Vuelve el Milan-Juventus

Vuelve el Milan-Juve. Lo que, a primera vista, parece casi como si nunca se hubiera ido: hace once años y medio, en San Siro, había puntos del Scudetto en juego, Allegri estaba en el banquillo e Ibra lo veía desde la grada, como quizá lo haga el domingo por la noche.

No había Var, que llegó a la Serie A en 2017, pero para comprobar que el gol de Muntari era bueno habría bastado con utilizar la tecnología de la línea de gol, introducida en 2015. Demasiado ‘tarde’ incluso en este caso, y da una idea bastante clara de cuánto tiempo ha tenido que esperar San Siro para albergar un clásico como este a la altura de su historia: hace siglos que falta un Milan-Juve que gane el Scudetto.

El cara a cara de 2011/12 pareció un pase de testigo, pero fue el inicio de un dominio: la Juve de Conte arrebató el Scudetto al Milan de Allegri y empezó a ganar siempre. Con Antonio, con Max, que cambió a bianconero en 2014, y luego con Sarri: 9 títulos seguidos, ninguno como la Signora. El Milan, para volver a celebrar un Scudetto, ha esperado once años, pasando por tres propietarios y ocho entrenadores, solo para volver al punto de partida, Ibra de nuevo en el motor, pero con un abismo entre el pasado y el presente en cuanto a la gestión económica y deportiva del club.

Hoy, el Milan es un club con las cuentas en orden, de vuelta a cerrar beneficios tras 17 años de pérdidas y con una facturación de más de 400 millones: nunca tanto en su historia. Tras el Scudetto de 2022 llegó la semifinal de la Liga de Campeones, mientras Leao y compañía afrontan el reto del domingo desde el ático de la Serie A: son primeros, la Juve tercera con -4.

La Signora persigue en la clasificación y también en las cuentas: tras la escalada iniciada en 2011-12, las dos finales de Champions (2015 y 2017) y el golpe Ronaldo (2018), nunca como este verano los bianconeri han tomado un camino más sostenible rebajando la masa salarial y comprando un solo jugador: Weah por 10,3 millones. Pero esto es solo el principio: el presupuesto de 2023 se cerró con un saldo rojo de 123,7 millones, una notable mejora respecto al menos 238 de 2022.

Durante el paréntesis chino de Li Yonghong, el Milan quemó más de 200 millones en el mercado, fichando a un jugador de la Juventus, Bonucci, que sigue siendo la compra rossonera más cara: 40 millones. La llegada de Elliott lo ha cambiado todo: sostenibilidad se ha convertido en la palabra clave. El fondo estadounidense ha renovado la dirección y revolucionado el área técnica, poniéndola en manos de los grandes ex, Leonardo, Boban y Maldini, entrenador del Scudetto (emparejado con el entonces director general Massara): el excapitán consiguió ganar como jugador y como entrenador.

El Milan se ha reconstruido apostando por una mezcla de campeones jóvenes y experimentados, de Leao e Ibra a Hernández y Giroud, una filosofía que también llevan adelante Cardinale y RedBird, propietario desde 2022. Este verano se ha producido el último giro: tras el adiós de Maldini y Massara, el mercado está gestionado por un equipo. El consejero delegado Furlani a la cabeza, Moncada y D’Ottavio a su lado.

La de la Juve, en cambio, ha sido una auténtica revolución a nivel corporativo: tras la dimisión del consejo de administración (noviembre de 2022), a principios de 2023 terminó oficialmente la era Andrea Agnelli y comenzó la de Ferrero (presidente)-Scanavino (consejero delegado), con Cristiano Giuntoli al frente del área técnica desde el 1 de julio.

En cuanto a los últimos 100 años, el compromiso de la familia Agnelli es el mismo, que en las últimas semanas, al margen de las celebraciones por el siglo de propiedad del club, lanzó una nueva ampliación de capital de 200 millones.

Los entrenadores El hilo conductor, para ambos, en el banquillo: Stefano Pioli llegó hace cuatro años como entrenador interino y se ha convertido en un pilar. Su A.C. Milan gana disfrutando, y lleva cinco partidos sin perder contra la Juve: en caso de resultado positivo también el domingo, Pioli se convertiría en el primer entrenador invicto durante seis partidos seguidos con los bianconeri en la historia del Milan.

Frente a él estará Massimiliano Allegri, en su octava temporada al frente de la Juve, la tercera de su segunda vida con la Signora. Tras un primer ciclo de cinco Scudetti en cinco años, Max viene de dos temporadas sin títulos. Pero este año, sin copas por sanción, puede convertirse en el del reinicio. Como en la 2011-12, entonces como ahora con el Scudetto como único objetivo.

La vuelta al mundo, esa en la que las distancias entre los departamentos miden kilómetros y pasa un huso horario entre un momento y otro del partido, la decidió un jugador del Milan: Christian Pulisic metió dos goles entre Alemania y Ghana, y repartió una asistencia. Stefano Pioli no podía esperar algo mejor: uno de sus dos mejores goleadores llega con el ritmo adecuado para el superdesafío contra el Juventus. El otro, Olivier Giroud, no marcó pero, lo que es más importante, acumuló 83 minutos en dos partidos: Deschamps no le exprimió, y con la Juve a la vuelta de la esquina, eso está muy bien.

Pulisic, decíamos. Entre los rossoneri de todo el mundo, la portada de esta pausa recién archivada se la lleva el estadounidense. Antes de que Gündogan y sus compañeros dieran el triunfo a Nagelsmann en su debut en el banquillo de la selección alemana, el delantero del Milan había firmado un gol espectacular. Repitió la otra noche contra Ghana, de penal, antes de instalarse en el vestuario en el descanso y quedarse allí, para alegría del Milan.

Reijnders, que a fuerza de grandes actuaciones en el conjunto rossonero se ha ganado la confianza del seleccionador holandés Koeman, también lo hizo bien: Tijjani jugó de titular contra Francia y Grecia, moviéndose entre el centro izquierda y el tres cuartos, como hace en el Milan, y convenció. Para los observadores de su país, el fútbol oranje ha encontrado una estrella: Reijnders inspira, se inserta, agita las cartas en la defensa contraria. El único defecto, el gol: no viene ni de naranja ni de rojo, y ya lo dijo Pioli, de alguien como él esperar más remates y más goles es simplemente lógico.

Leao, la gran expectación de la noche del domingo, fue titular tanto en Eslovaquia como en Bosnia, pero fueron los demás, de Ronaldo a Joao Félix, de Gonçalo Ramos a Bruno Fernandes, quienes celebraron un gol. En la selección tampoco marcó Adrien Rabiot, que paró en Udine, pero en cambio con Francia el jugador de la Juventus recuperó el ritmo de sus mejores días: intensidad combinada con una asistencia para Mbappé ante Holanda y una precisión en el pase cercana al 94%. De Estados Unidos también llegan señales positivas para Allegri, especialmente de Timothy Weah: el hijo del ex rossonero Big George tiene el pie caliente y lo demostró con la asistencia en el partido contra Ghana.

Entre los jugadores del Milan disponibles para el desafío del domingo (Maignan y Hernández estarán ausentes por inhabilitación), sólo dos han jugado 180 minutos de 180: los habituales Reijnders y Kjaer. Simon vive un momento particular: sigue siendo senador del Milan, pero en las jerarquías de la defensa ha perdido posiciones, hoy los titulares son Tomori y Thiaw; en su selección de Dinamarca, en cambio, era y sigue siendo un indispensable: contra San Marino se convirtió en el recordman de apariciones en la historia de Dinamarca, 130, un partido más que Peter Schmeichel.

