¿Leao ataca a Fonseca?

Hay tardes en las que los aficionados del Milan se quejan de la ausencia total de Leao, cuando incluso hay dos de Rafa: uno en el equipo rossonero y otro en la selección portuguesa. Con el Milan sigue decepcionando: sólo un gol en liga en siete apariciones y ningún impulso especial en la Liga de Campeones. Con Portugal fue otra historia: una asistencia y una actuación convincente en el penúltimo partido contra Polonia, media hora como suplente contra Escocia.

En el Milan a Rafa le cuesta encenderse, y si lo hace lo hace de forma intermitente; con la selección brilla con luz propia pese a la cercanía de la estrella Cristiano Ronaldo. Con el Milan marcó contra el Lazio tras empezar desde el banquillo, y luego contabilizó cuatro asistencias y un brazalete de capitán contra el Lecce. La valoración media de la Gazzetta, 5,6, dice que aún no es suficiente para la suficiencia: Leao, como líder técnico del equipo, debería tener valoraciones mucho mejores.

Su aportación en el campo es demasiado modesta, tanto en goles y asistencias como en participación en el juego y generosidad. En la selección Rafa es más incisivo, incluso con menos tiempo a su disposición, y da la idea de estar más dispuesto a sacrificarse por el grupo.

Es difícil entender qué lleva a Rafa a mostrar una cara en lugar de la otra. En el campo, la disposición táctica es la misma: en Milán es el exterior izquierdo del tridente que apoya al delantero. En Portugal, igual: contra Polonia, su último partido como titular, estuvo en la línea de tres con Bruno Fernandes y Neto por detrás de CR7. Rafa participa en el juego del seleccionador Martínez, como le gustaría a Fonseca que hiciera en el Milan. En la selección lo hace, en los rossoneri a veces sí y a veces no.

¿Que la diferencia está en el banquillo? A juzgar por las palabras de Leao, pronunciadas tras el empate sin goles contra Escocia, parece que sí: “Martínez me pidió profundidad y uno contra uno, y que lo hiciera lo mejor posible. Básicamente, que haga mi juego para crear ocasiones. En la selección me siento al más alto nivel. Cuando estoy aquí siento el apoyo de todos. Incluso el entrenador confía mucho en mí y eso es fundamental para mi juego”. Con el énfasis – “aquí tengo la confianza de todos”– parece querer distinguir entre lo que ocurre en Milán y lo que ocurre en Portugal.

Rafa no dio más detalles, ni el Milan le pidió ninguna explicación en particular: de vuelta ayer a la ciudad, el 10 rossonero reanudará hoy los entrenamientos. El club no se mostró sorprendido por las palabras de Leao (Fonseca tampoco, y no se sintió atacado), sino que recuerda que la confianza que tienen en su jugador es, como mínimo, tan grande como la del portugués.

Su compatriota Fonseca sólo le apartó del Milan en una ocasión, en el partido fuera de casa contra el Lazio: Leao estaba recién salido del desastre de Parma, culpable del doblete rival y con el freno de mano echado a la izquierda. Lejos de la vía rápida, él y Theo fueron los principales responsables del lento comienzo.

También en el campo del Lazio, Rafa había marcado su único gol de la temporada, pero también mostró su distancia con el entrenador al quedarse en el otro lado del campo durante la pausa para refrescarse. Un caso que se resolvió más tarde. Tanto es así que tanto el jugador como el entrenador recuperaron las buenas sensaciones dentro y fuera del campo.

En el campo gracias al nuevo equilibrio táctico que asegura Morata como trequartista (con Leao y Pulisic por fuera y Abraham como delantero centro), fuera cuando en vísperas de Leverkusen habían dicho que estaban en la misma onda. Leao: “Desde el primer día que llegó el entrenador me llamó a su despacho, no me habló de goles y asistencias. Me dijo que quería un jugador cambiado, más centrado en el trabajo defensivo. Al venir aquí, me enseñó un par de vídeos del último partido, de mis acciones sin balón. Me dice cómo tengo que moverme: me está ayudando mucho y me volverá a ayudar”.

En los últimos partidos, a excepción del de Florencia, Leao había estado más presente en el juego y más implicado en la fase defensiva. Después de jugar media hora con Escocia, Rafa se quedó ayer fuera para permitirle recuperarse (otra precaución que Fonseca y la plantilla tuvieron con él) y sólo hoy volverá al grupo, dos días antes del partido contra el Udinese. Sin Calabria ni Theo, Leao volverá a ejercer de capitán rossonero. Otro gesto con el que entrenador y club reafirmarían su gran confianza.


El aumento de los goles a balón parado

Hasta los proverbios pasan de moda. El Milan posterior al scudetto era la prueba del viejo “quien se para, está perdido”: a balón parado -esquinas y tiros libres- prácticamente nunca marcaba. De ahí la impaciencia de los aficionados, la innombrable nostalgia por Calhanoglu y las invocaciones al mercado (“si no un goleador, al menos un lanzador de faltas”).

Hay novedades: la tendencia se ha invertido y desde hace un año el Milan vuelve a dar miedo en las jugadas a balón parado. Algunas cifras de la Serie A. En el último año de Pioli marcó 14 goles a partir de desarrollos de córner y esta temporada ya ha exultado cuatro veces a balón parado, frente a los siete goles de toda (!) la temporada 2022-23.

En el grupo está también el gol tapado de la era Fonseca -el cabezazo en el derbi que llevó a Matteo Gabbia al club de los inmortales- y luego se trata de entender por qué sucede todo eso. Para la primera explicación de la eficacia de los saques de esquina, basta con volver a Gabbia: el Milan tiene dos centrales, Gabbia y Pavlovic, que siempre son peligrosos cuando salen.

Matteo también marcó el gol más triste del último año del Milan con su cabezazo, en Roma en la Europa League con la clasificación ya perdida. ¿Otras razones? El trabajo de Pioli primero y de Fonseca después. La habilidad de Pulisic para chutar desde la izquierda. La habilidad de Morata para encontrar el punto débil en una defensa desplegada. Y un par de situaciones recurrentes que han sido efectivas hasta ahora.

