17ª Jornada: Verona – Milan

AS Roma vs AC Milan

Ahora, a 11 puntos de su eterno rival, el Inter de Milán, y a 14 del líder de la Serie A, el Atalanta, las esperanzas milanistas de hacerse con el Scudetto deben quedar aparcadas un año más, ya que el gris empate sin goles de la semana pasada contra el Génova los deja octavos en la clasificación.

El equipo de Paulo Fonseca sólo ha ganado seis de sus 15 primeros partidos de liga, lo que representa el peor registro del club a estas alturas desde 2019, y crecen las especulaciones sobre el futuro a largo plazo del ex-entrenador de la Roma. Incapaz de equilibrar el ataque y la defensa, su equipo tiende a abrirse y ser sorprendido a la contra, o a cerrarse en banda y sacar un empate; la introducción de dos jóvenes de cara fresca en el once inicial no marcó la diferencia contra el Grifone.

Tras encajar dos goles en sus tres primeros partidos de la Serie A, los rossoneri han mantenido su portería a cero en siete de los 12 siguientes -sólo el Nápoles ha logrado más en ese periodo-, pero siguen mostrándose demasiado irregulares para seguir el ritmo de los cuatro primeros de Italia.

Ganador de sus siete últimos duelos en la máxima categoría contra el Verona, e invicto en los once últimos, sólo le vale la victoria en el estadio Bentegodi. Después de haber vencido en dos ocasiones a su homólogo de la segunda ciudad en partidos de enorme trascendencia para los rossoneri, los aficionados milanistas ya conocían a los anfitriones del viernes como el “Verona fatal”: el Bentegodi era casi un escenario temible.

Sin embargo, el Hellas ha perdido recientemente los cinco últimos enfrentamientos entre ambos clubes en Verona, mientras que el puesto de su entrenador está siendo objeto de un escrutinio aún mayor que el de Fonseca. Tras la duodécima derrota de su equipo en liga y copa (4-1 ante su antiguo club, el Empoli), Paolo Zanetti recibió un sorprendente aplazamiento, y desde entonces ha ganado tiempo al imponerse a domicilio por 3-2 al Parma, otro equipo en apuros.

El Verona es el equipo que más minutos ha jugado a remolque en la Serie A esta temporada (639, 356 de ellos en casa, otro récord de la liga), pero en realidad fue el primero en golpear en el estadio Tardini, donde un tempranero gol de Diego Coppola le dio la ventaja.

Aunque ese éxito mantiene a los Gialloblu justo fuera de la zona de descenso, aún quedan varios problemas por resolver si quieren mantenerse a flote: han encajado al menos un gol en sus últimos 13 partidos de liga y no encadenan dos victorias consecutivas desde marzo.

Nuestro análisis de todos los datos disponibles, incluyendo las actuaciones recientes y las estadísticas de los jugadores, sugiere que el resultado más probable para este partido es una victoria del Milan con una probabilidad de 58.5%. Una victoria del Hellas Verona tiene una probabilidad del 20,88% y un empate del 20,6%.

El resultado más probable para una victoria del Milan es 1-2 con una probabilidad del 9.76%. Los siguientes marcadores más probables para ese resultado son 0-2 (8,17%) y 0-1 (7,73%). La victoria más probable de Hellas Verona es 2-1 (5.51%), mientras que el empate es 1-1 (9.22%).

POSIBLES ALINEACIONES

La nueva locura de Fonseca: Terracciano de centrocampista de contención al lado de Fofana para poner a Reijnders de mediapunta, con tal de no poner a Liberali o mejor aún, ¿por qué no hacer debutar a Silvano Vos en esa posición? Del resto, mismo equipo que empató ante el Genoa, viendo la lista de lesionados, no esperemos grandes milagros en el resultado hoy…

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Verona – Milan: Habla Fonseca

Que los partidos son importantes lo sabemos. Pero, ¿es especialmente importante el de mañana?

“Creo que todos los días que estoy aquí he dicho lo mismo: todos los partidos son importantes. Hasta el final de la temporada todos serán partidos importantes. Mañana es un partido difícil, pero como siempre hemos trabajado para llegar en condiciones de ganar”.

¿Cómo viste a Theo en el entrenamiento? ¿Hablaste con él?

“Como siempre hago, hablamos antes del partido. Para mí, la situación de Theo es fácil de explicar. Ha jugado mucho, ha estado en la selección. Aún no ha encontrado su mejor condición física, quizá necesite encontrar las condiciones para estar bien. Theo es muy importante para nosotros. Nunca es un castigo para él, es simplemente para que vuelva en las mejores condiciones. Sigo diciendo que para mí es el mejor lateral del mundo”.

¿Qué ambiente se respira en Milanello?

“Sé cómo es, no tienes la oportunidad de ver los entrenamientos. A lo mejor un día de estos vienes a verlos para ver el ambiente del equipo: es precioso. Siempre es bueno tener un buen ambiente. Ha sido una semana como cualquier otra, con un buen ambiente para trabajar. Cuando es así es más fácil trabajar. Nunca he sentido al equipo sin confianza después del partido, sin ganas de trabajar, con tristeza…. Nunca he sentido eso”.

Pero el clima fuera de Milanello no es el mejor. ¿Cómo viven los jugadores estos días?

“Todos entendemos la frustración de los aficionados, tengo que decir que no hay nadie que quiera ganar más que nosotros. Trabajamos para ganar, entendemos a los aficionados. Los chicos son fuertes, entienden a los aficionados. Lo que podemos hacer es trabajar para cambiar los resultados, los aficionados se lo merecen. Eso es lo que podemos hacer, comprender y respetar la protesta de los aficionados”.

De 0 a 10, ¿qué nota le pone hoy a este equipo? ¿Qué margen de mejora hay?

“No me gusta hacer este ejercicio, yo veo las cosas de una manera y otros de otra. A lo mejor mi criterio no se entiende, es mejor no hacerlo. ¿Se puede mejorar? Podemos mejorar mucho en resultados. Mejoraremos mucho, estoy seguro de ello”.

¿Se refiere a las críticas de antiguos entrenadores?

“No he mirado nada, pero hay que respetar las opiniones de los demás. Quizá ahora sean más justas porque si miramos los resultados es más fácil hacerlo. Pero siempre debemos respetar a todo el mundo”.

¿Ha hablado con el club sobre el mercado?

“Ahora sé que empieza a ser el tema principal de las conferencias, pero es pronto. Lo que puedo decir es que siempre hablamos, el club siempre está atento al mercado y si les necesitamos siempre están dispuestos a intervenir”.

¿Los huecos se cubren con el trabajo o con el mercado?

“Podemos evaluar los partidos. Trabajamos evaluando lo que ocurre en el partido. Y sucede, en el poco tiempo que trabajamos, por ejemplo: tuvimos un problema de defensa en el área en Cagliari. Trabajamos en este problema. Desde Cagliari nunca hemos tenido el mismo problema en los centros. Si nos fijamos en los goles encajados, no nos ha vuelto a pasar. Después, el siguiente partido es diferente y trabajamos en cosas distintas”.

“Aprovechamos el poco tiempo que tenemos trabajando para mejorar viendo los partidos. Y el equipo ha mejorado en muchas cosas, aunque sé que los resultados no lo demuestran. ¿Cuáles son los partidos en los que tuvimos problemas tácticos, o partidos en los que el otro equipo fue mucho mejor que nosotros? Una vez contra el Liverpool, no tuvimos ninguna oportunidad”.

