Ibra pide una reacción radical

Zlatan Ibrahimovic ha dado una sacudida al Milan. Tras la derrota del martes ante el Liverpool, el sueco quiso ayer por la mañana hacer oír su voz al grupo para que la temporada no tome un cariz aún peor que el actual. Con el derbi del domingo en el calendario, se impone una reacción rápida, la que el alto consejero de los RedBird pidió al entrenador y a los jugadores.

El tono fue firme, al estilo Ibra, pero si tras la eliminatoria contra el Parma las críticas habían sido feroces, esta vez su discurso fue constructivo. El domingo veremos si consiguió tocar la fibra sensible y provocar la reacción que todo el pueblo rossonero espera del derbi.

Ibrahimovic se presentó en Milanello en su Ferrari a las 10:00: no aparcó delante de la sede del club rossonero, donde hay asientos reservados para directivos, sino que atravesó la verja y entró en la zona de vestuarios. Estaba solo a bordo y tanto ad Furlani como dt Moncada permanecieron en la sede del club. Los jugadores, que habían llegado para desayunar hacia las 9.30, tenían que estar listos para la sesión a las 10.30 y habían sido avisados de la llegada del entrenador, que pronunció un breve discurso de motivación, principalmente para dejar claro que la propiedad (representada por él) no estaba satisfecha ni con los resultados ni con el rendimiento.

Sin embargo, Ibrahimovic no se limitó a criticar: pidió carácter, personalidad y unidad de cara al derbi y a los retos posteriores. Porque el derbi en casa contra el Inter se considera un posible punto de partida para toda la temporada. Un primer paso en la buena dirección. El ex delantero subrayó la importancia del partido tanto para la clasificación (una victoria significaría alcanzar a los nerazzurri) como para la afición, que espera una redención tras el mal partido contra el Liverpool, en el que los ultras mostraron su disconformidad con cánticos elocuentes.

Sentado junto al presidente de la Uefa, Ceferin, Zlatan también escuchó esos coros y quedó tan “impresionado” como Calabria y sus compañeros. Porque el proyecto rossonero es muy importante para él: decidió poner la cara por él cuando el pasado diciembre dijo sí a la propuesta de Cardinale de convertirse en asesor principal de RedBird y ahora no quiere fracasar. Este verbo (fracasar) no está en su vocabulario, haga lo que haga. Él quiere ganar.

Su experiencia en el mundo del fútbol le ha llevado a subrayar que la temporada está al principio y que no falta tiempo para obtener importantes satisfacciones, siempre que se reaccione pronto tras la mala actuación contra el Liverpool. No entró en aspectos técnicos, que son responsabilidad del entrenador, pero pidió el máximo compromiso, más atención, más ganas y más rabia para honrar la camiseta rossonera.

Aunque ha cambiado varios clubes, está muy unido al Milan, club con el que terminó su carrera como jugador. Está convencido, y así lo reiteró, de que el grupo, permaneciendo unido, podrá superar el difícil momento, quizá con un éxito en el derbi. Los jugadores escucharon con caras serias y gran atención. Ibra también habló a solas con Fonseca, al que reiteró el apoyo del club, pero también la necesidad de enderezar el rumbo de inmediato.

A continuación, el técnico esperó fuera a que el equipo terminase la larga sesión de vídeo en la que el entrenador portugués “corrigió” algunos de los errores cometidos contra el Liverpool (no sólo los cometidos a balón parado, que costaron los dos primeros goles…) e insinuó algunos conceptos de cara al derbi. La sesión, prevista para las 11 de la mañana, comenzó mucho más tarde: Zlatan, esta vez sonriente, saludó a los jugadores con palmadas en la espalda o abrazos cuando entraron en el campo y luego se sentó en el banquillo.

Se quedó hasta el final del entrenamiento y, cuando algunos fueron a estrecharle la mano antes de volver a los vestuarios, intercambió unas palabras con ellos. No fueron conversaciones individuales “dirigidas”, sino más bien ánimos para todos. De Maignan a Theo, de Leao a Reijnders pasando por Morata y otros. Ibra almorzó en Milanello, desde donde partió a las 15:00. A las puertas le esperaba un grupo de aficionados a los que firmó autógrafos.

Espera que sus palabras hayan servido de estímulo al equipo y de apoyo al entrenador, pero sabe que, junto a Furlani y Moncada, puede verse obligado a pensar en la exoneración de Fonseca. Sarri (en la pole) y Tudor son los nombres con más apoyo. Evitaría de buen grado una llamada con Cardinale en la que hablar del nombramiento de un nuevo entrenador a finales de septiembre, pero está dispuesto a hacerlo por el bien del Milan si lo considera oportuno.


Las razones de la posible llegada de Sarri

El destino de Paulo Fonseca está ligado al derby, pero el Milan no espera al derby para empezar a buscar posibles sucesores. Se ha contactado con Edin Terzic, pero también hay otras pistas extranjeras como Thomas Tuchel y Sergio Conceiçao. Dos de los tres no conocen la Serie A y no hablan el idioma, Conceiçao domina perfectamente el italiano gracias a su formación futbolística. Pero nunca ha entrenado en nuestra liga.

Y como no hay tiempo que perder, las pistas que conducen a un entrenador de la casa están abiertas de par en par. Massimiliano Allegri y Maurizio Sarri son los principales, pero este último es el más importante. Que tendría muchas cartas que jugar, veamos cuáles:

FÚTBOL DOMINANTE, PERO CON EQUILIBRIO

Así es como Zlatan Ibrahimovic había justificado la elección de Paulo Fonseca como entrenador del AC Milan: un técnico que aportaría un aire nuevo y un fútbol dominante. A este respecto, basta con consultar a los Treccani bajo el epígrafe “sarrismo”, un neologismo que ha tenido tal repercusión que ha acabado en el diccionario: “La concepción del juego del fútbol preconizada por el entrenador Maurizio Sarri, basada en la velocidad y la propensión ofensiva”.