El Milan de los saques de esquina mete cinco o seis hombres en el área, obviamente casi siempre los mismos: los centrales Tomori y Gabbia, los delanteros Abraham y Morata, Loftus-Cheek cuando está, pero también Leao y Fofana, de los que no se espera tanto que salten. Desde la banda derecha golpea Theo Hernández, desde la izquierda casi siempre Pulisic o, alternativamente, Reijnders. Conociendo su fuerte juego de pies, se entiende: el Milan siempre busca trayectorias de espaldas al portero.

Las soluciones varían de un córner a otro (o de un lanzamiento de falta a otro), pero el Milan no busca el intercambio, no gana en corto por sorpresa: el balón casi siempre cae cerca del primer palo. El gol de Fofana en Venezia es un ejemplo perfecto: Fofana está justo dentro del área pequeña y sólo tiene que desviar el balón para poner en apuros a Joronen.

La disposición de los jugadores es interesante: Fonseca opta por tener dos o tres hombres en la zona de la línea de gol y a menudo pide a Morata que se quede cerca del primer palo. Es él quien va a por el balón, con Pulisic buscándole a menudo para el desvío venenoso.

Los córners no lo son todo. El Milan tiene obviamente el problema de los penaltis, que poco tienen que ver con este razonamiento. Sin esquemas, se trata simplemente de marcarlos… y de confiarlos a la persona adecuada. Tomori y Abraham fueron expulsados del área -orden de alejamiento, prohibición de acercarse- y ahora chutará Christian Pulisic.

Llegó después de dos temporadas de pesadilla. Tres errores de nueve en la 2023-24, incluido el de Giroud con el Dortmund que cambió definitivamente la temporada de la Liga de Campeones, dos de cuatro en esta liga. Errores cometieron Theo y Abraham en Florencia, por supuesto. Giroud también dejó un vacío aquí y Fonseca no designó públicamente a un lanzador hasta principios de octubre. Theo, Morata, Abraham, Pulisic, todos estaban en la carrera. Curioso caso el de un equipo con cinco capitanes y al menos cuatro lanzadores de penaltis.

Es mejor con los tiros libres. El Milan marcó dos goles importantes de falta lateral… y eso no es tan habitual. Morata contra el Lecce cambió el partido al desviar un cabezazo, casi de espaldas a la portería, mientras que Gabbia, con un tiro libre desde el área de tres cuartos, se llevó el derbi. La situación merece una repetición: Reijnders remató desde el centro de la derecha, el Milan alineó a cuatro jugadores al borde del área y pidió a Gabbia que arrancara dos metros más atrás.

Cuando Reijnders iniciaba su carrera, Gabbia atacó el área y se convirtió en el primer jugador del Milan en llegar al balón. La trayectoria fue perfecta, el giro también, y el Milan ganó el derbi. Una solución muy parecida se intentó a cinco minutos del final del partido contra el Leverkusen, pero el balón de Reijnders pasó demasiado alto para el primer hombre (Morata) y justo fuera del alcance del segundo (Gabbia, él otra vez). No siempre puede funcionar, pero tranquilos: Runjaic, Hayen e Italiano, los próximos entrenadores que se enfrentarán al Milan, han estudiado esa situación.


Los 100 días de Fonseca en el Milan

Y tú, ¿qué puedes hacer en 100 días? Napoleón intentó recuperar Francia tras su primer exilio… y no le fue bien. Paulo Fonseca, más banalmente, lleva 100 días intentando tomar Milán. Desde el 8 de julio, día de la reunión, hasta el 15 de octubre, son 100 días en total, 3 victorias, 2 empates, 4 derrotas, 25 jugadores utilizados, 1 exoneración arriesgada. Aún queda mucho camino por recorrer, pero algo de él, definitivamente, hemos entendido.

Fonseca también fue elegido por su predisposición a colaborar con la sociedad. Un ‘yes man’, le atajó alguien. Bueno, sí y no. Desde luego, Fonseca no es un entrenador que pida jugadores en el mercado ni que se queje en las ruedas de prensa, pero sus 100 primeros días en el club giran en torno a un episodio. Primer día, Milan-Torino.

Fonseca habló la víspera del partido de que “el mercado está cerrado para mí”, pero Ibrahimovic, en la presentación de Fofana, dijo lo contrario: “El entrenador se encarga de entrenar, el club hace el resto. No necesitamos más fichajes’. Estos cuatro fichajes ya eran objetivos incluso antes de que eligiéramos al entrenador. El mercado se cierra cuando yo digo que se cierra. Estamos en el día 6 de 7′ . A Fonseca no le gusta esto y se lo hace saber a la empresa, mostrando personalidad. Un “hombre que sí” no suele tener desacuerdos con la mano derecha del propietario desde el primer día.

El carácter también lo conocen los jugadores. En tres meses y una semana, Fonseca tomó al menos un par de decisiones contundentes. La más impopular, dejar fuera de la alineación en el Lazio-Milán tanto a Theo como a Leao, culpables de descuidos en el partido de la semana anterior en Parma. El mensaje era claro: conmigo no se puede hacer eso.

El riesgo, igual de evidente: Fonseca tuvo que gestionar a corto plazo la pausa de enfriamiento más tensa de la historia de las pausas de enfriamiento, pero evidentemente pretende cobrar dividendos a medio y largo plazo fijando unas normas de comportamiento por debajo de las cuales no se puede caer. Si repite el fin de semana mandando al banquillo a Tomori y Abraham, los hombres del penalti fallado por Pulisic, enviaría otra señal. Esta, hace 100 días, no era tan esperada.

Su Milan en el campo avanza con adaptaciones, altibajos, y el reto ahora es consolidar sus ideas para crecer: entre giras y convocatorias con la selección lleva poco tiempo con la plantilla al completo. Fonseca empezó a trabajar en julio con la idea de construir un Milan que regatee mucho y ataque alto. Un equipo dominante”, decía.

