
Zvone Boban ya no está, pero la investidura resta y es relevante: “El hombre vestuario existe y lo supe este verano. Se trata de Donnarumma: es joven, pero ya tiene mucho peso”. Palabras pronunciadas en septiembre, en el alba de una larga temporada donde Gigio ha seguido creciendo. Tanto en el campo como fuera.
El punto es que hemos llegado al donde, hay que saber en poco tiempo cual es el mejor camino a seguir para el futuro. Obviamente vale por todos: para el club y para el jugador, que se encuentra en la desagradable situación de estar a tan solo un año del final de la relación del trabajo.
Un problema sobre todo pare el club, está claro, porque el riesgo de perder al portero a parámetro cero en 2021 existe, aunque en Vía Aldo Rossi ni siquiera quieren pensarlo. Pero alejar el miedo no es suficiente.
Hay que reaccionar. Y así está tomando cuerpo el plan para retenerlo. O mejor: intentar conseguirlo. Cuando y si llegada la eventual fumata blanca, es pronto para decirlo. Pero la operación está empezando a ser planificada ahora.
En espera de saber si en verano habrá algún pretendiente en llamar al timbre rossonero, el plan A del Milan es seguir adelante con él. Delicada situación, obviamente. Gigio tiene un salario bien alejado de los parámetros de Elliott, pero es un jugador que al valor en el campo combina un importante valor financiero si el contrato es alargado.
El club ya ha comentado que habrá alguna excepción en el monte de salarios, pero habrá que ver hasta donde quiere llegar Singer. La paradoja, observando la situación de manera superficial, tanto el Milan como el jugador quieren proseguir.
Pero en términos prácticos son condiciones absolutamente insuficientes. Es cierto que Donnarumma ama los colores de su Milan y no tiene la obsesión de hacer las maletas pronto. Pero al mismo tiempo, el club sabe que la oportunidad profesional es importante para el portero de Castellammare de Stabia.
Ese contrato que vence en 13 meses le ofrece la posibilidad de encontrar un destino de primer nivel a condiciones económicas realmente ventajosas. Pero en los tiempos del coronavirus todo hace que sea mucho más difícil.
Los precios están bajando y puede ocurrir que no se encuentre el destino que todos quieren. Si a finales de agosto no aparecen interesantes oportunidades para ambos, habrá que afrontar la renovación en septiembre, con el mercado cerrado.
¿Pero en qué bases? El Milan debe convencer tanto a Gigio como a su agente para encontrar una inteligente salida. Se quiere puntar a renovar hasta 2025, pero queda el escollo económico. Ahora Donnarumma percibe 6 millones netos y es difícil que acepte menos.
En tales casos la propuesta más lógica es conseguir un contrato más breve con el pacto que acepte un salario fijo más bajo, pero con interesantes bonus. Renovar tan solo un año, hasta 2022. A Elliott le vendría bien un salario de 5 millones netos para la temporada 2021/22 con un importante bonus para la Champions.
Estamos solo desde el inicio de este partido. Es fácil pensar que habrá variaciones sobre el tema. Estamos en una especie de limbo. Es pronto para meterse en el jaleo de las cifras, pero no suficiente para retrasar las reflexiones y un eficaz plan de acción.
Hay que estar con la mente abierta, reservándose el examinar diversas perspectivas. El Milan está haciendo exactamente esto.
CADA VEZ MÁS DUDAS PARA EL REGRESO DEL FÚTBOL
El Gobierno cada vez más escéptico sobre el regreso de la liga. Lo dice claramente el Ministro de Deporte Vincenzo Spadafora: “Entre hoy y mañana habrá contactos con el comité técnico científico y la FIGC, que presentó un protocolo para los entrenamientos, considerados por el comité como insuficientes”.
“Pero regresar a los entrenamientos no significa volver a jugar. Si no queremos tener incertezas bastará con seguir las líneas de Francia y Holanda, donde lo han parado todo. El pensamiento de regresar lo veo cada vez más complicado”.
“El tema de los entrenamientos es diferente, pero si fuera los Presidentes pensaría en la nueva temporada. La decisión de Francia puede obligar a Italia y al resto de países europeos a hacer lo propio y leyendo ciertas declaraciones podría haber una mayoría de Presidentes listos para pedir una suspensión para preparar mejor el próximo campeonato”.