Dominante, sí, pero fijado en la fase defensiva. Los últimos campeonatos dicen que su Nápoles fue el segundo mejor defensivamente en la 2015/16, tercero en las dos siguientes, destacando que en la 2018/19 solo hubo 29 goles encajados.

Tercer mejor defensa de la Premier League en el Chelsea, así como en el año del Scudetto en la Juve. Pobre en su primer año en el Lazio (58 goles encajados), soberbio en la temporada siguiente: segunda mejor defensa, 30 goles encajados y, sobre todo, el equipo con más partidos con la portería a cero de la Serie A: 21 en 38 partidos.

PROFILO INTERNAZIONALE

La directiva del Milan quería con fuerza un perfil internacional para el periodo post-Pioli: antes que Fonseca, se había elegido a Lopetegui. Y los nombres de Terzic, Tuchel y Conceiçao siguen esta línea. Al igual que Maurizio Sarri, muy italiano pero internacional. Habla inglés y su experiencia en el Chelsea es muy respetable: tercero en la Premier League, pero sobre todo ganador de la Europa League, arrollando por 4-1 al Arsenal de Unai Emery, especialista en la competición.

Un trofeo añadido a la Serie A con la Juventus, tras el que los bianconeri no pudieron repetir. También en el plano internacional, la progresión del Lazio es notable: alcanzó los octavos de final de la última Liga de Campeones y fue capaz de derrotar al Bayern en la ida. Hacía desde el año 2000 que los biancocelesti no ganaban un partido en la fase eliminatoria del torneo.

EL 4-3-3 QUE TODOS PEDÍAN, PERO NO SÓLO

La pregunta ya planteada a Paulo Fonseca en más de una ocasión es: ¿por qué no cambiar al 4-3-3? En una ocasión salió a colación el propio Maurizio Sarri, que empleó con éxito a Loftus-Cheek como central. El propio inglés comentó en varias ocasiones cómo con el italiano jugaba en su posición favorita, en cuanto a rendimiento y números.

Más flagrante fue la petición posterior al partido contra el Liverpool realizada por Zvonimir Boban, que además de citar a RLC también sacó a relucir a Reijnders. De hecho, Sarri sería perfecto para este centro del campo, pudiendo adoptar el 4-3-3 que es su marca pero no un dogma. También le hemos visto con el 4-3-1-2 y Pulisic podría actuar por detrás de los dos eventuales delanteros, o con el falso nueve.

VIVIR CON FIGURAS INOPORTUNAS

Zlatan Ibrahimovic lo es. Y por si no había quedado suficientemente claro, lo reiteró con su aclaración sobre su papel en la previa del partido contra el Liverpool. Algo en lo que también insistió en verano, respondiendo a Fonseca sobre el momento del mercado. Aurelio De Laurentiis y Claudio Lotito tampoco son figuras fáciles, y sin embargo Sarri ha sabido construir un ciclo logrando incluso resultados inesperados y con un mercado sustancialmente sobrio.

EL DESEO NO TAN VELADO DE VENIR A MILÁN

Maurizio Sarri ya estuvo muy cerca del Milan en 2015. Un acuerdo que se frustró tras una entrevista en la que el técnico habló de su orientación política, opuesta a la visión de Silvio Berlusconi, que se decantó así por Sinisa Mihajlovic.

Recientemente expresó su voluntad de volver a entrenar y sobre los rumores acerca del Milan se limitó a no expresarse: “Me parece mal hablar de ello en este momento, hay que tener respeto. Paulo Fonseca es un buen entrenador y un hombre sensato, le he conocido en persona: está al principio de un camino y es justo que mantenga la calma. No quiero entrar en esas discusiones”.

Sobre el equipo declaró: “El Milan puede tener una evolución positiva, la plantilla es fuerte”. Añadamos también que el nombre de Sarri podría, de hecho, calentar a una afición que ya esperaba un nombre fuerte desde la marcha de Pioli.


Cómo sería el Milan de Sarri

El Milan y Sarri se observan desde la distancia. Todos los milanistas saben que, si el derby va mal, el Milan podría cambiar de entrenador. Maurizio Sarri es ya un firme candidato. La pregunta que surge de forma natural es: ¿qué cambiaría en el Milan con Sarri?

Y de nuevo: ¿qué jugadores le convienen más y menos? Antes de responder, una gran premisa: Sarri no es el entrenador designado del Milan. Fonseca aún puede quedarse con el banquillo e, incluso dentro del Milan, la discusión está abierta: el capítulo está todo por escribir.

Sarri entrenó a la Juventus en 2019/20: un gran equipo, con una afición exigente, como la del Milan. De 2021 a 2024 estuvo en la Lazio y en esos años hubo cambios. Sarri ha cambiado al principal hombre de la plantilla: en los días posteriores a su adiós a la Lazio rompió con su segundo, Giovanni Martusciello, que ahora entrena al Salernitana. Hay que reestructurar la dinámica, pero Sarri es un entrenador con principios firmes: no cambiará. Por lo tanto, se pueden hacer algunos razonamientos.

