Los discutidos Theo y Leao

El balance que hace L’Equipe, en su edición de hoy, de la actuación de Theo Hernández anoche ante Italia, en partido valedero para la Nations League, es de todo menos halagador. Según los colegas transalpinos, el lateral rossonero no ofreció la mejor de sus actuaciones defensivas: “Toca mucho el balón, pero no consigue hacer gran cosa. Y le cuesta defender. Cometió errores garrafales que propiciaron un centro (minuto 6) y otro para el gol del empate de Dimarco (minuto 30). En el 3er gol de Italia (minuto 74), tardó demasiado en salir sobre su jugador”.

Un rechazo que sigue a un inicio de temporada decididamente discreto para el vicecapitán del Milan, marginado dos veces por el nuevo entrenador debido, por lo que se ve en el juego, a una condición física menos que óptima. Y para un jugador que hace de sus proezas atléticas su mayor virtud, está claro que no se trata de un problema menor: sin duda mejorará a medida que juegue, pero de momento está claro que no es la mejor versión de Theo.

Enlazamos con el boletín de notas de L’Equipe y la actuación del defensa en la selección para llamar la atención sobre una de las claves que podrían decidir el derby, en un sentido o en otro. Por supuesto, primero está Venecia y luego el Liverpool en la Liga de Campeones, así que puede parecer alarmista preocuparse ya por los nerazzurri, pero lo cierto es que anoche se dieron varias situaciones que han hecho sufrir defensivamente al Milan en las últimas temporadas, sobre todo cuando se enfrentaba al equipo de Inzaghi.

El ex-entrenador del Lazio ha perfeccionado ya un 3-5-2 compacto y fluido que explota el campo en toda su amplitud, tensionando las líneas contrarias con continuos cambios de juego y velocísimos reversos, aprovechando la confusa colocación de los defensas. Y aquí necesitamos que Fonseca encuentre el contragolpe para frenar este tipo de juego: ya contra el Torino, aunque allí el lateral era Saelemaekers, vimos cómo el centro de banda a banda ponía en jaque a la retaguardia del Milan.

Se trata, por tanto, de un discurso que va más allá de lo individual y del estado poco brillante de Theo: el seleccionador Fonseca debe ser capaz de proteger al equipo en situaciones similares, implicando más a los jugadores de campo o a los centrocampistas, en función de las salidas y las retenciones de los distintos jugadores. Ayer, este tipo de juego decantó la balanza para Italia, con Spalletti volviendo al 3: fue una prueba “libre”, ya que no tocó de primera mano al Milan. Fonseca y los jugadores empezarán a valorarlo.

Y LEAO SIGUE RECIBIENDO CRÍTICAS

Cambia la camiseta, no las críticas Rafael Leao se había ido del Milan con un gol importante, el que empató el partido contra el Lazio, entonces casi eclipsado por la polémica en el banquillo del Olímpico y el “enfriamiento de la discordia” con su amigo Theo Hernández. Pero tampoco en Portugal encontró la paz. Vale, su selección ganó y Cristiano Ronaldo celebró los 900 goles de su carrera, pero el delantero del AC Milan fue un mero extra en la fiesta lisboeta contra Croacia.

Leao sólo estuvo sobre el terreno de juego los primeros 45 minutos, en los que no llegó a disparar, sumando un centro fallido, un pase clave y un regate acertado de los dos intentados. Una primera parte anónima, tras la cual el seleccionador Roberto Martínez lo sustituyó por el joven Joao Neves. Y ayer los periódicos portugueses no fueron tiernos en su justificación de la actuación de Rafa. ‘Demasiado intermitente (…), adolece de una clara falta de confianza’, el boletín de notas de A Bola, acompañado de un 5 de nota.

Martínez, sin embargo, explicó el cambio en el descanso puramente por razones tácticas. No es, por tanto, un rechazo para Leao. Aunque hay un dato que da que pensar: en sus 32 partidos con la selección, sólo en una ocasión permaneció en el campo los 90 minutos, en junio de 2023 contra Islandia. Mientras que su último gol con Portugal fue el 21 de marzo, en el amistoso contra Suecia. Entre medias, una Eurocopa con más bajadas que subidas. En resumen, si las cosas no siempre van bien en Milán, aún van peor en casa.

Mañana Rafa volverá a la carga en la Nations League contra Escocia, probablemente todavía desde el 1′, aunque Martínez ha anunciado cambios en la alineación. Luego, a partir del lunes, tendrá que pensar de nuevo en el Milan. Dentro de una semana, el Venezia llegará a San Siro y los rossoneri se verán obligados a eliminar ese molesto “cero” del casillero de victorias.

Leao cree y espera recuperar la titularidad y los tres puntos para afrontar los dos grandes partidos de la serie, contra el Liverpool en la Liga de Campeones y el Inter en la Serie A, este último ya crucial tras el terrible inicio liguero. Los seis derbis consecutivos perdidos ante los nerazzurri figuran entre los motivos del desánimo de los últimos tiempos en el mundo milanista.

Invertir la tendencia daría impulso a una temporada que empezó cojeando. Lo mismo ocurre con el equipo en general y con Rafa en particular. Después de ganar el título de mejor jugador del año del Scudetto, el portugués no ha crecido mucho. Ha llegado el momento de hacerlo.


El tremendo mal inicio de Rafa Leao

Indolente, irresoluto, abúlico: el comienzo de temporada de Rafael Leao no es para pasar a la posteridad, por decirlo suavemente.El jugador mejor pagado del Milan, 7 millones de euros al año por cierto, autor de un gol contra el Lazio y de una asistencia a Pulisic contra el Parmaen las tres primeras jornadas de la Serie A con los rossoneri, pero sin duda protagonista de un inicio complicado en Italia, también decepcionó el jueves por la noche con la camiseta de Portugal, que salió vencedora por 2-1 ante Croacia en el primer partido de la Nations League, en el Da Luz de Lisboa.

