Historias rossoneras (14)

RUI COSTA: NUNCA NADIE PAGADO TANTO

La temporada 2000/01 no portó grandes satisfacciones al Milan, hecha la excepción por el histórico derby ganado por 0-6 en casa del Inter el 11 de mayo de 2001. Los rossoneri pasaron a través de la eliminación de la segunda fase de grupos de Champions con Galatasaray, PSG y Deportivo de la Coruña.

Tras el empate con los españoles en la última jornada, se realizó el despido en directo de Alberto Zaccheroni por parte de Silvio Berlusconi, donde para terminar la temporada se eligió al dueto de Cesare Maldini y Mauro Tassotti.

Los planes del verano de 2001 fue las grandes ganas de luchar por el scudetto o por lo menos uno de los cuatro primeros puestos. Llegó el turco Fatih Terim, que eliminó al Milan en la temporada 1999/00 y que lo hizo bien en el banquillo de la Fiorentina.

Un entrenador con grandes ideas, pero hacían falta importantes fichajes. El primero de gran calaje fue la llegada de Pippo Inzaghi, pero el siguiente fichaje que se soñaba era Manuel Rui Costa, el 10 de la Fiorentina desde muy joven estaba en la mira de Galliani y Braida, pero Vittorio Cecchi Gori siempre había puesto pegas a vender a sus estrellas.

En verano de 2000 fue vendido Gabriel Omar Batistuta, con Manuel Rui Costa que tenía un precio tremendo: 85.000 millones de liras (unos 45 millones de euros al cambio actual), algo que no asustó al Lazio de Sergio Cragnotti, queriendo pagar el precio completo, sin contrapartidas técnicas.

El Milan lo intentó queriendo meter el traspaso de Andrea Pirlo, recién fichado del Inter por 35.000 millones de liras (18 millones de euros). Pero Cecchi Gori solo quiere dinero y empieza a decantarse por el Lazio, sin cerrarle la puerta al Milan.

Pero Berlusconi, en una reunión relámpago entre las partes, levanta al teléfono y comunica a Galliani que el Milan pagará esa cifra, sin contrapartidas. El agente del portugués, Carlo Pallavicino, estaba en Roma con el contrato para que lo firmara el Lazio, pero que al final firmó como rossonero recibiendo 9.000 millones de liras más bonus, entrando en la lista del almanaque milanista como el jugador más caro de la era Berlusconi.


Entrevista a Marco Simone

A menudo es cuestión de coraje. Que, en su caso, abraza transversalmente esperas cosas diferentes de la vida. Coraje es ir a entrenar a Tailandia y a África pero también meter a una hija en un vuelo hacia Hong Kong en tiempo de pandemia “porque el sitio más seguro ahora mismo es allí”.

Coraje es ilustrar tu pensamiento liberándose de lo políticamente correcto, “sino es inútil hacer una entrevista”. Marco Simone está hecho así, aunque si los hinchas rossoneros gusta sobre todo por lo que hizo en el campo. Nueve temporadas, 14 títulos, 75 goles en 260 presencias.

Ahora Marco con 51 años es el técnico del Chalab Mohammedia, el líder de la segunda división marroquí, pero es sobre todo en la búsqueda de respuestas sobre el futuro.

¿Cómo ve el horizonte?

“Ahora nos preocupa el futuro, pero no nos preocupamos del presente. Todos piensan ‘a nosotros este virus no nos toca’, pero pasa. Lo que está sucediendo es una señal: el mundo, las personas, han estirado demasiado la cuerda y ahora se ha roto”.

“Si no tomamos consciencia, hoy es un virus y mañana algo peor. Mi angustia es que la gente no entienda esto. Es una señal demasiado fuerte por parte de la naturaleza. Mi hija vive y trabaja en Hong Kong, es ahí cuando saltó el caso de Wuhan”.

“Consiguió volver a Europa pero hace un mes le hice volver a Hong Kong: ahora está más segura allí”.

En cambio has vuelto a entrenar a Marruecos

“En efecto sigo haciendo de vagabundo. El hecho es sigo recibiendo propuestas del extranjero. La última del Beveren, en Bélgica. Moverse por el mundo por trabajo es algo que enriquece y estimula, lo único que lamento es no poder poner mi primera experiencia en Italia”.

Estuviste cerca hace dos años con el equipo B del Milan, pero el club luego renunció. Este año en cambio el Diavolo ha renunciado a Boban

“Es una inmensa pérdida. Demasiado superficial y banal despedirlo a causa de una entrevista no deseada. Creo que lo han usado como pretexto, era algo ya planificado. Cuando eliges personas como Boban y Maldini, ya sabes el peso que tienen”.

“Mientras ellos saben lo que es el Milan y como va gestionado. Quien los ha elegido deben seguir con ellos, juntos. Eran las dos primeras piedras importantes para continuar. Cuando los escucho hablar, sentía al Milan. Y en ambientes como el rossonero ciertas cosas hay que ‘sentirlas'”.

