¿Pioli debe seguir o no?

En tiempos como estos abundan las ironías sobre la convivencia forzada entre parejas. Por suerte no vuelan solo platos, pero existen también buenas maneras y envidiables acuerdos. Casa Pioli es una de estas y Bárbara, que Stefano conoció en la escuela y luego se casaron, es uno de sus secretos.

En el sentido que es parte integrante de su equilibrio, de su modo zen. Bárbara sirvió más que nada también en el transcurso de la aventura milanista del marido, bastante trabajosa. Recapitulando la situación actual: el virus ha cristalizado una situación en la que estaba Pioli, semana tras semana, aumentando sus posibilidades de quedarse en Milanello la próxima temporada.

Y de aquella manera este parón es otro elemento que podría llegar a jugar a su favor. Eso no significa que todo esté decidido: si, como parece, han habido contactos con otros entrenadores (especialmente con Rangnick), eso quiere decir que habrán reflexiones a hacer en verano.

El nombre de Rangnick está detrás de la esquina. Existe, pero de momento no parece tan de actualidad y al mismo tiempo han aumentado las valoraciones de Pioli. Gazidis le ha mostrado su estimación de tú a tú, delante de los jugadores y públicamente.

El partido del “Pioli sí” se apoya especialmente sobre bases sólidas. Por ejemplo es innegable como su trabajo ha traído orden a un equipo que tácticamente no tenía. No estamos hablado de un juego espumoso, pero sí que bastante reconocible.

Sobre todo se ha apreciado la elasticidad con la que modificó el aspecto táctico en base a los hombres y a la necesidad del momento. Algo donde fue golpeado bastantes veces Giampaolo, donde la directiva ponía una insistencia dañina sobre un sistema para nada adecuado a la plantilla.

Pioli ha cambiado dos veces (del 4-3-3- al 4-4-2 y luego al 4-2-3-1) un par de meses, demostrando adaptabilidad y flexibilidad en poco tiempo pero no es solo táctica, sino también mentalidad. Y aquí es otra flecha a su arco: Pioli es una persona racional, hábil en las relaciones del vestuario, capaz de crear una sincera unión y poder involucrarlos a todos.

Un hombre carismático sin necesidad de gritar, pero también un atento escuchador. Imperturbable en las tempestadeds y sabio observador: si permanece (y atención, ante la falta de un claro proyecto y compartido, podría quizás ser él quien razone en otras opciones), difícil pensar en exageradas peticiones sobre el mercado a la propiedad.

Él mismo, con un salario de 1,5 millones por temporada, es un técnico muy por debajo del máximo salarial. Pero no faltan contraindicaciones. La más evidente son los resultados. Si la liga acabara hoy, el Milan estaría fuera de Europa siendo séptimo (aunque viendo como va el fair play financiero, casi que ni tan mal).

Y las cosas en la Copa de Italia no van mucho mejor, impensable la idea de remontar el resultado en casa de la Juventus tras el 1-1 de la ida. La propiedad hizo saber claramente como las valoraciones dependerán de los resultados. Que dependen a su vez de la discontinuidad, otro relevante problema.

La derrota ante el Genoa es un ejemplo cristalino, pero durante el año se han visto varios: cuando el Diavolo parece finalmente engranar, vuelven a tropezarse. Luego está el relativo tema de la valorización de la plantilla: con Pioli se han reafirmado varios jugadores (Bennacer, Rebic y Castillejo), pero Paquetá y Leao son millones de euros sentados en el banquillo.

Al final, ojo al “sentimiento” del vestuario: Pioli tiene empatia con los jugadores, pero los jugadores saben bien que no era la primera opción tras el despido de Giampaolo y que hay otros técnicos en el punto de mira. Para un entrenador es vital ser fuerte a la vista de su grupo. Si Elliott decide proseguir con Pioli, harán falta señales todavía más claras.

ENTREVISTA A STEFANO ERANIO

Stefano Eranio, hoy con Pioli: ¿Y mañana?

