Author: Smoje

El Milan ya en el futuro

Resumen rápido de episodios anteriores: el nuevo curso inaugurado en verano vio a Pioli cortar la cinta. El entrenador reconocido como el hombre símbolo: técnico, jefe de grupo, supervisor del Milanello. La confianza se resquebraja (pero no se rompe) tras la estruendosa caída en el derby. Pioli supo levantarse de inmediato y tendió la mano al equipo: desde entonces, cuatro victorias ligueras y dos empates en la Liga de Campeones, el solitario primer puesto en la clasificación de la Liga A, el muro defensivo resistiendo en Europa.

Una recuperación que hizo decir al presidente Scaroni: “Bravo a Pioli por eliminar todo lo ocurrido del 5-1”. En el cuarto aniversario rossonero, el técnico se presentó más fuerte que nunca. Cuatro éxitos le separan de Arrigo Sacchi en el cómputo de victorias como entrenador del Milan: Arrigo necesitó 220 partidos, Pioli lleva 198. Su Milan ya ha marcado 12 goles más que su ilustre predecesor, 340 contra 328. Y sólo necesita diez balones más en la portería contraria para alcanzar a Liedholm en la clasificación especial.

Los cinco primeros entrenadores rossoneri, en cuanto a número de partidos en el banquillo, éxitos y goles, parecen hoy inalcanzables. Nereo Rocco lo lidera todo, Ancelotti le sigue con 420 partidos y 238 victorias, muchas decisivas para añadir trofeos al palmarés. Pioli fue el protagonista del Scudetto de 2022: con él, el Milan vuelve a la cima de la Liga A y el nuevo objetivo del club es regresar a las alturas europeas. Pioli ha demostrado ser una fuerza de arrastre: como su escalada finalizará en el verano de 2025, los buenos resultados podrían permitirle adelantar también la fecha límite de su contrato.

El fichaje más importante de Rafa Leao se produjo el pasado verano: no contentó sólo a un aficionado, sino a todos los seguidores del Milan. A principios de junio firmó la ampliación de su contrato hasta 2028: una negociación establecida en la anterior gestión y concluida con la entrada del consejero delegado Furlani.

El nuevo Milan pretende apoyarse en sus pilares y Rafa es uno de los más estables. Mike Maignan, el portero, está en la base de todo: para atarle aún más tiempo al club, se han iniciado las negociaciones para su renovación. Mike expira en 2026, así que no hay prisa: el acuerdo con Leao, como los menos exitosos de Donnarumma y Calhanoglu antes que él, sin embargo, sugieren aceleración.

Mike tiene un salario anual de 3,2 millones: no está en el podio de los rossoneri mejor pagados. Leao, Giroud y Theo le preceden. El nuevo contrato debe incluir un ajuste salarial que le sitúe entre los tres primeros. ¿Sería conveniente insertar una cláusula de rescisión? No necesariamente. Ciertamente, el valor de Mike ha crecido exponencialmente: en el verano de 2021 cobraba 13 millones más 2 de bonus en el Lille.

Hoy, el precio se ha multiplicado al menos por cinco. Maignan es un senador del vestuario, un campeón entre los tres palos y un hábil director: prepara la acción para lanzar a Leao al contraataque. O dirige a sus compañeros cuando hay que lanzar tiros libres hacia la portería contraria.

La misma fecha límite tiene el contrato de Hernández: su acuerdo, sin embargo, ya ha sido revisado a lo largo de los años, el de Mike está atascado en los números de 2021. En junio Olivier Giroud quedaría libre: pronto el club le pedirá que se vincule al Milan por otros doce meses.

LOS JÓVENES

Una mirada a las cuentas, otro en el carné de identidad: el proyecto del Milan sostenible tomó forma durante la gestión de Elliott y tuvo continuidad cuando el fondo de Singer pasó a manos de Gerry Cardinale de Redbird.

El Milan diseña su presente mirando al futuro, incluso en el último mercado llegaron jugadores por debajo de 30 años (excepto Sportiello). Los próximos movimientos serán los jóvenes talentos a valorizar: no es casualidad el nombre de Juan Miranda, lateral izquierdo de 23 años del Real Bétis, para tener una alternativa real a Theo, hoy puesto sin ocupar.

Mirada, que pasó por el FC Barcelona (debutando en Champions con 18 años) y el Schalke, acaba contrato el próximo verano y el Milan está en la pole position para conseguirlo a coste cero. Incluso se habla de ficharlo en enero para superar toda posible competencia.

Mientras tanto, el Primavera de Ignazio Abate vuela en liga, líderes con 16 puntos de 18, con victorias en la Youth League ante Newcastle y Borussia Dortmund. Davide Bartesaghi ya está de manera estable en el primer equipo: el lateral izquierdo de 18 años debutó ante el Verona y acaba de firmar su primer contrato como profesional, al igual que Filippo Scotti, extremo ofensivo de 18 años. En marzo podrá hacerlo igualmente Francesco Camarda, goleador de 15 años del que tanto se habla últimamente: le siguen muchos equipos, entre ellos el Borussia.