Muchos sostienen que, conociendo a Boban, solo podía acabar así

“Es cuestión de posiciones y competencias. Si confías una posición de decisión no puedes pensar el ir por encima. Luego quizás no compartes y decides que eres quien está más arriba”.

“Pero si lo superas pierdes credibilidad. Conociéndolo, era lógico que se fuera. Me hace reir Scaroni cuando dice que las entrevistas deben ser compartidas. ¿Tuvo que hacer declaraciones de conveniencia? Sus palabras no fueron ofensivas, solo contaron ciertas verdades sobre como funciona el club”.

“Hizo la crónica y lo hizo bien. Hablamos, tanto antes como después. Comparto su línea. Por ejemplo, el Milan no puede tener solo un proyecto basado en jóvenes: tienen razón Zvone y Paolo. Debes dejarles trabajar”.

¿Cómo valoras el trabajo de Elliott en el Milan?

“Frío. Un club debe ser revisado, hacen falta relacionarse con los jugadores, hay que hablar. Veo solo números y distancia. No es apasionante, mientras que el Milan es pasión. No puede ser un trozo de hielo”.

¿Cómo ves el futuro de Maldini? Has llegado a jugar con los dos

“Debe ser Paolo quien tire del carro. Espero que no se rinda y le aconsejo que no lo haga, como ya le dije a Gattuso. Creo que al final se quedará porque sus ganas del Milan es enorme. Pero debe seguir siendo la piedra angular y tener carta blanca y tiempo”.

¿Cómo ves a Rangnick en el área deportiva?

“Tengo dudas que una figura así pueda funcionar en Italia. Aparte en la práctica su puesto elimina el de Maldini. El club debe poner claridad sobre como dirigirlo. Si Gazidis quiere imponerlo como en el extranjero, con Paolo se acabaría la relación y quizás es cuando Rangnick pueda funcionar”.

Mientras tanto, a Pioli le silban las orejas todo el rato

“A pesar que está viviendo una particular situación, está demostrando de poder ser el entrenador del Milan. Es una lástima, una absurda situación. Si existe realmente el preacuerdo con Rangnick, los tiempos son totalmente equivocados”.

¿Ibra debe seguir?

“Claro. Es demasiado importante para el vestuario. Es una positiva presión dentro del grupo”.

Quizás para hacer que crezca Leao

“Leao debe seguir, tiene fuerza y talento. Si le encuentras defectos a quien tiene talento, siempre empiezas de cero. Piatek enseña: no debió ser vendido. La presencia de Ibra, con el que comparte responsabilidad, le habría venido bien”.

“Si Ibra se marcha falta un delantero. Milik vendría bien, pero yo al Milan metería alguien como Cavani o Icardi. Mauro sería realmente un gran fichaje y una situación ideal”.


Afinidad selectiva

Si eres más Piolista o Rangnickiano: La pregunta que hacían muchas revistas de los años 90, sería también un gran pasatiempo para doblegar el tiempo del aislamiento.

Ironías aparte, esa pregunta puede ser muy seria para los jugadores actuales del Milan: comprobar la compatibilidad de la plantilla en base a quién se siente en el banquillo a partir de la siguiente temporada.

En cada banda obviamente están Stefano Pioli y Ralf Rangnick. El primero ha puesto orden en el campo, creando empatia con gran parte del grupo y esperan acabar la temporada con un pase a Europa.

El alemán tiene métodos rígidos y a veces bizarros, pero sabe valorizar a los jóvenes como pocos otros en Europa. ¿De qué lado se pondrían Romagnoli y compañía? El capitán y Donnarumma estarían en el medio, como parte neutral: cinco años con seis entrenadores y tres propietarios son suficientes para superar cualquier tipo de prueba.

Tampoco se decantaría Theo, salvo que fuera por su banda izquierda, prescindiendo de quién esté, quien guíe solo debe encender el motor. El entrenador actual parte con cierta ventaja, especialmente desde que juegan juntos Ibra y Rebic.

Entre Zlatan y el sucesor de Giampaolo la relación fue clara enseguida: cada uno necesitaba del otro y la chispa despertó al Diavolo tras la hecatombe ante el Atalanta. Si el Milan siguiera en las manos de Pioli, imaginar una renovación del sueco no sería un ejercicio particularmente complicado.

Mismo discurso para Rebic: como extremo izquierdo ha explotado, con 7 goles en 50 días y unas ganas locas de transformar su cesión en traspaso a título definitivo. El croata es el único en haber trabajado ya con Rangnick, en el Lipzieg en 2014/15, donde no fue una memorable página de su carrera: el Rebic de 21 años con sus lesiones y sus suplencias superaron a sus presencias (11, 0 goles) y Ante fue mandado a Florencia.

