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Brahim vuelve al Real Madrid

Sólo faltaba el anuncio oficial, que acaba de llegar: Brahim Díaz vuelve a la Casa Blanca. Este es el comunicado oficial que acaba de hacer público el club blanco: “El Real Madrid comunica que el martes 13 de junio a las 12 horas en la Ciudad Real Madrid tendrá lugar la presentación de Brahim Díaz, que regresa a nuestro club con contrato hasta el 30 de junio de 2027 tras una cesión de tres temporadas en el Milan”. Una situación que desbloquea otra: Leao, de hecho, ‘aprovechará’ la despedida de su compañero para abandonar el número 17 y ponerse el 10 que pertenecía al balear.

Brahim verá ampliado su contrato en dos temporadas más con respecto al anterior. El comunicado continúa: “A estas alturas se ha convertido en un jugador clave del histórico equipo italiano. Con Brahim, el Milan volvió a ser campeón de Italia en 2022 y alcanzó las semifinales de la Liga de Campeones esta temporada. Brahim Díaz es jugador del Real Madrid desde enero de 2019 y ya ha ganado 1 liga y 1 Supercopa de España con nuestro club, antes de ser vendido cedido al Milan en septiembre de 2020.”

EL CHELSEA QUIERE A MAIGNAN

Un portero así sólo puede tentar a muchos grandes clubes. El Milan lo sabe, y probablemente lo sepa el propio Maignan, que también juega en la selección francesa. Y no es casualidad que el número uno de los rossoneri sea el próximo en la lista de renovaciones.

Mientras tanto, sin embargo, Maignan ya ha acabado en el punto de mira del Chelsea, que, según L’Equipe, estudia cómo estructurar un asalto estival para compensar la esperada desvinculación de Kepa Arrizabalaga y Edouard Mendy. De momento, es sólo un escenario que, sin embargo, suena como una alerta para la cúpula directiva del Milan, donde ya no está Paolo Maldini, alguien a quien el francés se sentía muy unido.

De hecho, no pasó desapercibido el post en el que Maignan se preguntaba si era “siempre del Milan” tras su divorcio de Maldini. De ahí partió L’Equipe, que recogió el rumor del interés del Chelsea, que al parecer ya está moviendo los primeros peones. En efecto, la célula de ojeadores de los Blues le considera el perfil adecuado para sustituir a Kepa y Mendy, que ya han comunicado su intención de no continuar juntos.

Además, el Chelsea lleva siguiendo a Maignan desde 2020, cuando jugaba en el Lille. Al año siguiente fue el Milan el que convenció hábilmente al francés para fichar por el Milan, convirtiéndole en el heredero de Donnarumma. Esta vez, sin embargo, habrá que levantar el muro.

También porque otros grandes clubes podrían mover ficha por Maignan. El Milan es consciente de ello y se dispone a iniciar las negociaciones para una renovación (la fecha de expiración actual es 2026), que incluiría un aumento salarial sustancial. El francés, de hecho, es uno de los mejores jugadores y, como Leao, podría beneficiarse de una excepción a las costumbres contractuales del club, para obtener -como en el caso del portugués- un salario en torno a los 5 millones más primas (el actual es de 2,8 netos).

Una forma de hacerle sentir la confianza del club y su papel central en el proyecto. En definitiva, Maignan forma parte del reducido círculo de intocables, lo que no significa, sin embargo, que sea intransferible. Está claro que si por él, como quizá por Hernández, llegara una oferta indecente (¿el triple?), el Milan se vería al menos en la tesitura de tener que valorarla.

Quizá precisamente para invertir después en otros jugadores con los que dar un futuro salto de calidad. En cualquier caso, la máxima prioridad sigue siendo la renovación, pero el verano de Mike se prevé caluroso y largo.


Pioli llama a Thuram y N’Dicka

Los milaneses, si tienen media hora libre, pueden leer algo sobre Marcus Garvey, el político y activista de principios del siglo XX. En primer lugar, la cultura es buena a pesar de todo. Segundo, se da el caso de que la información viene bien. Garvey es la razón por la que Lilian Thuram llamó Marcus -precisamente- a su hijo, que estos días es noticia por el AC Milan. Marcus decidirá su futuro en cualquier momento, probablemente el lunes, y el Milan está en la carrera.

Thuram es uno de los favoritos desde hace tiempo. No es un bombardero en serie, pero reúne las características del futbolista que le gusta al Milan: tiene uno contra uno, es explosivo, es rápido. El hijo de Lilian acaba contrato con el Gladbach, no renovará y ha escuchado propuesta tras propuesta en los últimos meses.

A algunas ya ha dicho que no, otras están en la carrera por una decisión que llegará muy pronto. El Psg es el favorito histórico, pero el Milan ha entrado en la carrera con decisión. Stefano Pioli también ha movido ficha en las últimas horas, llamando a Thuram y explicándole el proyecto del próximo equipo. Thuram podría jugar en diferentes posiciones. Delantero centro, por supuesto, y en algunos partidos también por fuera. En caso de llegar, al menos sería copropietario junto a Olivier Giroud. Como mínimo.

El movimiento-Pioli confirma que el Milan quiere darse prisa, cerrar pronto dos fichajes y hacerse con un delantero centro. Por cierto, en las últimas horas también ha habido contactos con Gianluca Scamacca, recién llegado de una temporada con ocho goles en total con el West Ham.

Es lógico pensar que Scamacca regresaría encantado a Italia, mientras que está por ver si los Hammers le dejarían marchar cedido o sólo de forma permanente. En la primera hipótesis, el camino está abierto para el Milan. En la segunda, se abrirían valoraciones más complejas. Dos delanteros centro, dos jugadores muy diferentes, dos formas de construir el nuevo Milan.

El Milan, sin embargo, se lo piensa todo y habla, habla con más de un jugador. En el centro del campo, el favorito es Yoeri Tielemans, centrocampista belga del Leicester de 1997. Obviamente, también en la fecha límite. Tielemans en el Milan sería el mediapunta junto a Tonali, un puesto que suele ocupar Bennacer, que estará de baja los próximos seis meses.

El problema, si acaso, es el salario, como es normal en los que pasan a cero al final de su contrato. Y la competencia: José Mourinho le ha llamado, el Roma lo intenta, y Yoeri… hace esperar el momento. Por cierto, en el centro del campo se mantiene más que una hipótesis Daichi Kamada, japonés del Eintracht: el Milan lo había cerrado, un problema con los agentes provocó una ralentización y ahora hay que esperar. Digamos que un par de semanas.

El ataque del Milan podría así cambiar radicalmente. Entre los nombres de la lista está también -y no es ninguna novedad- Christian Pulisic, estadounidense del Chelsea, al que le queda un año de contrato y que gusta al Milan. El talento está ahí, el carnet de identidad también (Pulisic nació en 1998), la continuidad definitivamente falta: en el último campeonato sólo un gol.

El Milan sería un gran escenario para el relanzamiento. Pulisic podría jugar en la derecha, una posición para la que el Milan también quiere a Samuel Chukwueze, 1999 del Villarreal, que expira dentro de un año. Hay un problema: el Villarreal ha recibido una oferta de la Premier League y pide mucho, muchísimo.

Algunos dicen que 40 millones. Si ese fuera el caso, sería demasiado. Por eso, también conviene recordar que el Milan lleva días pensando en Evan N’Dicka para la defensa: le llamó, pero el Roma se le adelantó y subió el precio. En resumen, se defienden.


¿San Donato será el nuevo estadio?

Vínculos, recuperación de tierras, protestas populares, agotamiento burocrático: en el camino hacia el nuevo estadio rossonero hay un bache cada cien metros. Un camino decididamente lleno de baches. Y así, para concretar el proyecto de la instalación que dará definitivamente la autosostenibilidad financiera al Milan, el club rossonero se ha basado en los últimos meses en un parámetro en particular para llegar a un descreme concreto: el factor tiempo.

Sobre esta base, en el último periodo ha cobrado vigorosa importancia la zona de San Donato. Entre otras cosas porque en Via Aldo Rossi nunca han hecho de ella una cuestión “geográfica”: La Maura, hace algún tiempo, no era más atractiva que otras zonas fuera de la ciudad por formar parte de Milán, sino porque en aquel momento parecía la solución más funcional y rápida. La misma razón por la que ahora los terrenos de San Donato Milanese han saltado a la primera posición. Primer cinturón al sureste de la capital lombarda, bien comunicado por transporte público empezando por el metro con su línea Amarilla.