“Sigo con él, yo me lo quedaría si fuera la propiedad: ha trabajado bien y sería bueno verle desde el inicio de la temporada, merece tener sus opciones para el próximo mercado, poder diseñar el equipo junto al director deportivo y director técnico”.

“Un club debe planificar, no empezar cada año de cero: en el Milan sucede desde demasiado tiempo. Con técnicos y directivos”.

¿Cómo seguirá Pioli sin Boban y seguramente también sin Maldini, que lo eligieron tras el despido de Giampaolo?

“Este es un aspecto que no se debe infravalorar. Las decisiones tocarán seguramente a Gazidis, pero habrá que ver lo que quiere hacer Pioli, que muy probablemente deberá confrontarse con una nueva figura al mando del área técnica”.

“Es una lástima que Boban ya no esté, porque con Maldini llevaban un positivo camino, pero con comprensibles errores: Zvone salió de escena cuando se empezaba a ver algo de luz”.

Para los hinchas el interruptor lo puso Ibrahimovic

“Pero antes fue Pioli, que hizo crecer al grupo obteniendo continuidad. Su Milan es un equipo con una identidad de juego bien definida. Tácticamente mostró cosas interesantes, por ejemplo pienso en como se desarrolla la fase ofensiva: defensa a tres y laterales muy arriba para aprovechar las subidas de gente como Conti y Theo”.

¿Pioli ha sabido leer las características mejor de su predecesor?

“Es un técnico de gran experiencia, entrenando a clubes como Inter y Lazio. En el campo emergen estas cosas: las jugadas son fluidas, se ven ideas. Todo esto no nace por casualidad, es fruto del trabajo y de la búsqueda de Pioli”.

¿Quién es el que más ha crecido con él?

“Rebic ha vuelto a ser el jugador que admiré en el Mundial de 2018. Y Kessié, que ha recuperado la frescura del Atalanta: el cambio de módulo ha dado mayor espesor al centro del campo, Bennacer y él son un gran dueto”.

¿Cual será el reto más complicado de conseguir si permanece Pioli?

“Valorizar a Leao: si Ibra no se queda, hará falta una nueva primera punta y Leao puede jugar en esa posición. Quizás no garantice goles ‘fáciles’, pero puede abrir interesantes espacios para las subidas de los mediapuntas”.


Historias rossoneras (5)

TRIUNFO MUNDIAL

Diciembre de 1989 fue el del primer triplete euromundial de Arrigo Sacchi pero es también uno de los mejores momentos de la carrera de Alberigo Evani. En 10 días, firmará con dos faltas, las victorias en Supercopa de Europa y la Copa Intercontinental ante Barcelona y Nacional de Medellín, respectivamente.

Dos goles totalmente opuestos por tipología de ejecución pero decisivos para el resultado final. Si bien la primera final de la Intercontinental del Milan con la nueva fórmula del partido en campo neutro en el estadio Olímpico de Tokio, no fue para nada fácil.

Porque los rossoneri sabían realmente muy poco de sus rivales colombianos. Natale Bianchedi, ojeador de confianza de Sacchi, fue enviado a Colombia para estudiar a sus rivales, pero la muerte del árbitro Alvaro Ortega, que fue amenazado por el narcotraficante Pablo Escobar tras anular un gol al Independiente de Medellín en un partido ante América de Cali, hizo interrumpir el fútbol.

No existían los modernos programas que se dotan a los equipos para ver los partidos de todo el mundo, el papel de los ojeadores era fundamental para aportar las justas contramedidas a las tácticas de los rivales. Sacchi sabía que la filosofía del fútbol de Francisco Maturana era muy similar a la suya, con estas pocas certezas volaron a Tokio sin Ruud Gullit, lesionado.

El Nacional ganó por penalties la Intercontinental ante el Olimpia de Asunción (que afrontará al Milan en 1990 ganada por 3-0) y llegó a Japón con el objetivo de llevar al partido el mayor tiempo posible.