Pronto tuvo que transigir. Las malas rachas con el Parma y el Lazio le convencieron para adoptar un enfoque más cauto -¿más italiano? – con menor agresividad y riesgos contenidos. El fútbol posicional sigue siendo su bandera en las palabras (suele hablar de él en las ruedas de prensa) y en los hechos, pero está claro que el derbi fue el día de la gran ruptura. Fonseca juega desde ese día en 4-2-3-1 con un trequartista atípico: Morata. Y esto quizá no era previsible ni siquiera por él. Con esa puesta a punto venció al Inter y conservó un banquillo que, sin esa victoria, hoy pertenecería a otros.

¿Con quién se llevaba mejor? Pulisic está sin duda en el grupo de los que mejor se sienten. Interesante es la relación con Gabbia, sobre el que ha cambiado de opinión: de reserva a titular. Confía en Reijnders, pero es Fofana quien ya ha sido elegido pivote táctico del Milan. ¿Con quién tiene más dificultades? Con Theo, cuestionado mucho más que en el pasado, la evolución es delicada.

Loftus-Cheek ha perdido la certeza de un puesto. Luka Jovic ha sido excluido de la lista de Champions. Y ojo, por supuesto, con Leao, el único al que Fonseca acudió en verano, capitán del Milan-Lecce pero también hombre polémico con el Lazio. En verano, los milaneses no sabían muy bien qué esperar.

¿Un portugués agresivo a lo Mourinho? ¿Un hombre de pocas palabras? No, tampoco. En las entrevistas y ruedas de prensa, Fonseca habla mucho, explica mucho, y éste es uno de los rasgos más originales, uno de los mejores, de un hombre que claramente está entendiéndose con el medio. Fonseca no es hombre de titulares -el latiguillo no le pertenece-, pero posa sin máscara. Apreciable.

El hombre, ya lo habrán notado, va definitivamente a contracorriente. En comparación con Pioli, ha cambiado su estilo de juego, de comunicación, incluso de residencia y de vestuario. Vive en el lago Como (Pioli estaba en el centro de Milán). Eligió un once básico y fue directo con él (Pioli, sobre todo hace dos años, variaba mucho). Elaboró la teoría de los cinco capitanes (Pioli, si jugaba Calabria, no cambiaba).

También en esto hay un mensaje implícito: sin un líder fuerte en el vestuario, ampliemos el grupo de referentes. La imagen, al final, es peculiar: un revolucionario tranquilo, que no grita en público, pero que fija ciertos conceptos y mantiene el punto sobre ellos. ¿Es éste el camino correcto? Pregunte en los próximos 100 días. En el Milan valen más que mil en el Lille.


Los posibles regalos para Fonseca

Todavía falta mucho para la apertura del mercado de enero, pero el Milan ya está mirando a su alrededor. Si el equipo sigue teniendo un rendimiento fluctuante y se mantienen las lagunas puestas de manifiesto en esta primera parte de la temporada, Via Aldo Rossi está dispuesto a apoyar a Paulo Fonseca. Sobre todo, con un refuerzo en el centro del campo, pero también están bajo la lupa el ataque y el papel de extremo bajo izquierdo.

Fofana y Reijnders no paran de jugar y no tienen alternativas convincentes. Porque Loftus-Cheek atraviesa un periodo de baja forma y ha parado recientemente por un problema físico, porque Musah no termina de convencer como central (43 minutos jugados en liga desde el 1 de septiembre) y porque Bennacer está de baja por la grave lesión en el gemelo que le obligó a pasar por el quirófano.

El argelino regresará en enero tras una larga baja, pero el Diavolo, que ya sufre ahora, necesitará certezas en cuanto se reabra la campaña de fichajes. O, si se prefiere, una certeza más, otro titular. Como Morten Frendrup, que sueña con fichar por un grande. El Genoa, aunque quiere retenerlo, sabe que el riesgo de perderlo existe.

La petición inicial de los rossoblù ronda los 20 millones, cinco veces la cantidad que pagó el Grifone en el verano de 2022, pero con la fórmula adecuada (préstamo con obligación) el acuerdo podría salir adelante. Frendrup ha sido observado a menudo por los 007 rossoneri y ha convencido a todos: por eso el danés de 23 años debería ser considerado en la pole position en caso de que en los próximos dos meses se confirme la necesidad de poner una pieza en el medio.

En ataque, por la derecha, está súper Pulisic, el mejor de la plantilla hasta ahora en cuanto a rendimiento, así como Chukwueze, muy decepcionante en comparación con las prestaciones que ofreció en pretemporada. La esperanza, tras un verano prometedor, era que el nigeriano, por el que se pagaban 20 millones más 8 de bonus en 2023 en el Villarreal, se desbloqueara. En cambio, éste no es el caso. Por eso se está pensando, de hecho en un auténtico casting para encontrar un elemento que pueda ser utilizado en el juego en carrera (para conseguir un cambio de marcha) o desde el primer minuto, con Pulisic desplazado al papel de trequartista.

Así, a los nombres de Skov Olsen, el ex del Bolonia que será seguido de cerca la próxima semana en el partido de Liga de Campeones contra el Brujas, Noa Lang, del Psv Eindhoven, y el senegalés Ismaila Sarr, del Crystal Palace, hay que añadir el de Domenico Berardi, recuperado de su lesión en el tendón de Aquiles. El campeón de Europa azul siente que tiene por delante (quizás) el último tren de su carrera para vestir la camiseta de un gran equipo, y si le llega una llamada interesante, como la de los rossoneri, no dirá que no en enero.

Él mismo lo ha reconocido en una entrevista a la Gazzetta. El Sassuolo espera retenerlo hasta final de temporada, pero está dispuesto a conformarse con él si se vende directamente o incluso cedido con obligación de recompra. En cambio, se habla del delantero centro Jonathan David con vistas a 2024-25, cuando podría llegar a Milanello si Ibrahimovic, Furlani y Moncada logran superar la competencia de otros clubes que buscan al estadounidense con pasaporte canadiense.