La “puerta de Milán” Ahora mismo, ésta sería la situación más rápida, o al menos en la que el proyecto podría empezar a tomar forma lo antes posible. Como en todos los demás casos, hay pros y contras, pero el principal pro se escribe con “p” mayúscula. Es decir, la ubicación. Zona San Francesco: basta con introducir estas palabras en Google maps para comprender la mayor ventaja: la zona está situada entre el inicio de la circunvalación este y el nudo de la autopista A1 (es decir, la autopista Milán-Nápoles) que conduce a la ciudad. En la práctica, la zona está encerrada entre dos de las principales vías de Milán.

Una al este y otra al oeste. Con un poco de imaginación, ya que se trata de un terreno desnudo y en parte sin cultivar, se podría pensar en una especie de conjunto de diamantes. ¿Exagerado? No para quienes consideraban esta zona potencialmente elegible. No en vano, Milán la vigila desde hace aproximadamente un año. La parte valiosa, de hecho, se refiere a las coordenadas: el estadio rossonero sería una especie de “puerta de entrada a Milán”, porque sería la primera gran estructura que estaría frente a quienes llegaran desde la autopista.

El resto del razonamiento no hace falta decirlo: esa visibilidad sería un volante excepcional en términos comerciales, sobre todo en los naming rights. El patrocinador que los ganara, un poco como en Alemania, en Munich, en el Allianz Arena, tendría un rendimiento enorme.

Basta una cifra para comprenderlo: se ha calculado que por las dos grandes vías circulan en coche unos 5 millones de personas al año. Una previsión aproximada indica que, en términos publicitarios, el valor de los retornos comerciales aumentaría en torno al 30%. Que Milán se toma en serio el proyecto allí también lo demuestran los rumores que rodean el asunto.

El club rossonero disponía inicialmente de nueve proyectos para evaluar, posteriormente reducidos a una lista reducida de tres, con estudios de viabilidad e informes metodológicos ya presentados al presidente Scaroni para su revisión. ¿Qué empresas son las candidatas para la asignación del proyecto? Serían David Manica (el de los “dos anillos” para el nuevo San Siro, que en su momento perdió el reto ante Populous), el propio Populous y Gensler.

El arreglo daría ventaja a Manica. Otras ventajas de la zona: ya tiene uso deportivo y es privada. Se evitarían, por tanto, posibles comités ciudadanos y referendos. La maraña burocrática, una vez que Milán haya identificado a la empresa a la que encargar el proyecto, consistiría en presentar el estudio de viabilidad y el plan económico-financiero al Ayuntamiento de San Donato, que tendría que responder con el interés público.

Se trataría de un calendario mucho más ágil que los del Palazzo Marino y la zona de San Siro, también porque en este caso no habría ningún aspecto comercial ligado a la parte inmobiliaria. Entre los “contras” de la zona de San Francesco está, de hecho, su tamaño (22,5 hectáreas), que limitaría las actividades comerciales y el aparcamiento, otra cuestión delicada, así como el sistema viario (sin duda el mayor problema).

Sin embargo, la estación de ferrocarril de San Donato -que domina la zona- y el metro -con las mejoras necesarias, estaría a 1,5 kilómetros aproximadamente del estadio (pero incluso podría considerarse la hipótesis de una parada más)- serían sin duda de gran ayuda.

SIGUE SONANDO PULISIC PARA EL MILAN

El estadounidense Christian Pulisic podría encontrar América en Milán: tiene 24 años y en su carrera cuenta con 127 partidos y 19 goles en Alemania, en el Dortmund, y otros 145 encuentros y 26 goles en Inglaterra, en el Chelsea. En Londres, sin embargo, sólo jugó como titular diez veces la temporada pasada: ocho en la Premier League, una en la Liga de Campeones y otra en las copas nacionales.

No es la única estrella que ha quedado en la sombra en la turbulenta temporada inglesa. El Milan podría devolverle el protagonismo y potenciar aún más su talento: tiene cualidades para ello, tiene carrera y regate que encajarían perfectamente en el papel de delantero exterior derecho rossonero. El Milan quiere volver a volar por las bandas ofensivas: Leao en la izquierda y Pulisic en el lado opuesto garantizarían un buen equilibrio.

El nuevo club ya está manos a la obra: se estima al jugador y la primera buena noticia es que la estima es recíproca. En teoría y en la práctica: para fichar por el Milan, parece dispuesto a rebajar su salario, que hoy roza los cinco millones de euros. Pulisic no oculta su afición por los rossoneri: su último post en Instagram va acompañado de dos balones, uno rojo y otro negro.

Provocación o no, todo el mundo ha captado la referencia al Milan: cientos de comentarios, con aficionados rossoneri invitando al jugador a unirse a ellos en Milán. El valor de la carta se ve afectado por la expiración del contrato con el Chelsea, fijada para junio de 2024: el precio, que ahora supera los 25 millones de euros, sin duda tendrá que ser rebajado.

Hablando de grandes cifras: Pulisic tiene más de 7,2 millones de seguidores, Olivier Giroud es sólo uno de ellos. Tiene, por tanto, un enorme número de seguidores virtuales, un dato interesante en la relación entre deporte y espectáculo que Cardinale cultiva con esmero. Eso no es todo: Pulisic es ciudadano de la UE gracias a su pasaporte croata, pero nació en Hersey, un pueblo de Pensilvania (Estados Unidos).

Enarbola la misma bandera del Milan que Cardinale, que podría utilizar su imagen para llamar la atención del público estadounidense y promover así nuevas interacciones entre el club y la afición de Estados Unidos. Donde Pulisic ya es una estrella del fútbol: en la selección nacional ha jugado 57 partidos y marcado 23 goles, una media goleadora aún mayor que en el club. Pulisic ocuparía parcialmente el espacio liberado por Brahim Díaz, en versión exterior derecho: una nueva incorporación en el sector no excluye la salida de otro entre Messias y Saelemaekers.

El otro asunto que se mueve en el centro de los tres cuartos está en espera en Kamada: la situación evoluciona, pero no se excluyen los reveses. En cambio, las pistas que conducen a Marcus Thuram y Ndika ya están ocupadas por el PSG y Roma, pero el Milan intentará adelantarles para llegar primero.

SUENA CADA VEZ MÁS LA IDEA TIELEMANS

Cada vez llegan más confirmaciones sobre el interés concreto del AC Milan por Youri Tielemans, centrocampista de la clase de 1997 que deja el Leicester City a cero. Los rossoneri, siempre en busca de refuerzos en el centro del campo, sobre todo tras la grave lesión de Ismael Bennacer, han puesto sus ojos en él, pero tendrán que superar la competencia de otros clubes, sobre todo el Roma y el Galatasaray.

Nacido en Sint-Pieters-Leeuw, un municipio belga de Flandes, el 7 de mayo de 1997, Tielemans dio sus primeros pasos en el fútbol en la cantera del Anderlecht, donde empezó a jugar con cinco años y, tras pasar por toda la cantera, llegó al primer equipo en 2013. El 28 de julio de ese año jugó su primer partido profesional contra el KSC Lokeren en la Jupiler Pro League, entrando en el minuto 24 en lugar del lesionado Kljestan.

Debutó en la Liga de Campeones el 2 de octubre de 2013 contra el Olympiakos. En el verano de 2017, Tielemans cambia de equipo y se marcha al Mónaco. Curiosamente, fue Geoffrey Moncada, entonces jefe de ojeadores del club del Principado, quien fichó al centrocampista belga. Su aventura en Francia no dura mucho: en enero de 2019, de hecho, se marcha cedido al Leicester City (intercambio con Adrien Silva), que en verano decide entonces hacerse con él, pagando unos 40 millones de libras.

Con la camiseta de los Foxes, Tielemans disputó un total de 195 partidos y marcó 28 goles. Desde hace años también forma parte de la selección absoluta de Bélgica, con la que hasta la fecha ha disputado 58 partidos y marcado cinco goles (además, estuvo sobre el terreno de juego en los tres partidos que disputaron los belgas en el pasado Mundial de Qatar).

A nivel técnico, hablamos de un centrocampista central, perfecto para un centro del campo de dos hombres como el del Milan, pero que también puede jugar como mediapunta y trequartista. Bueno con los dos pies y con una buena visión de juego, Via Aldo Rossi lo considera un excelente refuerzo para el centro del campo del equipo de Stefano Pioli. Además de estas cualidades técnicas, también posee una gran personalidad.

