonios y siempre deberían dar miedo. Deberían.

DECLARACIONES DE SERGINHO

El Milan se renueva, abrazando la historia. En la Flagship Store de Milán, el club rossonero, con motivo del 125 aniversario de su fundación (16 de diciembre), presentó la nueva equipación creada en colaboración con Puma y diseñada junto con aficionados rossoneros de todo el mundo, que guiaron el proceso de diseño a través de una plataforma en línea.

La nueva camiseta -de rayas anchas, exclusivamente de manga larga, sin patrocinadores excepto el logotipo de Puma- no llevará los apellidos de los jugadores en los hombros cuando se presente el 15 de diciembre en el partido de San Siro contra el Genoa. Sólo figurará el número.

En el acto estuvieron presentes Nelson Dida y Serginho. El defensa brasileño marcó en el famoso derby ganado por 6-0 por el Milan en 2001, vistiendo una camiseta de manga larga: “Esperamos que este nuevo uniforme traiga suerte al equipo”, dijo entre risas. “Espero que el Milan vuelva a ser un equipo ganador. El fútbol ha cambiado mucho con los años, incluso en la ropa y el calzado”. A continuación, juega con la superstición: “Retroceder en la historia puede ayudarnos a hacerlo bien para devolver al Milan a la senda de la victoria”.

Historia aparte, el brasileño vuelve a la actualidad para explicar cuál es el verdadero problema de los rossoneri: “Nos falta equilibrio. Siempre ha habido altibajos, alternando grandes actuaciones como en Madrid con otras menos buenas como el empate en Cagliari”. En general, ve el vaso medio lleno: “El entrenador acaba de llegar. Un momento así es normal teniendo en cuenta los numerosos fichajes del verano”.

De lateral a lateral, Serginho también habló de Emerson Royal, un jugador que divide a la afición rossonera: “Ser lateral brasileño en el Milan significa tener mucha responsabilidad, dado el pasado con Cafú. Todavía está entendiendo el fútbol italiano, lleva tiempo. Tiene calidad y encontrará su equilibrio, pero hace falta paciencia”.

Sobre el objetivo final del equipo: “Siempre veo positivo, espero que el Milan llegue al fondo de todo. Pero ahora mismo tienen dos-tres equipos delante”. Serginho concluye trayendo recuerdos: “La primera Liga de Campeones ha quedado en mi corazón. Creamos el equipo adecuado para ganarla. Creo que este es el mejor capítulo de mi etapa rossonera”.

Sobre Theo: “Theo es un gran lateral. Nunca me comparo con él, somos jugadores con cualidades e historias diferentes. Yo he creado la mía, a él aún le queda mucho camino por recorrer. Es un jugador que en su mejor momento puede estar entre los tres mejores laterales del mundo. Espero que pueda seguir creando su propia historia y formando parte de la importante historia de este club”.

ANTE EL GENOA CON LA NUEVA CAMISETA

El Milan se enfrentará al Génova en la decimosexta jornada de la Serie A (el domingo 15 de diciembre a las 20:45) en una velada que combinará la historia, el amor y la pasión del club milanés y en la que San Siro se teñirá por completo de rossoneri para celebrar el 125º aniversario del club.

Para la ocasión, los rossoneri vestirán una camiseta conmemorativa especial, creada junto a PUMA y diseñada con la ayuda de los aficionados. En las últimas horas, los sitios especializados -cuya foto de portada y galería- Footy Headlines (el portal Esvaphane también ha confirmado los rumores lanzados) han mostrado las primeras imágenes de adelanto (también compartidas por algunos perfiles sociales) de la que podría ser la camiseta del Milan para celebrar el 125 aniversario del club.

El club optó por un estilo retro, haciéndose eco de las características del primer uniforme oficial que vistió el club: finas líneas rojas y negras y el escudo similar al del periodo 1899-1907 (elegido por los aficionados), con la cruz de San Jorge.

Camiseta de los 125 años para el portero