Y luego está el problema de la banda izquierda: Fonseca como suplente de Hernández (inhabilitado dos jornadas en Liga) sólo cuenta con Terracciano y el joven Jiménez. La sensación es que si llegara un refuerzo por ese lado, sería de todo menos infeliz. En Italia, los ojeadores rossoneri han estudiado a Patrick Dorgu, jugador de 19 años del Lecce, y lo consideran una promesa.

Convencer a los Salentini, que están en la carrera por la salvación, para que le dejen marchar en enero no será nada fácil: haría falta una oferta importante, quizá con una contrapartida técnica, pero el discurso debe mantenerse abierto tanto para esta como para la próxima temporada. El perfil es el adecuado por edad, medios técnicos y potencial: el Diavolo lo tiene en el punto de mira y hará todo lo posible por superar a la competencia.

¿Y QUIÉN PUEDE MARCHARSE?

¿Serán suficientes algo más de dos meses para retener al Milan? Si los rossoneri piensan en las entradas, es también porque se esperan salidas en enero. Y para establecer quién tendrá que vaciar el armario de Milanello, las próximas semanas también serán decisivas. Está claro que ya hay algunos sospechosos, jugadores que han tenido poco espacio o que han traicionado demasiado a menudo las expectativas.

Luka Jovic, por ejemplo, se ha quedado fuera de la lista para la Liga de Campeones y en la liga, desde el cierre del mercado, sólo ha sumado 14 minutos, en la final contra el Lecce. Ni que decir tiene que el delantero serbio podría verse tentado a cambiar de aires, también para quedarse con la selección.

De Chukwu a Okafor En ataque, Jovic puede no ser el único que tenga que hacer las maletas. El Milan espera algunas señales, sobre todo de Samuel Chukwueze, cuyos exámenes de ayer evitaron serios problemas, tras su regreso anticipado de los compromisos con la selección nacional.

Con el Udinese, podría llegar. El extremo nigeriano, si se cuentan las primas, es hasta ahora la compra más cara de la era RedBird (20 millones más ocho). Sin embargo, desde la temporada pasada hasta las primeras semanas de la 2024-25, su rendimiento ha estado muy por debajo de las expectativas.

Chukwu había protagonizado una excelente pretemporada, pero cuando la cosa se puso seria, prácticamente desapareció. Ni un solo gol ni una sola asistencia en los 194 minutos que jugó con Fonseca. A sus 25 años y con un pasado convincente en el Villarreal español, Samu sigue teniendo admiradores en toda Europa (Everton) e incluso en Arabia Saudí, aunque su peso en el balance no permite una venta en enero por debajo de los 14 millones de euros. ¿Alguien lo ofrecerá?

Lo que podría frenar a los pretendientes es, sobre todo, el salario de 4 millones netos por temporada. Por eso, si Chukwueze no cambia de ritmo de aquí a Año Nuevo, no se puede descartar una salida en calidad de cedido, tal vez con derecho a redención.

Noah Okafor mostró algo más, sobre todo saliendo desde el banquillo. Sin embargo, el delantero suizo no tenía ese cambio de ritmo que le habría dado la titularidad. Por eso su adiós, ante la oferta adecuada (¿20 millones?), no sería sorprendente. Incluso y sobre todo si apareciera un club de la Premier.

Los demás En verano, los rumores de mercado en defensa giraban sobre todo en torno a Malick Thiaw, que desapareció del radar tras un mal partido en su debut con el Torino, seguido de una lesión. Hoy, el alemán es la última opción entre los centrales por detrás de Gabbia, Tomori y Pavlovic, y por eso no ha sido convocado por su selección recientemente. Venderlo en estos momentos difíciles supondría ingresar bastante menos de los 30-35 millones que se ventilaron hace unos meses, cuando figuraba en la lista de deseos del Newcastle.

Pero en el mercado, nunca digas nunca. Al igual que sigue habiendo un interrogante sobre Davide Calabria. El contrato del capitán expira en junio, por lo que en enero podría ser libre para hablar con otros clubes. Pero en ese momento, el Milan podría plantearse un traspaso inmediato para hacer caja. Más complicado es pensar en un adiós para los sufridos Bennacer y Florenzi, debilitados por las malas lesiones, así como para el apartado de la plantilla Origi. Se espera encontrar un destino, en cambio, para Ballo-Touré.


El Milan se fija en Franco Mastantuono

Un sueño. Quizá prohibido, porque Franco Mastantuono tiene los ojos de toda la Europa que cuenta y un precio importante encima. El Milan, sin embargo, está ahí. Geoffrey Moncada lleva tiempo siguiendo al talento argentino, incluso desde que aún no había debutado con el primer equipo de River Plate.

Y mientras no fiche por otro club, los rossoneri intentarán llevárselo a Italia, quemando la competición. ¿Cómo? Concretando el negocio con meses y meses de anticipación. Una misión tremendamente complicada, porque River no tiene apuro en vender y el zurdo trequartista recién cumplirá 18 años en agosto de 2025.

A principios de 2024, Mastantuono amplió su contrato con los Millonarios hasta 2026, con una opción de renovación automática hasta el 31 de diciembre de 2027. El acuerdo también incluye una cláusula de rescisión fijada en 45 millones de dólares. En euros, algo más de 41 millones. No es calderilla. Y en los últimos diez días antes del final de cada sesión bursátil, la cifra asciende a 50 millones de dólares (algo más de 45 millones de euros).

Es poco probable que el Milan llegue a pagarle esa cantidad, aunque ya se ha explorado -con éxito- la posibilidad de dividir la suma en dos tramos. Mientras, los rumores de que Mastantuono y River Plate ya estaban en conversaciones con el Real Madrid han sido desmentidos rotundamente tanto por el club argentino como por el entorno del jugador.

El futuro de Franco aún está por decidir. Y una carta para convencer al club bonaerense de que se abra a una venta a un precio más asequible podría ser aplazar el desembarco europeo hasta 2026, dejando que el joven madure en el equipo que le lanzó al gran fútbol. Mastantuono tendría entonces 19 años y ya habría completado dos temporadas y media en la Serie A argentina.