Tielemans es, sin duda, uno de los centrocampistas más interesantes que expiran en 2023 y, llegando a cero, representa sin duda una gran oportunidad de mercado que el Milan quiere aprovechar. Y quiere hacerlo explotando la figura de Moncada, que lo llevó hace años al Mónaco donde explotó y se dio a conocer a todos.

El número uno de los observadores rossoneri, que con el adiós de Maldini y Massara tendrá un papel aún más importante en la nueva estructura societaria del Diablo, le conoce bien y sabe que podría no ser la carta ganadora para convencer al belga de que diga sí al Milan.

PARADO EL FICHAJE DE KAMADA

Tras la sacudida de los últimos días, con Maldini y Massara abandonando sus funciones en el club, llega la hora de la reorganización y las decisiones en el Milan: los rossoneri deberán elegir qué hacer con las operaciones ya montadas, y en este caso prácticamente cerradas, por el anterior dúo directivo.

La situación de Daichi Kamada, clase ’96 disponible gratuitamente, está actualmente en stand-by. A Pioli le gustaba y le sigue gustando el jugador japonés, pero la nueva dirección aún no ha comunicado a los agentes si el acuerdo verbal, un contrato plurianual de unos 3 millones de euros netos, irá seguido de uno escrito. Habrá que esperar unos días más para comprender cuáles serán las intenciones del nuevo Milan con respecto al centrocampista japonés.


Furlani habla para GDS

La revolución tiene 70 palabras. “El Milan anuncia que Paolo Maldini pone fin a su mandato en el Club, a partir del 5 de junio de 2023. Le agradecemos su contribución durante estos años, con el regreso del Milan a la Liga de Campeones y la conquista del Scudetto en la temporada 2021/22. Sus responsabilidades serán asignadas a un equipo integrado que trabajará en estrecho contacto con el entrenador del primer equipo, reportando directamente al CEO”.

¿Frío? Sí. ¿No estás de acuerdo? Bastante obvio. Gerry Cardinale fue directo por su camino: el lunes por la mañana le comunicó a Paolo Maldini que el Milan seguiría sin él y ayer el club rossonero lo hizo todo oficial en su página web. Hoy llegará la separación de Ricky Massara, más suave, probablemente con una rescisión del contrato. El director general saliente, en esencia, quedará libre de ataduras.

Así, el 6 de junio fue el día de la sorpresa. El mundo del fútbol se dio cuenta de que el Milan continuará sin el jefe del área técnica. Más aún, que continuará con un estilo totalmente nuevo, y la última línea del comunicado deja claro quiénes serán las dos figuras centrales del nuevo rumbo.

Stefano Pioli, llamado Coach a la americana, y Giorgio Furlani, el CEO. “En primer lugar, quiero dar las gracias a Paolo y Ricky y expresar la gratitud de todos los empleados del Milan por su importante contribución al club a lo largo de los años”, declaró Furlani a la Gazzetta. “Paolo fue uno de los mejores jugadores de la historia, y como entrenador, junto con Ricky, desempeñó un papel importante en la consecución de nuestro 19º Scudetto. Lamentamos su marcha”.

A continuación, la explicación de la decisión: “En nuestro club analizamos constantemente las estrategias y los modelos más adecuados para que el Milan pueda seguir progresando dentro y fuera del campo, para competir con los principales equipos de Europa. El primer elemento fundamental, lo repito siempre, es y seguirá siendo el fútbol”.

“Precisamente con este objetivo en mente, hemos decidido una reorganización organizativa que lleva a la creación de un grupo de trabajo para la parte técnico-deportiva”. En resumen, el Milan se relanza, prometiendo un futuro a la altura: “Nuestra prioridad ahora es consolidar y reforzar los progresos realizados en los últimos años, en todos los componentes del club. Nuestra ambición no ha cambiado, es más, se ha reforzado: ser competitivos en la cumbre del fútbol europeo”.

“Estamos en el buen camino, pero aún queda mucho trabajo por hacer. Espero que nuestros maravillosos aficionados puedan mantener intacto y constante su apoyo al club, y yo personalmente espero poder interactuar pronto con nuestros seguidores, para que puedan entender nuestra estrategia, para que juntos podamos seguir viendo crecer al Milan”.

Aislemos algunas expresiones: “Las estrategias y modelos más adecuados”. “Un grupo de trabajo”. “Nuestra estrategia”. Dejan claro que el nuevo Milan cambia radicalmente y se reestructura sobre una nueva estructura. Stefano Pioli adquiere importancia, tanto en Milanello -donde ya no habrá figuras como Maldini y Massara, presentes en el día a día- como en el mercado.

Dará indicaciones sobre sus necesidades, como cualquier entrenador, y tendrá más voz en la elección de perfiles, del tipo de jugador a buscar en el mercado. Geoffrey Moncada, como jefe de los ojeadores, dirigirá la búsqueda internacional, seleccionando los perfiles más interesantes.

Giorgio Furlani gestionará la parte económica, en las fases decisivas de las negociaciones y para la aprobación final. Esta, la estructura aprobada y ya en marcha: ayer hablaron Pioli, Furlani y Moncada para tomar las primeras decisiones de cara a 2023/24. La primera de muchas reuniones de mercado que llevarán al nacimiento del próximo Milan.

El modelo es muy poco italiano y con un alto coeficiente de riesgo. Cardinale no ha optado por el cambio más lógico, ni siquiera por el más fácil -sustituir a Maldini y Massara por al menos un director deportivo-, pero se ha labrado su propio camino. Cree en un enfoque colegiado y en el poder de los datos, como demuestra su gran confianza en Luke Bornn (fundador de Zelus, su empresa de análisis) y Billy Beane, Mr Moneyball, su inspiración y colaborador.

Es fácil ver cómo Maldini no era compatible con este escenario. El reto de las próximas semanas será entender cómo convivirán las ideas de Pioli, el scouting clásico y las sugerencias de los algoritmos. No habrá que esperar: las primeras decisiones llegarán pronto, los primeros fichajes también. El fútbol no espera y el nuevo Milan quiere aprender a andar -a correr, si es posible- muy deprisa.

¿IBRA EN MILANELLO COMO DIRECTIVO?

El entorno rossonero vive un terremoto interminable: ayer, Cardinale anunció su intención de poner fin a su relación con Paolo Maldini. Hoy también se anunciará oficialmente el adiós de Ricky Massara. Y pensar que los dos protagonistas del Milan en los últimos años estaban en el césped de San Siro para asistir a la ceremonia de despedida de Zlatan Ibrahimovic, que el domingo, tras el éxito contra el Verona, anunció su retirada del fútbol.

Pero, ¿quién sustituirá a Maldini y Massara? Lo dice directamente el comunicado de prensa del Milan publicado ayer, en el que se afirma que las funciones de Maldini “serán asignadas a un grupo de trabajo integrado que operará en estrecho contacto con el entrenador del primer equipo, reportando directamente al CEO”. Así que serán el CEO Furlani y el jefe de los ojeadores Moncada quienes harán que el Milan se muestre activo en el mercado, dando también más poder a Stefano Pioli, situándole más en el centro del proyecto.

La importancia de Maldini se basaba también en tareas extraoficiales: la relación que creó con el equipo fue algo único, fue quizá la fuerza más importante de los éxitos rossoneri. Sin la figura de Paolo, por supuesto, no será lo mismo y sustituirle no será fácil: la hipótesis es mantener a Ibrahimovic dentro del mundo milanista, apoyarle con el equipo como hacía Maldini. Para los rossoneri, que nunca han negado que fuera un referente, Zlatan sería el lugar ideal de Maldini.

OFICIAL: MASSARA DEJA EL CLUB

AC Milan anuncia que Frederic Massara pone fin a su mandato en el club. Agradecemos a Ricky su contribución al proyecto de crecimiento del Milan a lo largo de los años.


Los 39 fichajes de Maldini y Massara

Mike Maignan: 9

El hombre del mercado de Maldini y Massara tiene la cara sonriente y los nervios templados de Mike Maignan, arrebatado al Lille tras el adiós de Donnarumma y que poco a poco, sin hacer ruido, se ha convertido en protagonista con paradas y salidas como un agente libre más. El francés es la mejor adquisición de su experiencia. El año pasado puso sus grandes manos en el Scudetto. Un 9 alto no se le puede quitar.