Conti, Bennacer y Castillejo son los fieles de Pioli, donde el argelino necesitaba continuidad, mientras que Pioli quitó la jerarquía entre Calabria y Suso para poner a Conti y Castillejo, algo que sorprendió a muchos, pero al final el tiempo le ha dado la razón.

Pero la apuesta Leao debe ser ganada a toda costa. Con el futuro de Ibra en duda, el portugués de 20 años es el recurso más importante para aprovechar en ataque, donde el talento debe ser educado y disciplinado tácticamente, algo no conseguido por Pioli.

Rangnick, que ya en el pasado ha llevado gente como Firmino y Mané, si bien el Milan es otra historia con respecto al Hoffenheim y Salzsburgo. El técnico alemán si finalmente llega, tendrá que ver qué hacer con gente como Duarte y Paquetá, bien apostar o directamente deshacerse de ellos, como está en su estilo: quizás valga la pena intentarlo.


El duo de las erres: Romagnoli-Rebic

La excepción que confirma la regla a veces puede ser un lujo. Mejor todavía si se consigue darle vida a lo plural. En el caso del Milan, será algo indispensable. Llámenlo derogación, si suena mejor.

Pero hay una cosa bastante clara: si el Milan quiere volver a lo que promete, en el menor tiempo posible, dentro del círculo virtuoso europeo, alguna excepción a las líneas pactadas no serán solo aconsejables, sino obligatorias.

Son dos, en particular, los aspectos donde habrá que usar el buen sentido y no solo la rígida aplicación de su código del proyecto. Una es saltarse la regla sobre la edad de los futuros fichajes. Porque si la base sigue siendo muy joven, hará falta gente con experiencia.

El otro aspecto son los salarios: el club rossonero procede a una revisión del gasto con el objetivo de no superar el techo, pero en este caso también hará falta alguna excepción. Donde se pueda usar con otros un tipo diferente de medida para seguir edificando. Por ejemplo Rebic y Romagnoli.

Rebic ha aprovechado el parón forzado para volver a Split, en Croacia, donde sigue los programas individuales de entrenamiento. En las videoconferencias con los directivos, se planifican los movimientos para hacer de Ante un rossonero a título definitivo antes de que finalice la cesión por dos años y tenga que volver a Frankfurt.

Tanto Gazidis, Maldini como Massara están de acuerdo a que Rebic es una oportunidad a aprovechar. Y la idea va más allá de los seis goles marcados en menos de dos meses, con un físico devastador y sobre todo con una justa ambición para que sera uno de los lideres del Diavolo.

Su salario actual de 3 millones será la base de la que partir, pensando en un retoque hacia lo alto, también a través de bonus, para que luego el Milan llame con más fuerza a la puerta del Eintracht. Si a primeros de año el valor de Rebic pasó de los 25 a 40 millones, la crisis post-pandemia puede hacer que bajen las cifras.

Su contrato con el Eintracht acaba en verano de 2022 y por tanto el poder contractual del club de Frankfurt será para nada fuerte. Pero quien vuelva a equilibrarlo todo sea el campo: si Ante regresa de donde dejó el Milan deberá prepararse ante una inversión a la altura.

Y a la altura también en el caso de Romagnoli. El capitán acaba contrato en 2022, hace falta tiempo y modo para evitar que suceda lo mismo que en el caso Donnarumma, donde su actual contrato de 3,5 millones netos por temporada, otro gestionado por Raiola y se piensa en un nuevo contrato de 4 o 4,5 millones al año.

También en este caso, una excepción en las cuentas del club sería no solo aconsejable, pero casi obligatorio.


Historias rossoneras (13)

LOS INVENCIBLES DE FABIO CAPELLO

Mayo 1991, Arrigo Sacchi cede al cortejo de la Federación para ser el nuevo seleccionador y tras haber conseguido el segundo triplete euromundial con el Milan entre mayo y diciembre de 1990, termina así su periodo como rossonero.

También los jugadores empezaban a estar mentalmente cansados de los métodos de Arrigo, donde empezaba a ser un gran peso. Y Silvio Berlusconi, sin pensárselo, nombra a Fabio Capello como su sustituto. Algo que no recibió grandes elogios por parte de la crítica ni de los jugadores.

Don Fabio, tras su experiencia en la parte final de la temporada 1986/87 al puesto de Liedholm, volvió a hacer de mánager dentro de Fininvest y algunos jugadores de espesor como Baresi, Maldini y Donadoni expresaron cierta perplejidad.

Pero en poco tiempo cambiaron radicalmente de idea. Porque Capello, que fue un jugador de alto nivel, sabía que todo ese estrés mental que los jugadores tenían en los cuatro años de Sacchi, tenía que ser modificado totalmente.

Cambió todos los entrenamientos y la relación con los jugadores, consiguiendo saber de sobra sus puntos fuertes y débiles. Muchos daban por acabado el ciclo rossonero, pero dentro del equipo empezó a crecer la convicción que aquello que fue interrumpido, puede ser recuperado.