Pero, ¿qué clase de jugador es el número 30 de River? En sus años juveniles fue utilizado como mediocampista y delantero con una facilidad impresionante. Esto se debía a una zurda definitivamente fuera de lo común. Con los grandes, jugaba principalmente en la zona de tres cuartos, por el centro o por la derecha. El 8 de febrero pasado, todavía con 16 años, Mastantuono se convirtió en el más joven en marcar con la camiseta de River (superando el récord anterior de Javier Saviola), en el 3-0 de la Copa ante Excursionistas.

Después de ese gol vinieron dos más, uno en la liga y otro en la Libertadores, además de dos asistencias. Mastantuono se ganó así el apodo de “nueva joya”, superando en consideración general a su compañero Echeverri, otro enfant prodige ya vendido al Manchester City por 18,5 millones de euros y que permanece en River a préstamo hasta enero. Echeverri también es un fantasista, aunque diestro.

Franco, en cambio, se parece más en estilo de juego a otro argentino que admiramos hoy en Italia, ese Nico Paz que está haciendo maravillas en el Como. Es zurdo, tiene una estructura física similar a la del rubio ex jugador del Real Madrid (186 centímetros por 72 kilos) y, como a él, le encanta recibir el balón, irse en regates o dibujar pasillos extraordinarios para sus compañeros.

Un talento natural, pero que el fútbol corría el riesgo de no descubrir nunca. Los padres de Mastantuono (su apellido, por cierto, tiene evidentes orígenes italianos y, en particular, campanianos), de hecho, le preferían con una raqueta en la mano. Franco también se sentía muy a gusto en el tenis, hasta el punto de que se le consideraba un jugador prometedor con un futuro asegurado a nivel nacional.

Por eso, en 2017, su familia le hizo saltarse la prueba con River Plate para concentrarse en los aces, los topspin y las voleas. Mastantuono, sin embargo, también disfrutaba jugando al fútbol, en el pequeño River de Azul, club en el que, por cierto, entrenaba su padre. Su pasión por Leo Messi fue decisiva para que decidiera dedicarse por completo al fútbol a partir de los once años.

Primero en el Club Cemento, luego finalmente en River Plate en 2019. El resto es historia reciente, entre magia en los tiros libres, globos y rabonas en las inferiores y el ingreso con personalidad en los grandes. El futuro estará todo por escribir. Tal vez vistiendo la camiseta del Milan.


¿Qué ha pasado con Musah?

Austin está en Texas y antes se llamaba Waterloo. No es un gran nombre, la verdad, sobre todo si eres fan de Napoleón: lo cambiaron. En Austin, Yunus Musah puede haber ganado la batalla personal más importante de su temporada.

En su primer partido con Pochettino como seleccionador estadounidense, marcó su primer gol en la selección: con Berhalter, el antiguo técnico, llevaba cero en 41 partidos. Las matemáticas se volvieron locas y Yunus ensanchó la sonrisa: “Llevo mucho tiempo soñando con este gol. Pochettino sabe mucho de mi pasado, es bonito tener un entrenador que confía en mí”. Para el Milan también es bonito que marcara con una asistencia de Pulisic.

El Milan, desde la distancia, observa con interés porque Musah es actualmente reserva. Ha jugado 43 minutos en liga desde el primero de septiembre hasta hoy: mes y medio viendo a Fofana, Reijnders y Loftus-Cheek. No puede seguir mucho tiempo, entre otras cosas porque entonces se abriría el mercado para enero… pero antes de pensar en enero, un par de respuestas sobre octubre.

Primera pregunta: ¿está Musah en los planes del Milan? Respuesta directa: sí. Fonseca confía en él y ya en verano, en Estados Unidos, dijo: “Estoy seguro al 200% de que es el tipo de futbolista para nuestro fútbol”. Por supuesto, el rechazo, tras el mal partido en Parma, fue muy claro: nunca más titular. Pronto, sin embargo, llegará una oportunidad, también porque el Milan empieza a jugar cada tres días a partir del sábado y entre medias, desde el día de la lesión de Bennacer, tiene jugadores contados.

Segunda pregunta: ¿en qué posición jugará Yunus? Pregunta con trampa, porque en Austin, en el amistoso de Estados Unidos contra Panamá, jugó como extremo derecho, la posición que Gattuso había estudiado para él en el Valencia. En el Milan, no, eso no debería pasar.

Al principio de la temporada, Musah había hablado del proyecto que le veía en el campo como centrocampista de contención, y luego en los dos medios centros del 4-2-3-1 de Fonseca. La lógica y los rumores de Milanello dicen que se le verá ahí. Yunus no es extremo y los exteriores altos de Fonseca son muy diferentes. Así que puede relevar a Pulisic en caso de emergencia, no ser titular.

¿Cuándo volveremos a verlo? Se aconseja a los aficionados que pongan el despertador a las 18.45 horas del martes 22 de octubre, día del Milan-Brujas. El partido de liga contra el Udinese llegará muy temprano -el sábado a las 18.00 horas- y Musah regresará de Estados Unidos muy tarde: sólo podrá estar en Milanello el jueves.

Fonseca empezará entonces con Fofana y Reijnders en la liga, además de Loftus-Cheek, que está mucho mejor y listo para volver. En la Liga de Campeones, Musah puede jugar de inicio, también porque la rotación es inevitable en estos días. El Milan jugará después contra el Bolonia -otro partido probable para Yunus- y el Nápoles. Una tarde delicada.

El plan A es el siguiente: encontrar ritmo -quizá 20 minutos con el Udinese, luego titular con el Brujas o el Bolonia- y convertirse en importante para el Milan. El plan B puede hipotetizarse así, radical: buscar otro destino en enero, quizá en calidad de cedido con una fórmula a estudiar vinculada a la redención.