Ciprian Tatarusanu: 5

Un vaivén. Primero en lo más alto, con el penalti parado por Lautaro y las manos en el Scudetto, luego cuatro meses con demasiados errores en el último año. Tatarusanu es un 5 por esta misma razón. Llegado en 2019, el 30 de junio dirá adiós a los rossoneri tras 37 partidos en tres temporadas, 23 en la 2022-23. Los antecedentes dicen que solo lo hizo bien el año pasado, luego nada más.

Theo Hernandez: 8

Alabado sea aquel encuentro en Ibiza tomando un zumo. Theo eligió al Milan antes que a Paolo Maldini, y eso es un hecho. Porque cuando te llama uno de los laterales izquierdos más fuertes de la historia, no puedes decir que no. La historia de amor entre el francés y los rossoneri continuará al menos durante un tiempo. El año pasado renovó hasta 2026. Y hoy es uno de los mejores en su puesto. Calificado con 8.

Simon Kjaer: 7

Un agradecimiento a Maldini y Massara y otro a Pioli. Simon Kjaer llegó al AC Milan en enero de 2020 después de seis meses aburridos en el Atalanta como suplente. Nadie se lo creía, los tres sí. Y al final Simon se convirtió en uno de los pilares del Scudetto de 2022. Hasta ahora 96 partidos y un gol.

Pierre Kalulu: 6.5

Un golpe de Moncada, el hombre en la sombra destinado a ser el centro de atención. Pierre Kalulu es otro de los jugadores mejorados por Pioli. Llegado como un semidesconocido procedente del Lyon, con el tiempo hechizó al Milan y nunca lo ha soltado. Bueno hace dos años, regular la temporada pasada, aunque el balance sigue siendo positivo. Además de la posible plusvalía por venir. Un 6,5 más que merecido.

Fikayo Tomori: 6.5

El 7 se desvaneció este año, tras una temporada con altibajos y varios errores, sobre todo en partidos importantes. Fikayo Tomori, rescatado el pasado verano por 28 millones, tuvo un año complicado, pero en la 2021/22 fue uno de los protagonistas del Scudetto. La nota es una mezcla de los últimos campeonatos: 6,5.

Malick Thiaw: 6

Entre los fichajes del verano pasado, sólo se salva Malick Thiaw. El alemán, comprado al Schalke 04, se ha impuesto poco a poco en el tablero de Pioli, primero como reserva y luego como titular. En el último mes ha bajado un poco, pero sigue siendo un excelente central. Clase 2001, puede ser una futura plusvalía: 6.

Alessadro Florenzi: 5.5

También en este caso, la nota es una media de los dos últimos años: bueno la temporada pasada, campeón de Italia con dos goles en 24 partidos, apenas se le ha visto este año. Alessandro Florenzi sólo jugó seis partidos, culpa de una serie de lesiones que mermaron su continuidad. Maldini y Massara lo compraron en verano por algo más de dos millones y medio. Roza la suficiencia.

Ismael Bennacer: 7.5

Uno de los primeros fichajes de Maldini y Massara. Aún se recuerda la llegada de Bennacer a la Madonnina para someterse a los exámenes médicos. En lugar del chándal habitual o una camiseta blanca lisa, guardaba en su armario un traje de flou. Ahora está de baja por lesión, pero sigue siendo el cerebro del centro del campo rossonero. Sin duda, una compra positiva. En enero renovó hasta 2027.

Sandro Tonali: 7.5

Otra columna. Medio punto menos por un primer año de aclimatación fluctuante, de lo contrario el 8 habría sido más que merecido. Sandro Tonali encarna el milanismo. Lloró en la despedida de Ibra y defiende el centro del campo rossonero desde 2020. El año pasado ganó el Scudetto como jugador estrella. En septiembre renovó hasta 2027. Palabra clave: líder.

Rade Krunic: 6

Uno de los favoritos de Pioli. Hasta ahora ha jugado con él en diferentes roles: mediapunta, trequartista, segundo delantero, falso nueve, incluso lateral. No es un fenómeno, no resuelve los partidos por sí solo, pero para Pioli siempre ha sido fundamental. Jugó de titular en octavos, cuartos y semifinales de la Champions. El 6 es justo.

Alexis Saelemaekers: 6

Este año se ha ganado el medio voto extra. Mérito por el golazo contra el Nápoles en el Maradona y el dardo contra la Roma en el Olímpico. Saelemaekers llegó en enero de 2020 procedente del Anderlecht. Muchos no podían pronunciar su nombre. Con el tiempo se ganó el puesto: 6.

Brahim Diaz: 6.5

Con el adiós de Maldini y Massara dirá adiós al mundo milanista. Su redención del Real Madrid es improbable, así que es hora de hacer balance: Brahim ha llevado el número 10 lo mejor que ha podido. Varios destellos, algunos goles importantes (Tottenham, Nápoles, Juventus), muchas pausas. Quizás demasiadas. El 6,5 final es una mezcla justa. Este año 7 goles y 7 asistencias.

Junior Messias: 5

Difícil voto el suyo. Júnior Messias fue el protegido de Maldini, el jugador fuera del área cogido con los pies en el suelo. Doce goles en dos años, algunos decisivos (Atlético de Madrid), varias lesiones y otras tantas rupturas.

Probablemente dejará el Milan. Lo suyo, sin embargo, sigue siendo un cuento de hadas: en 2016 jugaba en el Eccellenza con el Chieri, antes repartía frigoríficos y jugaba en un pequeño equipo amateur de Turín. El resto es historia.

Charles De Ketelaere: 4

La nota de De Ketelaere se basa en el coste y el rendimiento de este año. Y así vamos por números: sólo una asistencia en 32 apariciones. Algunos destellos dispersos -sobre todo en la última jornada contra el Verona- y hay que recordar la edad: clase 2001. El fichaje más caro del verano rossonero es un 4 con pocos atenuantes. Se necesitaba más, quién sabe si podrá demostrarlo.

Lucas Paquetà: 4

Uno de los primeros fichajes de Maldini, en tándem con Leonardo. Paquetà en el Milan fue un fracaso, aunque entre Lyon, West Ham y la selección brasileña mostró buenas cosas. En enero de 2019, el Milan desembolsó 35 millones. Resultado: cuatro goles en año y medio, 44 partidos y poco más que recordar.

Rafael Leao: 8.5

El delantero de las últimas dos temporadas es Rafael Leao, quien cerró la temporada con un triplete y un abrazo de Zlatan Ibrahimovic, mentor y guía durante los años rossoneri. Su crecimiento fue exponencial: entre 2019 y 2021 fue balancín, luego se adueñó del Milan, para nunca más dejarlo. La renovación hasta 2028 es la justa recompensa tras dos años como estrella.

Oliver Giroud: 8

El hombre que rompió la maldición del número nueve merece un 8 completo. Este año también ha conseguido mejorar: 18 goles en 47 partidos, 13 en la Serie A. Ha marcado 32 goles desde que fichó por los rossoneri. En mayo renovó por una temporada más. En septiembre cumplirá 37 años, pero sigue teniendo hambre.

Zlatan Ibrahimovic: 7.5

Imposible darle menos de 7,5. No hay más que ver dónde estaba el Milan antes de él y adónde lo llevó antes de marcharse. El 4 de junio se despidió del fútbol entre aplausos y lágrimas. La cuenta dice 37 goles desde 2020 hasta el día de su despedida, todos entre los 38 y los 41 años. Es el goleador más veterano de la Serie A.

Ante Rebic: 5,5

Bien Ante, los dos primeros años, con 23 goles en unos sesenta partidos, mal los dos últimos, con sólo seis tantos y muchas paradas. Rebic dejará a los rossoneri en verano, y no alcanza la suficiencia.

Krzysztof Piatek: 4,5

Uno de los primeros fichajes de Maldini junto con Paquetà. Imposible no comprar al Pistolero Piatek tras sus seis meses de alarido en el Genoa, con 19 goles en 21 partidos. En enero de 2019, los rossoneri lo llevaron a San Siro por 30 millones, otros seis meses en lo más alto con 11 dianas y fuera, al olvido, entre los olvidables. En verano regresó a Italia con el Salernitana: 4 goles en 29 partidos.

Divock Origi (4)

Quizás la peor compra. Divock Origi llegó a coste cero, pero con un salario de 4 millones netos por temporada. Nunca ha tenido una explosión significativa este año: sólo dos goles en 36 partidos. Destinado a decir adiós, 4.