Marco Van Basten entrará en gran empatia con Capello y al final, todo el equipo. Querían volver a ganar el scudetto, solo podían jugar eso al haber sido sancionados por la UEFA durante una temporada en competiciones europeas tras abandonar el campo en los cuartos de final ante el Marsella.

Ganar en Italia para volver enseguida a Champions e intentar de nuevo el asalto a la copa de las grandes orejas. ¿Qué mejor tarjeta de visita que desde el inicio hasta el final de liga sin una sola derrota? Jamás dieron la sensación de vulnerabilidad y regaló prestaciones de altísimo nivel.

Entre ellos un clamoroso 5-0 al Nápoles, 5-1 a la Sampdoria campeona de Italia con Vialli-Mancini, la victoria en el derby en el 90′ con gol de Daniele Massaro y el histórico 2-8 al Foggia de Zeman en la última jornada.

Un camino triunfal, el Milan acabó con 22 victorias y 12 empates, sumando 56 puntos, a +8 de la Juventus segunda. La única derrota fue en semifinales de la Copa de Italia, cuando la Juve gracias a un tanto de Schillaci, obtuvieron el pase a la final.

Pero la copa nacional fue desde siempre un trofeo menor, tanto es así que en la era Berlusconi solo se ganó una vez en la temporada 2002/03 con Ancelotti.

Pero el gran trabajo de Capello fue volver a encender el motor mental de un equipo que muchos daban por terminado, pudiendo sacar el gran talento de Demetrio Albertini, que en años siguientes sería el cerebro del equipo y mucho más.


Congelada la renovación de Donnarumma

Visto desde las paredes de casa, el 2021 nunca ha estado tan lejos. Del resto, con una temporada acabada entre paréntesis y el regreso de los entrenamientos al menos hasta que acabe la Pascua, en la mente de Donnarumma en este momento no puede ser solo el Milan.

Gigio rebatió el concepto hace diez días a través de las redes sociales del club: “Siempre he sido hincha del Milan y daré todo lo que tengo por esta camiseta” y detrás de esas palabras hay mucho más que unas simples declaraciones del manual del buen empleado, porque Donnarumma se siente rossonero como cuando de niño soñaba con defender la portería donde creció y donde sigue razonando como rossonero.

Este 2019/20 lo hizo madurar en el campo, pero también y sobre todo dentro del vestuario, donde su voz se hizo más potente que en el pasado: si Ibra portó la experiencia del campeón y Romagnoli mantuvo la barra en los momentos de turbulencia como hace un capitán, Gigio no perdió la ocasión para hacer sentir el peso del joven “senador”.

A ojos de muchos coetáneos en la plantilla y de los compañeros más ancianos: que en el pasado lo cuidaban como un hermano pequeño, hoy se aprecia las dotes del hombre de equipo. El reto lanzado a primeros de temporada por Maldini y Boban, que lo definieron un líder a pesar de su corta edad, es un reto ganado.

Pronto habrá que deshacer el nudo de este 2021 que de momento se ve solo en el horizonte: ¿en este Gigio más maduro prevalecerá todavía el corazón como en años anteriores? Al Milan le tocará el primer movimiento, porque sin una renovación del contrato de 6 millones que termina dentro de 14 meses, será libre para llegar a un acuerdo con otro club y que en las arcas rossoneras no entrara ni un céntimo.

La intención del club es de negociar la renovación, es más que probable que si la emergencia coronavirus no hubiera congelado la actividad profesional, Gazidis, Maldini y Massara se habrían sentado en la mesa con Mino Raiola, agente del jugador.

Pero en el cuadro rediseñado por la pandemia, cada cita de mercado ha sido aplazado: en la recuperación de la liga con la eventualidad de tener que reducir los salarios, el próximo futuro se juega en demasiados campos porque el argumento Donnarumma esté en la mente de la prioridad del Milan.

Está claro que sin un acuerdo sobre la renovación la venta al final de temporada será la única solución y dejar contento a nadie, donde el Milan obtendría una plusvalía clara, aunque veremos si el Milan puede recibir los 50 millones de euros que solicitan, con Gigio tiene la posibilidad de ponerse en la prueba en un ambiente con objetivos tan ambiciosos, al menos en menor tiempo.

Porque como dice Raiola, no es solo la cuestión económica: “Todo dependerá de los planes del Milan, si el club puede hacer ciertas cosas Gigio se quedará, si no es así, es mejor que se marche”. No le faltan opciones, desde el PSG a los grandes de la Premier (con la pista Juve siempre en el fondo, aunque frenado por la renovación de Szczesny).

En Vía Aldo Rossi tendrían que razonar sobre su sucesor: Reina y Plizzari (cedidos al Aston Villa y Livorno) son opciones internas en las antípodas por edad y sueldo, Meret y Musso dos perfiles a sus espaldas de las cuales construir un post-Gigio de larga duración.