Un Milan norteamericano que funciona

El Milan corrió veloz en primera agitando el manifiesto “Star-Spangled Banner” del nuevo rumbo emprendido en verano. El último gol es una especie de tarjeta de visita sacada del bolsillo para presentar al líder: centro de Yunus Musah desde la derecha, gol de Christian Pulisic. Un golazo de los dos estadounidenses de la plantilla rossonera. Así son las cosas ahora en Milanello.

Pulisic tomó San Siro chasqueando los dedos. Cuatro goles en ocho partidos de liga, una media de un tanto cada dos encuentros. Curiosamente, tres de los cuatro goles han llegado con su pie izquierdo, el pie débil que se ha convertido en oro a base de trabajo y sacrificio. Pulisic ha dicho varias veces que en Milán es un dios. Le llaman “Capitán América” desde sus tiempos en el Dortmund, años en los que batió récords una y otra vez.

Uno por encima de todos: sigue siendo el extranjero más joven en marcar un gol con el Borussia. Todo ello a la edad de 17 años y un puñado de meses. Contra el Génova perforó su portería a un puñado de minutos del final, enviando a los rossoneri al primer puesto en solitario. Ya lo ha hecho mejor que la temporada pasada, que terminó con un solo gol en 30 partidos.

Pulisic se resume así: trabajo, talento, inteligencia. En verano, su camiseta se pulverizó en cuestión de días, sobre todo en Estados Unidos. Ahora mismo está en lo más alto de todas las estadísticas: es segundo en regates acertados (8), primero en tiros a puerta (9), cuarto en pases clave (7) y primero en faltas recibidas (12). La última nota es en duelos ganados: 32. Sólo Leao lo ha hecho mejor (35). Manifiesto de cómo el Milan presiona desde fuera.

Musah está llevando al Milan poco a poco. Comparado con Pulisic, es menos vistoso, marca poco, pero en su tercer partido desde el 1′ ya ha dado una asistencia. Hasta ahora ha jugado como delantero exterior por toda la banda y como centrocampista. Mejor en el centro del campo, por supuesto, como suplente de Loftus. Para él, llegar al Milan fue como hacer un viaje al parque de atracciones después de años de buen juego y sacrificio.

Antes de volar a Inglaterra y disfrutar en la Academia del Arsenal, jugó unos diez años en el Giorgione de Castelfranco Veneto, un lugar del alma para el resto de su vida. El destino le devolvió a Italia tras hacerlo bien con el Valencia. Durante 19 partidos estuvo a las órdenes de Rino Gattuso, un hombre que siempre ha hablado bien de él: “Es un gran fichaje, pero hay que esperarlo”. De momento, los rossoneri no están teniendo problemas.

Musah es el primero en entradas realizadas (8) y el quinto en duelos ganados (18). Ha jugado como titular contra Lazio, Genoa y Borussia Dortmund, consiguiendo el voto suficiente en todos los partidos. Un comienzo excelente. El último apunte es sobre la nacionalidad: Musah nació en Nueva York, pero sólo vivió en Estados Unidos unos pocos meses.

Su madre voló inmediatamente a Castelfranco. Tras jugar en las categorías inferiores de la selección inglesa, optó por representar a Estados Unidos. En 2022 jugó el Mundial como titular. Pulisic y él saltaron juntos al campo en 29 ocasiones. La del Ferraris fue la primera asistencia. Pioli espera que solo sea el principio.


Okafor sufre un accidente de coche

En un principio, la Federación Suiza de Fútbol había hablado de una leve lesión en la cabeza. Esa era la razón oficial por la que Noah Okafor había abandonado la concentración de la selección suiza antes del partido de clasificación para la Eurocopa 2024 del domingo contra Bielorrusia (el encuentro contra Israel ha sido aplazado).

Según SportMediaset, el delantero del Milan sufrió una leve lesión en el arco de la ceja en un accidente de tráfico mientras ocupaba el asiento del conductor, por la que fue necesario darle puntos de sutura. Una vez examinado por el personal médico suizo, fue enviado a casa. Así pues, Okafor volverá a estar a disposición de Stefano Pioli para preparar el gran partido del domingo 22 en San Siro contra el Juventus.

EL POSIBLE RIVAL DEL MILAN EN COPA DE ITALIA

El Milan, como uno de los ocho cabezas de serie de la Coppa Italia, esperará hasta diciembre para entrar en la competición. Mientras tanto, los rossoneri ya saben a quién se enfrentarán en octavos de final. El equipo de Pioli se enfrentará al vencedor del partido entre Udinese y Cagliari. El desafío se disputará en el estadio Bluenergy de Udine el 1 de noviembre a las 21:00. Mientras que los octavos de final, que se jugarán en San Siro, deberían disputarse en una de estas fechas:

  • Miércoles 6 de diciembre
  • Miércoles 20 de diciembre
  • Miércoles 3 de enero

DESCUBRIENDO A KEVIN ZEROLI DEL PRIMAVERA

Citando las maravillosas palabras de Eleanor Roosevelt: “El futuro pertenece a quienes creen en la belleza de sus sueños”. Este interesante enfoque, relativo a los sueños y al futuro, está sin duda dedicado a Kevin Zeroli, un talento nacido en 2005 del equipo Primavera del seleccionador Ignazio Abate.