Musah, después de todo, cobró 20 millones y tendría mercado incluso en una Premier League de nivel medio. Su fútbol tiene méritos y defectos clásicos. Yunus es un jugador de ruptura, fuerte cuando puede acelerar con el balón en el pie y defender la pelota con su físico. Necesita mejorar en técnica y lectura, para encajar más y mejor.

La impresión, sobre todo, es que el número 80 necesita urgentemente ser más agónico. Es un buen tipo, ayuda a sus compañeros, pero en el campo ataca menos de lo que podría y dio que hablar sobre todo por una frase tras el Parma-Milán: “A veces tenía dudas sobre si ir a presionar o quedarme atrás”. Fonseca le pide que se inserte cuando pueda, que intente algún cambio de juego, que acelere sin precaución. En una palabra: que asuma riesgos. Y sí, es así: si él no cree en ello, ¿quién si no?


El mejor Pulisic de siempre

Mauricio Pochettino empezó con mal pie (un tema resbaladizo, sin duda): “En el Milan está jugando todos los partidos, todos los minutos, y eso es algo que nos preocupa. A veces tenemos que protegerle, llega un poco cansado”. “Él” es Christian Pulisic y estas palabras fueron pronunciadas el viernes en la concentración de la selección estadounidense, en vísperas del primer amistoso contra Panamá.

Entonces, el técnico de las barras y estrellas se rehabilitó decididamente a los ojos del mundo rossonero, dejando a su hombre más importante libre para regresar a su club con tiempo de sobra. Y eso evitando su segundo partido, el próximo martes en México. “Vuelve a Milán, Christian, tienes que descansar un poco”. Beau geste evidentemente apreciado por el club rossonero, aunque sería interesante preguntarle al interesado qué piensa al respecto: conociéndole, probablemente también habría querido jugar en México…

Todo este preámbulo sirve básicamente para decir una sola cosa: Pulisic es el hombre del momento en el camino del Diablo. Es el que no traiciona cuando otros jadean, es el profesional cuando otros sólo piensan con las tripas, es el que salta hombre cuando otros no tienen el valor de intentarlo. Es más, hombre del momento ni siquiera es una definición exacta: Cristiano sigue desenrollando un larguísimo hilo rojo que empezó la temporada pasada y nunca se ha cortado.

Un hilo en el que hay, en este preciso momento, treinta y cuatro nudos. Uno por cada gol (21) y uno por cada asistencia (13). Hablamos sólo de clubes. Y si la temporada pasada fue la del récord personal de goles (15), la actual empezó con la perspectiva (6 goles en 9 partidos) de hacerlo aún mejor. El Rey Midas de Milanello. Sin duda, el jugador más dotado técnicamente de la plantilla rossonera. Por la sencilla razón de que es completo: tiene regate, disparo, aceleración e inteligencia táctica. ¿Qué más puede necesitar un delantero?

Así que Pochettino se puso la mano en el corazón y se la devolvió a Fonseca, anteponiendo las necesidades de un Milan bastante maltrecho a un amistoso de su selección. El seleccionador estadounidense dijo que Cristiano jugó todos los minutos, y para ser puntillosos las cosas no son del todo así: los minutos son 720 de los 810 disponibles, así que es como si se hubiera perdido un partido. Pero son cifras engañosas, porque el Capitán América siempre ha sido titular, y sólo se ha negado a jugar en los últimos compases de un partido.

Por otra parte, con un hombre que ha aportado la mitad de los goles del equipo -6 goles y 2 asistencias frente a los 16 goles del Milan-, los pensamientos sobre un posible relevo se ven alejados por las dificultades de las que no puede recuperarse el Diavolo. Y los que podrían sustituirle, digamos, no están condenando su alma para seducir a Fonseca. Los objetivos de Cristiano, además, podrían ser más.

Cuestión de penaltis. Faltan tres. El primero contra el Venezia: Pulisic marcó el primero y, con gallardía, cedió -con 3-0- el segundo a Abraham, que no la tiraba desde abril. Una generosidad fuera de lugar y mal correspondida, visto lo sucedido en Florencia. La primera vez, desde el punto de penalti, la agarró Hernández; la segunda, Abraham, que también esquivó mal a Cristiano. Ve y haz el bien a tus compañeros….

Cómo acabó en el Franchi es de dominio público, y algunos incluso la tomaron un poco con Cristiano. De la serie: ¿pero no podía imponerse a sus compañeros, ya que es el primer lanzador de penaltis designado? Algunos incluso le han tachado de acosado por Theo y Tammy, en realidad Pulisic es simplemente un buen tipo que quizá no ve bien hacer reivindicaciones públicas con quienes visten su misma camiseta.

En términos “filosóficos”, desde luego no le hace falta: su rendimiento en estos momentos equivale a una condena, a una mala figura para la mayoría de sus compañeros. Los tiempos de las penurias londinenses en el Chelsea son un recuerdo borroso, Cristiano es el pivote del AC Milan y disfruta desmintiendo el dicho de ‘nemo propheta in patria’ (nadie es profeta en su tierra).

Es exactamente lo contrario: en Estados Unidos es el símbolo de la selección, el hombre de los goles, las asistencias (como la del otro día a Musah) y el merchandising. Popularidad a raudales: ESPN acaba de otorgarle el primer puesto en el USMNT Player Performance Index, la clasificación por rendimiento de los 50 mejores jugadores estadounidenses. “La diferencia entre él y el segundo (Balogun, ed.) es más o menos del mismo tamaño que la que hay entre el segundo y el octavo”, escribió el periodista de ESPN. Pulisic es profeta en todas partes.


¿Terracciano o Jiménez?

Bienvenidos a la votación más extraña del año. Filippo Terracciano, sólo 165 minutos jugados en la Serie A en 2024, contra Alex Jiménez, cero apariciones -ni siquiera desde el banquillo, ni siquiera en la final- con el Milan esta temporada.

La expulsión de Theo Hernández al final del Fiorentina-Milán deja un efecto colectivo: Fonseca, en este momento crítico, no contará con su lateral izquierdo titular para los dos próximos partidos y tendrá que recurrir a los que han jugado menos en la reanudación. Aún es pronto para pensar en volver a ver a Davide Calabria.