“De otros no me acuerdo. Es una cuestión de cabeza, de actitud: ése es el principal problema del equipo. Trabajamos en muchas cosas para mejorar y crear un espíritu de equipo fuerte. ¿Lo hemos conseguido? No, aún nos queda mucho por hacer”.

¿Cuál es el sueño de Paulo Fonseca?

“Ganar con el Milan”.

Nunca cierra los ojos y piensa, sueña… ?

“Muchas veces (sonríe, ed). Pero no es sólo creer, es venir aquí cada día a trabajar y mejorar el equipo”.

Ahora hay partidos para intentar una racha de victorias, incluso con la Supercopa…

“Las victorias nos dan confianza a nosotros y a los aficionados. Si ganamos estos partidos que has mencionado y hacemos una buena Supercopa, aportará confianza y una imagen diferente del equipo”.

Milan octavo, aficionados protestando… ¿Te sientes en peligro?

“Sinceramente, no. No me siento en riesgo. Cierto, si hablamos de resultados. Pero muchas veces hablamos de cosas que no sabemos. Pero no puedo venir aquí a hablar de lo que no pienso. Si miramos los resultados tenemos mucho que hacer, y eso es lo que he dicho. Pero sabemos lo que tenemos que cambiar en este equipo”.


La desilusión cuesta cara

En diciembre, con la llegada del invierno y la bajada de las temperaturas, el Milan se encontró expuesto. Cuando marcaban con facilidad, se quejaban de una defensa demasiado frágil; ahora que tras el muro que sostiene, son incapaces de romper la resistencia del rival. Si Fonseca tira de la manta por delante, deja expuesta a la defensa. Si se cierra atrás, acaba sin soluciones en ataque. El mercado de verano no ha ayudado a cubrir los parches ni a alargar la lista de posibilidades a disposición del técnico.

Por el contrario, si nos fijamos en la defensa, las intervenciones fueron costosas, pero demasiado disfuncionales. Se suponía que el gran físico de Pavlovic garantizaba la solidez, el aire de tipo duro que devolvía la mala leche competitiva a todo el departamento. El serbio de Salzburgo debía formar pareja con Tomori: juntos combinaban músculo y velocidad, sobre el papel la mezcla adecuada. ¿Quiénes son en cambio los titulares de hoy? Gabbia y Thiaw, los dos más jóvenes.

El último de Pavlovic como titular fue a principios de noviembre en Cagliari: tres goles rossoneri encajados. El debut -aunque con dos goles más encajados en Parma- había sido alentador. En el intento posterior de restablecer el departamento y levantar el muro, demasiado inestable ante los adversarios, Fonseca experimentó con distintas soluciones hasta llegar a la que hoy le mantiene más seguro.

Tímido El maratón de verano Londres-Milán para Emerson Royal había llegado a su fin: el brasileño, tras una larga carrera, había llegado al club rossonero. En San Siro apenas recuperó su sprint, al igual que en los partidos fuera de casa. La capacidad ofensiva que Fonseca reconoce en él sigue frenada.

Emerson es un jugador de campo demasiado tímido en la fase ofensiva: no marca y no da asistencias, rara vez es autor de buenos centros. Fue el primer blanco del estadio: la afición rossonera es exigente y el ex jugador del Tottenham no estuvo a la altura de las expectativas. Los abucheos, sin embargo, no le desanimaron, al contrario. En los últimos partidos se le ha visto por fin más relajado: necesitará una prueba a partir del partido fuera de casa en Verona.

Donde el Milan necesitará ganar. Y para ello se necesitan nuevos goles. En el entrenamiento de ayer, Fonseca volvió a probar con Morata y Abraham, a pesar de la mala pareja de los últimos partidos. El tercer delantero, Camarda, lucha por hacerse un hueco. Mientras, adelante con los dos delanteros experimentados. Álvaro tuvo su mejor temporada goleadora la pasada campaña en el Madrid, con quince goles en Liga (como en la 2016-2017): está claro que no es un delantero de veinte goles por Liga.

Pero tampoco es un delantero que coja el balón y desperdicie la mejor ocasión del Milan-Génova en el larguero, como ocurrió el pasado domingo. Es cierto que Morata cumple una doble función: delantero y rematador ofensivo. Si quisiera, también triple, por la energía que gasta en recuperar y ayudar a la defensa. Pero bajo palos suele ser impreciso y sus goles decisivos en la Serie A han sido demasiado escasos hasta ahora: el gol contra el Torino que inició la remontada del equipo para el 2-2 final.

El primero de los tres goles contra el Lecce contribuyó a romper el equilibrio. El mismo escenario contra el Empoli. Y luego el gol en Atalanta, pero inútil para el resultado. Demasiado poco. Y la misma modesta contribución puede atribuirse a Abraham. Dos goles en liga: el de penalti en el 4-0 al Venezia y el 2-3 al Cagliari, una ventaja que luego anularon los rossoblù. Un gol del que ya ha pasado más de un mes. Mejor en la Liga de Campeones, con goles recientes en el Slovan y el Estrella Roja. Tammy llegó cedido gratis por la Roma, Morata capitán de España campeona de Europa costó 13 millones del Atlético de Madrid.

Con Emerson, el Milan y el Tottenham se encontraron en 14 millones, cuatro más para asegurarse a Pavlovic, que era demandado por otros clubes extranjeros. No son tanto las cifras del mercado las que están fuera de lugar: no hay sobrevaloraciones, sino rendimientos por debajo de lo esperado. Ad Furlani ha avalado las elecciones, pero pertenecen al área deportiva: Moncada se encarga de proponer una serie de opciones al entrenador, éste las pone en orden de preferencia.

Y luego está Ibrahimovic, que se encarga de todo y más aún del área técnica. Si el equipo necesitaba otras características, le correspondía a él -un hombre de campo como pocos- corregir el rumbo. Hoy sigue siendo Zlatan quien habla de Ismael Bennacer como principal refuerzo invernal…

En cambio, la compra más cara del verano está colmando todas las expectativas, tanto técnicas como económicas: Youssouf Fofana. El francés ex del Múnich es el segundo jugador con más movimientos de la plantilla, teniendo en cuenta todas las competiciones (1.696 minutos sobre el terreno de juego, Reijnders, que le supera, está en 1.698) y Rafa Leao acaba de sacarle brillo a su bota tras su gran asistencia contra el Estrella Roja. Así que Fofana crea, pone, defiende, protege a la defensa, permite a Reijnders encajar y a Rafa lucirse. Está por todo el campo, pero está solo. Y el Milan permanece descubierto.

TERCEROS EN TOTAL DE SALARIOS: OCTAVOS EN LIGA

El dinero no entra en el campo. Aunque a menudo ayuda a ganar. Si nos detenemos en la pura teoría, gastar más debería permitir tener mejores jugadores y, por tanto, obtener resultados. Con esta lógica, el Milan de hoy -tercero en la masa salarial de la Serie A y octavo en la clasificación- está definitivamente fuera de la liga. Enfrente tiene a equipos como el Atalanta, el Nápoles, el Lazio, la Fiorentina e incluso el Bolonia, que gastan menos, en algunos casos mucho menos que los rossoneri.

Sería fácil señalar con el dedo a Paulo Fonseca, el entrenador que no está haciendo pagar a la plantilla lo que le cuesta al club. Aunque hay que señalar que el técnico portugués no está en el Top 4 de los mejor pagados de Italia (Inzaghi y Conte ganan más del doble que él, pero Motta y Gasperini también tienen sueldos más altos).