Simon juega, los titulares rossoneri menos: Tomori, ni siquiera convocado para el Inglaterra-Italia, y Thiaw, descansando en el ‘derbi’ con Pulisic y Musah, han sumado 90 minutos y pico. Pioli los encontrará frescos y suficientemente agresivos para frenar a Vlahovic. Si Dusan aprovechó el descanso para recuperarse de una lumbalgia, Szczesny sumó 180 minutos con Polonia y a su compatriota Milik, 130, sólo le faltó el gol. Si Kostic fue empleado a tiempo parcial por Serbia (90′ repartidos en dos partidos), la joven joya Yildiz debutó con la Turquía de Montella. Sólo los espectadores Bremer y Gatti.

En estos días de descanso, los aficionados milanistas han contado las horas y los minutos: “A ver si esta vez salimos indemnes”. Cómo no entenderles: hace un año, durante los compromisos con las selecciones nacionales, habían perdido a Maignan para media temporada. Las sonrisas se detuvieron a media tarde de ayer, cuando se anunció desde Milanello que Chukwueze se había lesionado con su selección de Nigeria: lesión en el isquiotibial izquierdo, un mes fuera.

Traducido en partidos, Pioli no lo tendrá de vuelta hasta el próximo parón. Chukwueze era el único delantero, junto con Jovic, que aún no se había estrenado en la portería. El parón tampoco trajo suerte a la Juventus: Danilo se lesionó contra Brasil y Allegri, que ya no cuenta con Alex Sandro, se presentará en San Siro con defensas contados (Bremer, Gatti y Rugani), a no ser que se pase a una defensa de cuatro.


Los futuros objetivos de mercado

Cada año Geoffrey Moncada adivina y busca jóvenes talentos en todo el mundo. En el verano de 2022 pujó fuerte por Malick Thiaw, luego se llevó a Maldini y Massara: buena idea. En el último verano se llevó a dos 2002, Musah y Pellegrino: sentencia en suspenso. Para las próximas apuestas, es probable que baje con la edad.

Assan Ouédraogo es el caso escuela: gusta al Milan, como anticipó hace dos días Sky Alemania. Lleva en el Schalke desde 2014, tiene padres de Burkina Faso -papá futbolista incluido- y lleva años jugando en la selección alemana juvenil, que no vive su mejor momento pero, en definitiva, sigue siendo una garantía. El Schalke descendió a la segunda división alemana y Ouédraogo se convirtió en titular en verano.

Marcó en el primer partido de liga y se ganó la confianza del equipo. Nota al margen, pero no demasiado: es de 2006, tiene 17 años. Hechelmann, director deportivo del Schalke, hizo saber ayer al mundo que no tiene mucha intención de reunirse con el Milan para hablar del traspaso de Assan. Es un escenario complejo, porque hay una cláusula en el contrato de Ouédraogo, que se aplicará en el verano de 2024, varía según el tamaño del club comprador y puede llegar a los 20 millones.

El mundo ha tomado nota y ha visto sus cualidades como centrocampista completo. Varios gigantes europeos y alemanes están en la carrera, junto con el Milan: su padre y su hermano fueron vistos en Leipzig hablando con ejecutivos del Red Bull. Cuesta creer que estuvieran informados sobre las propiedades homeopáticas de las bebidas energéticas. Resumen: el Milan lo intentará, pero debe entender el coste de Ouédraogo, que debería jugar el Mundial sub-17 de Indonesia en noviembre, un escaparate discreto.

Mientras tanto, el Milan también mira fuera de Europa. Un observador del Milan estuvo en Argentina para ver a Ezequiel Fernández, centrocampista central de Boca Juniors, y el viaje no pasó desapercibido. Fernández es cuatro años mayor que Ouédraogo -nació en 2002- y juega como medio centro.

Gusta por su personalidad y en el 4-3-3 del Milan podría ayudar como medio centro, en la posición que ocupan Krunic y Adli. Es pronto para decirlo, de momento sólo hay interés, compartido en Europa: en los últimos meses han llamado en dirección a Argentina desde el Benfica y el Liverpool, entre otros.

Es demasiado pronto para anticipar los movimientos de enero y junio, pero la sensación se mantiene: el Milan no ha dejado de buscar jóvenes talentos, está hablando con el Betis por Juan Miranda y también explora Sudamérica. El mundo del fútbol es más pequeño de lo que parece.

MÁS DETALLES DE OUEDRAOGO

Aumentando la historia, algunos podrían llamarlo el “efecto Thiaw”. Una cuestión de calidad, pero también de comienzos compartidos y de perspectivas que no hay que subestimar. El Milan ha puesto sus ojos en Assan Ouedraogo, un joven talento alemán que está haciendo sus pinitos en la Zweite Liga, la segunda liga de Alemania. Juega en el Schalke 04, antiguo equipo del defensa rossonero, y ya ha llamado la atención de más de un grande. Entre récords y victorias de prestigio.

Mientras tanto, las presentaciones. Ouedraogo nació el 9 de mayo de 2006 en Mulheim, en el Ruhr, una ciudad más conocida por el fútbol americano que por el fútbol y a unos 20 kilómetros al noreste de Düsseldorf, de donde es Thiaw. Centrocampista central, es un clásico box-to-box de regate y enjundia, y en esta primera parte de la temporada está destacando por su personalidad. Ya ha disputado nueve partidos con el Schalke (seis como titular y tres como suplente), club al que llegó con ocho años, tras sus primeras patadas en la cantera del Union Mülheim.

En Gelsenkirchen pasó por toda la trafila, incorporándose a los grandes hace unos meses. Thomas Reis, ex seleccionador de los alemanes, lo insertó poco a poco en los mecanismos a partir de la preparación veraniega, y luego lo lanzó a la titularidad en el estreno de la temporada contra el Hamburgo. Un partido en el que se produjo una derrota a domicilio por 5-3, pero en el que Assan marcó su primer gol como profesional a la edad de 17 años y 80 días. Un gol que le permitió batir el récord anterior de Julian Draxler y le convierte en el goleador más joven de la historia del Schalke 04.

Ouedraogo también es hijo del arte. Su padre, Alassane, antiguo lateral derecho, hizo una honrada carrera entre Bélgica y Alemania. Jugó principalmente en la Zweite Liga y acumuló 29 partidos con Burkina Faso, selección con la que también participó en tres ediciones de la Copa Africana de Naciones (1998, 2000 y 2002).

Debido a los orígenes de sus padres, Assan posee pasaporte burkinabé además de alemán, pero decidió jugar con Alemania a partir de las selecciones juveniles. Capitán de la selección alemana sub-17, el pasado mes de junio se proclamó campeón de Europa en Hungría como jugador estrella: selló la copa con su penalti decisivo en la final contra Francia (que acabó 5-4 en la tanda de penales). No es una mala tarjeta de presentación.

El Milan había puesto sus ojos en él por más de una razón. En la mente de Furlani y Moncada está, sin duda, la experiencia de Thiaw, fichado hace poco más de un año del club de Gelsenkirchen y convertido rápidamente en un fijo en la alineación de Pioli. Ouedraogo es también un jugador muy físico (mide 1 metro 91) y aportaría al centro del campo rossonero cualidades diferentes a las de los jugadores actuales.