Con un importante don técnico y una imponente estructura física, casi un metro noventa de estatura, el joven centrocampista, originario de Busto Arsizio, es cada vez más un punto fijo en el presente del Milan Primavera: dos goles en seis partidos de liga, otros dos importantes sellos contra el Borussia Dortmund en la Youth League.

Jugador versátil y dúctil en muchas zonas del campo, su camino parecía estar lejos del fútbol: conoció el mundo del Milan cuando sólo tenía 5 años, pero ante el balón parecía poder orientarse hacia la gimnasia o las artes marciales. Sin embargo, Kevin supo hacerse un nombre en las categorías inferiores del club rossonero, hasta el punto de que ahora es una pieza clave, además de capitán, del equipo de Abate.

No sólo eso, incluso los ojos de Stefano Pioli han podido observar los movimientos del joven centrocampista, hasta el punto de que lo convocó para la gira americana de verano de 2023, debutando, además, en el amistoso contra el Juventus que se perdió en penalties.

Junto a Bartesaghi, Zeroli representa un diamante en bruto sobre el que habrá que trabajar con mimo y atención, captando sus valiosas características útiles para poder ser decisivo para el futuro del equipo rossonero, pero por qué no, también con la posibilidad de crecer y mejorar junto a los jugadores del primer equipo. Zeroli es el futuro del diablo rossoneri, y será aún más decisivo trabajar bien en el presente, centrado ahora en el Milan Primavera, líder al igual que el primer equipo.

LA SITUACIÓN DE LA ENFERMERÍA

La enfermería del Milan se está vaciando y tras el parón por las selecciones nacionales Pierre Kalulu, Rade Krunic y Ruben Loftus-Cheek deberían volver con regularidad a disposición de Stefano Pioli. Tal y como informa La Gazzetta dello Sport, Ismael Bennacer seguirá en recuperación y se espera que vuelva en 2024, aparte de Mattia Caldara, cuyo regreso está previsto entre noviembre y diciembre.

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Musah habla desde la Selección

Tras el éxito cosechado en Génova, aderezado por una final poco menos que pirotécnica, Yunus Musah vuelve a saborear los aires de la selección de las barras y estrellas. Se trata de una transición nada trivial para la concentración estadounidense, dividida entre Nashville, donde el Team USA se enfrentará a Ghana (17 de octubre), y Hartford, sede del fascinante desafío contra Alemania previsto para el próximo sábado.

Con la selección, el jugador del Milan suele jugar como centrocampista ofensivo, pero la ausencia de Tyler Adams probablemente recomiende, al menos para el partido contra los alemanes, al seleccionador Berhalter un 4-2-3-1 que exigirá a Musah y al jugador del Juventus McKennie más filtro.

“Sí, en la selección suelo jugar en un papel más ofensivo, pero con la ausencia de Tyler probablemente tendré que retroceder -subraya el jugador nacido en Nueva York pero criado en el Véneto-. No tengo problemas, me gusta jugar al lado de Weston”.

Además, en el horizonte se vislumbra un fascinante reencuentro a rayas y estrellas con los dos estadounidenses de blanco y negro, McKennie y Weah, que desafiarán a la pareja milanesa a su regreso del parón por las selecciones. Los cuatro deberían partir como titulares contra Alemania.

¿En qué medida le ayudó tener en el Milan a un compatriota como Pulisic, al que ahora encuentra con naturalidad en la selección?

“Mucho, y no sólo sobre el terreno de juego, Christian es un jugador especial, de gran calidad, es realmente un privilegio tenerlo en el mismo equipo del club. También estamos desarrollando una relación especial fuera del campo, y eso es algo importante”.

¿Cómo valora este inicio de temporada con la camiseta rossonera?

“Estoy muy contento. Llegué a este grupo de puntillas, sabiendo que tenía que ser paciente para tener mis oportunidades, en cambio todo sucedió más rápido de lo esperado y de repente me encontré teniendo un impacto en el equipo e incluso empezando como titular. Jugué en diferentes puestos y enseguida sentí la confianza de mis compañeros y del entrenador, la verdad es que no podía pedir más. Poder contribuir y, sobre todo, ganar en el Milan es muy bonito”.

¿Cuáles eran los objetivos que se había fijado para su primera temporada con la camiseta rossonera?

“Por supuesto que todos soñamos con jugar siempre y marcar mucho, pero yo sólo intenté ser paciente para estar listo si llegaba mi oportunidad, y así fue. Sinceramente, no pensaba que iba a ser titular tantas veces como lo he sido hasta ahora. Ahora sólo quiero intentar trabajar duro para seguir a este ritmo”.

¿Qué tipo de relación ha establecido con Stefano Pioli?

“El entrenador me está ayudando mucho, adaptarse a nuevos roles en un sistema diferente no es fácil, pero sin duda el entrenador Pioli está teniendo un gran impacto en mi crecimiento como jugador. Estoy muy contento de tenerlo como entrenador”.

¿Qué emociones se lleva del partido contra el Génova?