Sarri ya ha entrenado a Morata, Loftus-Cheek y Abraham. Morata en el Chelsea vivió la peor época de su carrera y Sarri habló recientemente de ello: “Es fuerte, uno de los delanteros centro que mejor se adapta a mi forma de jugar. En aquella época en el Chelsea estaba nervioso, no estaba bien en Londres. Tenía este problema, ninguno conmigo. Cuando nos vimos, incluso hablamos de ello”. No hay problema.

Loftus-Cheek, por su parte, era uno de los jugadores favoritos de Sarri, y Sarri uno de los entrenadores favoritos de Loftus-Cheek. Rubs marcó 10 goles con él en una temporada, y es sensacional que, sumando las cuatro temporadas anteriores y las cuatro siguientes, Loftus-Cheek se quede a las puertas de los seis. Moraleja: sólo ha marcado con Sarri y Pioli. Abraham y Sarri en cambio sólo se han rozado, con él estaríamos en blanco.

Morata y RLC sobre el papel serían perfectos para Sarri. Christian Pulisic, también. CP11 en el campo es muy inteligente y Sarri aprecia esta cualidad más que otras. Además, puede jugar en dos bandas y se aprecia el detalle con MS, que siempre utiliza dos laterales ofensivos. Tijjani Reijnders era uno de los objetivos de Sarri en el Lazio: no pasó de algunas llamadas telefónicas porque Tijjani eligió enseguida el Milan, incluso dejó en el banquillo al Barcelona, pero la idea estaba ahí.

¿Otros jugadores que podrían hacerlo muy bien a las órdenes de Sarri? Gabbia es un caso interesante: por lectura y juego de pies, es un candidato. Luego está el caso de Theo&Rafa. Theo Hernández le vendría muy bien a cualquier entrenador: demasiado fuerte. Más interesante es el discurso de Leao, al que Sarri podría exaltar, si el feeling hace clic.

Un cierto cambio sería probable: de 4-2-3-1 a 4-3-3. Poco cambiaría. En la defensa y el centro del campo, el sistema y las dudas individuales se mantendrían. Sarri juega históricamente con un mediapunta, desde Valdifiori a Jorginho, pasando por Cataldi. Por supuesto, ha pasado a utilizar a un jugador más defensivo en esa posición, pero quedaría la duda de quién sería el pivote de su Milan. ¿Tijjani Reijnders? ¿Youssouf Fofana?

En defensa, cuestiones similares. Sarri, obviamente, juega con cuatro y exige a sus defensas que se muevan juntos, con sincronismos entrenados durante horas. La referencia es el balón y la postura es fundamental, con mucho cuidado. Las mejores cualidades de Tomori y Pavlovic están en otra parte: son fuertes en el hombre, sobre el papel son mucho más adecuados para entrenadores como Pioli y Gasperini que para Sarri. Luego ya veremos, por si acaso. De momento, Sarri sigue pensando (y esperando) en casa, mientras el Milan aguarda el derby, en una extraña suspensión del tiempo que durará hasta el domingo.


Ibra-Fonseca: relaciones rotas

Zlatan habló con el equipo a mediados de agosto y hace unos días. Antes de debutar en la A, contestó a distancia a su entrenador en rueda de prensa. Al portugués no le gustó. En las dificultades de los rossoneri también influyen estos episodios.

Primer episodio. Milanello, víspera del Milan-Torino, primera jornada del campeonato. Zlatan Ibrahimovic convoca al equipo y les habla, como hacía cuando era futbolista. Él y ellos. Fonseca no está presente. Segundo episodio. Estadio de San Siro, Milán-Torino, 17 de agosto. Fonseca había hablado de un “mercado cerrado para mí” un día antes, pero Ibrahimovic, en la presentación de Fofana, dijo lo contrario: “El entrenador se encarga de entrenar, el club hace el resto. No necesitamos más fichajes. Con estos cuatro fichajes hemos duplicado las alternativas y además está el Milan Futuro. Estos cuatro fichajes ya eran objetivos incluso antes de elegir al entrenador. El mercado se cierra cuando yo digo que se cierra. Estamos en el sexto de los siete días”.

A Fonseca no le gustó y se lo hizo saber al club. Pocos días después llegó Abraham, que le gustaba, a cambio de Saelemaekers, que le gustaba. Tercer episodio. La víspera del Milan-Liverpool, tras la victoria ante el Venezia. Ibra regresa tras dos semanas fuera del equipo y vuelve a hablar con los jugadores. Les dice que, aunque haya estado fuera, sigue siendo el jefe y les pregunta cómo van las cosas con el entrenador.

Los tres momentos de la vida del Milan -uno público, los otros dos desconocidos- dejan claro que encontrar el equilibrio, entre Ibrahimovic y Fonseca, no es fácil. Ibra es abrasivo, se refiere sobre todo a sí mismo y no contempla el compromiso. Empezó esta aventura con afán de protagonismo y en las entrevistas siempre lo señala.

Es como si siguiera su propio camino, su propia forma de ser entrenador, lejos de normas y manuales. En varios clubes es el propio club el que decide el mercado, dejando un poder muy relativo al entrenador, pero nadie lo señala en público. Es normal que el entrenador no se lo tome bien.

Fonseca está en un momento muy difícil, se puede entender también por estos detalles. Igual que se entiende que el papel de Ibrahimovic esté aún por definir. “Soy el jefe”, dice, pero no es fácil llegar a un club unos meses después de haber dejado de jugar y pensar en cambiarlo con fuerza. Ibra no fue el primer jugador en el mercado y el entrenador no es una excepción.