Desplegado como titular por el seleccionador Roberto Martínez, el número 10 del Milan fue sustituido en el descanso sin causar impacto:Acabado en el centro de un torbellino de polémicas sobre el terreno de juego y en las redes sociales, tras la nefasta pausa para refrescarse en compañía de su amigo Theo Hernández y la respuesta en X a las críticas de Paolo Di Canio, esta noche no logró impactar, limitado por el croata Jakic y Sutalo. Una actuación opaca.

Los números de su partido así lo atestiguan: en 45 minutos nunca se acercó a la red, con cero tiros a puerta y cero remates fuera, cero goles esperados y sólo dos regates intentados, uno acertado y otro fallido. Veinte toques en su partido, con un 100% de precisión en los pases pero sólo un pase clave, además de un centro intentado pero fallido.

Cifras que no mienten, sino que lloran: entre tanta red social y tan poco en el campo, esta primera parte de la temporada para Leao es un rotundo “no”. Ahora la respuesta debe llegar, con hechos, en los retos clave en la reanudación, contra el Liverpool en la Liga de Campeones y el Inter en el campeonato: de lo contrario, el riesgo será hablar de una temporada echada a perder antes de que realmente haya empezado.

BALLO-TOURÉ Y ORIGI SIGUEN COBRANDO DEL CLUB

Ambos jugadores están relegados a la sub-23, de hecho ni siquiera forman parte de la plantilla de Daniele Bonera. De los dos, el más fácil de colocar podría haber sido el senegalés, por una razón puramente salarial: un millón de euros. Y una edad asequible, 27 años.

Y el destino parecía encontrado, con el ex Ivan Gazidis sirviendo de asistente: el Saint-Étienne, del que el sudafricano es presidente, estuvo a un paso del lateral, que declinó en el último momento. Esperaba Inglaterra, pero en el Fulham jugó mal sus cartas y tras la Copa Africana de Naciones prácticamente no vio el campo.

Era más previsible este escenario para Origi. Un contrato de 4 millones netos al año hasta 2026, una cesión fallida al Nottingham Forest donde sólo marcó un gol, además en la copa nacional menos importante y ante un rival de Championship. ¿Quién puede permitirse hoy el riesgo de asumir semejante compromiso ante las recientes temporadas?

Intentando limitarnos a los mercados más ricos, destacamos 6 países:

  • Catar, 9 de septiembre
  • México, 10 de septiembre
  • Grecia, 11 de septiembre
  • Rusia, 12 de septiembre
  • Turquía, 13 de septiembre
  • Emiratos Árabes Unidos, 1 de octubre

Estas son las últimas esperanzas, para no negociar la resolución.


Morata ya mira al derby

En la selección ante Serbia no habría jugado de todos modos, descalificado por los cánticos sobre el ‘Gibraltar español’ en la fiesta madrileña por la victoria en la Eurocopa. Pero Álvaro Morata, en boxes por una lesión de poca gravedad en el músculo recto femoral izquierdo, que se produjo en los días posteriores a su debut con gol ante el Torino, no puede estarse quieto. Quiere fútbol, quiere al Milan. Y ya tiene una fecha precisa en la cabeza: el 22 de septiembre, la noche del derbi.

Morata probablemente volverá incluso antes (podría estar ya en el banquillo con el Venezia, en la reanudación del campeonato, y luego está el Liverpool en la Liga de Campeones), pero es para el reto con el Inter para el que espera estar en lo más alto. Por eso, ayer el delantero centro madrileño resopló sobre el césped de Milanello, a pesar de que Paulo Fonseca había dado cuatro días de descanso al resto de sus compañeros (salvo a los lesionados y a los que estaban fuera con sus selecciones). Álvaro también publicó un breve vídeo en Instagram mientras corría bajo la intensa lluvia, recibiendo los vítores de muchos aficionados rossoneri que no ven la hora de que vuelva a la acción.

A nivel técnico, tras la llegada de Tammy Abraham, el Milan puede esperar con menos ansiedad el regreso de Morata. El inglés ya demostró ante el Lazio que puede ser algo más que un delantero centro de recambio. Álvaro, sin embargo, es fundamental no sólo en su forma de jugar, sino también en el papel de líder dentro del vestuario. Y su ausencia, tanto en Parma como en el Olímpico, se notó mucho en este sentido.

Al fin y al cabo, estamos hablando del capitán de la selección española campeona de Europa, además de un delantero capaz de no sentir el peso de camisetas tan importantes como las del Real Madrid, la Juventus, el Chelsea o el Atlético de Madrid. Morata, ya sea por experiencia, edad o características, destaca dentro de la plantilla rossonera.

No en vano, fue el primero en dar la voz de alarma tras el empate en casa contra el Torino. “Tenemos que dar un paso más mentalmente, trabajar, hacer más faltas, convertirnos en un equipo más duro”, había dicho el español al triple pitido de la primera salida del Diavolo. Tras esa convocatoria, sin embargo, Álvaro tuvo que abandonar el terreno de juego por lesión y el Milan tuvo que prescindir de él en los siguientes partidos, contra el Parma y el Lazio, en los que Fonseca sólo sumó un punto.

Profesionalmente, Morata está centrado en su recuperación. Pero en España, en los últimos días, también se ha hablado de él por asuntos fuera del campo. La revista Diez Minutos publicó en su portada fotos exclusivas del delantero centro con su mujer Alice en Madrid.

La pareja no había anunciado su separación hasta hace unas semanas y, la verdad, no hacían otra cosa que llevar a sus hijos al colegio, pero eso bastó para que los rumores sobre la reconciliación se extendieran. Quién sabe… A los aficionados del Milan les importa que Álvaro esté sereno para rendir al máximo sobre el terreno de juego, como hizo en la media hora contra Toro en su debut. Quizá la parte más acertada del partido en este decepcionante inicio de temporada de los rossoneri.