En resumen, si el teorema de “vales lo que cuestas” fuera siempre correcto, cabría preguntarse por qué el Milan tiene un entrenador con un salario inferior al de sus colegas de los otros grandes. ¿La respuesta? Aparte de las consideraciones técnicas (Ibrahimovic ha reiterado a menudo que la elección de Fonseca es ante todo una elección de campo), no hay que olvidar que cuando se eligió a Fonseca, los rossoneri aún tenían a Pioli en nómina. Además de Origi (4 millones netos al año) y Ballo-Touré, oficialmente fuera de la plantilla, pero aún en nómina.

Anomalía sí, pero… En resumen, es bueno preguntarse cómo se gasta el dinero. La historia de la Serie A, incluso en los últimos dos o tres años, está llena de casos especiales. Por decirlo sin rodeos, si sólo la nómina saliera al campo, el Atalanta (y ahora el Bolonia) nunca habría tenido que jugar la Liga de Campeones, el Nápoles de Spalletti y el Milan de Pioli nunca habrían ganado el Scudetto, y la Juve habría sido dueña de la liga en las últimas temporadas, como en las nueve anteriores. El fútbol, sin embargo, no funciona así. La planificación, la serenidad y el sentimiento son factores que afectan a los equipos al menos tanto como el talento y la táctica. Y que en el Milan actual hay algo que no cuadra parece evidente.

El mercado de verano, por ejemplo, no cubrió algunas lagunas de la plantilla. No hay lateral izquierdo aparte de Theo Hernández -el joven Jiménez, lateral derecho por naturaleza, fue utilizado con provecho por primera vez esta temporada el pasado domingo contra el Génova, mientras que Terracciano es un jugador adaptado- y con la lesión de Bennacer el centro del campo rossonero se ha encontrado decididamente corto, hasta el punto de que Fonseca se ha visto obligado a pedir horas extras a Fofana y Reijnders, la pareja titular que nunca descansa.

Para la forma de jugar del portugués, pues, no existe una alternativa similar a Pulisic como trequartista, y no es casualidad que en el último partido contra el Génova, el joven Liberali (promoción de 2007) debutara en ese papel. Incluso éstas son anomalías para un club con la tercera masa salarial más alta de la Serie A.

MILAN-ROMA EN LA COPA DE ITALIA

Tras el 4-1 de la Roma a la Sampdoria, el Milan ya conoce a su rival para los cuartos de final de la Copa Italia: los rossoneri se enfrentarán a los giallorossi de Ranieri en San Siro. La fecha, que se jugará en febrero, aún está por decidir. Los dos equipos también se enfrentarán a finales de mes, el 29 de diciembre en San Siro, en la Serie A: será el último partido en casa del Milan en 2024.


Quién se salva y quién no

El cortejo popular se reunió frente a Armani / Silos: un lugar chic. Los aficionados del Milan esperaban a los jugadores en el acto del lunes por la noche, organizado para celebrar el 125 aniversario del club, y a pocos metros de la entrada protestaron.

Pacífica, por supuesto, pero el contexto permitía un experimento: los jugadores llegaban de uno en uno y la curva podía así expresarse con juicios ad personam. Silbidos, aplausos, coros, silencio. Como transportados socialmente a la realidad. Escuchar su reacción y leer los comentarios en X o Instagram, se puede llegar a un veredicto: los jugadores condenados, los que todavía se ama.

Maignan a partir de 2022 bajó el nivel -muy alto- de la temporada del Scudetto. En la portería alterna grandes paradas con errores, pero la afición le salva por personalidad, porque tiene el carácter más fuerte del vestuario, quizá también por la parada a Thuram, que sigue siendo uno de los sellos del derbi. En la encuesta de la Gazzetta sobre el capitán ideal del Milan a principios de octubre, quedó segundo por detrás de Gabbia.

Digámoslo así: Theo no está pasando por un buen momento. Atacado por su entrenador, con el club dispuesto a plantearse una salida en 2025, abandonado por la afición. Los milanistas le reprochan su compromiso, no a la altura del talento, y la respuesta de la calle es clara.

En las redes sociales, menos. Más de uno tiene en cuenta su nivel -en un buen día, simplemente uno de los laterales más fuertes del mundo- y sigue pensando lo mismo: el Milan debe empezar de nuevo con Theo y Leao. Hay un problema: la relación de Hernández con Fonseca.

Rafa Leao estaba en el punto de mira de los Milanisti a principios de año, cuando corría poco y marcaba menos. Rafa no fue bien recibido el lunes por la noche, pero sigue siendo el jugador favorito de muchos milanistas.

Siempre parece jugar su fútbol con ligereza, sin maldad, pero es el más fuerte de la plantilla y en los días buenos emociona como nadie. Los aficionados están divididos sobre él, pero en su mayoría coinciden en un par de respuestas. ¿Criticarlo? Sí, por supuesto. ¿Venderlo? No, gracias.

Morata sólo ha marcado tres goles con el Milan desde principios de octubre y la afición ha perdido la paciencia. El domingo por la noche se enfadaron con él por los dos errores decisivos en el Milan-Génova y en la curva del lunes, cuando le vieron llegar junto a Calabria y Sportiello, levantaron el coro ‘que salga el…’. Se entiende. Impresión: Álvaro es respetado por su currículum y actitudes, siempre perfectas, pero no… no es querido.

El más querido, quizás. El Milan en el centro del campo empieza y acaba con Fofana y Reijnders y los aficionados no tienen nada que decir. El compromiso no se cuestiona, ni tampoco el rendimiento. El lunes por la noche, fueron aplaudidos, al igual que Camarda, Maignan y Pulisic, y los milanistas durante los partidos siempre dedican unas líneas a destacar una jugada de Tijjani o una carrera de Youssouf. Al menos aquí no hay discusión.

La curva del lunes por la noche permaneció en silencio con Paulo Fonseca: ni abucheos, ni aplausos. Sí, pero eso no es indiferencia. Es más que eso. Los milanistas le critican desde el verano, cuando obtuvo muy pocos votos en las encuestas sobre el entrenador ideal. Los primeros meses de la temporada fueron duros.

El Milan, tras un verano excelente, empezó a perder puntos y Fonseca cogió el paraguas: llovieron las críticas. Se levantó del silencio neutral con dos victorias emblemáticas (Inter y Real), sobre todo con declaraciones sinceras, posturas contra Leao y especialmente Theo Hernández, críticas a la actitud. Fonseca, en el vestuario y en público, juega así.


¿Camarda titular ante el Verona?

El día de las grandes celebraciones del pasado rossonero, el Milan tenía sobre el césped contra el Génova la alineación más joven de su liga: 24 años y 258 días de media. Lo había hecho mejor hace año y medio contra el Cremonese, con un equipo aún más “joven”: 24 años y 165 días. Así que si el pasado glorioso parece un recuerdo lejano, el objetivo es escribir nuevas páginas en el futuro con talentos de cosecha propia. Uno en particular: Francesco Camarda.

No fue titular contra el Génova, por lo que no pudo rebajar la media de edad del once sobre el terreno de juego. Sin embargo, una vez que entró en juego, a los 15 minutos de la segunda parte, contribuyó a elevar el volumen de los cánticos de la curva (todos para él). Con Francesco crecieron también las expectativas, las esperanzas de que el Milan venciera por fin la resistencia del Génova. No sucedió: ¿y si ese fuera el motivo, a saber, la tardía entrada del pequeño Camarda? Abraham había salido en el descanso con un problema físico y Morata estaba claramente en una mala noche.