Para el argentino del Udinese se espera un derby con el Inter (segundo de Handanovic), mientras el camino que conduce al portero del Nápoles podría quitarse del camino si Gattuso sigue prefiriendo a Ospina. En ambos casos harán falta al menos 30 millones de euros.

CAMISETA DEL MILAN 2020/21

Ayer publiqué en Twitter la imagen de la que parece ser la nueva camiseta del Milan de Puma para la temporada de 2020/21, donde en esta imagen se puede apreciar que tiene relieve, que parece será algo común también para la segunda y tercera nueva camiseta.

La gran diferencia es en la parte del final de las mangas y el cuello como se puede ver de color blanco, algo que divide a partes iguales

EL MILAN SIGUE A TONALI Y SCAMACCA

Los rossoneri quieren a Sandro Tonali, centrocampista de 20 años del Brescia y con fe milanista. Media Serie A y grandes clubes europeos quieren ficharlo, por tanto no será fácil ficharlo, también porque Cellino ha puesto una alta cifra para su venta.

Otro joven seguido desde hace meses es Gianluca Scamacca, delantero de 21 años propiedad del Sassuolo cedido al Ascoli, ya buscado con insistencia en el pasado mercado invernal.

En verano pueden intentar conseguirlo a título definitivo o con obligación de compra, en enero se rechazó una cesión con opción de compra. Milan, Nápoles y Benfica son tres equipos que quieren su fichaje.

Los lusitanos ya ofrecieron 10 millones de euros, pero la propuesta fue rechazada, pero parece que el jugador quiere vestir la camiseta rossonera, algo que representa una gran ventaja para el Milan.


Jóvenes y con talento

Tintar de verde el proyecto del próximo triénio por razones de balance es comprensible (aunque no debe ser la única línea guiada), pero si la edad rima con calidad será bastante mejor. El Milan más joven de la liga (hasta ahora 24 años y 360 días), en algunos casos esta rima los tiene ya en casa.

Y es una rima particularmente conseguida, porque son los jugadores sobre los cuales debe ser edificado el equipo del futuro: Romagnoli, Theo, Bennacer y Leao. Usamos el tiempo futuro porque el proceso de cumplimiento en ciertos casos está todavía en camino.

Sobre todo en lo que concierne a Leao. Pero es con ellos y de ellos que el Milan deberá proseguir el proceso de reconstrucción. Edad y calidad, decíamos. Los cuatro lo juntan todo. Con un grado de maduración diferente, obvio.

Pero los cuatro producen un número muy interesante. La edad media, de 22 años y 7 meses (escasos). La espina dorsal de próximo Milan pasa por este número, que no es un fin en sí mismo porque involucra a todos los repartos y consigna al club valor deportivo y económico.

La situación de Romagnoli, que con sus 25 años y 2 meses es el decano de este grupito es algo emblemático. Su contrato vence en 2022 y se quiere evitar otro caso Donnarumma, es decir tener que moverse antes de que llegue esa fecha. Un ejercicio muy peligroso.

Elliott debe de todas formas decidir de manera clara que Alessio es una de las columnas sobre las que se deberá seguir apoyando, una de las raras excepciones contempladas por un techo salarial que la próxima temporada deberá seguir bajando.

El capitán percibe 3,5 millones netos por temporada y por tanto hará falta un esfuerzo económico nada indiferente. Habrá que romper la regla por algún sitio, para tener una plantilla capaz de estar en zona europea.

Pero Alessio ha demostrado fidelidad al club en estos tiempos, renovando cuando el Milan estaba metido en el cisma chino, está muy bien en la ciudad y está orgulloso de ser el capitán rossonero. Pero se debe poner negro sobre blanco.

Theo no tiene estos problemas porque acaba de llegar y firmó por cinco años, pero una temporada tan buena hasta ahora ha hecho que ahora todo el mundo se fije en él. Ojo a las llamadas de los clubes más ricos y habrá que ver como lo ve él.

En potencial el francés es un crack, porque solo tiene 22,5 años y tiene características difíciles de encontrar en un lateral izquierdo. Un éxito para el Milan conseguir a un talento como este de su edad por tanto solo 20 millones.

Observando la defensa, es potencialmente el futuro y bastante interesante: Theo por la izquierda, Gabbia y Romagnoli en el medio, uno entre Conti y Calabria por la derecha.

Seguimos con Bennacer, que empezó mal y ahora es el protagonista de una mediana destinada a ser bastante modificada. Solo tiene 22 años y 4 meses pero está demostrando tener el carácter adecuado para tomar de la mano al equipo.

El carácter, eso es lo que se le pide bastante a Leao. Si Ibra no renueva, llegará otro delantero, pero el portugués es bien considerado por el club, que quiere que sea protagonista. Cumplirá 21 años en agosto y el deseo es que la próxima temporada explote como Theo en esta.

Sería bonito meter en esta lista también a Donnarumma, pero por desgracia de momento eso no es posible.