Que haya sido la única jugada de Morata probablemente no sea casualidad. Entre las cualidades del español destaca su predisposición a presionar la primera llegada del rival, uno de los nudos más citados por Fonseca para explicar las dificultades de su equipo. Sin embargo, el ex jugador del Atlético de Madrid también es un hombre de partido.

Basta con desplazarse por la lista de clubes a los que ha marcado más goles en su carrera. Primer puesto ex aequo con 6 goles: Sevilla y… Real Madrid. En los blancos, como ex jugador, le fue mal tanto con la Juve como con el Atlético. Y en los cuatro derbis jugados contra la Real en 2023/24, Morata marcó tres goles, ganando dos y empatando otro. Pero la cosa no acaba ahí. En Italia, Álvaro tiene tres víctimas favoritas, a las que ha marcado cuatro goles: Bolonia, Parma y… Inter.

Equipos castigados durante su etapa en la Juve. Hoy, los aficionados milanistas esperan que se convierta en el talismán capaz de romper la maldición del derbi: seis derrotas seguidas, incluida la última con una estrella en la cara. En abril, sin embargo, Morata no estaba. De hecho, poco antes con el Atlético había echado a los nerazzurri de la Liga de Campeones. Quién sabe, ¿quizá sea un poco como la kriptonita para Superman?


Historia Milan: la muerte de Alvaro Gasparini

Buenos Aires, junio de 1979, los rossoneri están de gira sin Liedholm, que está a punto de irse a la Roma. El Diablo está en manos de Alvaro Gasparini, que una mañana, mientras paseaba frente al hotel, siente un dolor agudo…Buenos Aires, junio de 1979, los rossoneri están de gira sin Liedholm, que está a punto de irse a la Roma. El Diablo está en manos de Alvaro Gasparini, que una mañana, mientras paseaba frente al hotel, siente un dolor agudo…

Álvaro Gasparini camina frente al Hotel Continental cuando siente una punzada en el pecho. Repentina, muy fuerte. Se desploma. Eran las 11 de la mañana en Buenos Aires y, en ausencia de Nils Liedholm, era el entrenador del Milan. Era el 5 de junio de 1979, el 18º día de la gira rossonera por Sudamérica. Con dificultad, a pesar de encontrarse a sólo unas decenas de metros, Gasparini regresa al hotel. En el vestíbulo se cruza con el doctor Giovanni Battista Monti y en voz baja le dice: “Siento un dolor muy fuerte”, luego se inclina hacia delante, se lleva la mano a la altura del corazón, su rostro es una máscara de sufrimiento.

El Dr. Monti, a quien todo el mundo en Milán llamaba Ginko, intuyó enseguida la gravedad de la situación, sentó a su amigo en un sillón, se marchó un momento a recepción y pidió que llamaran inmediatamente a una ambulancia. A las 11.30 Gasparini está en el hospital. Le acompañan, junto a Monti, el gerente acompañante, Franco Ghizzo, y el masajista, Guido Ruggero.

Los médicos de urgencias argentinos realizan un electrocardiograma. Todo parece en orden. Hay tonos tranquilizadores, informes que en teoría confirman el estado de salud del hombre: no hay nada de qué preocuparse. El corazón de Gasparini ha vuelto a latir con normalidad. En la sala de espera, el Dr. Monti niega con la cabeza, nada convencido de la respuesta de los médicos.

Por lo que pudo ver -en los agitados momentos en que Gasparini pidió su ayuda- se estaba produciendo un infarto. La noche anterior, Gasparini había caído enfermo y había hablado de ello con Monti. El médico le había recomendado un chequeo en el hospital. Era tarde, Gasparini no quería salir del hotel, el entrenamiento estaba previsto para la mañana siguiente.

No es nada, dijo. Ya se le pasará. Una gastritis, había concluido. Incluso se habían reído juntos. “Me pregunto qué nos darán de comer…”. Se había vuelto a acostar. Y a la mañana siguiente -alrededor de las once-, después de desayunar, había salido del hotel para estirar las piernas. Pero había vuelto a sentirse mal.

Los ejecutivos rossoneri están decidiendo qué hacer, unos metros más allá, al final del pasillo, Gasparini descansa en su habitación. Lo mejor es que se quede allí otras veinticuatro horas, no hay duda. Ghizzo llama un taxi y, junto con Ruggero, vuelve al hotel a buscar el pijama de Gasparini y una muda de ropa. Han pasado unos minutos cuando un médico se acerca a Monti y le informa de que Alvaro Gasparini ha muerto.

Monti llama primero a la centralita del Hotel Continental, donde el equipo está en el campo de entrenamiento. Pregunta por Gianni Rivera, el capitán. Cuando Rivera se acerca al teléfono, oye la voz entrecortada del director. Es un silbido. Unas palabras interrumpidas por las lágrimas: “Álvaro ha muerto”. Rivera se queda de pie, con el auricular en la mano, en estado de shock, luchando por darse cuenta. Alvaro Gasparini ha muerto. Con sólo 41 años, nació en Bastiglia, cerca de Módena, pero Cesena se había convertido en su ciudad de adopción.

Tras una carrera como futbolista entre Cesena, Catanzaro, Novara y Pisa, había empezado a entrenar. En aquel momento, era el segundo entrenador de Nils Liedholm. Llevaba tres años en el AC Milan. Había llegado allí en 1976, junto a Pippo Marchioro, con quien había trabajado en el Cesena. Y luego se había quedado, a pesar de cambiar de entrenador, primero con Nereo Rocco y luego con Nils Liedholm. Era un entrenador apreciado, por su competencia y profesionalidad. En el AC Milan se había convertido enseguida en “uno más de la casa”.

Lo que debería haber sido una gira de vacaciones se convirtió en una pesadilla. La fiesta milanista partió de Milán el jueves 18 de mayo. Cinco días antes, el domingo, terminaba el triunfal campeonato 1978-79. Era el año de la Estrella, el Milan ganaba el 10º Scudetto de su historia.