Era un choque filosófico entre Sacchi y su alter ego, pero que dejaban mayor libertad a sus jugadores desde la mitad del campo hacia arriba, mientras que atrás se jugaba al “Tiempo toque”, la rápida posesión de balón y continuado por los defensas, un antepasado del tiki-taka de Guardiola.

El Nacional empezó fuerte, dándole la vuelta a lo que decían las casas de apuestas. En medio de las ensordecedoras trompetas de los hinchas chinos, donde daba la clara sensación de: quien falle, pierde el partido. El primer tiempo acaba en 0-0, cuando el Milan empieza a tomarle las medidas a su rival.

Marturana busca el efecto sorpresa con la entrada de Usuriaga al puesto de Arboleda y él, en el 60′, sirve a Terrez que no es capaz de superar a Giovanni Galli. El Milan no perfora el muro colombiano y Sacchi busca darle mayor brio al equipo, metiendo a Evani por Fuser y Simone por Massaro, donde es precisamente Chicco en darle trabajo a Higuita en el 75′ con un envenenado zurdazo.

Parece un episodio aislado, en realidad es una advertencia de lo que sucederá 49 minutos después. Van Basten tiene la única ocasión clara en el 90′ pero Higuita para. Se va a la prórroga con una carga de tensión al máximo total, sobre todo en casa rossonera.

La primera fracción de la prórroga pasa sin pena ni gloria, solo rota por una falta alta de Ancelotti. En el segundo, Van Basten roza el palo a centro de Simone. Pero cuando la sombra de los penalties empieza a alargarse, llega el momento crucial.

Costacurta manda a Evani que a su vez cede a Rijkaard que supera el tiempo de la jugada y hace saltar el sistema operativo de los colombianos. Van Basten lee el toque de Simone, encuentra ritmo y anticipa a Escobar que lo tira al borde del área de penalty.

Ahí van Donadoni y Evani, con este último que se da cuenta que la barrera colocada por Higuita está algo centrada. Su lanzamiento con la zurda es desviada por Trellez que lo hace imparable para su portero. Galliani, que estaba detrás de los banquillos, entra al campo celebrándolo.

El Milan lo consiguió, era Campeón del Mundo. Gracias a Chicco-san.

EL HÉROE QUE NO MARCABA NUNCA

“Evani marcó dos goles en siete años en el primer equipo. Le dije que tendría que trabajar para hacer dos goles por temporada. Y ese año nos regaló dos trofeos”, decía Sacchi años después.

El propio Evani describía así sus dos goles: “Apareció esa falta lateral por la parte central izquierda. Estábamos Donadoni y yo, él era diestro. Pero por como se posicionó la barrera, pensaba que era buena para mí y le pedí que se alejara. Y marqué”.

Evani, crecido en la cantera milanista, era uno de los jugadores que siempre estaba listo para el uso, tanto de titular como de suplente. 393 partidos con 18 goles, ganándolo todo con Sacchi y también dos scudettos en la primera gestión de Fabio Capello.

Hoy forma parte del staff de Roberto Mancini en la Selección Italiana, tras haber entrenado a Italia Sub-20 tras conseguir un histórico tercer puesto en el Mundial de 2017, gestionando también la Sub-21 durante el periodo donde Gigi Di Biagio tomó el puesto de Giampiero Ventura en la Selección, antes de la llegada de Mancini.


Theo en el centro del proyecto

La emergencia habrá parado entrenamientos y partidos, pero Theo Hernandez estudia para ser un líder para tomar de la mano al Milan de mañana. El movimiento a día de hoy lo hizo Zlatan Ibrahimovic, algo que podría llegar a un adiós.

Mientras el Diavolo busca nueva gente que haga el mismo trabajo, sabedores que el futuro de Donnarumma pende de un hilo, más allá de las declaraciones de amor de Gigio y que el capitán Romagnoli tendrá que negociar su renovación, la idea se ha hecho camino de la misma manera en la que Theo ha conquistado a todos.