Ciertamente en Fonseca había un gusto básico por Moncada, que de todos modos había elegido a Lopetegui para 2024/25, y la decisión sobre él la tomó Furlani, un director general muy implicado en el mercado. Es cierto que Ibrahimovic avaló la decisión, tomada conjuntamente por los tres hombres clave del Milan, pero no estuvo en primera fila.

Y en general se mueve por el club (área comercial, comunicación, mucho Milan Futuro) pero no entra en la dinámica clásica del mercado. ¿Puede funcionar? ¿Y qué dirá el domingo por la noche si el derby sale mal?

LAS PALABRAS DE IBRA ANTES DEL MILAN-LIVERPOOL

El debut en la Liga de Campeones

“Es una semana importante. El primer partido hoy con el Liverpool es un gran partido, llega en el momento adecuado para el equipo, después del último partido que fue bien. No hemos empezado como queríamos, pero con paciencia lo conseguiremos. Un desafío entre dos grandes equipos”.

Sulla sua assenza

“Cuando el león se va, los gatos se acercan. Cuando el león vuelve, los gatos desaparecen. Dicho todo esto, el nivel es demasiado bajo. Estoy concentrado en el trabajo, me ausenté unos días por motivos personales, pero siempre estoy ahí. Uno trabaja, el otro pedalea”.

Sobre su posición y puesto

“El papel es sencillo, mucha gente habla. Yo estoy al mando, soy el jefe y el resto trabajan para mí”.

Ibrahimovic lanza una pulla a Zvonimir Boban, presente en los estudios de Sky y que, en una entrevista a La Gazzetta dello Sport, se había preguntado por el papel del sueco

“Incluso Boban no ha entendido mi papel…” “Nadie lo entendió, la verdad”, replicó el croata. Lo que encontró la respuesta de Ibra: “Te lo explico ahora: yo mando, soy el jefe y todos trabajan para mí. Vosotros trabajáis en silencio”.

¿Hablaste con los “gatitos” (refiriéndose a Theo y Leao)?

“Los gatitos no están en el equipo, son los que están fuera”.

¿Pero hablaste con Theo y Leao?

“He hablado con el equipo, están bien, con las pilas cargadas y han hecho un buen partido.

¿Qué se siente al vivir tardes así y no poder jugar?

“Ahora es diferente, desde que ya no juego no tengo esa adrenalina. Claro que echo de menos jugar al fútbol, porque fueron grandes momentos, pero no es que tenga ganas de volver.”

El mercado

“El mercado era lo que queríamos. Lo que creíamos que faltaba lo hemos conseguido. El último fue Abraham para dar un refuerzo extra en ataque. Lo siento por Jovic”.

¿Fuiste a por Osimhen?

“Me quedo callado”.


Sarri es ahora el primer candidato

Paulo Fonseca está en la centrifugadora. Roma le ha preparado para los cambios de humor del fútbol italiano, pero aquí va más allá, aquí es como salir de casa para una excursión de montaña y tener que escalar el Everest. Fonseca a mediados de septiembre ya está en la cuerda floja. ¿Es el principal culpable? No, pero esto es fútbol: el entrenador es la pieza más fácil de sustituir.

El Milan le defendió públicamente y Giorgio Furlani, el día de la presentación de Abraham -fue el 3 de septiembre-, lo confirmó: ‘No hay pánico, evitaría hablar de partidos importantes o similares. Estamos satisfechos con el trabajo del entrenador y todos estamos con él, incluido el equipo’.

El Milan-Liverpool, sin embargo, fue un duro golpe, y el derbi que se avecina es la prueba más difícil posible. Todos en el Milan esperan una remontada y, aunque no hay aut aut en el derbi, está claro que el escenario será decisivo. Si el Milan se muestra vivo, independientemente del resultado, Fonseca podrá mirar al Milan-Lecce de la semana que viene e imaginar un ascenso. Si el derbi también es una goleada, el cambio sería una posibilidad real.

¿Qué entrenador podría elegir el Milan? La lógica lleva a un entrenador con experiencia en la liga italiana y personalidad para manejar el negro momento. Maurizio Sarri es el primer nombre entre los entrenadores disponibles. Pros: también ha sido apreciado en el pasado por la directiva del Milan, ha estado en la Juve y en el Chelsea (ganando trofeos con ambos), ya ha entrenado a Loftus-Cheek y Morata. Obviamente, la EM aceptaría.

¿Dudas? La principal quizá sea técnica: Sarri históricamente necesita trabajar mucho sobre el terreno de juego y empezar sin un verano a su disposición le resultaría especialmente complicado. Luego un detalle, no tan secundario: en defensa siempre ha elegido a jugadores buenos en la lectura de situaciones, en tener el balón como referencia, en moverse sincronizadamente al centímetro. Tomori y Pavlovic, digamos, no son su tipo.

Otros entrenadores italianos o de la escuela italiana libres son Massimiliano Allegri e Igor Tudor. Allegri tiene un currículum ideal, pero la chispa no prendió en verano y es poco probable que lo haga ahora. ¿Aceptaría Max entrar en una situación tan complicada, en el campo y sobre todo fuera de él? En la Juventus, en 2021, volvió por la confianza mutua con la propiedad, aquí la situación es muy diferente.

El tiempo lo dirá. Tudor, por su parte, nunca ha entrenado a un equipo tan importante, pero conoce Italia, es apreciado en el Milan y no dejaría lugar a dudas sobre un sí incondicional en caso de convocatoria. Sergio Conceiçao fue considerado y no elegido en verano: hubo contactos pero no llegaron a más. A los aficionados les gusta mucho, la impresión es que al club le gustaba menos.