TONALI ES EL FICHAJE A REALIZAR

Sandro Tonali en la mira del Milan, la estrella del Brescia y uno de los mejores talentos de la Serie A, una apuesta segura a un precio ya no tan irresistible.

En enero se hablaba de una cifra de 50-60 millones, pero el Brescia tendrá que echar el freno, ya que el jugador termina contrato en 2021, pero el club rossonero sabe que hay una gran competencia para obtener sus servicios a partir de este verano.

En un centro del campo por reconstruir, desde luego que hay sitio perfecto para Tonali. Teniendo en cuenta que en verano se van tanto Bonaventura como Biglia como agentes libres (12 millones de euros brutos a recortar), mientras que Kessié puede ser vendido, con Calhanoglu que renovará o se irá también.

Otro jugador que tiene la puerta de salida es Lucas Paquetá, se buscará monetizar su marcha o una cesión por 2 años con rescate prefijado, pero el adiós del brasileño se da casi por hecho. El único claro en seguir es Bennacer.

Mejor que pescar 3-4 jugadores de 10-15 millones, sería mejor presentarse ante Cellino con una base económica y la promesa de jugador clave y total protagonista (imposible a día de hoy en la Juve o en el Inter).

El resto del reparto puede ser completado a bajo coste, incluyendo el regreso del canterano Pobega. Tonali es milanista y podría representar el cambio de tendencia rossonera tras años difíciles y con el drama del coronavirus: un jugador al que puntar, sin duda alguna.


Historias rossoneras (12)

LA REMONTADA DE ALBERTO ZACCHERONI

Marco Pantani y Alberto Zaccheroni eran amigos. En 1998 disfrutaba en la televisión del triunfo del rey de las salidas en el Giro de Italia, donde el siguiente año el Pirata, gran hincha del Milan quien apoyaba a Zac, empeñado en una tarea como subir el Stelvio.

Fue un reto conseguir ese sorprendente scudetto conquistado por los rossoneri en el año del centenario. Una temporada que nació de transición se convirtió en triunfal: los rossoneri se pusieron al mando de la tabla en las dos primeras jornadas y volvieron a hacerlo en las dos últimas, gracias a siete victorias consecutivas donde superaron al Lazio por tan solo un punto.

A finales de marzo de 1999, Zaccheroni le pide al equipo un regalo de cumpleaños, fuera de casa ante el Lazio, en lo más alto con 7 puntos de ventaja, parece la última ocasión para esperar el título, tras el doble 2-2 con Inter y Bari.

Ante los pugliesi pudo acabar peor incluso para el Milan, por primera vez silbado en San Siro y salvado en el descuento por el penalty marcado por Maurizio Ganz. Las ambiciones del scudetto en invierno se redimensionaron al empezar la primavera.

Fue tras la Pascua, el 0-0 en el Olímpico obliga a Zac a tener que asignar 9 posibilidades de 10 de ganarle la liga al Lazio de Marchegiani, Mancini, Nedved y Salas. El 11 de abril llovieron silbidos en San Siro, cuando al Milan le costó superar al Parma en remontada, gracias a los goles de Maldini y de Ganz, tras entrar por Bierhoff.

Para el alemán, el jugador más decisivo con sus 19 tantos en 25 partidos, fue la primera sustitución, una victoria que vale sobrepasar a la Fiorentina y obtener el segundo puesto. La distancia con el Lazio se acorta a un punto gracias al 5-1 con el Udinese, uno de los partidos donde fue sacrificado Leonardo para meter a Boban detrás de los dos puntas.

Un movimiento táctico que Silvio Berlusconi reinvindicará un mes después, festejando su sexto scudetto, contradecido por Zaccheroni con una declaración que inclinó la relación entre ambos.

En una de sus raras visitas a Milanello, el patrón predica con bajo perfil en la vigilia de la salida de Vicenza, donde Maldini festeja sus 440 presencias como rossonero y el 2-0 es confeccionado por Bierhoff y Leonardo, entrado en el segundo tiempo por Boban.

Gana también el Lazio, las presiones aumentan y la liga anticipa el Milan-Sampdoria al sábado, cuando juega también el equipo de Cragnotti. Ese 2 de mayo en San Siro el Milan tiene la suerte en contra tras el 3-2 en el 95′ tras un autogol de Castellini (con el pie de Ganz).

El año de transición se vuelve fantástico, a tres jornadas del final, Weah castiga a la Juventus. Basta con liquidar al Empoli para superar al Lazio, parados por la Fiorentina. Todo se decide en los últimos 90′ en Perugia, con un vuelo que se retrasó tres horas.

“Me siento como Pantani en la crono del año pasado, cuando conseguí sacar aquello que no tenía”, dice Zaccheroni. El scudetto llega gracias a un 2-1 salvado por una proeza de Bucchi que vale a Cristian Abbiati la promesa de Adriano Galliani de un contrato de por vida con el Milan.