Aquí el factor Zlatan cuenta entre poco y nada, porque Theo es ya un punto clave del Milan mucho antes de la llegada del sueco, consiguiendo 4 de los 6 goles entre octubre y diciembre, cuando Ibra era solo un objetivo de mercado. Hernandez pasó las primeras jornadas de liga fuera del campo por una lesión sufrida en la pretemporada, pero cuando volvió, no salió más.

Con 2.189 minutos jugados es el segundo rossonero de movimiento más utilizado en la temporada tras Romagnoli. Su físico y su peso de delantero hizo cambiar de lado la parte ofensiva que antes siempre por el lado derecho, pero en Milanello Theo sorprendió a todos por una personalidad y una madurez sobre las cuales pocos habían apostado tras verle en la liga.

Con 22 años sigue haciendo cosas de su edad, pero en los partidos dejó totalmente convencidos tanto a Giampaolo como a Pioli, este último que le ha dado licencia para subir como un volante: “Sus cualidades en fase ofensiva deben ser aprovechadas lo máximo posible, yo le estimulo a diario porque creo que puede ser uno de los mejores”.

Su agente, Manuel García Quilón, comentaba: “Theo llegó al Real Madrid muy joven, donde seguramente faltó algo de paciencia. En el Milan ha explotado, ahora debe confirmarse, con el apoyo del club puede llegar a ser uno de los mejores”.

También modelo para el club en la parte económica (gana 1,5 millones por temporada), donde quiere apuntarse los grados de comandante para hacerse espacio entre los grandes del planeta. En el Milan antes las cosas iban así, como sabe bien Maldini.

Pasar el testimonio de líder a un lateral que puede hacer camino por la izquierda como le pasó a él sería una escena de película, prescindiendo de como acabe su historia rossonera como directivo.

LA FIORENTINA QUIERE A JACK Y PAQUETÁ

La Fiorentina sigue interesada en fichar a Lucas Paquetá. Como reporta GDS, el club viola, tras intentarlo el pasado verano, vuelven a la carga. El Milan está dispuesto a venderlo a título definitivo: su valoración es de 40 millones, pero los rossoneri podrían darse por contentos con 30 más bonus.

También la Fiorentina quiere fichar a Bonaventura, que termina contrato este verano y el club no parece querer ofrecerle una renovación. Por tanto, interesa a varios clubes como parámetro cero, donde andan detrás Roma, Lazio, Nápoles, Torino y varios clubes extranjeros.


Historias rossoneras (4)

WALTER DE VECCHI

El scudetto de la estrella fue en los años 70 la gran quimera del Milan. Los rossoneri, que llenaron su museo con la Copa de Italia y la Recopa de Europa, estaban parados en nueve scudettos, el último en la temporada 1967/68.

La fatal Verona dejó una marca indeleble en la piel milanista. Pero solo al final de la década siguiente el Milan consiguió la victoria. Bajo el mandato de Nils Liedholm, los rossoneri empezaron la temporada 1978/79 el camino correcto que les llevó a lo más alto de la tabla, seguidos por el sorprendente Perugia de Ilario Castagner y del Inter de Eugenio Bersellini.

En marzo, los rossoneri tuvieron una caída física debido a las lesiones, perdiendo puntos en la tabla. El Inter corrió veloz y llegó al derby del 18 de marzo de 1979 sobre las alas del entusiasmo de una remontada que habría sido letal para sus eternos rivales.

Y esa fecha podía ser el mejor momento para darle el golpe de gracia al Milan. El Inter tomó de la mano el partido, pero Altobelli falló el penalty del posible 1-0, con Albertosi que lo despejó. Pero es solo cuestión de tiempo, porque primero Oriali y luego Altobelli llevaron al Inter a ponerse 2-0 en el marcador.