El caso de Terzic, en todo esto, merece unas líneas. El ex entrenador del Borussia Dortmund acudió ayer al estadio para presenciar el Milan-Liverpool. Por la noche se quedó en Milán y se extendieron los rumores sobre su futuro en el Milan. El identikit es ciertamente interesante: es joven y ambicioso como le gusta a la propiedad, llevó al Borussia a la final de la Liga de Campeones y busca una nueva oportunidad.

Terzic, sin embargo, no es un objetivo para el Milan, no es una opción concreta de futuro. El futuro es ahora el derby, con una certeza: el Inter-Milán ha marcado todas las últimas temporadas del Milan, la 2024-25 no será una excepción.

¿Cual debería ser el próximo entrenador?

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Torres 0 – 0 Milan Futuro

El Milan Futuro di Daniele Bonera saltó al campo hoy para recuperar la tercera jornada de Serie C ante el Torres, que empataron a cero, lo que es el segundo punto del club rossonero en cuatro partidos, donde sigue sin conocer la victoria en esta temporada. Liverani y Camarda no estuvieron hoy al haber jugado ayer con el Milan Primavera en la Youth League.

La primera parte comenzó con el Milan Futuro esperando pacientemente a Torres. En el minuto 3, los rossoneri amenazaron con adelantarse con una media volea del portero rival. Pasados unos minutos, los chicos de Bonera intentaron jugar el partido, buscando una rápida rotación del balón. Ritmos no altos en los primeros quince minutos de partido, espacios cerrados para ambos equipos.

En el minuto 18, Sandri intenta un penalti. Disparo no muy angulado. El Milan tenía ahora el control total del partido, pero faltaban ocasiones de peligro. En el minuto 24, un lanzamiento largo, un agujero en la defensa y un excelente cierre defensivo de Coubis. Media hora de partido: el Milan Futuro siguió manteniendo el control de la contienda, pero falló el pase decisivo en el último cuarto de hora.

34 minutos: Torres también lo intenta con un par de saques de esquina. Aquí tampoco hay ocasiones de peligro. 36′: Disparo de Longo. Fall, en el rechace, supera al portero. Luego Torres salva en la línea. Protestas por un posible penalti. La primera parte terminó cero a cero.

La segunda parte comenzó con el cambio de Vos por Hodzic. Posesión de balón para Torres para empezar los segundos 45 minutos, pero el Futuro Milan se cierra muy bien. 54′ Sigue el partido muy trabado, los dos equipos no arriesgan y no dejan espacios. 55′ Buen despeje defensivo de Jiménez en una buena salida de Torres. 61′ No sube el ritmo en el terreno de juego.

Ocasiones que faltan y equipos que no se descubren. 68′, posesión de balón del futuro Milan, Torres no presiona. En el 70′, Jiménez lo intenta, primera parada de Zaccagno. Turco toca abajo. El balón pasa por encima de Cuenca. Otra parada de Zaccagno. A diez minutos del final, el partido no da señales de romperse, sigue sin haber ocasiones claras. Tras seis minutos de tiempo añadido, el partido llega a su fin.

Otro empate para el futuro Milan. Problema ofensivo para Bonera: sólo un gol, de penalti, en cuatro jornadas de liga. Sólo dos puntos en liga para el equipo de Bonera.

Torres: Zaccagno; Fabriani, Dametto, Mercadante; Zecca (dal 60′ Zambataro), Brentan, Masala (dal 85′ Casini), Liviero (dal 74′ Guiebre); Mastinu; Scotto (dal 74′ Nanni), Fischnaller (dal 85′ Goglino). A disp.: Petriccione, Petricciuolo, Coccolo, Giorico, Marini, Xhana

Milan Futuro: Nava; Jimenez, Coubis, Minotti, Bartesaghi; Vos (dal 46′ Hodzic), Sandri (dal 86′ Malaspina); Cuenca (dal 86′ Sia), Zeroli, Fall (dal 74′ Bozzolan); Longo (dal 68′ Turco). A disp.: Mastrantonio, Pittarella, Alesi, D’Alessio, Traorè, Zukic


Se busca nuevo entrenador

La posición de Paulo Fonseca empieza a tambalearse, si es que alguna vez fue sólida en este inicio de temporada decididamente decepcionante de los rossoneri. Cinco partidos oficiales, cuatro en la Serie A y uno en la Liga de Campeones, una sola victoria (4-0 contra un modestísimo Venezia), dos empates , contra el Lazio y el Torino, y dos derrotas, ante Parma y Liverpool.

Fue precisamente la derrota por 1-3 anoche contra los Reds de Arne Slot, que se saldó con una estruendosa protesta del (escaso) público de San Siro, lo que puso en la picota al técnico portugués: Aparte de una gira veraniega positiva, nunca consiguió mostrar su mano en un Milan muy necesitado de ajustes defensivos. Al contrario, el equipo siguió mostrando su cara a los repliegues y a los delanteros que una y otra vez cortaban la defensa como si fuera mantequilla.

Y por eso, a pocos días del derbi del domingo por la noche, que a estas alturas se convierte en elúltimo recurso para el ex-entrenador del Lille, los directivos rossoneri empiezan a mirar a su alrededor por si la situación se desmorona ante sus rivales de ciudad, hoy inmersos en la Liga de Campeones contra el Manchester City.

A primera hora de esta tarde se confirmaba el contacto telefónico con Edin Terzic, el ex entrenador del Borussia Dortmund que actualmente se encuentra en paro: el alemán podría ser una solución en caso de destitución de Fonseca. Pero no es la única pista, ya que hay otros entrenadores de primera línea actualmente en paro, como Maurizio Sarri y Sergio Conceicao.