Para el Diavolo sería en este sentido el clásico proyecto de inversión. Joven y con amplios márgenes de crecimiento. El Bayern de Múnich y algunos grandes ingleses ya están interesados en él, pero el Milan le sigue la pista e intentará reunirse con el Schalke (con el que el chico tiene contrato hasta 2027, que sin embargo prevé una cláusula variable para el próximo verano, según el club comprador, de hasta 20 millones) para entender si existen las bases sobre las que establecer una posible negociación. Y quizás adelantarse a la competición, ya que Ouedraogo debe volar a Indonesia en noviembre para disputar el Mundial sub-17. Un escenario listo para atraer nuevas miradas.

UN MES DE BAJA PARA CHUKWUEZE

Samuel Chukwueze ya ha regresado a Milanello, ya que, estando con su selección, sufrió una lesión en el isquiotibial izquierdo que le impidió participar en el partido contra Mozambique. Sin embargo, el regreso del resto de los miembros del equipo nacional se espera para las próximas 48 horas.

Para el nigeriano, por tanto, se prevé un mes de parón y debería estar de baja al menos hasta el parón de noviembre. El centrocampista, que llegó procedente del Villarreal, se perderá los siguientes partidos: Juventus, PSG, Nápoles, Udinese y Lecce.


Bennacer habla para Le Club des 5

El centrocampista argelino del Milan Ismael Bennacer fue invitado del canal de YouTube ‘Le Club des 5’, al que concedió una larga entrevista de más de una hora. He aquí todas las declaraciones de Isma, traducidas por Pietro Mazzara para MilanNews.it al italiano (y Milan Adictos en español):

¿Cómo va la rehabilitación tras la lesión?

“Va muy, muy bien. Estamos cumpliendo los plazos y avanzando bien en la hoja de ruta. Es una lesión importante, diría que particular, dado que se trata del cartílago de la rodilla. Estamos acostumbrados a oír hablar de otro tipo de lesiones como la cruzada, pero va bien. No tenemos una fecha exacta para el regreso. Estamos entre seis y ocho meses. Depende mucho de mi cuerpo, de su reacción. Pero, como he dicho, estoy contento de cómo avanza la rehabilitación”.

¿Es una lesión frustrante?

“La semifinal de la Liga de Campeones era un partido especial, que todos estábamos esperando. Era uno de los partidos más importantes de mi carrera, pero por desgracia llegó esta lesión, que sin duda fue frustrante al principio, pero luego uno la acepta. Hay que aceptarlo porque forma parte del trabajo. Es uno de los riesgos del trabajo del futbolista encontrarse con lesiones”

“Durante las vacaciones estuve muy centrado en la rehabilitación porque, repito, no estamos hablando de una lesión normal, sino de un parón importante. También aproveché este largo parón para hacer cosas que normalmente no tienes tiempo de hacer, como pasar tiempo con mi familia. Puedo decir que también hay algunas cosas positivas que puedo sacar”.

Cuando te lesionaste durante el derby, nunca habrías pensado en un parón tan fuerte. ¿Hasta qué punto es importante el aspecto mental y la contribución de la gente que te rodea en estos casos?

“Como he dicho antes, el aspecto mental es la parte más importante. No tenía experiencia previa con lesiones largas y debo decir que el aspecto mental me ha ayudado mucho a afrontar esta situación. Mi familia y mi entorno me han apoyado mucho. Estuve rodeado de gente muy cualificada durante mi rehabilitación”.

“La operación a la que me sometí, a nivel del cartílago, dura al menos seis meses. Hay procesos biológicos que tienen que tener lugar. La operación fue muy bien y estoy deseando volver a mi mejor nivel. Había un poco de aprensión normal cuando empecé a correr, pero vi que corría bien y el miedo y la aprensión fueron desapareciendo día a día”.

¿Cuándo te volveremos a ver en el campo?

“No es fácil decirlo, porque ahora tengo que ponerme en condiciones para jugar. Ahora tengo una fase de entrenamiento en el gimnasio y luego habrá que ver sobre el terreno de juego cuál será la reacción real de la rodilla y también de los músculos. Personalmente, mi objetivo es volver al campo en las mejores condiciones”.

“También necesitaré algunos partidos para seguir mejorando. Diciembre, enero, febrero: a día de hoy no puedo decir exactamente cuándo volveré a los terrenos de juego con la camiseta del Milan. Las próximas semanas serán indicativas de cómo responderá la rodilla a las cargas y tensiones. Pero quiero volver y dar mi contribución para el Milan”.

¿Qué tan cerca ha estado el Milan de usted durante este largo parón?

“Han sido fantásticos. El club me proporcionó todo lo que necesitaba. Me hicieron un seguimiento constante y me dejaron libertad para elegir quién me operaba y dónde quería rehabilitarme. Entendieron que el aspecto mental era lo más importante, porque si no estás de acuerdo con algo y luego no llegan los resultados que esperas, hay riesgo de tensión. Me dejaron libertad para elegir. Hablo mucho con el club, sobre todo con los médicos, con los que hay un contacto constante, y les daba informes diarios sobre cómo iba la rehabilitación y cómo me sentía”.

¿Cómo se encuentra en el Milan y cómo valora su experiencia hasta ahora en el club rossonero?

“En constante progresión. Cuando llegué, el objetivo era volver a la Liga de Campeones de forma constante. La directiva me dijo que estaban reconstruyendo un equipo que debía volver a la Liga de Campeones y mantenerse en ella después de años muy complicados de ausencia en la máxima competición europea. Y llegué el mismo verano que Theo Hernández y Leao”.

“Firmé el primer contrato de cinco años y el objetivo, como he dicho, era devolver al Milan a la Liga de Campeones. Estamos hablando de uno de los clubes más grandes del mundo y lo conseguimos en nuestra segunda temporada. Todo en el Milan es increíble, es un club de primera. Es como una gran familia, donde todo el mundo está a tu lado e incluso a nivel organizativo todo está estudiado hasta el más mínimo detalle”.

“Es normal que los objetivos de un club así sean siempre más ambiciosos y hay que hacer todo lo posible por alcanzarlos. En tres años hemos acabado segundos con el regreso a la Liga de Campeones, hemos ganado el Scudetto y hemos llegado a las semifinales de la Liga de Campeones. Para el Milan, todo esto debería ser la normalidad”.

¿Cómo es estar en el Milan viniendo del Empoli?

“Puede ser algo complicado. Yo llegué del Empoli, casi por la puerta de atrás, aunque ya había ganado la Copa Africana de Naciones con Argelia y había hecho una buena temporada en la Serie A. Pero los comentarios eran: ‘Ah, pero ha llegado el centrocampista del Empoli descendido a la Serie B’. Pero varios me dijeron que me ganaría a la afición. Fui uno de los primeros en unirme al proyecto de reconstrucción del equipo y ahora estamos en nuestro quinto año y el tiempo ha pasado volando, con gran satisfacción”.

¿Cómo se ganó el respeto de sus compañeros y de la afición?

“El respeto te lo ganas en el campo con tus actuaciones. Tienes que demostrar que lo das todo y siempre con respeto por tu trabajo. Amo el fútbol y mi trabajo, así que dentro del vestuario y fuera de él se tiene la consideración que uno se merece. Quiero destacar en mi trabajo”.

¿Qué ambiente se respiraba cuando ganasteis el Scudetto y de camino a la Liga de Campeones el año pasado?

“Un ambiente excepcional. También porque para muchos de nosotros era la primera vez en contextos tan altos, al igual que para el entrenador. Todo era ‘nuevo’ y nos hicimos cargo de ese ambiente que nos rodeaba. El último partido en Reggio Emilia, cuando ganamos el Scudetto, fue una locura. Disfrutamos mucho del momento y, cuando volvimos de vacaciones, teníamos un nuevo estatus, el del equipo a batir”.