Estaban el viejo Albertosi y el joven Baresi, el ‘Piscinin’ estaba flanqueado por el experto Bet, estaban Collovati y Aldo Maldera, el lateral goleador, Buriani, De Vecchi y Novellino, estaba el carismático líder Albertino Bigon, estaba ‘Dustin’ Antonelli, llamado así por su parecido con el actor estadounidense Dustin Hoffman, y estaba Stefano Chiodi, el delantero centro, estaban Capello y Minoia, los primeros reservas.

Y luego está Gianni Rivera, en su último campeonato con la camiseta que ha llevado toda su vida. La gira se organizó precisamente con la victoria en el Scudetto. En Sudamérica les espera la llamada “Estrella del Sur”. Por ocho partidos amistosos entre Argentina, Uruguay y Paraguay, el club recibirá un salario de 130 millones de liras.

Pero el caso que acapara los titulares es otro: Nils Liedholm, tras ganar el Scudetto, está pensando en dejar el Milan. Al Barone le tienta un regreso a la Roma. Durante días, el presidente del Milan, Emilio Colombo, dio por hecha la reconfirmación del sueco en el banquillo. Pero Liedholm cree haber cerrado, después de dos años, su experiencia en el Milan. A sus 57 años, le espera un nuevo reto.

El Milan partió hacia Sudamérica sin Collovati y Maldera, ambos convocados para la Azzurra. El seleccionador Enzo Bearzot los quería con él. Nils Liedholm también se quedó en Italia. Ya no será el entrenador del Milan, que afrontará el campeonato 1979/80 con la escarapela tricolor de campeón de Italia en el pecho. El club rossonero eligió a su sustituto: se trata del emergente Massimo Giacomini, de 40 años, que en dos años llevó al Udinese de la Serie C a la Serie A.

Mientras tanto, comenzó la gira del Milan: tres empates (1-1), contra Boca Juniors, Talleres y River Plate, otro empate -esta vez 0-0- contra una selección de Uruguay, y luego una derrota contra Olimpia (1-2) tras una cacería de hombres por parte de los paraguayos. Los rossoneri vivieron la gira como unas vacaciones. La expulsión de Gianni Rivera, la primera en su carrera, ante el Olimpia de Asunción fue noticia. Alvaro Gasparini fue al banquillo en lugar de Liedholm.

La noticia de la muerte de Gasparini ya se conocía cuando el Milan volvió a enfrentarse a Andes Talleres y perdió 2-3. Antes del partido se guarda un minuto de silencio en memoria del entrenador. En ese momento, el cuerpo de Gasparini ya está de camino a Italia, acompañado por un par de directivos rossoneri. Al día siguiente, el grupo del Milan también parte.

La celebración de la Estrella, prevista para el 16 de junio en Milanello, fue cancelada. Con estas palabras recuerda Liedholm a su colega: “Era un amigo fraternal, un trabajador incansable, era humilde y al mismo tiempo orgulloso con cualidades humanas y morales. Cuando le dejaba el equipo para entrenar estaba muy tranquilo y puntualmente Alvaro respondía a mi confianza”.

Treinta años después de su fallecimiento en 2009, el nombre de Álvaro Gasparini se ha relacionado con las sospechosas muertes por ELA en el fútbol italiano, en el marco de una investigación del fiscal de Turín Raffaele Guariniello.


El Milan con la peor defensa de la liga

El Milan tiene la peor defensa de la liga y eso bastaría para hacer sonar las sirenas y gritar a todo el mundo: “Milanello, tenemos un problema”. Algunas cifras adicionales ayudan a entenderlo. Los goles esperados encajados en los tres primeros partidos fueron de 5,67, señal de que el Milan no es víctima de episodios: encajó más o menos los que mereció.

La distancia media de los disparos, inferior a 14 metros, es la más baja de la A, un claro indicador: el Milan concede muchas ocasiones en su propia área. Para comparar: cada disparo concedido por Juventus y Nápoles comienza cinco metros más atrás. Una diferencia enorme.

La lista de culpables no es compleja. Es larga y empieza por Theo Hernández, Fikayo Tomori, Calabria y Emerson Royal: en qué orden, cada cual es libre de decidir. Obligatorio, sin embargo, extenderlo a los demás departamentos: es trivialmente una cuestión de equipo, de sistema. Si Leao no funciona sin el balón, si Reijnders no lee una situación, si Fofana falla el recorte de Dia y vuelve despacio… el sistema se derrumba.

Fonseca pidió en verano cambios respecto al pasado, en el que la defensa era un grave problema. Pidió agresividad y posesión, que se utilizaran también defensivamente, para manejar el ritmo del partido. Poco o nada funcionó y el Milan se mostró hoy como un equipo lleno de jugadores que, por sus características y mentalidad, crean muchos problemas en la fase defensiva.

Todos los centrocampistas, excepto Fofana, miran hacia delante, son mejores atacando que jugando sin balón. Los jugadores de campo ofensivos que quedan en la plantilla, de Chukwueze a Leao, con la excepción parcial de Pulisic, no tienen aplicación defensiva. Y así los planes se desmoronan.

El Milan quiere defender de forma compacta, pero en varias ocasiones se queda con demasiados hombres por encima de la línea del balón. Fonseca no quiere defender hombre contra hombre e intenta mantener la superioridad numérica atrás, pero a menudo los mecanismos se rompen y los defensas se encuentran ante un tres contra tres, un cuatro contra cuatro.

Se ha escrito sobre la ritualidad de los goles encajados: casi todos llegaron con un centro desde la banda derecha, la de Calabria y Emerson Royal, y un libre directo desde el lado contrario. Los errores, sin embargo, son variados y, sólo con el partido del Lazio, se puede crear una mini-muestra. En estas imágenes, un ejemplo. Primer caso: un error individual. Terracciano, con el Milan por delante 1-0, pierde a Tchaouna en el área y deja que cabecee a su espalda. El Milan se salvó sólo porque el cabezazo fue débil y centrado.