De hecho, la lista no termina aquí. Maldini y Massara llevaron a una quincena de jugadores a San Siro. Algunos indignos, sin nota, como Begovic, Mirante, Vasquez, Lazetic y Pellegri.

Otros merecieron el rechazo: 5 actuaciones para Meitè, Dalot, Vranckx,Ballo-Touré y Hauge (sin embargo un plus). Algunos lo hicieron aún peor: Adli, Mandzukic, Bakayoko, Duarte y Dest. Todos de 4.


Pioli tendrá más poder en el mercado

Stefano Pioli será mucho más que el entrenador, psicólogo, amigo y confidente que ha sido en estos años rossoneri. Así le han descrito quienes han estado cerca de él: técnico en el campo, empeñado en desmontar y volver a montar el equipo según las necesidades. Psicólogo, que ha recogido a un grupo desmoralizado para devolverle certezas.

Ha sido amigo o familiar (“Pioli es como un padre”, ha dicho Rafa Leao), confidente cuando recibía a los jugadores en su despacho de Milanello. En el futuro se convertirá en un referente técnico del club, el primer responsable de lo que ocurra en la ciudad deportiva, tendrá voz y voto en compras y cesiones. Sus tareas no se limitarán al campo, sino que participará cada vez más en las decisiones del club: comparado con el ex entrenador Maldini, tenía un papel subordinado; pronto, en cambio, intervendrá en las decisiones del club.

Todas las decisiones técnicas se tomarán a nivel colegial. En el centro deportivo será la figura con más autoridad: Maldini y Massara han sido presencias constantes en los últimos años. No será el caso de Geoffrey Moncada, que se ocupará del mercado internacional, y del consejero delegado Giorgio Furlani, que gestionará personalmente el área financiera del club y más allá. En el mercado, Pioli deberá indicar las áreas de intervención, definir un esquema identikit.

Será entonces Moncada quien le presente los perfiles más interesantes, teniendo Furlani la última palabra en materia de gastos y contratos. Pioli ya ha esbozado los contornos principales: “Para mantenerse a un alto nivel tanto en la liga como en la Liga de Campeones se necesitan jugadores fuertes: si son jóvenes estoy contento, porque son esponjas y tienen entusiasmo. Pero hay que saber esperarlos: siempre pongo los ejemplos de Leao y Tonali. Creo que el club debe llevar adelante su idea, es un club virtuoso”.

Como Capello Nuevas tareas que le fueron confiadas a Pioli en la reunión de ayer con el consejero delegado Furlani, en la que se le reafirmó la confianza y la estima, renovadas incluso en los momentos oscuros de la última temporada: el acuerdo hasta el verano de 2025 ya no está en absoluto en cuestión. Pioli es el octavo entrenador con más banquillos en la historia del club: 188, con 102 victorias (55%).

Le sigue Sacchi en el séptimo puesto: Arrigo está en 220, que puede alcanzar ya el año que viene. Otro objetivo posible es el sexto puesto que ocupa Nils Liedholm, con 280. El top 5 está más lejos, con Capello (300 apariciones) quinto. El propio Capello puede ser el punto de comparación más reciente: en el Milan de Berlusconi y el CEO Galliani, se le dio un papel destacado, más responsabilidad técnica y no sólo táctica y de esquemas.

Así fructificó el proyecto que el club tenía en mente para Pioli, apreciado por su habilidad en el campo y sus buenas maneras fuera de él: “Pioli es un caballero, nunca pone excusas. Hemos sufrido muchas lesiones importantes durante la temporada y él nunca se ha quejado. Me parece una prueba de nuestro estilo”, confirmó el presidente Paolo Scaroni. En comparación con sus colegas de la Serie A, Pioli tendrá un papel más importante.

El trabajo del entrenador no empezará en los primeros días de julio con la reunión del equipo, sino mucho antes. Afectará a la propia construcción del grupo que luego tendrá que dirigir. Será operativo incluso sin ponerse el traje y saltar al terreno de juego. Antes de despedirse de San Siro tras la victoria ante el Verona, explicó: “Tenemos una base sólida, pero si hay alguna posibilidad de mejorar la plantilla, lo haremos. Será necesario ser competitivos en los dos frentes, como lo son hoy pocos equipos en el mundo”.

Para subir el nivel pedirá un centrocampista, teniendo en cuenta también la ausencia de Bennacer en los primeros meses de la próxima temporada. Necesitará un exterior derecho, un 10 que ocupe el puesto de Brahim y, desde luego, un delantero que llene el área de nuevos goles. También dirá a quién ya no considera parte de su grupo: sin duda Origi y Rebic, habrá que evaluar el caso de De Ketelaere.

BRAHIM VUELVE AL REAL MADRID – IDEA PULISIC

Si hubiera podido opinar sobre Brahim, Stefano Pioli habría hecho todo lo posible por retenerlo: “Es un jugador completo, con personalidad, con el que da gusto trabajar”. Sin embargo, ningún jugador del Milan, ni siquiera Pioli con nuevos poderes, podría oponerse al Real. Tal y como anunció, el Madrid lo ha decidido: se quedará con Díaz cuando regrese de su cesión de dos años en el Milan. Y no sólo eso: le renovarán el contrato hasta el verano de 2027.

Se le considera la pieza ideal para llenar el vacío dejado por el saliente Asensio. El Milan podría haber ejercido el derecho de rescate recogido en los acuerdos, pero la última palabra la habría tenido el Real, que tiene la potestad de contrarrestarlo. El día del gran adiós de Ibra no hubo espacio para la despedida de Brahim, pero él sabía que dejaba San Siro por última vez: se marcha tras 124 partidos y 18 goles.

El tres cuartos se convierte en una de las zonas prioritarias para el nuevo Milan. Se seguirá trabajando en Kamada: el japonés goza de la consideración de Pioli. Está en paro y pesará en el presupuesto sólo tres millones de salario anual: teniendo en cuenta los dieciséis goles marcados en la última temporada en el Eintracht de Fráncfort, sigue siendo un buen negocio. El fichaje sólo tardará lo que se tarde en resolver algunos trámites burocráticos de los agentes.

Pero no será suficiente: entre los comodines ofensivos se añade a la lista de objetivos Christian Pulisic, de 24 años, en el Chelsea desde 2019 y con contrato que expira en 2024. Un detalle siempre útil en las negociaciones: el inglés no podrá subir demasiado sus exigencias.

Otro detalle interesante: Pulisic es ciudadano de la UE gracias a su pasaporte croata, pero es estadounidense de Hersey, un pueblo de Pensilvania. Enarbola la misma bandera milanista que Cardinale: además de sus reconocidas aptitudes técnicas, el Milan podría utilizar su imagen para atraer la atención del público estadounidense y promover así nuevas interacciones entre el club y la afición de Estados Unidos.

En el centro del área, en cambio, sería útil el físico de Marcus Thuram, nacido en Parma (cuando su padre Lilian jugaba en defensa con el Gialloblù) y jugador de la selección francesa. La temporada pasada, con el Borussia Mönchengladbach, marcó 16 goles en 32 partidos. Otro dato interesante: su contrato expira a finales de junio. Sin embargo, se lo llevarían por cero, pero habrá que superar la competencia del PSG.


El incierto mercado de verano

p aolo Maldini llena el escenario: si deja el Milan, los demás temas pasan a un segundo plano. El Milan, sin embargo, si cambia -y sólo falta el anuncio oficial-, no sólo cambiará al testaferro del mercado futbolístico: cambiará estructura, planteamiento, tipo de objetivos en el mercado.

El binomio Maldini-Massara estaba ya consolidado, con un modus operandi conocido. En cambio, Cardinale piensa en otra cosa, en un modelo sin director deportivo puro, que puedes leer aquí. Evidentemente, el mercado futbolístico también cambiará, con la dificultad de tener que volver a empezar el 6 de junio con nuevos hombres fuertes, nuevas estrategias y decisiones. Empecemos por las certezas.

La actual plantilla de Rafa Leao es la cara del Milan y esto no cambiará. El Milan de Cardinale y Maldini -sí, todavía juntos- ha firmado con él un contrato de cinco años. Es más, le subieron el tope salarial y entablaron una complicadísima negociación a tres bandas con el Lille y el Sporting de Lisboa. Cómo acabó, todo el mundo lo sabe: Leao se comprometió personalmente con el final feliz y desde hace unos días es jugador del Milan hasta 2028.