Sobre la fuerza del equipo milanés

“El hecho de que hubiera tantos jugadores francófonos ayudó sin duda a que el vestuario estuviera aún más unido. Los egos personales han quedado al margen por el bien del grupo. Hay afinidades importantes entre todos los jugadores”.

¿Cómo es Adli?

“Fuerte, fuerte. Estoy muy contento por él. Ha trabajado mucho, lo está haciendo bien”.

Cuando jugó con Kessie al lado, ¿fue su mejor momento en el Milan y en qué sistema de juego encaja mejor?

“Estoy de acuerdo en que con Franck me entendí muy bien y tuvimos una racha de 24-25 partidos en los que ganamos a cualquiera. Jugábamos con un 4-2-3-1 con Calha en la posición de número 10. Volví a jugar en una posición en la que ya había jugado en el Empoli con Andreazzoli, un entrenador muy bueno que se preocupa mucho por la posesión del balón. Y quería que todos los balones pasaran por mí, asumiendo riesgos aunque jugara por delante de la defensa”.

“En el Milan no hay obsesión por la posesión del balón, no somos el City como estilo de juego. Pero disfruté mucho de esa fase de mi carrera, porque con Calhanoglu nos complementábamos en diferentes áreas”.

“Luego, al año siguiente, Pioli me movió ligeramente de posición, marqué en el Atalanta y tuve buenas sensaciones, porque tenía un pie fuerte, el izquierdo, libre. Incluso en la posición de ‘6’ (centrocampista por delante de la defensa ed), me siento muy bien porque me llegan muchos balones para jugar y puedo elegir qué hacer”.

Sobre las posiciones en el campo

“Todo depende del contexto. De la mentalidad del entrenador que hay que transmitir en el campo. Quien quiere jugar el balón asume riesgos. Quiero ser un punto de referencia para mis compañeros, no importa si tengo uno-dos-tres rivales detrás de mí. Quiero que me den el balón. Me gusta demasiado tener el balón entre los pies”.

¿Cómo surgió su posición en Lobotka en la liga?

“El juego del Nápoles giraba en torno a él y el entrenador optó por ponerme en esa posición para intentar quitarle lucidez en las jugadas. La primera tarea que tuve fue centrarme en Lobotka cuando no tenía el balón. Era un uno contra uno constante. Tuve que adaptarme a esa exigencia y salió bien”.

Sobre jugar como ’10

“En las semanas siguientes seguimos con esa solución táctica. Puedo adaptarme en esa posición. Era algo nuevo y me dejaba más libre en la fase ofensiva y donde se puede ser más decisivo. Es algo en lo que estoy trabajando, para estar más presente en el área de gol. Pero mis posiciones favoritas son más atrás, como seis u ocho (como delantero centro por delante de la defensa o como media punta, ed)”.

SAMUEL CHUKWUEZE SE LESIONA CON NIGERIA

Samuel Chukwueze ya ha regresado a Milanello, ya que, estando con su selección, sufrió una lesión en el isquiotibial izquierdo que le impidió participar en el partido contra Mozambique. Sin embargo, el regreso del resto de los miembros del equipo nacional se espera para las próximas 48 horas. Así lo informa acmilan.com.


Tonali arriesga un año de sanción

Sandro Tonali está arrepentido y ya ha empezado a aportar su contribución a la investigación del caso de las apuestas. Lo dijo ayer en la Fiscalía de Turín, en un interrogatorio que duró casi tres horas, pero también lo había declarado el domingo pasado cuando fue escuchado por primera vez por la Fiscalía Federal (la segunda ayer por la mañana).

Giuseppe Chinè se reunió con él en un lugar secreto y contó toda la verdad. El ex-jugador del Milan, por tanto, se autodenunció ante el órgano de justicia deportiva y, ciertamente, admitió haber apostado en el fútbol -de lo contrario, según el Código de Justicia Deportiva, no habría infracción-, pero también confesó haber hecho apuestas por el Milan. Y aquí el discurso es diferente y decididamente más delicado.

Apostar por el propio equipo es especialmente arriesgado porque podría constituir un delito de infracción deportiva. El artículo del Código que lo regula, el número 30, es claro y habla de “realizar, por cualquier medio, actos encaminados a alterar el desarrollo o el resultado de un partido o competición”. De lo que se desprende, sin embargo, que éste no sería el caso de Tonali. De hecho, el jugador ahora en el Newcastle habría jugado a la victoria del Milan o, en todo caso, a otros resultados con él ausente.

En resumen, sus apuestas no habrían afectado en absoluto a su rendimiento sobre el terreno de juego, por lo que no habría delito deportivo. Por el momento, la presunta infracción de Tonali se mantiene en el ámbito del artículo 24 del Código de Justicia Deportiva, el que castiga a los jugadores que apuestan en el fútbol (pena mínima de tres años), pero está claro que haber apostado por el Milan constituye una circunstancia agravante.

Al centrocampista le gustaría seguir el camino emprendido por Fagioli, con un acuerdo de culpabilidad en poco tiempo (incluso menos de un mes), pero está claro que hay diferencias. La primera es que, de confirmarse las apuestas sobre el rossonero, la sanción inicial de la Fiscalía sería necesariamente superior a los tres años. Con toda probabilidad podrían ser tres y medio o cuatro, una pena que se reduciría automáticamente a la mitad con el acuerdo de culpabilidad previo al aplazamiento.

Por lo tanto, dado que el chico ya ha mostrado su cooperación, podría disfrutar de algunas circunstancias atenuantes como Fagioli. Hipótesis sobre la sanción final a día de hoy es difícil, pero se puede pensar en 12 meses de inhabilitación en el campo y 6 meses de prescripciones alternativas como el jugador de la Juventus, dado que Tonali también ha declarado que sufre adicción al juego.

Sin duda, será crucial que la versión del exjugador rossonero facilitada a Chinè coincida perfectamente con lo que se desprenda de los documentos de la Fiscalía de Turín, que se incautó de su teléfono y su tableta el jueves en Coverciano. Si algo no coincide, las cosas cambiarán y, en función de las conclusiones, la pena podría aumentar incluso mucho.

El plazo para el acuerdo de culpabilidad – si no hay sorpresas – podría ser bastante corto, teniendo en cuenta también que la Federación ya ha definido para Fagioli el camino de las penas alternativas: terapia para vencer la adicción al juego y una serie de encuentros decididos por la Federación para hacer de estos chicos ejemplos positivos, para mostrar especialmente a los jóvenes que el juego puede ser la ruina de una carrera y no sólo.

Por tanto, también merece la pena hacer balance de la investigación penal, ya que ayer se escuchó largo y tendido a Tonali en la séptima planta del Palacio de Justicia de Turín, dispuesto a colaborar con la fiscal Manuela Pedrotta, que coordina la investigación sobre la red de apuestas en plataformas ilegales online. El rumor de que podría ser escuchado ya se había extendido por la mañana y, a pesar de los intentos de desinformación de los investigadores, el chivatazo resultó ser correcto.

El lunes había solicitado a través de su abogado, Marco Feno, ser oído lo antes posible y se le concedió de inmediato, aunque los investigadores aún no habían terminado su investigación sobre los dispositivos electrónicos incautados cuando se le notificó que había sido inscrito en el registro de sospechosos. Fue Feno quien le acompañó a la fiscalía para responder a las preguntas del fiscal en presencia de los hombres de la brigada móvil.

Al final del interrogatorio, Tonali, hacia las 18.40 horas, esquivó a los periodistas saliendo por un pasillo lateral. El presunto delito es ejercicio abusivo de actividades de apuestas (artículo 4 de la Ley 401 de 1989), por el que se enfrenta a una multa. Tras tomarle declaración, los investigadores podrán comparar lo que dijo con lo que encontraron en su teléfono móvil y en su tableta y, si hay discrepancias, podrían decidir escucharle de nuevo.