En la mente de Elliott

Los profesionales de altas finanzas son reservados y Gordon Singer no representa claramente una excepción. Es americano, pero de soccer o fútbol: en Londres, donde se realizan todas las actividades europeas del fondo Elliott, juega a menudo con el balón para relajarse.

Estudió en Nueva Jersey, luego la universidad en Massachusetts y el año de perfeccionamiento en Oxford. Al final de los estudios empezó a trabajar en Lehman Brothers. Hizo los primeros pasos en el mundo del trabajo como analista y trabajar con el padre era el paso más lógico, realizado al final de los años noventa.

Gordon Singer siempre ha amado el fútbol, desde que seguía los partidos de la MLS, donde no es casualidad, Iván Gazidis ha trabajado durante años. Gazidis ha trabajado a lo largo en el Arsenal y en la capital inglesa hay quien jura que los dos juegan partidillos entre amigos, con Singer como lateral derecho.

Gordon sigue los partidos por televisión, desde Inglaterra o desde Nueva York donde va a menudo por motivos de negocios, tiene una visión, donde encontró positivo el modelo Arsenal como el de todos los equipos que son en grado, al menos en parte, de autofinanciarse. Sostenibilidad es la palabra clave para la familia Singer y el fondo gobernado.

Gordon es también el embajador de Grassroot Soccer, una organización que promueve proyectos sociales a través del fútbol: la sostiene desde 2009 y en los dos últimos años ha ayudado a organizar un torneo benéfico de fútbol a 7 en Stamford Bridge.

En el pasado mes de julio organizó los partidos de los PanAmerican Maccabi Games con los Estados Unidos para mayores de 45. Ha portado una medalla de bronce. Balón y música y también aquí hay beneficiencia: Singer ayuda con su programa las escuelas inglesas, el fin es que cada niño tenga acceso a los instrumentos.

Gordon es guitarrista, que los toca a menudo. Música y fútbol, pasiones comunes a muchos en el Reino Unido, país en el cual Singer el joven se enamoró en el último año de universidad. El resto llegó en consecuencia. Cuando Elliott tuvo que gestionar al Milan, la supervisión del club pasó a las manos de Gordon que ya está al mando de todos los negocios europeos del fondo.

En consecuencia en cadena, la decisión más lógica fue la de llevar al Milan uno de los artífices del modelo Arsenal. El objetivo siempre fue claro: levantar a un gran club que perdió el rumbo en los últimos tiempos.

La lógica perseguida por Gordon está en línea con la del fondo que representa: sí a la solidez financiera, sí a los jugadores de perspectiva y a su valorización. Donnarumma es joven, pero que tiene experiencia y representa un buen ejemplo del que puede ser el jugador clave del futuro.

Las implicaciones económicas pero son muchas: antes que nada, el Milan debe empezar a caminar con sus piernas y hará falta tiempo. “Apoyo financiero, estabilidad y una supervisión adecuada son prerequisitos necesarios para un éxito en el campo y una experiencia de nivel internacional”.

“Elliott está impaciente de cimentarse en el reto de realizar el potencial del club y restituirle en el panteón de los clubes europeos al cual el Milan pertenece por derecho. Elliott cree firmemente que existe la oportunidad de crear valor en el Milan”.

Son palabras de Paul Singer, dichas en julio de 2018. El reservado pero apasionado Gordon nunca se ha movido de esta línea. Los meses y los años, casi dos, han pasado, entre cambios de entrenador y mánager con polémicas varias, para acabar con la pandemia que involucró al mundo.

Singer y Gazidis no parecen estar totalmente familiarizados con el ambiente del Milan, pero tienen tiempo para definir mejor sus planes. El mundo del fútbol debe hacer frente a una crisis sin precedentes.

Porque la idea de llegar a un cierto número de estrellas de cierta edad no parece entrar en sus planes. Ibrahimovic aparte, pero Zlatan es una excepción todavía por descifrar.

MALDINI CURADO: VUELTA AL TRABAJO

Suspiro de alivio para Paolo Maldini: el director técnico rossonero se ha recuperado del Covid-19, al igual que su hijo Daniel, volviendo a coordinar todas las cuestiones técnicas del club con Gazidis.

Habrá una reunión entre el a.d., el propio Maldini y una delegación de los jugadores para discutir de un eventual recorte de salarios para la temporada en curso.


Historias rossoneras (11)

DAVID BECKHAM

De Gennaro Gattuso a David Beckham. Usando una de tantas metáforas del centrocampista calabrés, de la bestia al bello. A mediados de la temporada 2008/09, Ringhio el 7 de diciembre se rompe el ligamento anterior cruzado de la rodilla derecha.

Primero, entre septiembre y octubre, Adriano Galliani empezó a cortejar en secreto al Spice Boy, donde en 2007 estaba en Los Angeles Galaxy. Fue precisamente Beckham uno de los primeros grandes jugadores europeos en reabrir la frontera americana tras los años 70′, cuando Pelé, Beckenbauer y Chinaglia volaron a Nueva York para jugar con el Cosmos.