“Creo que fue el partido más loco en el que he participado. Ganarlo fue increíble, sobre todo teniendo en cuenta el increíble final. Cuando llegó la roja a Maignan y Giroud entró en boca de gol, me quedé en el palco y pensé que si el Genoa hubiera marcado habría sido terrible después del excelente partido que habíamos hecho. Pero al final Olivier también hizo grandes paradas y fue una victoria preciosa. Momentos así hacen que te enamores del fútbol”.


Pioli piensa en las rotaciones

Los milanistas los reconoces porque, al final del parón de selecciones, tienen ojeras, las uñas mordidas, nervios de cafeína. Los milanisti en el descanso están acostumbrados a recibir malas noticias: la lesión de Maignan con Francia hace un año, el problema de tobillo de Olivier Giroud en septiembre. Así que, estos días, cuentan los días y las horas, esperando que las dos semanas pasen sin escalofríos.

Stefano Pioli tiene derecho a sentirse en deuda con el destino, y para estas dos semanas tiene un deseo claro: encontrar a Pierre Kalulu, Ruben Loftus-Cheek y Rade Krunic, los tres jugadores lesionados que están de vuelta. Buenas noticias: se espera que todos estén en la lista de jugadores disponibles para el Milan-Juve del domingo 22, primer partido de la reanudación. Así pues, una palabra clave está a punto de volver: rotación.

Antes de que acabe el mes, se espera que el Milan tenga una buena semana: Juve en casa, partido decisivo a domicilio en París, partido a domicilio en Nápoles. Siete días en el tanque de las pirañas. Pioli, como en el viejo anuncio, ha optado por prevenir y en Génova, el pasado sábado, mantuvo en el banquillo a Olivier Giroud y sobre todo a Rafa Leao, que no está acostumbrado a ver a los demás. Leao jugará contra Eslovaquia y Bosnia en el parón, con viaje a Zenica incluido en el precio: digamos que “parón nacional” suena bien, pero es una mentira decente. En lugar de irnos de vacaciones, nos vamos de carrera por Europa.

Rade, el pivote Así pues, Pioli hará rotaciones. Rade Krunic, por ejemplo, no ha dejado de ser titular en este Milan: Adli lo ha hecho bien, pero Krunic aporta equilibrio, comete pocos errores y lee las situaciones como le gusta a Pioli. Sí, hay muchas posibilidades de que vuelva a ser titular ya en el partido contra la Juve del domingo 22. Obviamente, Adli tendrá minutos y el principio es el mismo para los demás puestos.

En el centro del ataque, por ejemplo, Luka Jovic tendrá pronto una nueva oportunidad, a pesar de que en Génova todavía parecía muy retrasado en cuanto a condiciones. Olivier Giroud jugará de inicio en uno de los dos partidos con Francia (el viernes en Holanda por la clasificación europea, el martes en el amistoso en Francia contra Escocia) y no podrá hacer un trío: es imposible verle de inicio con la Juve, el PSG y el Nápoles. Uno de esos partidos es el de Jovic, más que el de Okafor, que ahora mismo está siendo utilizado como lateral izquierdo. Con una gran premisa: mucho dependerá de la evolución en los próximos 10 días, sobre todo para los que tienen o han tenido problemas físicos recientes.

La defensa, en este contexto, merece un debate aparte. El domingo 22 contra la Juve, Mike Maignan y Theo Hernández no estarán por inhabilitación, y no serán dos cualquiera. En la zaga, entraremos en modo ‘plan B’. En la portería, Marco Sportiello. En la derecha, Davide Calabria, que se quedará en Milanello durante el parón. En la izquierda, Alessandro Florenzi. Quedan un par de variables. La primera es Pierre Kalulu, que está a punto de volver a estar disponible.

Kalulu lleva un mes desaparecido -fue el 10 de septiembre- y pronto será útil al Milan, que puede utilizarlo como lateral derecho o central. Posible pronóstico: jugará una parte contra la Juve para volver como titular en París. La segunda variable es la rotación de centrales, porque Malick Thiaw y Fikayo Tomori se entienden ahora a la perfección: el Milan apenas encaja goles con ellos.

El caso es que Fik ha vuelto a ser convocado por Inglaterra y Thiaw incluso se va a Estados Unidos para jugar con Alemania contra Estados Unidos y México. Para ser amistosos, son bastante duros. Thiaw estará de vuelta en Milán el próximo miércoles, no tan tarde pero tampoco tan temprano. Pioli, si quiere prescindir de él, sólo tendrá que echar un vistazo a Kjaer o Kalulu.

La ventaja, en todo esto, es el rendimiento. Las alternativas han respondido, unas más, otras menos, y para el centro del campo eso es una gran ventaja. Yunus Musah jugó como quien siempre se ha sentido rossonero y para el Milan fue terapéutico: sin ansiedades por la ausencia de Loftus-Cheek. RLC volverá pronto y alternará con Yunus en el centro-derecha.

En la izquierda, sin embargo, Tijjani Reijnders está sereno: cuanto más juega, más disfruta. En el Az, jugó todos los partidos de liga la temporada pasada, con una media de 89 minutos y 38 segundos. Salió un par de veces, lo justo para tomarse un café.


Un partido de sanción para Maignan

Mike Maignan pagó con una jornada de inhabilitación su rodillazo en el cuello del genovés Ekuban. Una intervención muy discutida, la del guardameta rossonero en la final del Génova-Milán, que le costó la roja directa de Piccinini, previa comprobación en el monitor Var.