Algo parecido ocurrió en la primera acción del partido, a los dos minutos. Tomori falla por completo ante Castellanos y Dia lo encuentra bien por detrás. Maignan pasó apuros aquí, en parte porque Dia chutó flojo y en parte porque Pavlovic recuperó en la línea de gol.

Profundicemos en el gol de Dia. Al principio de la acción, Chukwueze se vio sorprendido por la combinación Nuno Tavares-Zaccagni en la banda y Emerson Royal estuvo lento y subestimó el peligro. Aquí está el aviso.

La situación sería salvable, pero en el centro del área Tomori no cerró la única línea de paso posible para Dia y Pavlovic se anticipó. Un desastre en cadena.

Por último, pero no menos importante, el gol de Castellanos que cambió el partido. El Milan estaba alineado cuando el balón llegó a Zaccagni, pero el castillo empezó a desmoronarse cuando Fofana no se percató del movimiento de Dia a sus espaldas y, al mismo tiempo, Tomori salió con fuerza a por Nuno Tavares. Pavlovic no apretó para dar cobertura a Tomori y Fik perdió por completo a Tavares, dos veces rápido.

En ese momento, todo se vino abajo, Reijnders hizo centrar a Tavares y Castellanos desvió entre Pavlovic (al que superó el precioso centro de Tavares) y Terracciano. Peor que eso, difícil: un gol simbólico de una crisis de equipo.

Con Liverpool e Inter de Milán en el escaparate, llegan los escalofríos. Fonseca tendrá que trabajar duro y probablemente tomar decisiones impopulares. La mentalidad del equipo tendrá que cambiar, la aplicación crecer exponencialmente. Algunos defectos individuales no se pueden borrar en quince días, pero se puede hacer mucho.

¿Jugadores útiles desde el banquillo? Bueno, Matteo Gabbia fue uno de los mejores del Milan de enero a mayo. Puede que no sea un campeón, pero tiene la cabeza adecuada, es aplicado y posee una técnica superior a la media. Si sus compañeros son así, merece una oportunidad.


Los fieles de Fonseca

Paulo Fonseca es un hombre del club: “Estamos con él”, reafirmó el Director General Furlani hace dos días. Y Fonseca también tiene a sus hombres, jugadores que pueden ayudarle a resurgir. Hombros anchos a los que el técnico se aferrará en su intento de resurgir: al no poder contar con Theo y Leao, al menos todavía, el técnico necesita otros aliados. El primero es Álvaro Morata, que pronto acudirá al rescate.

Si no juega contra el Venecia, una elección posiblemente dictada por la prudencia, estará contra el Liverpool en la Liga de Campeones (una copa que Álvaro ha ganado dos veces con el Real, pero sin protagonismo) y luego en el derby (el Inter se convertirá entonces en el rival más enfrentado de su carrera): Álvaro está dispuesto a poner sus goles y su experiencia al servicio de la causa. No será el único.

El problema del gol existe, pero más que el ataque, lo que preocupa es la defensa. Seis goles encajados en los tres primeros partidos de liga y, sin embargo, entre los fieles de Fonseca ya están Emerson y Pavlovic. Por el brasileño el primero en apostar fue el entrenador: lo quería en el Milan y lo consiguió. Y en el Olímpico, para él, volcó la jerarquía de la banda derecha: fuera el capitán Calabria, dentro Emerson.

El entrenador le aprecia por su propensión ofensiva, decisiva para lo que es, o debería ser, su proyecto técnico. Emerson no correspondió con una gran actuación en el estadio del Lazio, pero a instancias del entrenador, por una vez, estuvo más a la defensiva. Ahora está listo para acelerar por la derecha: probablemente jugará contra el Venezia, para recuperar velocidad, y luego correrá también en la Liga de Campeones y en el derbi. En el Milan pensado en verano está ahí: querido por el entrenador.

La paradoja es que, mientras tanto, la defensa se ha reforzado con los músculos de Pavlovic, que se ha convertido rápidamente en insustituible. Sin él, el déficit contra el Parma podría haber sido aún mayor. Para ayudar a Fonseca, el serbio también se lanzó al ataque: fue su gol el que selló la primera ventaja rossonera en Roma.

Existe un precedente propicio: Pavlovic se ha enfrentado dos veces al Inter, y no ha desfigurado ni contra Lautaro ni contra Thuram. La defensa tiembla, pero Pavlovic es el único que puede devolverle la solidez. Como recién llegado, se ha convertido en el único pilar del departamento: Thiaw, Gabbia, pero también Tomori, vienen después.

El ataque rossonero se encontró con un único superviviente. Morata lesionado, Jovic en la banda, Chukwueze que apagó la luz encendida en pretemporada y Leao apático ante el Parma, castigado con el último banquillo, y protagonizando la distancia en el descanso más que por el gol del 2-2 en el Olímpico. El que siempre ha estado ahí es Christian Pulisic, que ha dicho siempre sí al entrenador: listo para jugar contra el Torino como central trequartista, o de nuevo como exterior derecho contra el Parma y el Lazio.

Devolvió la confianza de Fonseca con ganas de cambiar de rol, pero también con un gol y una asistencia. Y a la espera del mejor Morata, y sobre todo del mejor Leao, seguirá siendo el líder al que confiar las esperanzas del ataque.

EL EXTRAÑO VERANO DE JOVIC

El que está llegando a su fin ha sido, en efecto, un verano muy peculiar para Luka Jovic, que en pocas semanas ha pasado de confirmarse y renovar con el Milan a no figurar en la lista de la UEFA del Diavolo para la Liga de Campeones 2024/25. En medio estuvo también el nombramiento como vicemorata, pero al final del mercado llegó Tammy Abraham, que efectivamente le robó el puesto y lo degradó en las jerarquías de Paulo Fonseca.