Existe el máximo secretismo en torno a su declaración, por lo que se ha filtrado, sin embargo, el centrocampista del Newcastle habría admitido haber apostado en el fútbol y, como se ha mencionado, se habría mostrado extremadamente colaborador. Lo que interesa a la fiscalía es reconstruir a través de la red de contactos del jugador el sistema ilegal creado por los operadores de las plataformas, a las que se accede por invitación, y llegar a los nombres de los organizadores.

Algunos de estos sitios ya han sido identificados y se ha iniciado el procedimiento para su oscurecimiento en Italia, pero la sospecha es que hay otros. Los fiscales quieren saber si hay conexiones con los organizadores o si Tonali es sólo un apostante: están investigando si él podría ser el enlace entre los dos mundos.


Curiosidades de Juan Miranda

En la mesilla de noche de la casa de Miranda hay dos fotos una al lado de la otra. El manifiesto de lo que Diego Simeone lleva repitiendo toda su vida: ‘Nunca dejes de creer’. El Cholo ha transmitido el concepto a los jugadores y lo ha convertido en un mantra de su Atlético, mientras que Miranda, lateral en el punto de mira del Milan, ha replicado estos conceptos en su Betis, donde se deshace en asistencias con continuidad. De ahí las imágenes que acaban en el fotograma.

La primera es de 2005: Juan viste la camiseta del Betis y sujeta la blanca de su padre. Está en el viejo Calderón para ver la final de la Copa del Rey de su equipo. Sostiene la bandera en alto con semblante serio, incluso ansioso, sin saber que en unas horas estaría animando cuando ganara el trofeo. Juan tenía cinco años, y en el campo estaba Joaquín, símbolo de continuidad con la segunda foto.

El escenario es el mismo, la final de la Copa del Rey, pero esta vez estamos en 2022 y Juan lo celebra con el Betis. Acaba de patear el penalti decisivo que llevó el trofeo al Villamarín 17 años después de la última vez, cuando estaba en la grada con su padre y su hermana. En el campo esta vez está Joaquín, con más de 40 años y abrazando a Juan.

Todo ello mientras el padre del lateral coge su smartphone en la grada: “¿Quién lo iba a decir? Nunca lo hubiera imaginado…”. En Twitter sigue el post con las dos imágenes que acabaron en la estantería de casa. El ‘antes y el después’ de un niño que creció apoyando al Betis en el estadio y se convirtió en el ídolo de la casa gracias a un penalti decisivo.

Juan Miranda ha acabado en la agenda del Milan para la próxima sesión. Su perfil es el que siempre ha intrigado a Moncada y Furlani: 23 años, futurible y con experiencia internacional. Cuenta con 15 partidos y un gol en la Europa League, donde el año pasado jugó contra el Roma en la fase de grupos. Tiene un balance positivo contra los italianos desde sus tiempos de canterano en España: en 2017, con la cantera del Barcelona, ganó dos veces a la Juve de Fagioli, y luego sumó tres victorias de cuatro ante la selección azzurra, a la que también se enfrentó en el Europeo sub-17.

La primera con España Sub-17, 3-1 al tándem ofensivo Pellegri-Vignato, la última en 2018: 3-2. Este año presume de seis apariciones y aún ninguna asistencia. La temporada pasada estuvo varios meses en el banquillo al principio de la campaña, y luego se hizo con un puesto desde el principio: 31 partidos, tres goles y cinco pases de gol. Hasta la fecha, los mejores momentos de su carrera son dos: su debut con gol en la selección -junio de 2021 contra Lituania, como Brahim Díaz- y el penalti decisivo en la Copa del Rey marcado hace dos años.

Aunque su cabeza ya está más allá: “No quiero vivir sólo para ese momento. Fue importante, un sueño, pero ahora tengo que realizar otros. Ideas claras desde el primer día”. Si se hizo hincha del Betis también se lo debe a su tío, una figura fundamental a la altura de su padre. El que le vestía de verdiblanco de niño y le llevaba al estadio. Juan nació en Olivares, un pueblo a unos veinte kilómetros de Sevilla. Un puntito de seis mil habitantes en medio de Andalucía. “Es mi casa. El lugar donde empecé a soñar”.

Quizá pueda hacerlo en el club rossonero. El perfil atrae, la situación contractual intriga: el contrato de Miranda expira en junio de 2024. El Milan quiere anticiparse pagando una pequeña indemnización. De momento, en la izquierda, está el joven Bartesaghi, clase 2005 con un par de apariciones en Serie A. Si quisiera, Pioli también podría adaptar a Florenzi, una navaja suiza capaz de abrir cerrojos difíciles.

Miranda sería el suplente ideal de Theo: zurdo, bueno en la presión, buen regate, un buen número de ocasiones creadas por partido. Antes de vestir la camiseta del Betis, jugó unos años en la cantera del Barcelona. En 2018 ganó la Youth League jugando la final contra el Chelsea, luego debutó en la Champions League. En la 2019-20 jugó en el Schalke 04: once partidos en la Bundesliga antes de abrazar la causa del Betis. El sueño de su vida.

Ochenta partidos, cinco goles y diez asistencias en tres años. Entre medias, una medalla de plata olímpica con España y un par de títulos juveniles como estrella: campeón de Europa sub-17 y sub-17. Miranda es una de las joyas de la nueva generación española nacida a partir de 2000. En las categorías inferiores jugó varios partidos con Ferrán Torres, del Barça, Bryan Gil, del Tottenham, Eric García, del Girona, Fran Beltrán, del Celta de Vigo, etcétera.

También compartió vestuario con Jordi Mboula, del Verona, un extremo ofensivo con un pasado predestinado. Quizá en enero pueda desafiarle con la camiseta del Milan. Y tal vez charlar con Musah. Miranda ganó la Copa contra su propio Valencia. Allí jugaba el estadounidense, que falló el único de los cuatro penaltis de la lotería final. Destino. Quizá bromeen sobre ello en las avenidas de Milanello.

REIJNDERS HABLA DESDE LA SELECCIÓN

“Sí, este Milan puede ganar el Scudetto y la Liga de Campeones”. Tijani Reijnders, de la concentración de Holanda (donde anoche venció con su selección a Grecia en un partido decisivo para la clasificación para la Eurocopa 2024), está que arde. El entusiasmo se respira en el aire del Milan y la tabla de clasificación justifica ese estado de ánimo.

A pocos días del partido contra el Juventus (domingo a las 20:45 en San Siro), el ex-centrocampista del Az intenta hacer soñar a la afición del Diavolo con sus palabras: “Los próximos partidos serán muy complicados, pero tengo confianza. Mientras tanto, a partir de ahora nuestra cabeza estará centrada únicamente en la Juve. Queremos ganar el Scudetto y la Liga de Campeones, tenemos las cualidades para alcanzar estos objetivos”.

¿Y el 1-5 en el derby? Olvidado, según Reijnders: “El Inter es un equipo fuerte, contra el que es difícil jugar, pero reaccionamos bien y ahora lideramos la liga”. Sobre la situación de Holanda de cara a Alemania 2024: “Era un partido crucial, Grecia defendió bien, pero al final nos trajimos los tres puntos, que es lo único que importa. Queremos ir a la Eurocopa”.