En los últimos días, varios consideraron que Maignan merecía más de una jornada, juzgando adecuada la “conducta violenta”. En su lugar, el juez deportivo aplicó el ‘juego brusco grave’, que exige una suspensión de un día. Hernández, que había llegado a su quinta amonestación en Marassi, también fue descalificado. Los dos rossoneri se perderán a la Juve, pero volverán con el Nápoles en la siguiente ronda.

Además, en el partido Génova-Milán, el guardameta rojiazul Martínez también fue suspendido por un turno tras ser expulsado por doble amonestación. Entrenadores: un turno y 10.000 euros de multa para Sarri (Lazio) “por haber, en el minuto 40 de la segunda parte, saliendo del área técnica, protestado una decisión arbitral dirigiendo una expresión insultante al director del partido”. Multas a los clubes: 7.000 euros al Génova, 5.000 al Torino, 3.000 a la Juventus y 1.500 al Lecce.

¿QUIÉN OCUPARÁ EL PUESTO DE THEO?

Tras el parón por las selecciones, el Milan se medirá en San Siro al Juventus, un partido en el que Stefano Pioli tendrá que prescindir de dos pivotes del equipo rossonero como Mike Maignan y Theo Hernández, ambos inhabilitados. El sustituto del guardameta francés será seguramente Marco Sportiello, mientras que Alessandro Florenzi debería jugar por la izquierda, aunque no es la única opción.

Así lo informa esta mañana Tuttosport, que explica que el ex jugador del Roma, que no ha sido convocado con la selección y por tanto podrá entrenarse con regularidad en Milanello, es la opción más lógica de cara al partido contra el Juventus.

También porque la alternativa sería Davide Bartesaghi, un lateral milanés de 17 años que nunca ha jugado como titular en la Serie A, sino sólo unos minutos contra el Verona, el Cagliari y el Génova. Es cierto que Pioli está acostumbrado a las elecciones valientes, pero esta vez debería ir a lo “seguro”.

No obstante, hay otra hipótesis que no debe descartarse, a saber, un cambio de módulo y un paso al 3-4-3 como contra el Verona, cuando faltaba Theo Hernández. En aquella ocasión, Musah se desplegó por la derecha, mientras que Florenzi jugó por la izquierda. A partir de la semana que viene, quedará más claro quién sustituirá al francés.

PIOLI: LA MEJOR MEDIA DE PUNTOS COMO ENTRENADOR

Según informa Sky, Stefano Pioli, en sus cuatro años en el banquillo del Milan, tiene una media de puntos en liga de 2,13 puntos por partido. Se trata de la media de puntos más alta en la historia de los rossoneri; sólo Lajos Czeizler, que dirigió al Diavolo de 1949 a 1952, tiene el mismo promedio de puntos. En esta clasificación especial, el actual entrenador del Milan está por delante de Capello (2,01), Sacchi (1,95), Ancelotti (1,94), Rocco (1,89), Allegri (1,81) y Zaccheroni (1,65).


El plan de Pioli con Chukwueze

AMilanello dicen que no, que no sería correcto decir que ha perdido el buen humor. La sonrisa de Samuel Chukwueze, sin embargo, está un poco más estirada. Menos exuberante que en los primeros tiempos. Es comprensible: sus dos primeros meses en el Milan no fueron como él quería, ni como el club, el entrenador y los aficionados imaginaban.

Ahí está el peso, sobre todo, de la inversión realizada por el club, que ha decidido apostar fuerte por el nigeriano: tanto como para incluir el mayor desembolso por él en el presupuesto para el verano de 2023. Veinte millones por la ficha pagada al Villarreal, más ocho en primas. Nadie ha costado tanto, y luego, en un momento dado, resulta obvio comparar el coste con el rendimiento. A De Ketelaere, por ejemplo, le costó una barbaridad.

Para Samu el asunto tiene otros fundamentos y nadie cree que realmente pueda arriesgarse a arrugarse sobre sí mismo como ocurrió en el CDK. Entre otras cosas porque el nigeriano tiene 24 años y viene de una liga de primera como la española. Pero mientras tanto la olla llora y el número 21 rossonero experimenta un comprensible malestar, no sólo conociendo los esfuerzos económicos del club rossonero, sino también los “filosóficos”.

En el sentido de que en verano se llegó a un punto en el que la directiva tuvo que elegir si llevarle a él o a Taremi a Milanello en relación a la última plaza de extracomunitario (los ingleses seguían siendo considerados como tales, por lo que la presencia de Loftus-Cheek dejaba libre una casilla más). La elección recayó en Samu, con el evidente objetivo de cambiar radicalmente la cara a una banda derecha deficitaria. Pulisic más Chukwueze: regate, gol y fantasía en potencia.

Samu está viviendo una situación desagradable también porque viene de un año anterior estupendo. Trece goles en la temporada entre liga y copa en el Vila-Real, el botín más abultado de su carrera. Al principio fue difícil porque la competencia de Pulisic era desigual: el estadounidense llegó a Milanello a mediados de julio, con tiempo suficiente para participar en la gira americana y, en cualquier caso, para familiarizarse con el juego de Pioli.