En las últimas horas también ha habido contactos con Thomas Tuchel, el entrenador alemán del ex Bayern de Múnich y del Chelsea. Fonseca se está jugando realmente su permanencia en el club rossonero después de que, apenas unas semanas después del inicio de la temporada, el Milan empiece a mirar a su alrededor.


¿Cómo se sale de este ambiente tóxico?

Empecemos con una suposición: la elección de la foto de Pulisic no tiene nada que ver, como individuo, con los problemas escritos en el título. Al contrario. Chris es una de las pocas luces de este último periodo. Pero lo cierto es que de momentos tan complicados no salimos como individuos, sino como un grupo unido y cohesionado: equipo, entrenador, directiva, club y afición deben volver a hablar el mismo idioma.

Escribimos esto porque a estas alturas el entorno de Milán es tóxico en todos sus componentes. Esto no es una acusación contra nadie, sino una observación. Hay muchas cosas, algunas pequeñas, otras grandes, que juntas crean un vórtice de toxicidad y negatividad que probablemente te haga ver aún más negro de lo que es en realidad el panorama general.

Milan-Liverpool, el primer partido de Liga de Campeones de la temporada, el único grande europeo en casa, y San Siro no agota las entradas: anoche hubo “sólo” 59.826 espectadores. Ni siquiera 60.000 aficionados para el que podría ser el único encuentro de Liga de Campeones para los rossoneri en la temporada. Precios elevados, dificultades logísticas por la ubicación del partido entre semana, proximidad del derby… Lo cierto es que cuando no se agotan las entradas para el Milan-Liverpool (y los precios estaban en línea con los del Milan-PSG del año pasado) significa que algo falla definitivamente.

Y, efectivamente, la desconexión entre afición y equipo que comenzó al final de la temporada pasada continúa: ante la enésima decepción futbolística, la Curva Sud perdió la paciencia. Primero unos minutos de silencio, luego fuertes silbidos y cánticos inequívocos como“Sacad las pelotas” y“Nos habéis roto las pelotas“. El ambiente estaba caldeado, cargado y a punto de estallar, lo que chocó hasta el extremo con la “fórmula del espectáculo a la americana” adoptada esta temporada por el Milan en la previa del partido y en el descanso.

Por segunda vez este año, tras el partido inaugural contra el Torino, al final de la primera parte nos encontramos con el equipo en desventaja y con un equipo de animación que intenta involucrar a los espectadores de las gradas, evidentemente tensos y molestos por lo que ocurre en el campo, con bailes y animaciones de estadio de béisbol. Sólo que aquí, aunque Milán está espléndidamente contaminada por tantas culturas culinarias diferentes, el perrito caliente no se pega y la salamella sigue siendo sagrada. El riesgo de falta de afecto, cuando se trata al aficionado como un número y un cliente, es muy alto.

También hay desapego en el comportamiento de algunos jugadores y del equipo, ya que Leao, tras el‘ingenuo’ motín de ayer en el Lazio-Milán al pitido final, dejó que sus compañeros se llevaran los silbidos, merecidos, de la Curva Sud, mientras él corría inmediatamente a los vestuarios. Lógico que estuviera de mal humor tras una actuación poco memorable en una noche en la que estaba llamado a marcar la diferencia, pero ser un equipo también significa hacer cosas a regañadientes por el bien común. Siendo pues el momento el que es, hay que evitar prestar el lado y otros posibles puntos de apoyo para ir a meter el dedo en la llaga.

Es tóxico el siparietto inicial entre Boban e Ibrahimovic, ambos evidentemente víctimas de sus caracteres. Dejando a un lado a Boban, que ya no forma parte del Milan tras sus tristes elecciones sobre Giampaolo y al haber atacado hace años en la prensa al excelente Gazidis, Ibrahimovic vuelve a hacer de las suyas como directivo.

El papel de machote podía estar bien cuando aún era futbolista y tenía la posibilidad directa de impactar en el campo, cosa que a menudo conseguía hacer muy bien, pero como directivo el tono debe ser totalmente distinto: es el cargo que ocupa el que lo requiere, más allá de los tristes resultados del equipo del que actualmente es garante y “jefe”. Las metáforas sobre dioses, leones y gatitos pueden ser simpáticas para los que estos días empiezan quinto de primaria, para todos los demás no son más que frases un tanto embarazosas y fuera de lugar.

El empecinamiento de varias personalidades televisivas con Paulo Fonseca también es tóxico: los resultados y las cuestiones futbolísticas son criticables, pero el entrenador portugués sigue siendo un profesional serio que nunca ha faltado al respeto a nadie. Tratarle como a un calzonazos, a pesar de su amargura y frustración por lo que se ve en el campo, no honra a nadie y sólo contribuye a exacerbar el tono del discurso sobre el Milan.

Por último, una reflexión amarga. En las últimas temporadas éste ha sido un equipo que siempre ha mostrado diversas limitaciones y defectos, a menudo los mismos, pero que en el momento del gran partido o de la gran ocasión siempre ha dado algún coletazo importante, alguna sacudida que de alguna manera podía dar esperanzas. Anoche, en el Milan-Liverpool de la Liga de Campeones disputado en San Siro, ni siquiera hubo eso.

Tras un excelente comienzo, el equipo se derritió ante las primeras corrientes adversas, manteniéndose en un electroencefalograma plano durante los 90 minutos. No hubo forma de sacudirse, ni con los silbidos, ni con la protesta de la Curva, ni con el orgullo de llevar esta camiseta en un escenario que a lo largo de los años ha contribuido a construir la gloriosa historia del club. Probablemente, de las muchas cosas que fallan, este electroencefalograma plano es la más preocupante.