El Milan estaba contra las cuerdas, pero se vivieron 12 minutos de leyenda con un insólito protagonista: Walter De Vecchi. El ex-centrocampista recuerda los momentos previos al doblete interista: “Nos miramos a la cara e intentamos hacer lo que luego hicimos. Ni nos dimos cuenta de la carrera desenfrenada de Bersellini que fue a celebrarlo bajo la Curva Norte tras el gol de Altobelli junto a sus jugadores. Nos dimos cuenta solo revisando el minuto 90′”.

Tras poner el balón en el centro, llegó el primero de los dos goles donde De Vecchi entraría en la historia milanista: “El primero fue una astuta jugada de Capello. Yo era especialista en las faltas con toque y remate, donde él, tras la falta pitada sobre Bigon, tocó rápidamente el balón y yo rematé directo sorprendiendo a la barrera y a Bordon”.

“El gol del 2-2 fue una liberación. Honestamente no entendí nada, empecé a correr hacia nuestra mitad del campo con Albertosi que me paró y luego llegaron los demás. Creo que si no me llegan a parar, lo hubiera celebrado en el hipódromo!”.

“Pero mientras nosotros estábamos celebrándolo, el Inter ya había puesto en movimiento el balón y Nils tuvo que llamar al orden, viendo que estábamos en el 90′”.

El partido acabó 2-2 y Liedholm, tras suspirar de alivio se dirigió a De Vecchi (todavía incrédulo), como solo Il Barone podía hacer: “Mira Walter, si el partido llega a durar 10 minutos más, hubieras hecho el tanto del 2-3. Nils era un gran hombre. Hizo un trabajo tremendo con un equipo joven donde estaban Baresi (titular por primera vez esa temporada con 18 años), Collovati, Novellino, pero también gente con mucha experiencia como Bigon, Capello aparte obviamente de Gianni Rivera, pero estaba en su parte final de la carrera”.

El recuperar ese marcador tuvo un gran significado para el Milan: “Era un partido fundamental para nosotros, porque no jugamos bien ante la Juventus en la anterior jornada. El Inter si llega a ganar ese derby, se habría metido en la lucha por el scudetto y no nos podíamos permitir el lujo de llegar a perder ese encuentro”.

Y a 41 años de distancia, hay quien lo para por la calle y le recuerda ese doblete: “Es algo extraño. Ha pasado tanto tiempo, pero muchos milanistas de esa época, cuando se cruzan conmigo, me recuerdan esos dos goles al Inter. Mi hijo de vez en cuando me hace volver a ver aquellas imágenes de ese encuentro”.

LA DEDICATORIA A NEREO ROCCO

El 20 de febrero de 1979, a la edad de 67 años, se apagó Nereo Rocco a causa de una enfermedad que le llevó a la muerte en el Hospital Mayor de Trieste. La victoria del 10º scudetto fue dedicada a él que, en la anterior temporada, alcanzó el récord de presencias en el banquillo rossonero.

CUANDO RIVERA CONVENCIÓ AL PÚBLICO

El 6 de mayo de 1979, en San Siro hay ambiente de fiesta. Al Milan le bastaba un punto ante el Bolonia para tener seguro el scudetto de la estrella. Pero había demasiada gente en el estadio, donde se posicionaban en lo que es hoy el segundo anillo naranja.

Se creó una posible situación de peligro y Gianni Rivera tomó de la mano la situación. Se fue al centro del campo, con el Presidente Colombo a su lado, pronunciando el famoso discurso: “Os lo pedimos por favor, dentro de diez minutos el árbitro suspenderá el encuentro y habremos perdido”.

“Aparte hay grandes responsabilidades en esta tesitura. Si no se van del anillo inferior, no se podrá iniciar el partido”. Los hinchas se marcharon de las zonas peligrosas y el partido se jugó como de costumbre. Dos horas después, hubo la invasión de campo para festejar la consecución de la estrella.

De Vecchi lo recuerda: “Gianni fue un grande convenciendo a la gente”. Y al final, fue fiesta para todos.