Este nuevo Milan empieza de nuevo a partir de él y de los dirigentes, Maignan y Tonali sobre todo. ¿Qué pasará si llega una oferta por alguno de ellos? Es demasiado pronto para responder a esta pregunta, pero la línea del Milan es clara desde hace años: no se venderá a nadie, pero ante ofertas XXL de la Premier League o de los grandes clubes, una venta sería inevitable. Cuidado también con salidas inesperadas como la de Júnior Messias. La actualidad, sin embargo, no habla de jugadores salientes, sino de entrantes.

Kamada y Loftus-Cheek Daichi Kamada no dejaría de ser un objetivo. Es más, se trata de un jugador muy cercano al Milan. El acuerdo con el mediapunta japonés del Eintracht está cerrado, pero el anuncio se ha retrasado por problemas con los agentes, en particular el domicilio en Italia del abogado (japonés) de Kamada.

El agrado del Milan por el jugador (y viceversa) es total, por lo que el club seguiría presionando para hacerle contrato hasta 2027. Del mismo modo, Ruben Loftus-Cheek seguiría siendo un objetivo. El centrocampista del Chelsea gusta a todo el mundo y puede llegar por 20 millones, quizá menos.

El mercado de un nuevo Milan, sin embargo, sería diferente al de Maldini y Massara. La cotización de Arnautovic está cerrada por una excesiva presión a la baja: con la nueva configuración, llegadas imposibles. También bajan las cotizaciones de Berardi, porque el identikit del jugador ideal se acercaría a éste: joven, con talento, a ser posible con contrato a punto de expirar. Así que ojo con los jugadores con fecha de caducidad 2023 -por tanto, con parámetros cero- y 2024: son los primeros objetivos.

Pioli espera desde hace tiempo volver a entrenar a Milinkovic, pero los 28 años de Sergej no ayudan a convertirlo en un firme candidato. Transacción posible, pero con las exigencias de Lotito poco probable. Más bien hay que estar atentos a Marcus Thuram, un viejo objetivo algo abandonado pero listo para reaparecer. El hijo de Lilian está a punto de salir del Gladbach y lo están fichando a cero. Por supuesto, tiene pretendientes y pide un gran contrato…

Más nombres a seguir en la libreta del Milan. Reiss Nelson, 1999 del Arsenal, exterior ofensivo de talento pero recién llegado de un año en el banquillo, ya ha hablado con el Milan: quien se lo lleve, sólo pagará el sueldo. Ismaila Sarr, 1998 senegalés del Watford, será objeto de seguimiento. Y Evan N’Dicka, defensa del Eintracht de Fráncfort por el que también se interesó el Milan el año pasado, ahora a un paso del Roma, podría volver a estar en la agenda.

Unas conversaciones complejas, que se desarrollarán en las próximas semanas. Y en las próximas semanas se tomarán decisiones sobre el delantero, el gran objetivo del verano. Lois Openda es el primer nombre de la lista, pero es complejo: el Leipzig tiene un acuerdo con él.

El Milan para hacerse con él probablemente tendría que subir a 35-40 millones, difícil. Así pues, atentos a la evolución de Gianluca Scamacca: en caso de que pudiera llegar cedido, sería un nombre muy interesante para el Milan.

Y sobre el futuro de Brahim Diaz, la voluntad definitiva del Real Madrid de traerle de vuelta a casa ha sido dada a conocer por el diario Marca, que también informa de cómo la intención de los blancos es ofrecerle una renovación de contrato hasta 2025 y luego por dos temporadas más. En la decisión de los merengues de apostar por él parece haber influido su polivalencia, que también le ha convertido en uno de los puntos fuertes del Milan de Stefano Pioli.

Ilkay Gundogan, centrocampista del Manchester City, ha hecho unas declaraciones a ‘Sky Sport’ en las que habla de su relación con Italia y, en concreto, con la ciudad de Milán. Unas confesiones que hacen soñar a los aficionados del Milan, club al que el centrocampista alemán ha sido tanteado en los últimos días. He aquí sus palabras al respecto: “Estoy vinculado a Italia, especialmente a Milán, mi mujer vivió allí algunos años, mi hijo nació allí. Me gusta viajar por Italia, me encanta Italia”.

SALA SOBRE EL NUEVO ESTADIO

Beppe Sala, alcalde de Milán, asistió al acto de presentación del inicio de las obras del Arena Santa Giulia de Milán para los Juegos Olímpicos de Milán-Cortina de 2026. El primer edil de la metrópoli milanesa también hizo algunas declaraciones sobre la limitación de San Siro, el estadio del Milan e Inter.

Estas son sus palabras al respecto, recogidas por la agencia ANSA: “Estamos esperando fervientemente. Esta limitación de San Siro es un gran problema. En un par de meses, no más, esperamos la respuesta de la superintendencia, porque de lo contrario se convierte en un problema”.

¿MALA RELACION ENTRE MALDINI, MASSARA Y PIOLI?

Según Schira, que suele estar bien informado de los sucesos del mercado futbolístico, también y sobre todo inherentes al Milan, la relación entre Maldini, Massara y Pioli ya no era tan idílica como podía parecer a primera vista, desde fuera.

“Entre los motivos de desacuerdo entre el dúo Maldini & Massara y Gerry Cardinale estaba la posición de Stefano Pioli”, escribió Schira en un post publicado en su cuenta oficial en Twitter: “Los dos directivos se mostraron en los últimos meses descontentos con el entrenador y dispuestos a cuestionarlo, mientras que RedBird lo consideraba intocable”.

WALTER SABATINI SOBRE EL MILAN

Su comentario sobre lo que está ocurriendo en el Milan:

“Creo que es lamentable para todos. Lo que han hecho Maldini y Massara en tres años es difícil de repetir. Han recogido los restos del Milan, han restablecido el balance, han reconstruido el patrimonio del Milan, han devuelto al club a la Liga de Campeones y han ganado el Scudetto”.

“Han hecho un trabajo excepcional. Esto es arrogante e insoportable. He hablado con Massara esta mañana, está muy amargado. Los profesionales son ante todo hombres y por eso estaba muy dolido”.

¿Pagaron por el último mercado?

“El último mercado no fue muy afortunado, pero el fútbol no ha terminado. Lo que cuenta son los resultados de los últimos años. De Ketelaere no se equivoca, quizá sólo necesita tiempo. Bergkamp era el hazmerreír en Italia, se consagró en el Arsenal, pero fue un auténtico campeón”.

“El propio Platini lo pasó mal, pero Henry también lo pasó mal en la Juventus. De Ketelaere también puede sufrir, así que no es una inversión perdida, pero lo más probable es que sólo necesite más tiempo”.


OFICIAL: Maldini y Massara dejan el club

Maldini deja el Milan. Ya es oficial. Este es el comunicado del club: “El club anuncia que Paolo Maldini pone fin a su mandato en el club, a partir del 5 de junio de 2023. Le agradecemos su contribución durante estos años, con el regreso del Milan a la Liga de Campeones y la conquista del Scudetto en la temporada 2021-22. Sus responsabilidades serán asignadas a un equipo integrado que trabajará en estrecho contacto con el entrenador del primer equipo, reportando directamente al CEO.”

Frederic Massara, en el club desde 2019, también se irá. El anuncio sobre el director deportivo llegará más adelante, pero por ahora su destino también está sellado: dirá adiós a los rossoneri. La era de Maldini y Massara en el Milan llega a su fin.

Pocos minutos después del anuncio de la destitución de Paolo Maldini, llegan a Casa Milan las primeras protestas de los aficionados. Dos aficionados mostraron dos pancartas, en una de las cuales está escrito en inglés: “Cardinale, ¡¿qué coño estás haciendo?!”.

A propósito del repentino despido de Paolo Maldini y Ricky Massara por parte de Gerry Cardinale, Milannews ha entrevistado en exclusiva a Marco Bellinazzo, de Il Sole 24Ore. He aquí sus palabras:

¿Cómo debe interpretarse el fichaje de Cardinale desde el punto de vista económico y financiero?

“Comprendo el desconcierto de los aficionados, pero el fútbol moderno es así. El máximo accionista debió considerar improductiva la última sesión de mercado y optó por exonerar a los dos principales exponentes”.

Maldini es el símbolo y la bandera del Milan…

“En el fútbol moderno no hay ni crédito ni reconocimiento. ¿Ganaste el Scudetto el año anterior? Bien, evalúa el año que acaba de terminar. Evidentemente, Cardinale tenía otros planes en mente”.

¿A través de qué estrategia?