Camarda hace todo lo que le pide el entrenador: presiona a los porteros y a los defensas rivales. Está en su naturaleza: es muy joven pero nada mimado, tiene hambre y ganas de surgir, lucha cada balón y tiene calidad para ser peligroso en el área. Con el Estrella Roja en la Liga de Campeones fue decisivo en el doblete final de Abraham: su cabezazo rebotó en el larguero y acabó en los pies de Tammy. Ahora sólo le falta su primer gol con los grandes: además de la presión al rival y la determinación con la que intenta abrir brecha, también necesita compañeros dispuestos a servirle en el momento oportuno.

Contra el Génova, envió un balón que parecía destinado al fondo de la red: Camarda lo puso en juego, pero para entonces ya no estaba dentro del área, listo para explotar su increíble olfato de gol. Un don natural que no tiene edad. El carné de identidad sólo sirve para contar viejos y nuevos récords: Francesco fue el debutante más precoz de toda la historia de la Serie A, un registro que se remonta al 25 de noviembre de 2023, cuando entró en San Siro con 15 años, 8 meses y 15 días.

Salió a falta de siete minutos, más la recuperación, en el Milan-Fiorentina (1-0). Fue titular en el Cagliari-Milán del pasado noviembre por primera vez con 16 años y 244 días. En los rossoneri, en la era de los tres puntos, sólo Gigio Donnarumma, en la portería desde el principio con 16 años y 242 días, lo ha hecho mejor. En la Serie A hay ilustres goleadores de 16 años: Camarda podría estar por delante de Roberto Mancini y Renato Buso, en la portería con 16 años y 10 meses. En la Liga de Campeones, en cambio, si marcase en uno de los próximos partidos, se convertiría en el goleador más joven de la historia. Un título honorífico que actualmente ostenta Ansu Fati, que marcó contra el Inter de Milán en San Siro con la camiseta del Barcelona el 10 de diciembre de 2019 a la edad de 17 años y 40 días.

Primicias y atenciones que Camarda ha demostrado saber manejar, también gracias a la protección del club, de su familia y de sus agentes: a empujones, en busca de nuevos récords. Un poco como ha aprendido a hacer en el campo: cuando relevó al otro bebé, Liberali, el domingo pasado, Camarda parecía un veterano. Se mueve con soltura, sin miedo ni preocupación. Para el gol necesita más tiempo, en el sentido de un partido entero y ya no sólo retazos, ya sea el final de un partido o la primera hora de juego que tuvo a su disposición en el partido fuera de casa en Cagliari.

Fonseca se lo piensa de verdad: esta vez no por necesidad, sino por decisión técnica. Sus centrales están disponibles, tanto Morata como el recuperado Abraham. Camarda, sin embargo, viaja más rápido y ligero: no tiene las responsabilidades de Álvaro ni las dificultades de Tammy. Puede jugar despreocupado y fuerte con el apoyo del público. Y el impulso de dos ex especiales: Pippo Inzaghi le abrazó antes del Milan-Génova.

Van Basten le auguró en la Gazzetta un futuro de estrella. Mantiene la cabeza gacha, a menos que necesite golpear por encima de sus adversarios, y los pies en el suelo, a menos que necesite desmarcarse en acrobacias. Y a partir de ahí emprende el vuelo hacia el rumbo trazado. En verano, el club creó el equipo B, el Milan Futuro: lucha en la Serie C, pero es una cantera de nuevos talentos. Camarda es una excepción: se le necesita ahora, en el presente.

JIMENEZ VOLVERÁ A SER TITULAR

Camarda tiene varios hermanitos rossoneri que también tendrán algo que decir en la próxima cita liguera. Alex Jiménez es en realidad un hermano mayor: 19 años, jugó (y bien) su primera titularidad en la liga A con el Genoa. Un pequeño Theo Hernández, el de los mejores días: defendió, intervino con acierto y luego presionó, ganó duelos en velocidad y uno contra uno. Una actuación convincente: Theo tendrá que ponerse las pilas si quiere recuperar su puesto y superar a su joven suplente. En Verona es poco probable que Fonseca vuelva a las andadas, en su lugar seguirá mirando al futuro con el pequeño Jiménez.

En la última jornada del campeonato, otros jóvenes también se sentaron en el banquillo: de Torriani a Bartesaghi, pasando por Silvano Vos. Los dos primeros ya han debutado con los grandes, el holandés no, y se le considera uno de los más preparados del equipo sub-23. Por tanto, se dan todas las condiciones para que sea el próximo debutante. Otro hermano mayor de Camarda: Vos es de 2005 y ya ha jugado con los grandes en el Ajax, 13 partidos de liga y tres en la Europa League.

Se le considera un centrocampista dúctil, con gran talento y potencial. Fonseca quiere ser el entrenador que primero intente implantarlas con coherencia en un club de primera. Mientras tanto, el nuevo Leao, más líder y menos egocéntrico, también cuida de su joven compañero: en una historia de Instagram, el portugués posó con él, llamándole “hermano”. Y con Musah fuera también para el Verona, a la espera de la recuperación de Bennacer, y con Fofana que está a una tarjeta de ser sancionado, Silvano empieza a calentar motores.


Ataque bajo mínimos ante el Verona

Vuelven las lesiones alternas. Hace un año, el Milan entró en crisis por los problemas físicos de los defensas: se lesionaron todos… y en otros puestos estaban mejor. Diciembre de 2024 es el mes de las lesiones de los delanteros. Fonseca no tiene problemas con los defensas, pero delante tiene a sus hombres contados. Para el partido del viernes en Verona, sólo están disponibles dos jugadores de campo (Chukwueze y Leao), ningún trequartista (a no ser que se cuente a Liberali) y tres delanteros: Morata, Abraham y Camarda.

Hay dos mejoras, y no son buenas.Vuelven las lesiones alternas. Hace un año, el Milan entró en crisis por los problemas físicos de los defensas: se lesionaron todos… y en otros puestos estaban mejor. Diciembre de 2024 es el mes de las lesiones de los delanteros. Fonseca no tiene problemas con los defensas, pero delante tiene a sus hombres contados. Para el partido del viernes en Verona, sólo están disponibles dos jugadores de campo (Chukwueze y Leao), ningún trequartista (a no ser que se cuente a Liberali) y tres delanteros: Morata, Abraham y Camarda. Hay dos mejoras, y no son buenas.

Noah Okafor se lesionó contra el Génova, a pesar de jugar poco (y mal). Una lesión en el gemelo, estará de baja al menos 3-4 semanas. Su 2024 ya ha terminado… y como exterior o delantero de cambio habría sido útil. Yunus Musah, por su parte, no se recuperará para el Verona, donde podría haber jugado como atípico trequartista. Regresará después de Navidad, para el Milan contra el Roma.

Esto significa que Fonseca jugará probablemente con dos delanteros. Uno, Álvaro Morata, en la posición de trequartista, como en el derbi y los siguientes partidos. Uno, a elegir entre Abraham y Camarda, con la misión de atacar el área. El objetivo es ser más peligrosos que en el Milan-Génova. Sí, sin duda se puede hacer.

¿JUGARÁ DE NUEVO LIBERALI?

Para algunos, el fichaje del lunes por la noche fue arriesgado, para otros, innovador. Muchos escucharon el nombre de Mattia Liberali por primera vez hace unos días, otros habían oído hablar de él este verano, tras el famoso amistoso contra el Real Madrid. El lunes por la noche, San Siro iluminó una camiseta con el número 30, una camiseta sin nombre en una noche especial para el club rossonero, que celebraba su 125 aniversario.