Radar de mercado: Jonathan David

El 2 de noviembre se han visto fechas más alegres. Más alegres que Ronaldinho, sin embargo, pocas. Aquel 2 de noviembre de 2004, Dinho empataba con el Barça contra el Milan de Ancelotti -grupo de Champions, nada sangrante- cuando decidió romper un par de mitos. Se inventó una goma entre Gattuso y Nesta, y luego chutó fuerte con la zurda al larguero. Dida, digamos, se zambulló admirado.

Cándido Cannavò escribió un fondo titulado “un golpe de genio” y Jonathan David, a un océano de distancia, decidió al mismo tiempo que iba a ponerse serio. Aquel día, dice, empezó a soñar con la Liga de Campeones, que cruzó 17 años después. Ahora existe la posibilidad de que David también vuelva a cruzarse con el Milan.

El Milan ha valorado la situación de Jonathan David durante años, pero en verano, entre el asunto Taremi y la carrera por el nueve, pasó casi desapercibido un intento de traerlo al Milan dos años antes de la expiración natural de su contrato. El Lille ni siquiera llevó a Furlani y Moncada a la V de David y deseó a todos un buen otoño: “hablaremos”. Exacto.

El Milan está más que dispuesto a volver a hablar de él porque Olivier Giroud es fantástico, marca y salva, pero sigue teniendo 37 años. Y Noah Okafor ha dejado claro que nunca será un número 9 de alma. Sí, existe la posibilidad de que la negociación por David arranque ya en enero, no sólo en verano.

Porque ellos como David no empezaron bien la temporada: 2 goles en 8 partidos de liga, 2 más en la Conference League contra Olimpia Ljubljana y Rijeka, que no son dos equipos de Madrid. No es mucho, para un chico que terminó la temporada pasada con 24 (goles en liga). Las cualidades, sin embargo, no se borran.

David es rápido, marca goles, tiene olfato para las asistencias, encuentra el gol con la izquierda y con la derecha. Y ganó una liga con Maignan, Botman, Renato Sanches, gente de la que ya se oía hablar en Milanello. Obviamente, David es muy diferente de Giroud, no es el mejor 9 del mundo para jugar con el equipo, pero las cualidades están ahí para ser visto y con 23 años hay un montón de tiempo para mejorar.

El Milan no ha dejado de darle vueltas y mucho dependerá del Lille, atrapado en el dilema de siempre: ¿vendo a falta de un año, año y medio, o digo que no y me arriesgo a perderlo por cero? El precio del que tanto se habla -60 millones- bajará. Rumores a partir de octubre: el Lille pedirá al menos 40 millones, mucho más asequibles para el Milan. Al menos se hará un acercamiento, en enero.

El Milan le interesa y un traspaso por él sería un buen paso adelante. El siguiente paso ideal en una historia muy especial. JD nació en Brooklyn, en el seno de una familia haitiana, e incluso vivió en Haití antes de trasladarse a Canadá, donde las oportunidades para un chico son como el frío: abundantes. Jonathan resistió los inviernos en Ottawa, fue a Gante y llevó a Canadá a su primera Copa del Mundo. El siguiente paso está escrito: convertirse en el máximo goleador histórico de la selección, un objetivo que a sus 23 años no está precisamente en el horóscopo de cualquiera.

Hablando de jóvenes, ojo con Alemania. Geoffrey Moncada, en el verano de 2022, puso sus ojos en un central alemán que acababa de terminar una temporada como titular en el Schalke de la segunda división alemana. Allí trabajó con Maldini y Massara y Malick Thiaw llegó al Milan.

Un año y medio después, el Milan sigue de cerca a otro titular alemán del Schalke, que entretanto ha regresado a la 2.Bundesliga: se trata de Assan Ouédraogo, centrocampista nacido en 2006 (!). Ayer Sky Alemania habló de él y pronto habrá una reunión entre el Milan y el Schalke para ver si hay bases para una negociación. Enero no está tan lejos.


Bennacer vuelve a entrenar

Buenas noticias para el Milan. Ismael Bennacer ha regresado a los entrenamientos en Milanello antes de lo previsto. Llevará a cabo un programa personalizado, pero mientras tanto ya ha pisado el césped del centro de formación. El argelino, recordemos, ha estado cinco meses de baja debido a una operación en la rodilla derecha. Su último partido fue el 6 de mayo contra el Lazio en San Siro, donde también marcó un gol en la victoria por 2-0.

Bennacer seguirá, por supuesto, un programa de entrenamiento personalizado, pero mientras tanto vuelve a los terrenos de juego unas semanas antes de lo previsto. Para recuperarse del todo tendrá que esperar algún tiempo más, quizás a finales de 2023 o principios de 2024, pero mientras tanto vuelve a los terrenos de juego. Llegó al Milan en 2019 y el año pasado jugó 40 partidos en todas las competiciones, marcando tres goles.

UN AÑO DE MALICK THIAW

Hace exactamente un año (16 de octubre de 2022), Malick Thiaw debutaba con el Milan durante el partido contra el Verona. Estos son sus números en un año con la camiseta rossonera, de objeto misterioso a titular fijo: 33 presencias, 27 como titular, cero goles marcados hasta ahora.

CARDINALE HABLA DE LA TEMPORADA ROSSONERA

“Quiero dar a los aficionados la próxima Scala del fútbol europeo. La gente habla así de San Siro, me gustaría dar la próxima versión a los aficionados del Milan. Es especialmente importante para ellos. Si tenemos éxito, tendrá un gran impacto en Italia. San Donato será el lugar donde lo haremos”.

“Estamos primeros, con la vista puesta en el Scudetto, y queremos avanzar en la Liga de Campeones paso a paso. Soy optimista. Y repito: el nuevo estadio será fenomenal. El primer año lo vi para entenderlo, nos tomamos nuestro tiempo. En la continuidad hay una virtud, los milaneses han sido fanstásticos. Hemos cambiado mucho y sé que a veces el cambio asusta, pero lo estamos consiguiendo. Llevo 30 años trabajando así, habrá que italianizar el modelo. Es diferente de América”.

“Zlatan es una leyenda, un líder. Necesitamos gente así a nuestro alrededor. Me encanta la gente que destaca y que puede devolver lo que ha recibido. Tenemos un equipo joven, alguien como Ibra podría ser muy eficaz como consejero y líder para todo el equipo. Depende de él, pero estamos hablando de ello. Creo que tiene muchas ventajas para nosotros”.

“Trabajé en medios de comunicación deportivos. Puedes seguir trabajando con empresas tradicionales o crear tu propia empresa de comunicación. Con alguien como nosotros en RedBird, en la Serie A, hay que considerar esta segunda opción. No sé si será el caso. El mundo de los medios de comunicación deportivos es complicado. Tendremos que encontrar la manera de maximizar el valor de nuestros contenidos. Lo que digo es que hay mucho interés internacional por la Serie A”.


Un Diablo de otro mundo

Respetar el estribillo “Sólo hay un presidente”, después de exclamar “Forza Milan” en presencia del presidente de Estados Unidos: si se tratara de los mejores momentos de un partido, Gerry Cardinale habría ganado. Sobre todo porque Joe Biden, el hombre más poderoso del mundo, es también un gran aficionado al fútbol, y por eso mismo no se habrá perdido los pasajes ‘rossoneri’ -muchos- del discurso que el número uno de RedBird, propietario del Milan, pronunció anoche en Washington, con motivo del 48º aniversario de Niaf, una organización sin ánimo de lucro con sede en Estados Unidos que promueve la cultura y el patrimonio italianos.