El lateral izquierdo ya ha sido un papel en observación esta temporada. Paulo Fonseca, en el primer partido de liga, experimentó con Alexis Saelemaekers fuera de posición y le salió muy mal: entre sus ideas tácticas de esta temporada, es una de las que peor ha fallado. En Roma contra el Lazio, en el castigado partido en el banquillo de Theo y Leao, jugó Terracciano.

Aquí también podría haber sido mejor: el Milan sufrió más en el otro extremo, pero Filippo sólo convenció a medias. Sí, pero ¿quién es el favorito para el Milan contra el Udinese? Él, Terracciano. Lleva en el primer equipo desde el comienzo de la temporada, tiene experiencia en la Serie A y reduce el factor de riesgo.

Las diferencias entre los dos candidatos son evidentes. Alex Jiménez es dos años más joven (es de 2005, Terracciano de 2003) y sólo ha jugado con el Milan Futuro en la Serie C esta temporada. Aunque quedó claro desde el primer partido: tiene cualidades superiores al nivel C, el reto para él es demostrarlo semana tras semana, mantener la concentración y mejorar defensivamente.

Alex, comparado con Terracciano, es un jugador más ofensivo: le gusta atacar, arriesgar, crear y destruir con facilidad. Con el Milan Futuro siempre jugó por la derecha, su rol natural, mientras que el año pasado -en Primavera con Abate- se pasó a la izquierda.

Zlatan Ibrahimovic había hablado claro en julio: “El sustituto de Theo Hernández será Alex Jiménez y si no juega en el primer equipo lo hará en el Milan Futuro. Ocupar el puesto de Theo no parece fácil, Alex tiene tiempo para crecer y queremos darle minutos para ello”.

La dirección de la temporada deja claro que el terracciano es un paso adelante, pero en perspectiva ambos tendrán oportunidades. El Milan pagó 5 millones por Jiménez y ahora espera a que el Real lo recompre en los veranos de 2025 y 2026. Terracciano, en cambio, es propiedad del Milan desde enero y espera una oportunidad. Ya llega.

¿Terracciano o Jimenez ante el Udinese?

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El Milan vuelve a por Jonathan David

Está el AC Milan entre los posibles destinos de Jonathan David, el delantero del Lille que quedará libre el 30 de junio, pero que podrá “prometerse” a otro club en enero firmando un nuevo contrato. Los dirigentes franceses han intentado e intentarán por todos los medios convencerle de que se quede, pero de momento no lo han conseguido y, aunque el interesado no descartó categóricamente hace un mes quedarse en el Lille, la sensación es que hará las maletas en 2025.

Mientras tanto, el entorno del jugador (no sólo su fiscal, sino también un par de agentes Fifa que le proponen en las grandes ligas del Viejo Continente) busca activamente un destino que le permita dar un salto de calidad. Dados los números de las últimas temporadas, se trata de una gran oportunidad.

También para el Diavolo, que actualmente cuenta con Morata como básico en ataque, Abraham sobre el que habrá que tomar una decisión a final de temporada ya que está cedido en seco por la Roma (¿compra o adiós?) y Jovic, que se ha quedado fuera de la lista de Champions y podría decir adiós en enero o como mucho en verano.

David es uno de los perfiles conocidos en Via Aldo Rossi porque se le ha seguido de cerca en los últimos meses. Tanto en el verano de 2023, cuando el Diavolo intentó hacerse con su cesión tras el fracaso de la operación Taremi (y antes de que Jovic aterrizara en Milanello), como la pasada primavera: Ibrahimovic, Furlani y Moncada volvieron a pensar en él antes de desviar sus atenciones hacia Zirkzee y después hacia Morata. Clase 2000, nació en Brooklyn pero juega en Canadá.

Explotó con el Gent, en la temporada Covid, pero se confirmó a gran nivel sobre todo tras su traspaso al Lille en agosto de 2020 por 27 millones. Con los franceses suma 92 goles en 196 partidos oficiales: en la Ligue 1 siempre se ha ido a los dos dígitos con un máximo de 24 tantos en la 2022-23. Este 2024-25 también ha empezado fuerte, ya que lleva ocho goles en 13 partidos, incluida la joya que eliminó al Real Madrid en la Liga de Campeones.

Puede jugar tanto de primer como de segundo delantero, aunque es más técnico (y rápido) que físico (178 centímetros). En las oficinas rossoneras hay muchos informes sobre él, todos positivos, también porque se le considera un gran trabajador y, fuera del campo, un muy buen tipo. Problemas de integración en el vestuario, en definitiva, no habría.

El técnico portugués le conoce muy bien ya que, en el Lille, le entrenó durante dos temporadas, probablemente las mejores de la carrera del estadounidense: 2022-23 con 26 goles en 40 partidos y 2023-24 con 26 goles en 47 partidos. Le haría jugar en punta en el 4-2-3-1, con Cabella o Yazici por detrás. En el AC Milan, está Morata, que, pese a ser delantero centro, juega de delantero suplente en el 4-2-3-1 de la nueva configuración estrenada en el derbi.

¿Podrían complementarse ambos? La respuesta a la pregunta deben darla Fonseca y la dirección rossonera, pero mientras tanto David está en la lista de posibles objetivos. También en este caso hay que evaluar la cuantía de las comisiones, que serán elevadas pero no a los niveles del acuerdo con Zirkzee, y del salario. Ciertamente, en comparación con el holandés, la ventaja es que no tiene que pagar la etiqueta de precio.

¿La competencia? Sin duda, formidable. En Barcelona están convencidos de que Laporta no le dejará escapar, pero el Atlético de Madrid también le busca; el Inter de Milán ha pedido información y, antes de la llegada de Lukaku, hasta el Nápoles le había hecho un guiño. Por último, está la Premier League, que ejerce cierta fascinación sobre Jonathan. En resumen, el camino está lleno de escollos.