El nigeriano, en cambio, llegó un par de semanas más tarde, lo que supone una gran diferencia en verano. En otras palabras, no empezó a trabajar con su nuevo entrenador hasta que el equipo regresó de Estados Unidos (3 de agosto). Ahora, sin embargo, estamos bien entrados en octubre y cabe esperar un cambio de ritmo por parte de Samu.

Sigue siendo la primera opción cuando Pulisic necesita recuperar el aliento, pero en la idea del club y del entrenador, debería haber jugado en igualdad de condiciones con su compañero. Una especie de papeleta de lujo sin escalas, dibujando la opción más adecuada cada partido.

Hasta ahora, en cambio, ha sido la clásica alternancia entre titular indiscutible y tímido jugador de reserva, a la espera de una llamarada que aún no ha llegado. Pioli le dio su tercera oportunidad como titular en Génova, tras Newcastle y Cagliari, pero Samu no ha logrado romper el maleficio. Los números le entristecen: 9 apariciones, 292 minutos, cero goles, cero asistencias, valoración media de 5,62.

Las premisas eran otras, como dijo el día de la presentación: “Quiero escribir mi nombre en la historia del Milan, no tengo miedo, ya he fijado mis objetivos. No siento presión, siempre he jugado bajo presión”. La esperanza es que el paréntesis con Nigeria -amistosos con la Arabia Saudí de Mancini y Mozambique entre el 13 y el 16 de octubre- le venga bien. Lo que pesa especialmente es el error -malo- en la final de Dortmund, que podría haber cambiado el curso de la temporada para él y el camino del Milan en el grupo de la Liga de Campeones.

Hasta ahora, Samu ha dado algunos toques excelentes, pero a menudo ha metido la pata. Ha exhibido algunas excelentes coberturas en la fase de no posesión, pero a veces se ha mostrado demasiado incapaz en los duelos. Por eso Pioli está utilizando una metodología específica para él. Nada nuevo, el técnico rossonero es alguien que habla mucho con sus jugadores, también desde el punto de vista psicológico, pero con Samu es legítimo pensar en un complemento.

Del mismo modo que los entrenamientos apuntan a una inmersión táctica total para ponerlo lo antes posible al nivel de Pulisic. Porque un desempate entre Cristiano y Samu es uno de los lujos más salvajes que podría permitirse este equipo milanista.


Pulisic-Leao: los protagonistas

Las alas desplegadas, el Milan despegó hacia el Scudetto. Todo según el plan de vuelo, estudiado al detalle este verano por el capitán Pioli y el dúo Furlani-Moncada en la torre de control de Via Aldo Rossi: a las ráfagas veloces de Rafa Leao se unió la magia de Christian Pulisic, y el Diavolo encontró el ritmo para escalar posiciones en la tabla. Desde el principio.

Porque el impacto del estadounidense en el arranque del campeonato rossonero ha sido sencillamente perfecto -dos goles en los dos primeros partidos, contra Bolonia y Torino- y el de Rafa ha estado a la altura de sus estándares, lo que se traduce en destellos iluminadores para las noches de Calabria y sus compañeros: una asistencia en el segundo partido contra el Torino, un bello gol, en un reverso y ‘buscado durante tres años’ en la Roma han abierto la 2023/24 del 10 milanista.

Pulisic y Leao empezaron con buen pie y siguieron marcando los partidos del Milan con su clase: tras ocho jornadas, la pareja suma 11 goles y asistencias. Ninguna otra pareja de atacantes exteriores lo ha hecho mejor en esta Serie A: Politano y Kvaratskhelia, la pareja de extremos más goleadora tras una temporada juntos en el Nápoles, campeón de Italia, se detiene en 8, la misma cifra que Berardi y Laurienté, del Sassuolo; Nico González y Brekalo, de la Fiorentina, están en 7; Felipe Anderson y Zaccagni, la pareja exterior del Lazio, en 5.

Esta “tabla clasificatoria” no incluye a los equipos que no utilizan un sistema de dos extremos, como el Inter, la Juve o la Roma, pero si la comparación se amplía a los grandes equipos europeos, Rafa y Cristiano aguantan, y mucho: sólo Momo Salah y Luis Díaz, del Liverpool, pueden presumir de tener el mismo total de goles y asistencias, 11 en la Premier League, mientras que todas las grandes parejas de extremos marcan e inventan menos que los rossoneri.

Desde Bernardo Silva-Foden, 6 goles y asistencias en el City, hasta Sané-Coman, 9 en el Bayern. El Psg de Dembélé y Mbappé, próximo rival del Milan en la Liga de Campeones, lleva 9: sólo Kylian ha marcado 7 goles en otros tantos partidos en la Ligue 1, los mismos que Pulisic y Leao juntos en 8 encuentros en la Serie A, pero en términos de creatividad y peligro de cara a portería, los rossoneri se presentarán en el Parque de los Príncipes con un balance bastante bueno. A condición, claro está, de que ajusten su puntería en la Copa: entre el Newcastle y el Borussia Dortmund, Rafa y Cristiano intentaron repetidamente encontrar el gol sin conseguir, sin embargo, acertar.