EDIN TERZIC EL SUSTITUTO DE PAULO FONSECA

Zlatan Ibrahimovic ya busca nuevo entrenador para sustituir a Paulo Fonseca, y el primero en la lista está Edin Terzic, ex-entrenador del Borussia Dortmund. El alemán, tras su excelente experiencia con los gialloneri culminada con la derrota en la final de la Liga de Campeones del año pasado ante el Real Madrid, estaría, por tanto, entre las primeras opciones de los rossoneri en caso de destitución de Paulo Fonseca. El derby del domingo, en ese sentido, será más decisivo que nunca.


Se acabó el crédito para todos

El gol de Pulisic a los tres minutos de partido fue una ilusión, porque a partir del minuto quince de la primera parte el Milan volvió a ser ese equipo apático y desorganizado, falto de alma y carácter, que la afición ya había rebatido al final de la temporada pasada.

Hay formas y formas de perder, pero a estas alturas es como si los rossoneri no supieran cómo hacerlo, porque cuando ocurre siempre es un desastre. El Milan, por tanto, sale estrellado de la primera jornada de la nueva Liga de Campeones, escribe esta mañana La Gazzetta dello Sport. Un equipo desatado, inadecuado y unipersonal, con enormes lagunas defensivas a las que Paulo Fonseca aún no ha sabido encontrar solución.

Una vez más se apuntó a la banda derecha del Milan, la débil para ser exactos, que, por muy culpable que sea (dos de los tres goles de anoche vinieron precisamente de ese lado), no es más que una pieza de un puzzle nada equilibrado a nivel táctico. Tanta desgana atrás no se compensa con la rotación ofensiva, con un Leao totalmente eclipsado que esperó hasta el minuto 96 para regalar a los pocos que quedaban en San Siro uno de sus anillos.

Como se preveía, el Milan descendió inmediatamente de categoría tras la amplia victoria del sábado por la noche contra el Venezia, y el domingo llega el derbi. Perder de otra manera quizás habría cambiado la forma de interpretar la derrota del pueblo rossonero, que a través de sus mayores exponentes, la Curva Sud milanista, soltó una dura protesta en el momento de la triple pitada del Milan-Liverpool.

La situación preocupa, y no poco, pero por otro lado el comienzo de la temporada fue una fuerte señal de alarma que llevó a los mismos aficionados organizados a enviar un claro mensaje al equipo el sábado antes de Venezia: “Última llamada“. En aquel caso el equipo lo recibió, anoche no, lo que confirma que algo sigue fallando. En este Milan no hay inocentes. La culpa es de todos.

PAULO FONSECA

¿Qué opina de la protesta de los aficionados?

“No creo que haya sido un problema de actitud. Empezamos bien, tanto defensiva como ofensivamente. Sin embargo, tras el segundo gol, nos desequilibramos emocionalmente, el equipo empezó a cometer errores que son fatídicos contra equipos como el Liverpool. Tengo que decir que el Liverpool fue más fuerte que nosotros y lo es ahora mismo”.

¿Cuál es el problema más grave?

“Aún no he hablado con los chicos. Tenemos varios problemas. Cuando las cosas van bien el equipo quiere jugar y hacer las cosas bien, cuando hay problemas al equipo le falta coraje para hacer lo mismo. Defensivamente, somos frágiles. El uno contra uno siempre ha sido difícil, hay dificultades evidentes…”

¿Pueden resolverse los problemas para el derbi?

“Trabajar, observar, mostrar lo que se hizo bien y lo que hicimos mal. Los objetivos que nos marcamos no son muy activos para este tipo de competición. Pero trabajar es la única manera de cambiar las cosas”.

Cuando fichó por el Milan, ¿esperaba que fuera tan difícil?

“Me trajeron aquí para cambiar la forma de jugar del equipo y eso es lo que estoy intentando hacer. Sabía que sería difícil. Cambiar tanto siempre es difícil y no está resultando fácil, porque es un cambio muy grande. Soy tan fuerte como el primer día, sabiendo que los resultados no son los que queremos y que no tenemos tiempo. Lo que me ha traído aquí es mi forma de jugar y eso es lo que voy a seguir haciendo con este equipo”.

Sobre el marcaje en las jugadas a balón parado

“En el primer gol hay marcaje hombre a hombre sobre Van Dijk y el otro central. Habíamos preparado el partido para marcar individualmente a los dos centrales”.

¿Por qué Leao recibió tan pocos pases?

“Fue algo que preparamos en el poco tiempo del que disponíamos. Explotar el pasillo derecho para servir a Leao con el pase largo y ponerle en posición de aprovechar el uno contra uno”.

¿Por qué no explotar a Reijnders y Loftus-Cheek como centrocampistas?

“Respeto todas las opiniones. Pero creo que podemos con diferentes estructuras. Busco las mejores características para nuestros centrocampistas. Creo que Reijnders no es un jugador para jugar al lado de Fofana, me gusta la estructura con dos centrocampistas y así es como creamos las situaciones más peligrosas”.