Y sin embargo, todo el estadio sabía muy bien a quién pertenecía ese número, ya que desde el primer minuto la afición coreó estribillos de ánimo para Mattia Liberali, ya el niño mimado de todo el pueblo rossonero y signo de una redención deseada por todos los seguidores del Diavolo. El de ayer fue un debut con sabor a coraje y fe en la juventud.

En un momento complicado para el Milan, con resultados fluctuantes y tensiones internas, Fonseca ha decidido dar espacio a los jóvenes. A pesar de las alternativas a su disposición, el técnico rossonero ha querido mantener la regularidad mostrada tras el partido de Liga de Campeones contra el Estrella Roja, confiando en los chicos que crecieron en la cantera rossonera.

Con sólo 17 años, 8 meses y 9 días, Liberali se convirtió en el quinto jugador más joven de la historia del Milan en debutar en la Serie A. El comienzo del partido fue comprensiblemente cauteloso: la tensión y la emoción eran palpables, pero minuto a minuto el joven trequartista fue ganando confianza.

Mattia, comentó La Giovane Italia, revista especializada en los jóvenes talentos del fútbol italiano, “fue el protagonista de algunos episodios clave, ofreciendo detalles interesantes: visión de juego, coraje en el uno contra uno y una elegancia natural en sus movimientos”.

Es cierto que el declive físico en la segunda parte fue evidente, y en el minuto 62 dejó paso a Camarda. Pero la ovación del público en el momento de la sustitución confirmó hasta qué punto había dejado huella en poco más de una hora de juego.

¿Y en Verona? Bueno, teniendo en cuenta todos los jugadores lesionados, no se puede descartar que Fonseca reintroduzca a Liberali desde el primer minuto en el campo.

EL MILAN SE INTERESA EN MORTEN FRENDRUP

El Milan, en el centro de una fuerte protesta de la afición rossonera, ya piensa en el mercado. Además de las renovaciones de Maignan y Reijnders, también se está moviendo para dotar a Fonseca de un suplente de Fofana, ya que el Diavolo cuenta con un número limitado de hombres en el centro del campo. El Milan no pierde de vista a Morten Frendrup, el centrocampista del Genoa que fue cortejado por numerosos clubes italianos y extranjeros en verano, entre ellos el Nápoles, el Liverpool, el Brentford y el Brighton.

En verano no se habría movido por menos de 18-20 millones, entre otras cosas porque las cesiones de Retegui y Gudmundsson habían bloqueado definitivamente su salida. En enero, sin embargo, la situación podría cambiar, también a la luz de los problemas que han afectado a la propiedad del Génova. Frendrup podría marcharse por una cantidad cercana a los 15 millones.

En los últimos días, Stefano Eranio, doble ex del Milan y del Génova, ha pronunciado elogiosas palabras sobre el centrocampista grifone: “En el Genoa se llevaron a todos los mejores y Frendrup es el único jugador de calidad que queda, además de que aporta mucha cantidad. Es un jugador diligente, que quizá no marque muchos goles, pero tiene un gran peso para el equilibrio del equipo”.

“Espero que el Genoa se quede con él hasta el final de la temporada, aunque sé que en la Premier League suenan campanas al vuelo y allí sólo se preocupan por ciertos jugadores. Sin duda, es un jugador al que sigue el Milan”.


Del scudetto al todos contra todos

Pero, ¿no fue ayer, anteayer a más tardar? ¿No estaba a la vuelta de la esquina el día en que el Milan ganó el Scudetto, con la gente invadiendo las calles, de pie frente al autocar y cantando, cantando hasta la noche? Han pasado dos años y medio -de mayo de 2022 a diciembre de 2024- y ese Milan ya no existe. Todo sucedió muy deprisa, incluso para una ciudad en la que la prisa es razón de vida. El Milan no sólo perdió puntos y posiciones en la clasificación, sino también el cariño de sus aficionados. Esta es una repetición de la caída en seis hitos.

Flashback, verano de 2022. Paolo Maldini, tras el Scudetto, dice: “En este punto de nuestro viaje no debemos coger jugadores medios, sino grandes jugadores con perspectiva”. El Milan en el verano de 2022 debe consolidarse, dar fuerza al grupo del Scudetto con 2-3 jugadores top, y la primera idea de Maldini y Massara es Sven Botman. El club concede un presupuesto absolutamente respetable, pero insuficiente para 2-3 fichajes de primer nivel.

Así que Maldini y Massara, tras años de gran intuición, apuestan por De Ketelaere (gran gasto por la ficha) y Origi (gran gasto por el salario), además de jugadores laterales. La tensión entre Maldini y el club siempre ha estado viva, perceptible, pero aquí se rompe -muy pronto- la gran armonía que llevó al Scudetto. La marcha de Kessié pesa y el Milan se convierte en un equipo corto, muy corto: titulares fuertes, reservas que no dan la talla.

La ruptura con la afición se abrió en el verano de 2023. El club confirma a Pioli, considerado por muchos en el límite de sus fuerzas pese a la semifinal de la Liga de Campeones, y destituye a Maldini, ya incompatible con los propietarios y con Giorgio Furlani, mientras tanto ascendido a director general. Massara, con coherencia, se hace a un lado.

Ese mismo verano, el Milan aceptó la oferta de 59 millones del Newcastle por Sandro Tonali, un jugador que la antigua directiva nunca habría vendido. ¿Verdad? ¿Incorrecto? Cada cual tiene su opinión, incluso teniendo en cuenta el problema de apuestas que surgió poco después y que provocó la descalificación. La afición pierde sin duda un símbolo, el capitán del futuro, la camiseta número 8 que pertenecía a Gattuso, la más vendida.

La grieta se convierte en abismo a lo largo de 2023. Un vía crucis. El Milan de Pioli perdió cinco derbis en un año natural: 0-3 en la Supercopa, 0-1 en la liga, 0-2 y 0-1 los dos partidos de las semifinales de la Liga de Campeones, 1-5 al principio de la temporada siguiente. El complejo de inferioridad hacia los primos se hizo muy patente y estalló en despachos, aulas, cenas familiares.

Cuando el Milan pierde su sexto derbi en abril de 2024 -y el Inter celebra en ese partido el Scudetto, que nunca antes había visto-, los milanistas deciden que ya es suficiente y rompen el pacto. Pioli, eliminado por la Roma en cuartos de final de la Europa League, se convierte oficialmente en persona non grata y la magia del Scudetto se evapora para siempre.

A principios del verano de 2024, los aficionados sólo piden una cosa: un entrenador con personalidad. Digamos una persona: Antonio Conte. El club, sin embargo, se decide por otro perfil, un entrenador más dispuesto a trabajar en equipo, menos impulsivo y más manejable.

La elección es Julen Lopetegui pero los milanistas protestan y la curva, que pesa algo, más que ellos. Objeción aceptada por Furlani e Ibra: se van todos. Mientras los aficionados votan en las urnas por Conceiçao, el club elige a Fonseca. Y los aficionados se enfadan aún más.

Corrección: para hablar de las exigencias del verano, hay un epílogo. Los aficionados también sueñan durante toda la primavera con un gran número 9, digamos un delantero generacional: un chico de 20 años con los hombros lo suficientemente anchos como para ser el delantero centro del Milan durante 10 años (vale, dados los tiempos que corren que sean 5).