“Intentando aumentar los ingresos. El Milan está en una buena situación financiera. Ahora, quizás, quiere ponerse en marcha, sobre todo en términos de infraestructuras…”.

El aficionado rossonero está más apegado a la historia de Maldini que a la inversión de RedBird. ¿Tiene Cardinale en mente un plan de desarrollo a largo plazo, o saca el máximo beneficio posible y vende el Milan cuanto antes?

“Creo que tiene en mente un plan de desarrollo basado en el modelo americano. Cardinale conoce muy bien los ingresos del deporte en Estados Unidos. Mucho tiene que ver con el progreso de las infraestructuras. Creo que quiere construir el nuevo estadio lo antes posible…”.

¿Y después?

“Y después podría plantearse traspasar el Milan a otra entidad. Así es como funciona la economía ahora”.

¿Qué tipo de mercado deben esperar los aficionados del Milan?

“Creo que la mayor operación ya se ha hecho con la renovación de Leao, un jugador que -a nivel internacional- garantiza la competitividad y la potenciación de la marca Milan. Después no creo que haya grandes cambios técnicos: se comprarán jugadores jóvenes -siguiendo un modelo sostenible-, se potenciarán y, eventualmente, se revenderán para obtener plusvalías”.


Los motivos de la ruptura

Y ahora causa cierta impresión volver a mirar esta foto (un cara a cara extasiado con el logotipo del Milan detrás, uno inmerso en los ojos del otro con sonrisas dentadas) y releer esas palabras (“Para mí era muy importante conquistarle. Al final pasamos tres horas y media juntos…. fue fantástico”).

Los protagonistas del plano son Gerry Cardinale y Paolo Maldini, inmortalizados en Casa Milan hace un año, el día del fichaje de RedBird. Las palabras son del número uno de RedBird y estaban dirigidas a su director técnico, al que acababa de conocer. Doce meses después, el mundo directivo rossonero ha dado un vuelco: las sonrisas han desaparecido, la última hora que pasaron juntos estuvo llena de tensión y Maldini ya no es el director técnico del Milan.

Pocas horas después de la conclusión de la temporada 2022-23, el universo milanista se despertó con un tsunami sobre el que no se había avisado. El balance de la temporada no era excelente, pero tampoco era para tirarlo por la borda. Objetivo mínimo en el campeonato alcanzado, con un cuarto puesto que valía un cheque de 50 millones de la Uefa.

Gran recorrido en la Liga de Campeones, con una semifinal ganada en apenas dos años desde el regreso a la copa más prestigiosa (de la que había estado ausente durante siete). En resumen, se daba por hecho que nada cambiaría. Al menos en lo más alto.

Sin embargo, también hemos reiterado siempre cuál es la visión empresarial de Cardinale, un hombre de negocios acostumbrado a elaborar los presupuestos sólo al final y a evaluar a sus directivos en función de los resultados colectivos e individuales. Y evidentemente lo que le aportó Maldini no le satisfizo.

Se trata, en particular, del mercado estival de 2022, que ha sido sin duda un fracaso con la única excepción de Thiaw, un fichaje perfecto para las características que busca la propiedad en las nuevas incorporaciones. En el resto, sin embargo, la cosa ha estado negra. Empezando, por supuesto, por De Ketelaere, el gasto reinante de la última sesión con una inversión de 35 millones de los cerca de 55 millones gastados en total.

Entre los disgustos de la propiedad también hubo cierta decepción por la ausencia casi total de intercambios de jugadores en los dos últimos años, es decir, un mercado de salida casi inexistente. Al igual que no han pasado desapercibidas las recientes declaraciones de Paul: “En mi opinión, aún no estamos preparados para permanecer a este nivel, aún no estamos con los mejores clubes. Ahora tenemos que hacer inversiones. Hay que explotar el hecho de volver a este nivel, invertir para permanecer entre los cuatro primeros y hacerlo bien en Italia. Aún no estamos estructurados para competir en dos frentes, se lo hemos dicho a la prensa y a nuestros propietarios, ellos lo saben muy bien…”.

Es una cuestión de presupuesto -entre 50 y 60 millones hace un año, la misma cifra (neta de posibles cesiones) también en éste-, que a ojos de Maldini parece claramente insuficiente para dar ese salto de calidad que la Curva Sud también pidió al club en el último partido contra el Verona. Paolo nunca ha ocultado lo que piensa: para subir un nivel más, es mejor tener jugadores preparados que talentos potenciales, lo que significa inversiones de cierta consistencia.

Dicho sin rodeos: gasto frente a sostenibilidad. Dos mundos que, más allá de ciertos límites, nunca se encontrarán. Entre otras cosas, porque en un momento dado se calificó a sí mismo de “garante de proyectos”. Un término aparentemente banal, pero no banal cuando está de por medio un apellido como el suyo, que ha hecho historia en el Milan. Otra espina fue la autonomía en el mercado, o más bien la libertad de acción -dentro del presupuesto, está claro- en la elección de los perfiles considerados más adecuados.

Una libertad que se puso negro sobre blanco en la dolorosa renovación del año pasado, que no llegó hasta las últimas horas de junio. Una autonomía que, a ojos de la propiedad, no sólo no dio frutos, sino que frustró la inversión financiera del club. Demasiadas, por tanto, las diferencias entre ambas partes y, después de todo, el diálogo entre Cardinale y Maldini no es tan difícil de imaginar. Lo realmente complicado, en todo caso, era prever un final así.


Maldini y Massara se marchan del Milan

Una historia llena de gloria: la de Paolo Maldini y el Milan, el club al que ha ligado toda su carrera, primero como jugador y luego como entrenador. Con la camiseta rossonera, Maldini jugó 25 temporadas, desde su debut en Udine el 20 de enero de 1985 hasta el último partido disputado el 31 de mayo de 2009 en Florencia.

En total, Maldini ganó 26 trofeos con el Diavolo: 5 Copas de Campeones-Liga de Campeones, 3 Copas Intercontinentales-Mundiales de Clubes, 7 Scudettos, 5 Supercopas de Italia, 5 Supercopas de la UEFA y una Copa de Italia. En total jugó 902 partidos con el Milan (es el recordman de la historia rossonera) marcando 33 goles. Desde junio de 2019 es el director del área técnica del club.

El 2024 del Milan comenzó el 5 de junio de 2023. Termine como termine esta historia -y un final parece decididamente predecible-, el primer lunes de postemporada seguirá siendo un día histórico. Las tensiones bajo la piel del Milan se conocen desde hace semanas: la difícil relación entre la propiedad y el director técnico Paolo Maldini se remonta a los años con Ivan Gazidis como CEO y no terminó con la firma de la renovación por dos años hace un año.

A finales de junio, tras el Scudetto, Maldini y Massara llegaron a un acuerdo muy técnico con el Milan, en aquel momento en proceso de pasar de Elliott a RedBird. En esencia, Maldini seguía siendo el primer responsable del área técnica rossonera, con total autonomía dentro del perímetro establecido por las directrices (y el presupuesto) de la propiedad. El apretón de manos llegó tras días de debate, con cláusulas definidas largo y tendido entre los abogados.

No es la mejor manera de empezar una nueva historia juntos. Los últimos 11 meses han traído cambios importantes -el cierre entre Elliott y RedBird, el nombramiento de Furlani en sustitución de Gazidis como CEO-, pero sobre todo muchos altibajos en el terreno de juego. Altibajos que, sobre todo por el rendimiento negativo de Charles De Ketelaere, Divock Origi y casi todos los fichajes del verano, no han reforzado desde luego la confianza de la propiedad en su director técnico.

Lo que pasó Cardinale y Maldini se reunieron ayer por la mañana en un hotel y el encuentro no fue nada bien. El diálogo seguirá siendo privado por definición, pero lo que es seguro es que Cardinale en esa conversación llegó a una decisión: con Maldini no se puede seguir. Su primera decisión fuerte -muy fuerte- como propietario.

El día no trajo declaraciones oficiales, pero la ruptura definitiva está en los hechos: el Milan continuará sin Maldini. Naturalmente, la decisión de Cardinale tiene importantes consecuencias para todo el ecosistema milanista. La primera y más inmediata: Ricky Massara, director y mano derecha del ex capitán, dejaría el club.

Ha trabajado con Maldini desde el primer día, ha sido protagonista en la escalada hacia el Scudetto y la semifinal de la Liga de Campeones, ha estado codo con codo con Maldini en los grandes aciertos y errores, seguro que ahora no se irá. En cambio, el destino de Stefano Pioli, que seguirá en el banquillo, es diferente. Tiene la confianza de los propietarios, iniciará este nuevo ciclo rossonero.