Así lo informa esta mañana Tuttosport, que señala que Jovic no participó en el último partido fuera de casa contra el Lazio debido a un problema físico, pero en realidad también había razones de mercado detrás de su exclusión. Al final, las negociaciones no llegaron a buen puerto, por lo que el serbio parece destinado a permanecer en Milanello al menos hasta enero, cuando se reabra el mercado. Estos días, el nuevo número 9 milanés está en la selección nacional junto a su compañero Pavlovic, pero Serbia no puede ser su único pensamiento en estos momentos.

Seguro que Jovic está meditando qué hacer, porque todavía hay un mercado abierto, el de Turquía, que de hecho es la única vía de escape que le queda. Es cierto que el martes el técnico rossonero Giorgio Furlani declaró que el Milan tiene tres delanteros centro porque hay muchos partidos y se necesitan muchos jugadores (y goles), pero el serbio corre el peligro real de encontrar muy pocos minutos de juego, dado que Morata y Abraham son las primeras opciones de Fonseca. El mercado turco está abierto hasta el 13 de septiembre, de lo contrario el ex jugador del Real Madrid y de la Fiorentina tendrá que revolver mucho para esperar encontrar algún hueco en el campo.


Tammy Abraham habla para Milan TV

Tammy Abraham, la última incorporación rossonera en el mercado estival que concluyó hace unos días, ha declarado lo siguiente a Milan TV:

Sobre la importancia de la religión

“Es una parte fundamental, no soy nadie sin Dios, no somos nadie sin él. Incluso antes de llegar al Milan rezaba todos los días con la esperanza de que me sucediera algo. No puedo estar más agradecido por haber llegado a un club tan prestigioso y es gracias a Dios”.

A su llegada al Milan

“Es un sueño, un honor. Crecí siguiendo a este fantástico club, con sus glorias. He jugado contra el Milan en el pasado, ahora estoy feliz de jugar para ellos”.

Sobre sus ídolos

“Mi familia apoyaba mucho al Arsenal y yo crecí viendo muchos partidos del Arsenal, y Tierry Henry era mi ídolo. Fue viéndolo cuando quise ser delantero. Todavía hoy intento copiar algunos de sus movimientos. Pero hay tantos grandes jugadores, como Ronaldo, Drogba, que tuve la oportunidad de ver todas las semanas”.

“Hay tantos grandes delanteros que han jugado en este gran club y es bonito que yo pueda seguir sus pasos. ¿Idolos fuera del fútbol? Mis padres, han sido una inspiración toda mi vida, se aseguraron de que me mantuviera centrado, al igual que mi hermano y mi hermana, en la consecución de mis objetivos”.

Sobre su hijo y su pareja

“Como padre, lo más importante es estar ahí, estar siempre ahí, ayudarle, guiarle en su crecimiento hasta convertirse en un hombre. Estoy aquí para apoyar sus sueños, como mis padres hicieron conmigo. Lo haré con él, sea lo que sea lo que quiera hacer, espero que futbolista y espero que delantero, pero sea lo que sea lo que quiera hacer en su vida estaré ahí para apoyarle”.

¿”Mi compañera”? Podría hablar de ella durante horas. Fuimos amigos, luego nos convertimos en pareja y ella siempre estuvo ahí para lo bueno y para lo malo. De niño me hice hombre y ella siempre estuvo a mi lado, dándome consejos. Es una gran madre y le agradezco que haya estado conmigo todos estos años”.

Sobre la relación con su familia

“¿Cuándo se dieron cuenta de que mi hermano y yo queríamos ser futbolistas? Cuando empezamos a romper todos los adornos de la casa. Todos los días mi hermano y yo rompíamos lámparas con la pelota. A partir de ahí entendieron lo que queríamos llegar a ser”.

“Mi hermano tardó un poco más, yo empecé antes, a él le interesaban más los coches hasta que se interesó por el fútbol. En mi familia se respiraba fútbol, veíamos partidos juntos todos los fines de semana. Incluso mi hermana probablemente ve hoy más partidos que yo. Es bonito estar juntos y tener una pasión común”.

De cuando era niño

“Siempre estuve motivada, sabía lo que quería hacer y en lo que quería convertirme. Siempre creí en mí mismo. Si pudiera volver atrás y hablar con mi yo niño le diría: ‘¡Bravo! Siempre creíste en ti mismo, incluso cuando dejaron de hacerlo. Tú no. No fui un niño silencioso, me gusta hablar y bromear con la gente. La vida es divertida y hay que vivirla. Ahora soy mayor, pero siempre quiero divertirme y hacer las cosas que más me gustan”.

Su Tomori

“Le conozco desde que tenía seis años, hemos crecido juntos, hemos vivido muchas experiencias juntos, siempre hemos estado ahí el uno para el otro. Crecimos juntos, llegamos al primer equipo, jugamos en la Premier League, llegamos a la Serie A y ahora jugamos en el mismo club. Es realmente un sueño”.

Sobre sus orígenes nigerianos

“Tengo algunos amigos nigerianos. Crecí en una zona con muchos nigerianos. Crecí con esa cultura, he estado en Nigeria y espero volver pronto. Mi madre suele cocinar platos nigerianos”.

Sobre San Siro

“Cuando sales del túnel sientes escalofríos: oyes la música, ves a los aficionados y sientes escalofríos. Crecí viendo a tantos jugadores jugar y marcar en San Siro. Fue precioso, pero ahora toca marcar para este gran club”.

Sobre cómo se imagina su estreno con el Milan

“Si tuviera que decir un gol que volviera loco a todo el mundo sería en el derbi contra el Inter: toco el primer balón, marco y ganamos 1-0. Ese es mi sueño: ganar el derbi y soñar”.

Sobre la lesión de rodilla

“Creo que uno pasa por diferentes situaciones en la vida, para mí fue la lesión. Fue duro, lloré a menudo por el dolor y por el hecho de tener que estar mucho tiempo de baja. Pero no se puede hacer nada. Mi hijo me ayudó mucho. Tuve la oportunidad de estar más en casa, de verle crecer y luché por él’.