Los aficionados están divididos: mejor Zirkzee, mejor Sesko, mejor Gyokeres (que de todas formas habría costado demasiado). Al final, el club elige a Morata por la relación calidad-precio, efectivamente alta. A largo plazo, se lo pensarán. No sólo eso, durante todo el verano no renunciará a la regla no escrita del techo de gasto: en 2023, sólo llegarán 20 millones de futbolistas.

Y los milanistas, acostumbrados a los Balones de Oro amontonados en Milanello por Silvio Berlusconi (o incluso simplemente impresionados por los 6 millones dados por el Inter a Thuram) protestan. Milan-Génova es el enfrentamiento, tras meses de agitación, con la investigación de la curva como telón de fondo. No es un partido como los demás.

Curiosamente, Sud ya había organizado una protesta para el Milan-Génova de mayo. Estas eran las pancartas que se exhibían: “Estrategia de comunicación, presencia institucional, compras selectivas. Cohesión, ambición, capacidad. Un proyecto ganador parte de la sociedad, Milán no se conforma”.

Un manifiesto programático, reforzado por el abandono de las gradas. Meses después, la situación empeoró: todos los milanistas seguían viendo al Inter más fuerte dentro y fuera del campo, al Milan dividido y en dificultades. El Milan-Génova de este invierno marcó la ruptura total, entre los abucheos a Ibra, las pancartas que no se dejaban entrar y luego se exhibían fuera, los trapos volados delante de las leyendas del club, que habían llegado a San Siro para la fiesta.

El Milan se encuentra inmerso en una crisis de relaciones sin precedentes. Aparentemente, nada funciona: la afición hostil, los jugadores a los que les gustan los mensajes de Maldini contra el club actual, Fonseca al que no se escucha, Theo Hernández en el banquillo, los delanteros que dejan de marcar. Sin embargo, no está dicha la última palabra.

El Milan irá a Verona el viernes, y luego jugará contra la Roma y la Juve en la Supercopa. Ese es el momento clave, cuando todo puede romperse o todo puede volver a empezar. Alguna base, después de todo, hay. El equipo tiene calidad para estar entre los cuatro primeros y Fonseca es optimista, reforzado por el regreso de Rafa Leao a un buen nivel. Volver a empezar no es imposible.


Entrevista a Marco Van Basten

Para un milanista como él, ver a su club en apuros es un dolor. El domingo por la noche, Marco Van Basten entró en el Salón de la Fama rossonero y, aunque se siente halagado por el reconocimiento de la afición y el cariño que le profesan en San Siro, no puede sonreír por el momento que atraviesa el equipo.

Marco aún sigue con cariño al Diavolo, dispensa piropos a Reijnders, Camarda y Leao, y espera que las imágenes de la última victoria en el derby vuelvan a la… normalidad. Ayer por la mañana regresó a casa, pero espera volver a San Siro para otra celebración, “quizás después de un gran trofeo ganado por el Milan”.

Van Basten, ¿qué significa para usted entrar en el Salón de la Fama rossonero?

“Es un honor. Con el tiempo llegarán también Maldini, Tassotti, Donadoni, Rijkaard y todos mis otros antiguos compañeros”.

¿Como de fuerte es su vínculo con el Milan?

“Si has jugado aquí en Milán, vistiendo la camiseta del Milan, es difícil no sentir el feeling con la ciudad, con el estadio, con la afición y con la historia de este gran club. Para mí, los colores rossoneri, la afición y el club seguirán siendo siempre algo especial. Aunque vivo en Holanda, cuando juega lo primero que compruebo es el resultado para el Milan”.

De las muchas grandes victorias con el Diablo, ¿cuál recuerda con más cariño?

“La final de la Copa de Campeones 1988-89 en Barcelona contra el Steaua fue especial, un partido que nos dio nuestro primer triunfo internacional después de años esperándolo. Fue la realización del sueño de Berlusconi, que desde el primer día quiso llegar al techo del mundo dando espectáculo. Le hemos satisfecho”.

Si tuviera que explicar a los jóvenes el ADN europeo de su equipo, el Milan, ¿qué les diría?

“Era la unidad de un club que tenía al frente a dos gestores experimentados de la talla de Berlusconi y Galliani. Berlusconi tenía una visión y la llevó adelante eligiendo bien a entrenadores y jugadores. A lo largo de los años tuvimos un súper equipo: con Tassotti, Baresi, Costacurta, Maldini y Filippo Galli teníamos la mejor defensa de Europa”.

“En el centro del campo con Ancelotti estaban Donadoni, Rijkaard, Colombo, Evani y Albertini; en ataque yo, Gullit, Virdis, Massaro, etc. La mentalidad era ganar siempre, a toda costa. Aunque estuviéramos perdiendo a pocos minutos del final. El entrenador es importante, pero si tienes un núcleo de campeones, todo es más fácil”.

Ahora los jugadores estrella de ese Milán de los récords, os desafiáis en el campo de golf

“Donadoni está entre los mejores y, cuando vengo a Italia, es agradable encontrarme con mis antiguos compañeros en un campo de golf y estar juntos. Con Gullit jugué en Holanda y es bueno. Me dijeron que Shevchenko también es fuerte: él y Donadoni rondan el hándicap 1”.

¿Piensa a veces en aquella maldita lesión de tobillo que le obligó a dejar el fútbol tan pronto?

“Fue difícil aceptar tener que parar a los 28 años. He visto a Maldini, Costacurta, Baresi y Tassotti que jugaron casi hasta los 40 años y fue algo bueno para ellos. A mí también me habría encantado, pero me habría conformado incluso con 7 u 8 temporadas más. Por desgracia, no fue posible”.

¿Qué necesita el Milan para volver a ganar como en sus tiempos?

“El Milan es un gran club, tiene un estadio fantástico y una afición estupenda. Por desgracia, en los últimos años el Inter ha ‘mandado’ (seis derbis ganados seguidos antes del de septiembre, ed.) y para los milaneses fue un golpe en el corazón. Tiempos difíciles… Estoy convencido de que el Milan volverá a ganar. Quizá ayudaría tener más italianos. Tienen buenos jugadores, pero sus equipos los utilizan poco y la selección se resiente. En España, por ejemplo, valoran más el talento”.

¿Le gusta la nueva idea del fútbol que Fonseca intenta transmitir al grupo?

“No tiene los grandes jugadores que había en mi época y por eso no es fácil obtener siempre resultados. El entrenador cambió al cabo de unos años: hay que darle tiempo a Fonseca para que trabaje y tener paciencia”.

Usted conoció a Ibrahimovic cuando estaba en el Ajax. Tiene alguna anécdota que contarnos?

“Yo era entrenador de juveniles, él era joven pero ya estaba en el primer equipo. Nos encontramos en el campo de entrenamiento y me pidió que le enseñara lo que podía hacer con el balón, pero con ese tobillo ya no podía correr ni chutar”.

Años después, vuelve a encontrarlo entre los directivos del Milan. ¿Le convence Ibra en su nuevo cargo?

“No pensaba que llegaría a ser entrenador, pero ha vivido mucho tiempo en el fútbol y tiene mucha experiencia. Los clubes necesitan gente que haya jugado, que sepa lo que significa ser futbolista. Zlatan ha recorrido el mundo, ha estado en muchos clubes, siempre ha mostrado una mentalidad ganadora y la transmitirá. Puede ser de gran ayuda para devolver al Milan a lo más alto”.

Mientras tanto, en el campo, es su compatriota Reijnders quien impresiona. Esperabas que fuera tan decisivo?