Cardinale, de origen abruzo, siciliano y campanés, fue galardonado por sus finanzas, y a la ceremonia asistieron Joe Biden y su esposa Jill, la primera Primera Dama de origen italiano de la historia. Bueno, si el proyecto de Cardinale es llevar al Milan a lo más alto abriendo camino en la doble vía del rendimiento en el campo y la mejora de la marca en términos de imagen, se trata de una bonita aceleración.

Si el deporte y el espectáculo han de convertirse en uno, éste es un golpe de efecto de Showtime. Los próximos tendrán que anotárselos su Milan, que medirá sus ambiciones de Scudetto contra Juve y Nápoles los días 22 y 29 de octubre en la reanudación tras el parón, y buscará una noche de gloria en casa de Mbappé el 25 de octubre contra el PSG en la Liga de Campeones.

Cardinale no estará en el estadio porque su agenda en las próximas semanas está repleta de compromisos laborales: volverá a San Siro el 7 de noviembre, para el partido de vuelta contra el PSG. Si Leao y sus compañeros siguen corriendo en la liga, y si rompen el hielo en la Liga de Campeones, pues habrá diversión para rato.

Lo que hay ahora es pasión, estrategia, ganas de crecer: Cardinale habló de ello, repasando lo que ha hecho en su carrera y al frente del Milan. En los últimos 30 años he invertido en el deporte y en los medios de comunicación, y pensaba que ya había visto y hecho todo lo que había que hacer en el deporte. Pero este último año como propietario del Milan por derecho propio me ha hecho apreciar de una forma totalmente nueva lo que hacemos para ganarnos la vida.

Sí, ser propietario de una de las marcas más históricas de todo el fútbol europeo es un privilegio y una experiencia única, seas quien seas. Pero como estudioso de la historia, no puedes evitar darte cuenta rápidamente de las gigantescas huellas italianas que estás pisando, así como de tu enorme responsabilidad ante la gente y los aficionados.

Cardinale exclamó “Forza Milan” al final de su discurso, dijo sentirse como en casa en la Piazza Duomo el día del Scudetto, citó a Ibra, “el individuo viene con el colectivo, y si el colectivo lo hace bien, entonces el individuo lo hará bien”, y, al final de la ceremonia, recordó a Berlusconi: “Era una leyenda y un campeón. Y yo intentaré seguir sus pasos para hacer el club aún más grande”.

La afición lo agradeció: Cardinale se detuvo a charlar con una delegación de socios del club milanés en Nueva York. Le dedicaron el coro de presidente -cargo que ocupa Paolo Scaroni, pero el detalle dice mucho de la identificación de GC con el club del que es propietario, cada vez más fuerte a los ojos de los aficionados- y le regalaron una camiseta.

La fiesta continuó en el Café Milano, el histórico local de los presidentes estadounidenses en Georgetown: el propietario Franco Nuschese organizó una fiesta para Cardinale y Stefano Domenicali, el presidente de la F1, a quien también se entregó un premio. Ambos pasaron las primeras horas charlando sobre Milán y la F1, intercambiando ideas sobre cómo mejorar sus respectivos campos.

Los planes de Gerry son claros: devolver al Milan a lo más alto con una gestión sostenible y la creación de nuevos activos, en primer lugar el estadio. En la junta de accionistas del 23 de octubre se harán oficiales los números del primer balance con la marca RedBird, que cerrará en beneficios después de 17 años y con una facturación de más de 400 millones, un récord absoluto para el club. Estamos sólo al principio, diría Cardinale. Cierto: el Milan, mientras tanto, se habrá enfrentado a la Juve y luego retará a Mbappé…


El Milan quiere blindar a Theo

La última renovación del contrato, hasta 2026, está fechada en 2022, un puñado de meses antes del Scudetto celebrado al sprint contra los primos del Inter. En la foto de rigor, tomada el 11 de febrero de 2002, se puede ver a Theo Hernández estampando el preciado autógrafo en la sede del Milan junto al consejero delegado Gazidis, el entrenador Maldini y el director general Mazzara. Neto de una gestión rossonera puesta a cero por las decisiones de la nueva propiedad, el francés sigue en Milanello a las órdenes de Pioli, blindado por un contrato hasta 2026 que le permite ganar 4 millones netos más primas.

Ya el pasado mes de julio se habían producido algunas muestras de interés por Theo por parte de clubes de primer nivel, pero el Diavolo, que había vendido a Tonali al Newcastle, ni siquiera escuchó las primeras aproximaciones de aquellos (sobre todo Psg y Manchester United) que querían comprar al lateral zurdo.

El próximo verano, sin embargo, el final de la historia podría ser diferente. Porque en junio-julio se disputará en Alemania la Eurocopa y Hernández está llamado a jugarla, como protagonista, con la camiseta de Francia. Un gran escaparate continental, quizá tras una buena Liga de Campeones y una temporada importante en la Serie A, podría empujar al club del Emir a realizar una importante inversión por el número 19 rossonero. De este modo, también se haría realidad el sueño de su hermano Lucas, que llegó bajo la Torre Eiffel hace unos meses y espera compartir vestuario con Theo no sólo en la selección.

Cuidado, sin embargo, con el ambicioso Manchester United, que gasta mucho en el mercado cada verano y que en el futuro podría verse empujado aún más hacia las grandes apuestas por la entrada en el accionariado de Sir Jim Ratcliffe, destinado a salir con una participación minoritaria, pero luego a hacerse con el control del club. Convencer al Milan para que deje marchar a Hernández requerirá una oferta… a la Tonali. Es decir, de 60 millones para arriba.

Dinero que sería necesario para comprar al sustituto, pero más en general para reforzar al equipo en varias funciones. Porque igual que el sacrificio del ex-centrocampista del Brescia ha permitido a Furlani y Moncada hacerse con jugadores en todos los departamentos (Luftus-Cheek, Pulisic, Reijnders y Chukwueze, por citar algunos), el adiós del canterano de la Real podría desencadenar un segundo plan de reestructuración, desde el desembarco de un delantero centro que pueda alternar con Giroud (Jovic no convence por el momento) hasta el necesario lavado de cara en el corazón de la defensa. De momento, nadie de Via Aldo Rossi ha concretado nada para prolongar el contrato de Hernández más allá de 2026. Tanto es así que en 2020 declaró: “Me quedaría aquí de por vida”.

La prioridad rossonera parece ser encontrar un acuerdo con Maignan, pero tampoco se subestimará la cuestión Hernández, tanto porque es considerado por Pioli como uno de los poquísimos jugadores insustituibles (tras el adiós de Ballo-Touré, no tiene un alter ego ‘puro’) como porque en Génova, antes del parón, sin Calabria en el campo, lució el brazalete de capitán.

En el mundo milanista, en definitiva, tiene mucho peso: es un líder capaz de dar la campanada cuando en el campo arranca con el balón al pie y acelera, pero también cuando hace oír su voz en el vestuario. Contra la Juventus no estará por inhabilitación y quizás Pioli lo sustituya adaptando a Florenzi en ese costado, mientras que en cuanto al futuro, se sigue de cerca el crecimiento del talentoso Bartesaghi (recién firmado su primer contrato profesional) y la historia de Juan Miranda, que actualmente expira su contrato con el Betis y es un potencial cero parámetro para 2024/25.

Para adelantarse a la competencia, el español nacido en 2000 también podría llegar en enero por una módica cantidad. Sin duda, es un objetivo para la próxima temporada. Pero no para sustituir a Hernández en el once titular, porque es uno de los mejores laterales izquierdos del mundo.

La afición del Diavolo espera que ni el PSG, deseoso de construir un equipo cada vez con más franceses, ni el United, en busca de la supremacía en la ciudad perdida desde hace años, presenten ofertas irrenunciables. Desde luego, los rossoneri no quieren perder a su francés… con un turbo.