La posible operación David está ligada a la elección que hará el Milan sobre Abraham: con la Roma habrá que discutir también sobre Saelemaekers, que ha hecho el camino inverso al inglés, hasta ahora autor de un gol de penalti. Para hacer definitivo el intercambio, ahora a préstamo, es necesario llegar a un acuerdo sobre la tasación de la ficha de Tammy, que los giallorossi habían fijado en 25 millones.

Ahora, sin embargo, también hay que considerar la variable Jonathan David. Tal oportunidad podría empujar al Diablo a hacer otra elección, también en términos de características, y decir adiós a Abraham.


Las segundas líneas que calientan

Es, al mismo tiempo, el Milan en el que siempre juegan más o menos los mismos y el que ha perdido cuatro de los nueve primeros partidos de la temporada. La ecuación sobre el once inicial y los resultados, por tanto, no acaba de cuadrar. En realidad, Fonseca dio una explicación lógica, afirmando que lo que se necesita en este momento es continuidad en las ideas y en los hombres.

Traducido: un nuevo entrenador, que trae un nuevo planteamiento táctico, necesita un núcleo duro que lo asimile y lo lleve a cabo durante un tiempo antes de empezar con las rotaciones reales. Luego, sin embargo, pasan cosas.

Cosas dentro de lo normal, como los parones por las selecciones nacionales que sacan a dos tercios de la plantilla de Milanello; y cosas fuera de lo normal, como expulsiones absurdas y jugadores con malas actitudes. Así pues, las segundas líneas presionan. ¿Quién, entre los principales reservistas, podría tener una oportunidad a corto o medio plazo?

Un hermoso verano. Un jugador diferente, transformado en espíritu y piernas. Por fin, Pulisic tiene una alternativa a la altura, se dijeron -nos dijimos- todos. Fuego de paja. Muy caliente. Un par de brotes y Samu estaba de vuelta, jugando entre tonos grises. ¿Recuerdan lo que se decía en agosto? Fonseca estaba cocinando un tres cuartos con él en la derecha, Pulisic en el centro y Leao en la izquierda.

Es decir: el nigeriano lo estaba haciendo tan bien que desalojó al Capitán América, colocado por el técnico en el centro. El experimento duró un abrir y cerrar de ojos. Hasta ahora 194 minutos para Samu, ocho apariciones incluyendo dos como titular. Cero goles, cero asistencias.

Pero Pulisic necesitará recuperar el aliento, los ha jugado todos como titular, volverá de la selección a última hora e incluso el seleccionador Pochettino ha dicho que le ha visto cansado. Por tanto, Chukwueze tendrá sus oportunidades, siempre y cuando exprima concreción y fiereza. De momento, esto no se ha visto.

Renovado y archivado. Luka había terminado el año pasado con la satisfacción de una renovación de contrato que parecía traer consigo ciertas garantías. Un discurso que se mantuvo hasta que… llegó Abraham. ¿Y por qué llegó Abraham? Pues porque cuando se recurrió a Jovic, éste no respondió como Fonseca y la directiva esperaban.

Tammy fue la lápida sobre las ambiciones del serbio en el campo, cayendo de la noche a la mañana al tercer puesto en la jerarquía, y fuera de la lista de la Champions. Es impensable, sin embargo, que Fonseca sólo confíe en Morata y Abraham en la delantera, máxime cuando ahora los despliega juntos y, sobre todo, jugando cada tres días (y el inglés, además, viene de su mala actuación en Florencia): Jovic tendrá algunas oportunidades, pero deberá capitalizarlas al máximo. De momento, 78 minutos para él, cero goles y cero asistencias.

Es, sin duda, el gran marginado potencial del Milan de Fonseca. Al que le gusta, en el centro de los tres cuartos, tener un jugador con pies educados y visión de juego. El último “descubrimiento” en este sentido es Morata.

Hay que decir que hasta ahora Rubs no ha jugado ciertamente poco -8 apariciones, 565 minutos-, pero el rendimiento ha sido precario. En resumen, ya no es el pilar inamovible de la temporada pasada, pero tiene la ventaja de poder desplegarse tanto por detrás del punta como en el centro del campo. No le faltarán espacios.

Un delantero llamado a hacerse un hueco en un equipo al que el entrenador educa para ser “creador de juego” no tiene una vida fácil por delante. Para Yunus, hubo momentos en el Rossoneri en los que era la primera opción fuera del banquillo.

Ahora, según admite el propio Fonseca, aún no se ha identificado del todo con lo que quiere el entrenador sobre el terreno de juego. Tiene que disciplinarse tácticamente. Hasta ahora ha disputado 147 minutos repartidos en cinco partidos, de los cuales sólo uno como titular.

Por ese lado está Leao. Rafa, sin embargo, no brilla precisamente por su continuidad. Sin embargo, el suizo (aunque también lleva un tiempo en la zaga) no consigue dejar huella cuando entra en juego. Empieza con una explosión -el gol del 2-2 contra el Torino en el último segundo-, y luego va desapareciendo poco a poco. Maldito, por ejemplo, el partido contra el Parma (para todos, claro, no sólo para él).

Fonseca dice de él que no lo ve como alternativa a un delantero centro, sino en la banda. Así que tendrá que aprovechar los momentos en los que Leao no esté. A grandes rasgos, oportunidades no le van a faltar. Para Noah, 224 minutos en siete partidos hasta ahora, incluyendo dos como titular.

Una de las razones que llevaron al Milan a comprar su ficha, aparte de su edad, es su capacidad para jugar tanto por la derecha como por la izquierda. Y, de hecho, Terracciano es el principal candidato a sustituir al sancionado Theo. Una entrada de puntillas, la de Filippo en el mundo rossonero. Un uso con cuentagotas: 125 minutos en toda la temporada pasada, mientras que en la actual estamos en 90.

Es decir, un partido seco, jugado del primer al último minuto, en Roma con el Lazio. Si realmente consigue establecerse como suplente de Theo, podría llevarse alguna satisfacción. Más cerrado en cambio por la derecha, donde están Emerson Royal y Calabria, que ciertamente no brillan pero siguen por delante de él en las jerarquías.