“Su explosión para mí fue un poco inesperada porque en el AZ era bastante bueno, pero… sin exagerar. Al Milan llegó con 25 años, así que ya formado, y no pensé que pudiera hacerse tan fuerte, progresar tanto. En el campo es divertido porque hace lo que piensa y transmite alegría. De vez en cuando comete errores, pero no tiene miedo y a menudo logra jugadas increíbles”.

¿Está ya entre los mejores centrocampistas del mundo?

“Sí, es uno de los mejores”.

Morata, por su parte, en su primer año en el Milan está teniendo algunos altibajos

“Ha tenido un par de lesiones y no es fácil para un delantero si estás fuera y no encuentras el olfato de gol. Lo hizo bien en el Atlético y tiene experiencia: estoy convencido de que echará una buena mano al equipo en la segunda parte de la temporada”.

¿Es Camarda el futuro del Milan?

“Sé que es muy joven y he visto algunas de sus actuaciones con el primer equipo: el Milan tiene una pepita de oro en sus manos y espero que pueda ayudar al club a ganar”.

¿Le falta a Leao un poco de continuidad y unos cuantos goles para colarse entre los mejores jugadores del mundo?

“Es bueno, a menudo salta por encima de uno o dos rivales en los regates y tiene unos tacos que no se ven a menudo. Leao es alguien con un gran potencial y depende de él demostrarlo al máximo. Todavía puede crecer mucho y hacerlo mejor”.

¿La hazaña del Milan en el Bernabéu a principios de noviembre le recordó la semifinal de la Copa de Europa en la que eliminó al Real Madrid?

“Fue un hermoso éxito. Como los del pasado. Estuve en casa de Ancelotti la semana siguiente y para él no fue un gran partido….. El Milan, en cambio, consiguió un gran resultado y se relanzó en la clasificación de la Liga de Campeones”.

Los octavos están al alcance

“Faltan dos victorias, y en Europa no hay partidos fáciles. Deseo que el Milan evite la repesca y pase directamente a octavos. Pensar en ganar la Liga de Campeones es … mucho, pero puede volver a hacerlo en el futuro”.

¿Cuál es tu favorito para esta temporada?

“Liverpool. Conozco a Slot, he hablado con él varias veces y es muy bueno. Tiene una idea muy clara del fútbol y los resultados demuestran que fue capaz de tener un impacto inmediato en el equipo, de transmitir lo que tiene en mente”.

Con el Milan fuera de la carrera, ¿a quién ve en la primera posición para el Scudetto?

“La Serie A es divertida este año porque hay muchos clubes cerca y luchando por el título. La clasificación dice que entre 6 y 7 equipos pueden ganar el Scudetto y eso es bueno para los aficionados, pero también para el fútbol italiano, que será más seguido en el extranjero”.

¿Y si, al final, fuera el Atalanta el que saliera vencedor?

“Viéndolo por televisión me gusta: juega agresivo, es divertido y no tiene miedo a nadie. Gasperini lleva años practicando este fútbol hecho de ritmo y presión, y los resultados le están dando la razón: es primero en la liga y va fuerte en la Liga de Campeones”.

¿Atalanta en 2025 como Verona en 1985?

Sería algo trascendental, pero Fiorentina, Lazio y Bolonia también están cerca o incluso por delante de algunos grandes. Puede pasar de todo”.

¿Quiénes son los mejores delanteros de Europa en estos momentos?

“Estuve en Madrid hace poco y Mbappé y Vinicius son muy fuertes. Haaland también es muy bueno”.

¿Gyokeres es el nuevo chico del barrio?

“Está llamando con fuerza a la puerta y hay que vigilarlo”.

¿Le habría ido mejor a Zirkzee irse al Milan en vez de al United?

Es un buen jugador, pero es joven y le falta experiencia. Hizo una buena temporada en el Bolonia, pero, con todos mis respetos, el Bolonia no es el Milan, el Inter o el United. Hay que darle tiempo”.

Usted acaba de cumplir 60 años y es comentarista de televisión tras sus años como entrenador. ¿Siente alguna vez la llamada del campo?

“No, porque ya no puedo esprintar ni correr mucho. El tobillo siempre está ahí (sonríe, ed.) y los años como futbolista pasan factura. También les pasa a Gullit y Rijkaard… Antes, podía jugar un poco al golf o al squash. Ahora, estoy mejor viendo deporte en la tele que practicándolo. Los años pasan…”.

OKAFOR DE NUEVO LESIONADO

El delantero suizo Noah Okafor, que no saltó al campo hasta el minuto 76 y no causó una gran impresión en el partido contra el Genoa, ha vuelto a lesionarse hoy. Para el ex-Salzburgo se trata de un problema muscular en el gemelo. En una situación nada fácil desde el punto de vista de las lesiones, habrá que conocer el alcance del parón del jugador suizo.


Todo lo que no va del Milan

¿Es esto el Milan? Hace dos años el Milan ganó el Scudetto, luego empezó a deslizarse, como en un plano inclinado: cada vez más rápido. Perdió jugadores, perdió posiciones en la clasificación, sobre todo perdió su alma. El equipo no es pobre, algunos jugadores que llegaron en los dos últimos mercados tienen calidad, pero los errores se suman, sobre todo no hay espíritu.

El Milan no tiene nada de los equipos fuertes: no tiene líderes, no gana partidos con cinismo, fuerza y personalidad, no comunica fuerza con sus directivos. A sus aficionados les parece experimental, construido para el intercambio de jugadores más que para ganar partidos.

Los problemas se acumulan y quizá puedan desglosarse, empezando por la protesta contra el club. Este Milan ha perdido todo el amor de la afición y nunca da la impresión de querer ir en una dirección con fuerza. Los directivos nunca hablan al final de las tardes negras, sólo Ibrahimovic en la previa del partido, como pasó en la Champions y también ayer.

Los milanistas le abuchean, impugnan a Furlani en las redes sociales, recuerdan a Galliani y se ponen nerviosos. Las elecciones del mercado, entre líneas, son discutidas: Reijnders y Pulisic fueron dos gangas, Fofana echó una gran mano, pero otros fichajes de 15-20 millones (más primas) son decepcionantes: Chukwueze, Loftus-Cheek, Okafor, Pavlovic, incluso Emerson Royal, que ni con el Genoa era de los peores.

Los aficionados no tienen ningún problema con Fonseca -de hecho, últimamente aprecian su sinceridad-, pero el entrenador es un símbolo de la crisis. En verano, los aficionados del Milan pedían a Conte, pedían un ganador, o al menos un entrenador con una imagen vanguardista como Conceiçao, que se llevó miles de votos en las encuestas sobre el candidato ideal. En lugar de eso, el club eligió a Lopetegui y se llevó a Fonseca, un hombre con sentido común que en conferencia no ataca al club ni pide 50 millones por jugadores.

Fonseca hizo muchos intentos, fue duro con Leao y Theo, pero en Italia empató con Torino, Cagliari y Genoa, perdió con Parma, Fiorentina, Nápoles y Atalanta. El Milan es octavo y es inevitable pensar que hace un año acabó segundo con una plantilla parecida, quizá peor.

El Milan es una hoja de papel al viento: no tiene fuerza, siempre puede caer de un lado u otro. Carece de una línea y de líderes que puedan llevarlo adelante, dentro y fuera del campo. Leao, el capitán ayer, es un jugador muy fuerte, no un líder.