Milan-Juve: a prueba las defensas

Después del terremoto del derby, el Milan ha reconstruido su herencia del Scudetto. Y se ha encontrado más fuerte que antes: hoy la defensa de Pioli vuelve a ser la de las certezas de 2021/22, los rossoneri no marcan goles aunque desplieguen a su delantero centro entre los tres palos, y si no que se lo pregunten al Genoa. En el muro del Milan, antes que los rossoblú, Verona, Lazio, Newcastle y Borussia Dortmund se dieron contra la pared, con la perla de Luvumbo en Cagliari como excepción: un total de un gol encajado en 540 minutos. Más que escombros.

Con ocho goles encajados, no tiene la mejor defensa de la Serie A -que sigue siendo la del Inter, 5 goles-, pero es el equipo que mejor lo ha hecho de todos desde el periodo post-derby: sólo el Monza ha logrado encajar un solo gol en los últimos cuatro como los rossoneri, mientras las defensas de sus rivales en la lucha por el título empezaban a hacer aguas.

Desde el Inter, que reventó dos veces la portería de Sommer en San Siro, entre el Sassuolo y el Bolonia (4 goles encajados en los partidos con el conjunto emiliano), hasta la Juve, que cayó bajo los golpes del habitual Sassuolo, pasando por el Nápoles, que se derrumbó en el Maradona con el Fiorentina.

No el Milan, los rossoneri se han blindado en el momento oportuno, cambiando incluso de módulo (la defensa de 3 vista con el Verona) y de hombres (la rotación no ha escatimado a nadie, incluida la defensa). En la Liga de Campeones los rossoneri son los únicos con una portería inmaculada junto al Barcelona, en Italia sobre la solidez defensiva han estructurado al resto. Con un eslabón en la cadena que suelda a este Diavolo al Scudetto: Fikayo Tomori.

Fikayo Tomori los ha jugado todos menos uno, por sanción (además fue el derby): una pista que hace la prueba, Tomori vuelve a ser un central casi infranqueable. Las otras pruebas, el ex-Chelsea las ha repartido por doquier: estuvo entre los mejores en las noches de Liga de Campeones, firmó un gol de peso en el Cagliari. Y ha recuperado la selección: Southgate, seleccionador de Inglaterra, le ignoró en la época del Scudetto, pero ahora le ha puesto a tiro.

El próximo domingo en San Siro llegará la Juve de Vlahovic y Chiesa: Tomori -que marcó el primer gol de los bianconeri como milanista y que repitió hace un año- dirigirá el trabajo en sociedad con Thiaw. El alemán ha dejado atrás sus errores con el Inter y ha recuperado la continuidad: junto a Tomori ha crecido, como lo hizo con Kalulu hace dos años.

Falta en la lista Pellegrino, el joven de 21 años comprado al Platense. Pioli aún no le ha hecho debutar, pero los ‘efectos’ del muro rossonero se dejan sentir igualmente: Scaloni, seleccionador de la campeona del mundo, Argentina, le ha convocado para los partidos de clasificación para el Mundial contra Paraguay y Perú.

A partir de este parón, el Milan reaparecerá sin dos pilares, los inhabilitados Maignan y Hernández, pero Pioli podrá contar con la fiabilidad de Sportiello, decisivo cuando se le requiera, y con la ductilidad de Kalulu, alguien que puede jugar tanto de lateral como de central sin sufrir al pasar de una zona a otra.

Pierre se ha recuperado de la lesión que le tuvo parado un mes y lo ha hecho en el momento perfecto: sin Theo, con la Juve en las bandas habrá que inventar algo y Kalulu ofrece una solución extra. Dos de él, Calabria y Florenzi partirán desde el 1′, pero la explosividad de Kalulu vendrá bien en las rotaciones de los próximos retos. En una semana, el Milan se enfrentará a la Juve, PSG y Nápoles: cuantos más ladrillos haya en el muro, más seguro se sentirá el Diavolo.

EL ESTADO DE LA JUVENTUS

La goleada de Reggio Emilia debe haber servido de lección. Desde aquella derrota por 4-2 en casa ante el Sassuolo el 23 de septiembre, el Juventus no ha encajado ningún gol. Lecce, Atalanta y Torino, un tríptico de 7 puntos sin encajar un gol, que ha tranquilizado la clasificación de los bianconeri y las cifras de la defensa, siempre uno de los caballos de batalla del entrenador Massimiliano Allegri.

No es casualidad que Max, hablando de la fea eliminatoria contra los emiliani, haya subrayado a menudo el mal día de las individualidades (de Szczesny a Gatti…), ahorrando el juicio global sobre el equipo. Su Juve se ha mostrado a menudo sólida esta temporada, con la excepción de aquella tarde de sábado en el estadio Mapei.

En los otros siete partidos de la temporada, de hecho, nunca ha encajado más de un gol y en nada menos que cinco ha mantenido su portería imbatida. A día de hoy, la defensa bianconera es la segunda de la Serie A, por detrás del Inter y a la par del Bolonia, pero también la única, junto con el Milan, que sólo ha encajado más de un gol en una ocasión. El muro, en definitiva, aguanta y augura un buen futuro: en sus seis campeonatos (uno rossonero y cinco con la Juve), Allegri siempre ha entrenado al equipo con menos goles en contra de la liga.

A la vuelta del parón, la Juve está llamada a afrontar el reto más importante de su primera cita de 2023-24: el viaje a San Siro, a casa del líder, el Milan. Llegan allí, como se ha dicho, con una nueva solidez, pero también con demasiadas bajas, incluso en defensa.

Alex Sandro lleva un mes en el dique seco y no estará disponible para el partido del Meazza, y se espera que el capitán Danilo, lesionado contra Brasil, se pierda el encuentro. Queriendo mantener la retaguardia de tres hombres, Max no tiene elección: Gatti, Bremer y Rugani, con el joven Huijsen como primer cambio. La alternativa es un cambio de módulo o el uso de un lateral (¿Cambiaso?) como refuerzo.

Pero más que el nivel de quién estará en el campo, lo preocupante es quién no estará. Danilo es el líder de la retaguardia, tanto por carisma como por experiencia. Un dato basta para apoyar la tesis: la temporada pasada, el brasileño sólo se perdió dos partidos y la Juve perdió ambos (2-1 contra el Psg y 4-1 en Empoli).

Además, con Alex Sandro es el único que no sufre mucho en la posición de centrocampista izquierdo de los tres. Bremer se siente cómodo en el medio, al igual que Rugani, que con el Lecce se adaptó a la derecha, donde siempre ha jugado Gatti, sin moverse al otro lado. La pregunta es, entonces, ¿quién se adaptará a la izquierda contra el Milan?

El desafío contra los rossoneri, por tanto, no ha tenido buenos recuerdos recientemente. La Juve no gana al Diavolo en partido oficial desde el 6 de enero de 2021 (3-1 justo en San Siro) y desde entonces sólo una vez en cinco enfrentamientos ha logrado no encajar un gol (0-0 en Milán el 23 de enero de 2022).

Mientras que en los tres últimos nunca han marcado, perdiendo en dos ocasiones consecutivas la temporada pasada. Si se cumpliera el clásico ‘no hay dos sin tres’, los bianconeri se alejarían a -7 del liderato. Una brecha importante, aunque la palabra Scudetto sea ahora un tabú en la Continassa. El objetivo declarado es volver a la Liga de Campeones. Para aspirar a algo más, el muro de Allegri debe permanecer impenetrable durante mucho tiempo.