Milan 1 – 3 Liverpool

Pulisic marcó en los primeros minutos, pero fue todo un sueño que se convirtió en pesadilla: de un 1-0 terminó en 1-3 en una superioridad más que evidente del Liverpool, con el Milan que desinfló como pelota de playa pinchada, dejando entrever de nuevo todas sus costuras y problemas tanto para recuperar balones como para defender los contragolpes…

ALINEACIÓN INICIAL DEL MILAN

PRIMERA PARTE

Sin apenas tiempo para asentarse en el campo, Pulisic perfora la portería del Liverpool en el minuto 3′ al recibir un pase en profundidad de Morata, entra al área y remata al palo contrario que sorprende a Alisson que nada puede hacer para evitar el 1-0: gran inicio del Milan sorprendiendo a su rival, haciendo algo parecido a lo visto ante el Venezia.

El partido no se reanudó tras el gol debido a problemas físicos para Theo (sangre por la boca) y Maignan (dolor en el muslo que quedó sentado en el campo), pero ambos jugadores franceses volvieron al campo sin mayores problemas.

Pero el inicio del Milan fue una ilusión, ya que el Liverpool se hizo dueño del partido y de hecho llegaron a empatar en el 23′, en un saque de falta por la parte izquierda de Gakpo y gol de Konaté que anticipa a Maignan que sale totalmente a por uvas y comete un error garrafal que supone el 1-1.

De nuevo Maignan en el suelo en el 37′ por los mismos problemas físicos, pero siguió aguantando en el campo. Los rossoneri no volvieron a atacar ni crear ocasiones desde el gol, pero quien si volvió a golpear fue el Liverpool en el 41′: otro gol a balón parado, donde esta vez es Van Dijk que salta más que todos y marca el 2-1.

El Milan encajó un 1-2 en la primera parte de su partido en casa contra el Liverpool. Los rossoneri se adelantaron a los 3 minutos con un buen gol de Pulisic, pero luego se vieron superados por dos tantos a balón parado, primero de Konatè, que aprovechó una mala salida de Maignan en el minuto 23, y luego de Van Dijk en el 41.

El equipo de Fonseca planteó bien el partido, pero luego, con el paso de los minutos, los ingleses fueron mucho mejores y, además de los dos goles, dispusieron de otras ocasiones para marcar. Porque aparte de posesión, si no generas ocasiones, en Champions te castigan a la mínima.

SEGUNDA PARTE

Sin cambios en los dos equipos, donde Maignan vuelve a salvar a los suyos en el 48′: el francés evitó el 1-3 con una perfecta intervención por bajo sobre Jota, que chutó desviado desde unos pasos. Tras la parada, el portero sufrió un grave choque con el rival directamente con su rodilla.

Y tras esa dura entrada ante la salida para evitar el gol, Maignan abandona el campo donde su lesión puede ser grave, aunque se marchó a los vestuarios por su propio pie, entrando el jovencísimo Torriani (19 años) que además debuta esta temporada, al seguir Sportiello lesionado.

Morata cae derribado en el área inglesa de manera bastante evidente, pero el árbitro no pita penalty sino mano previa del delantero español, cuando en las repeticiones se pudo ver que la mano era del jugador del Liverpool, pero el VAR no corrigió absolutamente nada.

Mientras el Liverpool seguía sumando ocasiones: Szoboszlai chuta sobre Torriani, luego el balón le llega a Tsimikas que dispara con la izquierda, balón fuera. Y llega el 1-3 en el 67′: otro fallo del Milan en el centro del campo que permite un rápido contragolpe para los ingleses, con Gakpo que llega al fondo y toca para Szoboszlai a puerta vacía.

Doble cambio del Milan en el 69′: se marchó Calabria (lesionado) y Loftus-Cheek, dentro Emerson Royal y Abraham. Primer desmarque de Leao en todo el partido en el 73′ que se zafa de Konaté, llega a la espalda y busca a Morata, pero hay una gran intervención de Gravenberch que desvía a córner.

Fonseca metió dos jugadores más en el 83′: fuera Tomori y Morata, dentro Gabbia y Okafor, pero los rossoneri ya bajaron los brazos desde el 1-1 y no se recuperaron jamás, dejándose remontar una vez más, con una sola victoria hasta el momento en las dos competiciones oficiales.

Acaba el partido en el 97′: abucheos de los aficionados presentes en San Siro por otra mala actuación del Milan, que comienza la Liga de Campeones con derrota, a pesar de ir ganando al principio, pero…

MI OPINIÓN

El Milan no durará mucho en esta competición mientras no arregle los graves problemas que tiene en el centro del campo y en defensa, incapaces de filtrar todo el peligro que viene procedente del rival, Fonseca no quiere contar con Bennacer (más ahora lesionado de larga duración), pero ni Loftus-Cheek, ni Fofana, ni Reijnders partiendo como titulares demuestran contundencia para recuperar la posesión.

Y en defensa lo mismo, en el 1-3 falló miserablemente Pavlovic, pero sigo sin entender como Fonseca prefiere confiar en Tomori, cuando Gabbia demostró en la parte final de la pasada temporada que fue el central más confiable de la plantilla, mientras que no hay recambios fiables de Calabria o Theo.

Pero aparte de eso, la bajada de rendimiento tras el gol de Pulisic es ciertamente preocupante, se conformaron con que iban a mantener el resultado y acabaron perdiendo un encuentro que ya de por sí no eran para nada favoritos (de hecho se especulaba con un empate como gran resultado).

Va a ser una semana dura para Fonseca sabiendo que el domingo toca el Inter y hasta el momento solo han ganado al Venezia, se ven cosas de lo que puede llegar a hacer este equipo, pero hay un problema de inferioridad bastante evidente: los jugadores no creen en sus capacidades (salvo Pavlovic, Pulisic, Morata y Abraham), tres minutos no te aseguran grandes éxitos en esta competición ni en ninguna…