En Italia no, por aquí es otra historia. Rafa empezó a surfear en 2019, y desde entonces hasta ahora ha ido in crescendo: cuanto más altas eran las olas, más las cabalgaba, desparramando goles y gritando jugadas en los campos de la Serie A. El pico más alto, ni que decir tiene, el año del Scudetto: Leao fue el máximo goleador del Milan -11 goles, como Giroud- y repartió 9 asistencias, y la liga le eligió Mvp de la liga. La temporada pasada Rafa mejoró -15 goles y 8 asistencias-, pero al Milan siempre le faltó algo: el ataque se colgaba de su banda, mientras que la derecha sufría.

Por eso el club trabajó en la derecha en verano: tras fichar a Pulisic por 20 millones del Chelsea, completó el trabajo con Chukwueze (28 millones en el Villarreal, primas incluidas). La mayor inversión del mercado rossonero, que el nigeriano aún no ha amortizado: Pioli le ha dado confianza, incluso como titular, pero Samu aún no ha causado impacto. Es probable que la competencia de un Pulisic ya tan encendido en el 4-3-3 del Milan haya aumentado el coeficiente de dificultad. Las rotaciones de Pioli, en cualquier caso, juegan a favor de los que están más atrás.

Por ejemplo, Okafor: en la izquierda, el suizo está cerrado por Leao, y sin embargo ha conseguido brillar desplegado como delantero centro (2 goles entre el Cagliari y el Lazio). Imaginar a Chukwueze en el centro del ataque es un ejercicio de fantasía demasiado difícil, pero pensar que él también podría desbloquearse pronto es plausible: si Leao y Pulisic van con el piloto automático, mantener la cuota del Scudetto podría resultar más fácil incluso con los laterales de recambio.


Resumen de la 8ª Jornada

El Milan recupera el liderato de la Serie A al ganar al Genoa y aprovechar el empate del Inter ante el Bolonia (2-2), también se aprovechó la Juventus al ganar al Torino (2-0). La sorpresa de la jornada es la goleada de la Fiorentina en casa del Nápoles (1-3), más la victoria del Lazio sobre el Atalanta (3-2) tan necesitada para Sarri.

EMPOLI 0 – 0 UDINESE

LECCE 1 – 1 SASSUOLO

INTER 2 – 2 BOLONIA

JUVENTUS 2 – 0 TORINO

GENOA 0 – 1 MILAN

MONZA 3 – 0 SALERNITANA

FROSINONE 2 – 1 VERONA

LAZIO 3 – 2 ATALANTA

CAGLIARI 1 – 4 ROMA

NÁPOLES 1 – 3 FIORENTINA

MÁXIMOS GOLEADORES

MÁXIMOS ASISTENTES

EQUIPO DE LA SEMANA


Espíritu scudetto

El destino llama a veces discretamente a la puerta, habla con indirectas, deja entrever vagamente que todo saldrá bien. El sábado en Génova, contra el Milan, tiró la puerta abajo con una oruga: un gol discutido tras 86 minutos de esfuerzo, un portero expulsado, la parada decisiva de un delantero vestido de verde. Medias tintas, no gracias. Así, los aficionados milanistas volvieron de Marassi pensando que no pasa nada, que es pronto, que no pasa nada, que el Inter tiene una masa salarial superior y sigue siendo favorito, pero que este Milan tiene algo especial.

Este Milan puede aspirar al Scudetto, a la segunda estrella. Gerry Cardinale vio el partido en el aeropuerto, de regreso de un viaje a Oriente Próximo, y se hizo una idea de cuál es ese ingrediente secreto. “La temporada está aún al principio y los chicos se están consolidando como equipo”, declaró Cardinale a la Gazzetta, “pero estoy orgulloso del carácter y la garra que demostraron anoche sobre el terreno de juego. Al final, de eso están hechos los campeones”. El carácter de los campeones. Me trae a la memoria una frase de la cultura deportiva estadounidense, firmada por Rudy Tomjanovich, el entrenador campeón de la NBA en 1994 y 1995: “Nunca subestimes el corazón de un campeón. Se juega con el cuerpo, pero el alma manda”.

Una vez desde el 94 Cardinale hace dos noches escribió a Pioli, le felicitó por su cuarto aniversario en el banquillo rossonero y le dijo que se alegraba de tenerle en el Milan. Era 2019, era 9 de octubre como hoy: el Milan anunciaba que había fichado a un nuevo entrenador y nadie pensaba que con él llegaría un segundo puesto en dos años, un Scudetto en tres, una semifinal de Champions en cuatro.

El Milan tiene ahora el derecho y el deber de pensar en el siguiente paso: la estrella. Está primero solo, como no lo estaba desde la última jornada del campeonato de 2022: Sassuolo-Milán 0-3, Ibra con espumoso y media ciudad bajo Casa Milan. Lleva 21 puntos tras ocho partidos, y en la era de los tres puntos sólo ha estado tan arriba una vez. Fíjese, hace sólo dos años: 22 puntos, incluso.