Las razones de la ruptura Pero, ¿cuáles son las razones del probable adiós? Evidentemente, RedBird no estaba satisfecho tanto con el transcurso de la temporada, con un quinto puesto convertido en cuarto sólo por la sanción sufrida ante la Juventus, como con las inversiones veraniegas, con De Ketelaere y Origi negativos. Dest, Adli y Vranckx apenas utilizados.

Sólo Thiaw, la excepción. Es evidente, sin embargo, que los contrastes se extienden a la visión de las decisiones futbolístico-mercantiles, con Maldini más inclinado a las elecciones de garantía, de Arnautovic a Berardi, y Cardinale muy atraído por un modelo futbolístico basado en la revalorización del talento -comprar jugadores jóvenes y venderlos en el momento adecuado, alimentando un círculo virtuoso- y en el uso de los datos como clave de las elecciones. Ideas que parecen muy difíciles de conciliar con la autonomía de Maldini.

El plan del Milan, en definitiva, no sustituirá a Maldini y Massara por las figuras clásicas de director técnico y director deportivo. El nuevo Milan, cuando se separe, será un trabajo de equipo, en cierto sentido un experimento para el fútbol italiano, con Gerry Cardinale mucho más implicado, más presente en el Milan, el consejero delegado Giorgio Furlani como figura clave para todas las decisiones estratégicas y el uso de los datos llevado a niveles sin precedentes para la Serie A. Un inédito que recuerda en parte al acuerdo casi cerrado con Rangnick durante la temporada 2019-20.

En todo esto, emociones. Por supuesto, el adiós de Maldini es (o sería) un shock para muchos aficionados, que a lo largo de los años han visto en él el hilo que une pasado y futuro, el símbolo de los valores del club. Maldini llegó al Milan en 1978, se retiró en 2009 tras ganar 7 títulos de liga y 5 Copas de Campeones: era el hijo de Cesare, era el padre de Cristiano y Daniel y mucho más entre medias, capitán, líder, campeón.

Volvió al club como directivo y ganó un Scudetto como jefe del área técnica. La despedida, abrupta, sorprende también por eso y porque la renovación con Rafael Leao, una operación muy complicada llevada a cabo en colaboración por Furlani, Maldini y Massara, es historia hace menos de un mes. La última firma de Maldini en su Milan.

En el centro del Milan. Porque, ahora que la historia profesional entre el Diablo y Paolo Maldini ha llegado a su fin, una cosa es segura: Gerry Cardinale estará siempre al frente de la gestión del club que RedBird adquirió hace menos de un año por 1.200 millones.

El primer cambio de ritmo significativo lo marcó la reunión de ayer por la mañana: por primera vez desde que el Milan cambió de manos de Elliott a RedBird, el nudo del área técnica fue desatado en primera persona por Cardinale.

Un patrón que está destinado a repetirse cada vez más a menudo: el número uno de la propiedad este verano estará mucho más presente en Milán y vivirá de cerca las etapas que llevarán al Milan a la segunda temporada bajo el sello RedBird, entre el mercado y la decisión sobre la zona en la que construir el nuevo estadio (un asunto en el que Cardinale ya ha empezado a moverse en primera persona desde hace meses).

Después de que la crisis de estas horas haya provocado el adiós de Maldini y Massara, la centralidad de su papel podría crecer aún más: es realista imaginar una especie de supervisión sobre el gobierno del club día a día.

Al fin y al cabo, la historia profesional del directivo nacido en Filadelfia y hecho grande en Nueva York está hecha de pasión, intuición y grandes aceleraciones. Como cuando, en 2001, creó, junto con los New York Yankees, la cadena Yes, que se ha convertido en la primera cadena deportiva regional de EE UU: Cardinale trabajaba entonces en Goldman Sachs, y aquel fue su amor a primera vista con el mundo del deporte.

Siete años después, llegó Legends Hospitality, la empresa conjunta que desarrolló los servicios de venta de entradas, merchandising y hospitalidad en los nuevos estadios de los Yankees y los Cowboys de Dallas: béisbol y fútbol haciendo negocios juntos.

El otro tiro cuando, tras 20 años en Goldman, Cardinale fundó RedBird: inicialmente el deporte no estaba en los planes, en poco tiempo se convirtió en uno de los puntos fuertes del fondo, cuyos activos bajo gestión ascienden hoy a 8.500 millones de dólares gracias a la sinergia entre deporte y entretenimiento.

El gran reto Desde la familia Steinbrenner, propietaria de los Yankees, hasta las ligas profesionales americanas, RedBird hizo durante años negocios con los titulares de los derechos. Luego, otro clic, como recuerda el propio Gerry: “Nos dijimos: “¿Y si nos integramos verticalmente y nos convertimos nosotros mismos en los titulares de los derechos?”.

Sucedió con el fútbol europeo: en 2020 RedBird compró el Toulouse, llevándolo de nuevo a la Ligue 1 y luego a la victoria en la Copa de Francia, en 2021 entró en Fenway Sports Group, el grupo que controla el Liverpool y los Medias Rojas de Boston, (750 millones de dólares por el 10%), y el pasado agosto compró el Milan. El reto más grande, ambicioso y exigente: Cardinale ya está listo para saltar al campo.

Será un Milan sin precedentes. Y no sólo porque ya no estarán el entrenador y el director general que construyeron el equipo campeón de Italia en 2022, sino también y sobre todo porque no serán sustituidos.

La revolución rossonera no sólo se reducirá a los nombres, sino a los propios roles: la estructura clásica que hasta ayer veía a los dos responsables del área técnica tratar directamente con el mercado, negociando la compraventa de jugadores y las renovaciones de los que ya estaban en plantilla, dará paso a una reorganización interna que dará lugar a un Diavolo decididamente distinto al que estábamos acostumbrados. Roles y competencias se repartirán entre los que ya trabajan en el Milan y los que trabajan allí: veamos cómo.

La gestión del mercado pasará a manos de Giorgio Furlani, consejero delegado del club desde el pasado mes de noviembre, es decir, desde que Ivan Gazidis dijo adiós. Nada más lógico desde el punto de vista de la propiedad, también porque el peso del ex gestor de la cartera de Elliott ya ha crecido considerablemente en los últimos meses: la negociación que llevó a la renovación de Rafa Leao, sin duda la más delicada de todas las que ha afrontado el Milan en el último año y medio, es la demostración.

La intervención de Furlani, de hecho, fue decisiva para desbloquear el nudo de la multa impuesta a Leao por la justicia portuguesa por los hechos vinculados a su salida del Sporting en 2018, multa que finalmente pagó el Lille: el trabajo de Maldini y Massara con los representantes de Rafa había sido ciertamente productivo, pero sin la entrada en escena del CEO, la prórroga de Leao muy probablemente habría seguido siendo un rompecabezas difícil de resolver.

En este marco, la figura de Geoffrey Moncada, jefe de ojeadores del Milan, que trabaja en el club rossonero desde los primeros días de Elliott, está destinada a una mejora: el ex niño prodigio del mercado monegasco será el principal inspirador de las estrategias sobre los objetivos a perseguir.

Por su parte, Moncada cuenta con una consolidada experiencia dentro del Milan, y ha contribuido a importantes operaciones, desde Tomori hasta Kalulu, la pareja de centrales de la defensa que ganó el Scudetto el año pasado. Moncada coordina una red de diez ojeadores y ha mantenido un fructífero diálogo con Maldini y Massara en los últimos años.

Mr Moneyball Cardinale cree en el mercado “Moneyball-style”, es decir, en los jugadores seleccionados a partir de datos: “Todo el mundo los tiene, la diferencia es cómo los utilizas”, dijo recientemente el número uno de los RedBird. Billy Beane fue decisivo para convencerme de que el fútbol europeo podía ser una gran oportunidad”.

Beane, el gurú del intercambio de jugadores que revolucionó el béisbol e inspiró una taquillera película protagonizada por Brad Pitt, es uno de los pilares en los que se apoyará cada vez más el Milan para el mercado: ya colabora con RedBird en el club rossonero y la relación se intensificará. Lo mismo podría ocurrir con Luke Bornn, el hombre de Zelus Analytics: es la empresa de análisis de datos que planeó el ascenso del Toulouse, puede subir el listón con la plantilla de Pioli.