Pero Beckham en 2007 tenía 32 años, venía de las temporadas galácticas del Real Madrid y no tenía ganas de decir adiós incluso para seguir jugando con la Selección. Y así el Milan, que ya intentó ficharlo en dos ocasiones (cuando se marchó al Real Madrid en 2003 y en 2007 cuando se fue a California).

Le propusieron al jugador: ¿Por qué no vienes de diciembre a marzo para entrenarte? Esa era la idea, pero luego… Galliani quiso fichar cedido a Beckham durante tres meses, de enero a marzo, para que luego volviera a los Galaxy.

La primera noticia apareció el 17 de octubre de 2008 y ese día, el mismo a.d. rossonero, lo confirmó durante una rueda de prensa: “Si la voluntad de Beckham fuera la de entrenarse con el Milan, tendrán que preguntarle a Carlo Ancelotti, pero por parte del club habría cero problemas”.

El 30 de octubre se hizo oficial. Ancelotti siempre quería jugadores de calidad, donde el 11 de enero de 2009, en ocasión del Roma-Milan, puso su querido árbol de Navidad (4-3-2-1) poniendo a Beckham, Pirlo y Seedorf, con Kakà y Ronaldinho a las espaldas de Pato.

Más ofensivo si cabe que el 4-2-fantasía que pondría Leonardo una temporada después, pero Beckham no estuvo solo tres meses, donde finalizó la temporada sumando 20 partidos, 2 goles y 5 asistencias.

Se repitió el experimento en la siguiente temporada, donde volvió a Milán en enero de 2010. Pero ese solo duró dos meses y medio, donde el 14 de marzo ante el Chievo se lesionó, rompiéndose el Talón de Aquiles de la pierna izquierda: KO que le obligó a tener que perderse el Mundial de 2010.

Pero ese doble paréntesis no fue olvidado por nadie, incluyendo el directo interesado que declaró después: “¿Saben lo que aprendí en Milán? La importancia de la historia, que va más allá de lo que se puede tocar con la mano”.

“Milanello no es el centro más avanzado del mundo bajo el perfil de las estructuras, era realmente bueno, pero no había nada de ciencia ficción. Pero ahí entendí desde el primer día que respiraba la historia de un gran club”.

“La historia es un valor, no lo ves, pero lo sientes. Milanello era un sitio realmente especial. Esa experiencia como jugador me sirvió para aprender otra lección: la autenticidad”.

DECLARACIONES DE LUCA ANTONINI

¿Cómo era el Spice Boy en el vestuario?

“Era un tipo silencioso. Al principio se pensaba que era por problema del idioma, pero luego nos dimos cuenta que su carácter era así, una coraza construida durante años debido a su tremenda exposición mediática. Pero era alguien simpático, estaba en el juego y no pasaba nada si recibía una broma”.

¿Tenía actitudes de gran estrella?

“En absoluto, todo lo contrario. Los jugadores como yo que quizás no lo conocían bien, esperaba encontrarme de frente a alguien con síntomas de estrella, pero no fue así”.

“Tenía una tremenda humildad que no he visto ni en jugadores de Serie C en mi último año de carrera”.

Beckham se decía que era un tremendo profesional: ¿lo confirma?

“Sin ninguna duda. ¿Sabe cuando se dice el primero en llegar y el último en irse? Beckham era así. No recuerdo que se perdiera ni un solo entrenamiento”.

¿Cómo era fuera del campo?

“Hacía grupo, venía a las cenas o a los encuentros lejos de Milanello. Pero digamos que se daba cuenta que había demasiada gente alrededor nuestro, al rato se iba un poco de lado”.

Ese Milan estaba lleno de fenómenos

“Éramos una especie de Galácticos estilo Real Madrid. Nesta y Maldini en defensa, Pirlo, Seedorf, Gattuso y Ambrosini; arriba Kakà, Ronaldinho, Shevchenko e Inzaghi”.

“Una lástima que algunos tuvieran problemas físicos y no conseguimos luchar a la par con el Inter de Mourinho”.

¿Era divertido ver los tiros de falta en Milanello?

“Era un espectáculo verlo desde la banda. El mejor para mí era Pirlo, las metía una detrás de otra. Pero también Ronaldinho y Beckham no lo hacían para nada mal. David golpeaba el balón como pocos. ¿Seedorf? Un escalón por debajo, pero no podemos decirlo muy alto…”.

¿Recuerda algún episodio en particular?

“Todavía tengo viva la imagen de cuando se lesionó. Yo estaba lesionado ese día y lo vi todo desde la grada. Bajé enseguida a los vestuarios y recuerdo la fuerza mental con la que David afrontó la situación”.

“Tenía un dolor increíble, pero les dijo a los médicos que cortaran la media y que hicieran lo que fuera sin pensarlo. Apretó los dientes y superó también eso con gran profesionalidad”.