El Scudetto está a seis meses vista, hay un invierno de por medio y todo puede pasar, pero los jugadores del Milan llevan hablando de ello desde el verano. Rafa Leao dijo en julio que estaba pensando en un tatuaje para la segunda estrella, Noah Okafor dejó caer tranquilamente que el Scudetto es un objetivo, Christian Pulisic confirmó que confiaba: “Podemos ganarlo”. ¿Y por qué no? El Milan es un gran experimento, pero funciona. Fue desastroso con el Inter, pero reaccionó. También tiene competencia de (al menos) Juve y Nápoles, pero ya ha superado un calendario complejo. Tras el parón tendrá a Juventus y Nápoles, entonces bajará el coeficiente de dificultad.

¿Y qué dice Pioli? Bueno, Pioli se mostró cauto hace dos noches, como era previsible: “Nuestro objetivo es intentar ganar siempre, tenemos al Inter, la Juve y el Nápoles como rivales, no era obvio ser primeros después de este calendario pero ahora es demasiado pronto, pensamos en recuperar a los jugadores parados en boxes y nos quedamos con los pies en el suelo”.

Algún mensaje, sin embargo, se desprendía de sus palabras. Por palabras clave: físico, confianza, cabeza. Físico: “Volvemos el jueves de Dortmund, el partido en el que hemos tenido las cifras físicas más altas en estos cuatro años”. Confianza: “¿La rotación? Hablé mucho con los que iban a venir en verano, les convencí de que iban a ser importantes, ahora tengo que intentar ser constante”. Cabeza: “El mejor indicio es la fortaleza mental, eso es lo que quería”.

El indestructible Volver a Cardinal, volver a empezar. El Milan es fuerte en el campo, pero especial en los sutiles lazos del vestuario: es un grupo y reacciona. Cuando Maignan paró, Sportiello paró sin problemas. Cuando perdió a Krunic, sobre el papel fundamental, Adli dio un paso al frente.

Cuando Loftus-Cheek se fue de baja, Musah jugó de titular. El Milan resistió y no se vino abajo. Así que si los campeones de Sacchi fueron los Inmortales, si los fenómenos de Capello fueron los Invencibles, Pioli quiere escribir una nueva historia: la de los Indestructibles.

COMO EL DERBY QUEDÓ ATRÁS

La derrota por 5-1 en el derbi fue un trauma, dejó escoriaciones, pudo comprometer la temporada, asfixiarla en la cuna, desmantelar las certezas adquiridas en las primeras jornadas. No ha pasado ni un mes, pero el Milan ha sobrevivido y ha seguido adelante. Stefano Pioli mantuvo el timón recto, dentro del vestuario y sobre el terreno de juego.

En las horas siguientes al desastre, el club envió a Zlatan Ibrahimovic a Milanello como “entrenador mental” reanimador, y muchos vieron en la elección una reducción de la soberanía del técnico. En realidad Ibra motivador y deidad tutelar siempre funciona. Pioli lo sabe bien, el Atalanta-Milan 5-0 de diciembre de 2019 fue el primer momento de fracaso de su experiencia en el Milan.

Se solucionó después de Navidad con el fichaje de Ibrahimovic y el relativo ascenso a posiciones más adecuadas. Puede decirse que en aquella 2019-20, con Ibra como jugador, empezó el Milan del Scudetto de 2022 y, quién sabe, quizá con el Ibra-2 del periodo post-5-1 se sentaron las bases de la segunda estrella. Incursiones de Zlatan aparte, Pioli dirige él mismo el vestuario y lo hace con una metodología ancelottiana.

Nunca entra en confrontación con los jugadores, intenta limar asperezas y recargar sus mentes. El equipo le devuelve con lealtad a la línea, no hay adversarios, nadie se interpone. La compacidad del grupo como primer mandamiento. Le sigue una cierta flexibilidad técnico-estratégica. Pioli varía bastante, no está anclado a un sistema fijo. Este año apostó por el 4-3-3, pero en la segunda parte de Génova remodeló la formación con el 4-2-4 y el doble delantero centro Jovic-Giroud, y para bien o para mal el gol de la victoria llegó con esa disposición.

En la segunda parte, en Dortmund, volvió al 4-2-3-1 del Scudetto y no pudo ganar porque se desperdiciaron demasiadas ocasiones. Pioli fue inteligente al renunciar a innovaciones que funcionaron durante un tiempo y luego resultaron perjudiciales. La centralización de Calabria como regista adicional funcionó bien en el Estadio Olímpico contra el Roma, pero fue desastrosa en el derby de la goleada, y desde entonces el capitán ha sido reubicado en el puesto natural de lateral derecho.

El experimento quizá se intente de nuevo en meses más tranquilos. Pioli ha realizado amplias renovaciones y ha sido astuto a la hora de compensar algunas ausencias importantes, por ejemplo las de Krunic y Loftus-Cheek. Para sustituir al primero, dio lustre a Adli y le sacó más regate. Para sustituir al segundo, ha puesto sus ojos en Musah, que sorprendió en Génova en el papel de delantero exterior.

El Milan de la reaparición del agujero negro apenas ha encantado por juego, pero siempre ha estado atento al balón. En la Liga de Campeones no ha perdido (doble 0-0), en el campeonato no ha desperdiciado ningún punto ante rivales de poca entidad (Verona, Cagliari y Génova). Los dos escalones por encima del Inter también pueden explicarse así.