“Me dije que tenía que hacerlo por él. Tengo que volver al campo más fuerte y demostrar que estoy de vuelta. Estoy contento de poder demostrar mi valía en este gran club y demostrar a todo el mundo que las lesiones no me hunden, que me vuelvo a levantar”.


Se busca líder del vestuario

Un delantero de 50 millones. Un lateral derecho. Un lateral ofensivo que se sacrifica. Pero, ¿y si la carencia más fuerte de la plantilla del Milan fuera la de un líder? Un jugador carismático, más que de valores, alguien que hable con sus compañeros, haga cumplir las reglas y diga la frase adecuada en el momento oportuno.

El Milan tiene un pasado tan noble, a todos los niveles, que siempre se acaban haciendo comparaciones con el grupo de Baresi, Maldini, Tassotti, Costacurta, Gullit, Ancelotti y…: basta, se comprende que la comparación es ilegal, sin sentido. El Milan bicampeón de Europa con Ancelotti aún tenía a Maldini y Costacurta, además de Nesta, Seedorf, Gattuso, Ambrosini, Kaladze y otros campeones.

De nuevo, otros años, otro Milán. Las comparaciones con los últimos 15 años tienen más sentido. El AC Milan del scudetto de Allegri tenía a Gattuso, Seedorf, Nesta, Van Bommel, Ambrosini, Ibrahimovic, Thiago Silva, Abbiati, Flamini, Bonera, Zambrotta, además del último Pirlo: era imposible que ese grupo se descarrilara. Mucho más humano el Milan del scudetto número 19: un grupo peculiar, que vivía de la armonía y el entusiasmo, con pilares como Ibra, Kjaer y Giroud para sostenerlo.

Dos de los tres ya no están, el otro es directivo, por lo que hay que reconstruir el liderazgo en el Milan. Mirando al vestuario, hay algunas certezas. Maignan es un arrastrador, aunque tenga un carácter particular: muy centrado en su trabajo, carismático pero también nervioso, no es fácil de manejar. Tomori es una referencia vocal, sobre todo en el campo: habla mucho, incita, se hace oír, pero no tiene la autoridad de los grandes centrales del Milan, de Baresi a Maldini y Nesta.

Otros guías: Calabria es el capitán pero no vive su mejor momento, Florenzi es importante para crear un ambiente sereno pero desgraciadamente aún estará mucho tiempo parado, Pulisic es inteligente y serio pero sólo llegó hace un año. Y así, el hombre más importante puede llegar a ser Álvaro Morata, que ha habitado los vestuarios de España, Real Madrid, Juve, Atlético, Chelsea y acaba de ganar una Eurocopa como capitán. No por casualidad habló como un líder el primer día, tras el Milan-Torino: “Tenemos que dar un paso más mentalmente. Tenemos que esforzarnos, trabajar, hacer más faltas, convertirnos en un equipo más duro”.

Ese trabajo aún está por hacer y el caso del enfriamiento ha complicado terriblemente la semana. La reacción de Theo y Leao es llamativa porque, con 26 y 25 años, tendrían la edad y la experiencia milanista para convertirse en los líderes del grupo, en cambio están en el centro de los problemas y han empezado mal con el nuevo entrenador. Mirar el lado positivo no es imposible: en una situación así, hay espacio para que se impongan nuevos líderes. Reijnders, Fofana, Abraham, Pulisic: si tienen algo que decir, que alcen la voz.


El análisis de Mauro Tassotti

Mauro Tassotti ha vivido el Milan toda una vida, desde el terreno de juego y como guía técnico. Defendió con éxito los colores rossoneri en Italia, Europa y el mundo: hoy los problemas del Milan empiezan ahí, desde la defensa.

Tassotti, ¿qué hacer?

“Vamos paso a paso. En este momento el Milan está luchando por jugar un fútbol agresivo y dominante, es un momento particular de la temporada en el que no hay la condición física ideal, en el que muchos jugadores son nuevos y han llegado más tarde”.

“Un entrenador necesita tiempo para meterse en la cabeza de los jugadores. Ahora tenemos que ser más prudentes, ya llegará el momento en que podamos poner en práctica las ideas del entrenador en su totalidad. Este Milan no es capaz de hacerlo, quizá dentro de 20 días sí”.

¿Otros factores que contribuyen a la fragilidad defensiva?

“El equipo tiene poco equilibrio, se divide en dos y encaja goles al contraataque. Creo que quieren defender más por departamentos que el año pasado, cuando era hombre a hombre. Pero no sé cuánto tiempo han tenido para trabajarlo: Pavlovic y Emerson llegaron más tarde y no es que las cosas nazcan así. La comprensión y la perfección de los movimientos no se consiguen chasqueando los dedos, se necesita tiempo y aplicación”.

“Y sobre todo tienen que defender como un equipo: y si el Milan quiere tener tracción ofensiva, necesita que los mismos jugadores de ataque ayuden en la fase defensiva. Y no hablo sólo de Leao: en el fútbol moderno se defiende y se ataca en once. Los defensas de hoy en día no son capaces de defender en cuadro salvo en inferioridad numérica, necesitas la ayuda de todos”.

Fonseca dio la bienvenida a Emerson Royal como lateral de vocación ofensiva: ¿juicio sobre el nuevo lateral derecho?

“En realidad no sé si el Milan necesita toda esta propensión ofensiva… Ya está Theo atacando y normalmente se intenta equilibrar, con otro lateral que defienda mejor. Calabria es un jugador importante para el equipo, y si ha perdido confianza hay que devolvérsela. Tenemos que hacer equipo como nunca”.

Por cierto: es en el flanco izquierdo donde tuvo lugar el asunto Theo-Leao. ¿Qué le parece?