Y de nuevo, Calabria y Theo están en una ruptura prolongada con el entrenador, Reijnders es un proyecto de campeón pero no un líder. El Milan no tiene líderes, quizás Maignan que tiene un carácter particular, quizás Morata que todavía no se ha hecho cargo del equipo.

El Milan es la quinta mejor defensa de la liga y más que el cuánto, importa el cómo. Esta temporada se ha llevado muchos goles evitables, muchos similares (centros de izquierda a derecha, con laterales pillados fuera de posición), por errores individuales. En defensa el único fiable es Gabbia, Theo Hernández es un problema defensivo, Emerson Royal sube y baja.

El equipo está sostenido por dos centrocampistas -Fofana y Reijnders- que tienen que jugar todo el tiempo y defender por tres, a pesar de tener un espíritu ofensivo, de mediapunta box-to-box en el mejor de los casos. Musah en la derecha ha mejorado la situación, pero encontrar un equilibrio es una lucha.

Este equipo al menos tenía una certeza: talento ofensivo. Pulisic, Leao, Morata, Reijnders. Desde el banquillo Abraham, Okafor, Chukwueze. Una baraja superior en cantidad a casi todos los equipos italianos. El campeonato, paso a paso, le ha quitado incluso esta certeza.

En ocho de los quince partidos de liga, el Milan no ha marcado más de un gol, y con el Genoa era un hombre intentando abrir una cerradura con un manojo de llaves equivocadas. Mil intentos, todos en vano. Ojo al número: los dos delanteros llegados del mercado marcaron 6 goles (4 Morata, 2 Abraham), la mitad que Retegui, comprado al Atalanta en 48 horas.

Y ahora se avecinan semanas de protestas. El Milan sólo jugará en San Siro una vez antes de Reyes: el 29 de diciembre contra la Roma. Paradójicamente, esto es una ventaja. Sin embargo, mirando un poco más lejos, es crucial entender qué será de RedBird, ya que el préstamo del vendedor debe devolverse antes del 31 de agosto a Elliott. A la espera, hay una certeza razonable: Cardinale no hablará de Milan en las próximas semanas. A pesar de las peticiones y las pruebas, lleva meses sin hacerlo.


Basta con este absurdo Milan

PAULO FONSECA

¿Qué partido ha sido este?

“Una protesta normal. Entiendo perfectamente la reacción de los aficionados. Hoy era un día especial. Pero hay que ser justos con el equipo: los jugadores lo hicieron todo para ganar. Lo único que faltó fue el gol. Actitud, espíritu de equipo, estaban ahí. Nos faltó calidad, en las últimas decisiones, las asistencias, los tiros, pero todo lo demás no… Quiero ser justo con el equipo. Los chicos hicieron todo lo posible para ganar”.

¿Le preocupan el ambiente y la clasificación?

“No estamos en el lugar que queremos estar. Estamos trabajando de forma honesta”.

Sacchi en 1988 tenía una clasificación similar a la tuya, Berlusconi la confirmó. ¿Debería la dirección hacer lo mismo contigo?

“Sinceramente, no lo necesito. Desde el primer día tengo a los jugadores conmigo, cada día me demuestran que están conmigo y que creen en mis ideas”.

Los aficionados exigen ambición. ¿Puede ayudar el mercado?

“Creo que el equipo tenía ambición de ganar el partido. No se ven muchos partidos en la Serie A de un equipo tan ofensivo como lo hemos sido hoy. El equipo fue ambicioso”.

¿Necesita algo en enero?

“No es el momento de pensar en enero. Tenemos que pensar en trabajar. En su momento pensaremos que podemos hacer para mejorar el equipo”.

¿A pesar de todo, la actuación fue comprometida?

“Sí, obviamente estoy decepcionado con el resultado, al igual que nuestros aficionados, pero estoy satisfecho con la actitud y el espíritu del equipo. Los jugadores lo hicieron todo para ganar, sólo faltó el gol: tuvimos muchas situaciones cerca del área del Génova. No hay muchos partidos en los que tengamos tantas ocasiones como hoy. Quizá tuvimos que tomar mejores decisiones en el último minuto”.

Un Genoa encerrado

“El Génova no creó situaciones de peligro, fuimos agresivos y recuperamos muchos balones altos: sólo faltó el gol. Es cierto que no tenemos a todos los jugadores en este momento, pero creo que los que jugaron, incluso los jóvenes, lo hicieron con coraje y la actitud adecuada”.

Sobre la actuación de Jiménez

“Estuvo muy bien. Liberali también y era más difícil porque juega en una zona donde no hay mucho espacio: pero tuvo coraje y la actitud correcta. Alex hizo un gran partido y es un joven en el que creemos, me alegro por él”.

¿Le falta también convicción y mala leche?

“Hoy no. Hoy el equipo ha querido ganar el partido, hemos sido agresivos sin balón y nos hemos acercado muchas veces al área del Genoa. Creo que no es una cuestión de confianza, sino de elecciones”.

El Milan construye mucho pero la impresión es que le falta un delantero centro de verdad

“Creo que tenemos buenos titulares. Abraham tenía una contusión, Álvaro no entrenó en toda la semana. Creo que a veces hablamos de los delanteros, pero a nuestro juego también le ha faltado calidad en los centros, en los disparos, en las asistencias. Pero confío plenamente en nuestros delanteros”.

Los aficionados protestaron al final del partido

“Es normal, esto pasa. Teníamos muchas ganas de ganar por nuestros aficionados, pero creo que siempre han estado con el equipo. Y creo que todos podemos reconocer que el equipo lo dio todo para ganar, está claro que no estamos satisfechos con el resultado y entiendo la decepción de los aficionados”.

RAFAEL LEAO

Al Milan le falta continuidad. Es un proyecto nuevo, necesitamos tiempo

“Lleva tiempo, estamos empezando a entender un poco las ideas del entrenador, pero en mi opinión a veces el problema somos nosotros por dentro, pequeñas cosas que podemos cambiar como la mala leche de cara a portería, encontrar espacios en el campo. El entrenador tiene buenas ideas, quiere jugar mucho, presionar al rival”.

“Noto mucho la diferencia porque cuando presionamos tenemos el balón cerca del área contraria y podemos marcar goles, pero lleva tiempo. Tuvimos un buen periodo, ahora empatamos pero no puede ser el fin del mundo. Tenemos que levantarnos todos juntos, trabajar porque hoy hemos estado a punto de no ganar, nos hemos topado con un larguero. El fútbol es así”.

¿Os dais cuenta de que está perdiendo muchos puntos en la clasificación?

“Sí, está claro. Incluso el entrenador nos había dicho que era un partido importante. Nosotros en el campo también debemos entender eso, que cada partido debe ser como una final. Hoy no nos ha faltado actitud, pero es uno de esos partidos en los que aunque hubiéramos jugado otros 30 minutos no habríamos marcado. No podemos perder más puntos fuera de casa, de lo contrario se hace difícil”.

¿Qué ha faltado?

“La mala leche. No hicimos un partido tan perfecto, pero tuvimos ocasiones de marcar goles. Hoy no hemos tenido suerte. Y luego era un partido para dar algo a la afición, porque era un día muy importante: ahora cabeza arriba y a pensar en el siguiente”.

Sobre el entendimiento con Liberali

“Un buen chico, con calidad. Hoy nos ha demostrado lo que puede aportar al equipo, estoy muy contento por él: como jugador que lleva aquí unos cuantos años, siempre intento dar confianza a los jugadores más jóvenes, que son el futuro del Milan”.