“Una imagen fea de ver, los jugadores deberían disculparse, incluso en los confines del vestuario. Fue una bata de locos, las palabras de Theo me sonaron a una disculpa para alimentar al público. La actitud fue equivocada: eso es todo”.

Hacia el centro: ¿voto a Pavlovic?

“Puede ayudar al equipo, tiene cualidades como las tienen otros defensas. Pero todo depende de cómo se defienda, del conocimiento que se tenga, más que de las cualidades individuales. El Milan ha sufrido tanto porque hasta ahora ha sido un equipo desatado. Necesitamos un departamento que se mueva junto, con armonía. Y que los demás ayuden, empezando por los delanteros. Ésta es la mentalidad que deben tener los que juegan en el Milan. Así podrá mantener las ambiciones del principio de temporada.

RABIOT SIGUE COMO AGENTE LIBRE

Uno de los jugadores anunciados al principio del mercado como posible estrella sigue sin equipo a 4 de septiembre, con los campeonatos empezados hace casi un mes y las competiciones europeas a la vuelta de la esquina. Se trata, por supuesto, del centrocampista Adrien Rabiot, quien, tras haber sido titular con la Juventus en los últimos años y haber jugado también muchos partidos de la Eurocopa con Francia, a día de hoy sigue en paro y esperando la situación propicia para volver a jugar.

Y decir que, sólo en Italia, tuvo al menos dos oportunidades importantes. La Gazzetta dello Sport de esta mañana entra de hecho a analizar el caso Rabiot y escribe: “Rabiot, ¿y ahora qué? El no a Juve y Milan, las altas exigencias. Así que Adrien está sin equipo’ . En el subtítulo más sobre esto: ‘Ningún club ha convencido al francés y a su madre Veronique’.

La Juve intentó renovarle pero su voluntad siempre fue otra. El Milan también lo intentó y se puso en contacto con su madre-agente, pero las exigencias eran demasiado altas: la oferta de 5,5 millones más primas fue considerada demasiado baja por madre e hijo. Otros clubes europeos lo han intentado, pero ninguno ha satisfecho las exigencias: el tiempo ha pasado y Adrien se ha quedado (de momento) también sin selección.


Guerra total con Ballo-Touré y Origi

Ahora que también se ha evaporado la posibilidad de un traspaso a la rica Saudi Pro League, y que otras ligas europeas de cierto nivel (Portugal y Holanda, por ejemplo) cerraron ayer sus puertas a los no fugados, Divock Origi y Ballo-Touré están cada vez más cerca de permanecer en el AC Milan toda la temporada (o al menos hasta enero) como separatas.

Desde la rueda de prensa de presentación de la nueva temporada, Zlatan Ibrahimovic fue claro con ellos: “Se entrenarán con el Milan Futuro”. Es decir, con el equipo sub-23 que juega en el campeonato de la Serie C. Una elección para… forzar su mano e inducirles a encontrar rápidamente un nuevo destino. Un movimiento que no surtió los efectos deseados porque ese día sólo Origi se presentó en Milanello y, tras entender la música (estaba esperando para entrenarse con el equipo sub-23), se largó inmediatamente con el OK del club.

El exdelantero del Liverpool, al que el Milan había fichado como agente libre en 2022 por un contrato de cuatro años y 4,5 millones netos por temporada, disputó 36 partidos y marcó dos goles en su primera temporada con los rossoneri, y luego se marchó cedido al Nottingham Forest. Había decepcionado en el Diavolo y también al otro lado del Canal de la Mancha, donde jugó aún menos (22 partidos y 1 gol).

Los ingleses no lo compraron y regresó a Milán. Ahora trabaja en Florencia, con un entrenador de confianza, a la espera de una llamada. Para él queda el mercado turco, que se ha vuelto más atractivo gracias a la presencia de entrenadores (Mourinho) y jugadores (Osimhen el último en aterrizar en la Super Lig) de cierto calado. Hasta ahora, sin embargo, no se ha concentrado el interés por Divock: algunas consultas, sí (un par siguen vivas), pero nada más.

Para Ballo-Touré, el mercado ha estado más animado porque ha recibido ofertas: parecía que estaba todo hecho con el Saint Etienne, pero dijo que no, enfadando mucho al Milan. Esperaba ir a Inglaterra, donde acababa de regresar de una experiencia decepcionante con el Fulham, pero no hubo trato. Así que sigue siendo jugador del Milan.

En Turquía, el mercado se cierra el 13 de septiembre y aún hay tiempo. En Via Aldo Rossi esperan un “milagro” para deshacerse de sus fichajes, pero si esto no ocurre, tras el parón por las selecciones los dos tendrán que volver a Milanello y quedarse al menos hasta enero. Todos los implicados en el asunto estarían encantados de prescindir de ellos. Por eso uno anima… a Turquía. El último recurso del fútbol.

LUKA JOVIC FUERA DE LA LISTA CHAMPIONS

Fonseca ha elegido: Luka Jovic es el sacrificado en el Milan. Tras la llegada de Abraham, y el límite de jugadores formados en el extranjero, al serbio se le ha complicado convencer al técnico portugués para que le incluya en la lista de jugadores que disputarán la máxima competición europea. Tampoco serán convocados Jiménez y Vos, que pese a ser sub-21 no pueden estar en la lista B. Estos son los rossoneri que pueden ser convocados para sus compromisos de Liga de Campeones.

LISTA A 
Porteros: 16 Maignan, 42 Terracciano, 57 Sportiello
Defensas: 2 Calabria, 19 Theo Hernandez, 22 Emerson Royal, 23 Tomori, 28 Thiaw, 31 Pavlovic, 46 Gabbia 
Centrocampistas: 4 Bennacer, 8 Loftus-Cheek, 14 Reijnders, 29 Fofana, 80 Musah
Delanteros: 7 Morata, 10 Leao, 11 Pulisic, 17 Okafor, 21 Chukwueze, 90 Abraham 

LISTA B
96 Lorenzo Torriani