Entrevista a Mauro Tassotti

Nada de golf, tenis, nada. Algún paseo con el perro, algo de ejercicio en casa. Mauro Tassotti, gran ex-del Milan y segundo de Shevchenko en el banquillo de Ucrania, vive como cualquier ciudadano de Milán y del mundo.

El pensamiento de la Eurocopa que se aleja no le crea problemas: “La vida de todos es lo fundamental. Ucrania se clasificó tras una gran fase de grupos, está en el primer grupo, jugar un año después no es importante”.

“Habrá problemas con algún veterano, quizás veremos madurar a algún joven o que vuelva alguien lesionado. Jugar ahora no se puede y es justo que sea así”.

El municipio de Kiev se tiñó de colores rojo y verde

“Hemos tenido muchas manifestaciones de solidaridad, alguno puso a disposición su casa, porque Milán estaba en primera línea y se pensaba que era mejor irse a otro lugar. Maldera y yo lo encontramos conmovedor”.

“Nuestros jugadores tienen un compañero, Malinovskyi, que juega en el Atalanta y están impresionados. Estamos siempre en contacto. El Europeo se jugará cuando se pueda”.

Su ex-compañero Maldini tiene el coronavirus: ¿Ha hablado con él?

“Sí y le encontré aliviado. Sheva en Londres está cerrado en casa, también él no puede jugar al golf. Me dijo que buscara la manera de entrenar a los hijos para mantenerlos en forma, pero lo dejó enseguida porque no querían hacer los que les mandaba”.

En casa no se está bien: ¿Está preocupado?

“¿Cómo no podría estarlo? Voy a comprar el pan cada diez días, espero encontrar el hueco para la compra online en el supermercado en cuanto amanece. Quizás esta experiencia puede enseñarnos algo nuevo, solo nuestros abuelos o nuestros padres lo vivieron tras la guerra”.

“Estamos experimentando una situación extrema. Al inicio se decía que era poco más que una gripe, luego te encuentras con amigos o conocidos en reanimación. Se decía: sólo mueven los viejos. ¿Pero qué discurso es ese? Los ancianos son nuestra historia”.

¿Cómo saldrá el fútbol de esta pandemia?

“No lo sé. El primer objetivo creo que es poder salir de casa. De alguna manera se hará, que sea jugar en verano, tres partidos a la semana o los playoff. Veo que en la Liga hay pensamientos opuestos, pero lo que más temo ahora es que el sur de Italia aprenda de los errores y las tentaciones”.

“En Lombardia ha sido difícil, hemos tenido que combatir contra cosas nunca vistas. En otros lados ha ido igual o hasta peor. En los italianos hay un espíritu que se ha vuelto a descubrir a mantener en el futuro, porque todo pasa por algo”.

“La lección debe servir para quien gobierna: haces recortes en sanidad y luego te encuentras sin sitio en los hospitales. Ahora habrá que tener sensibilidad y larga vista”.

Estadios y lugares icónicos para el fútbol como Coverciano se ofrecen para albergar a los enfermos

“La solidaridad apareció por todas partes y es algo bueno aparte de necesario. Luego no sé como volverá el fútbol, al inicio será una tristeza infinita, jugar a puerta cerrada no tiene sentido, el fútbol sin gente no existe. Un partido bueno, pero muchos… me parece forzar las cosas. Entiendo los intereses en juego, pero no me parece justo”.

¿El recorte salarial le parece algo practicable?

“Creo que es factible, en un momento como este hay que reunirse y hablarlo. Pero pensemos en quién está detrás, no solo los ricos de la Serie A. Algún club en esta situación podría perderlo todo, especialmente los jugadores. Hay que buscar un camino para que todo siga más o menos como antes”.

¿Cómo se imagina el futuro del Milan?

“Me cuesta entender la política empresarial. Si quieres tirar de jóvenes hay que decirlo y admitir que durante años no habrá resultados. Puede tener sentido, pero los jóvenes deben ser ayudados. San Siro no es un estadio para todos y lo dice uno que llegó al Milan con 20 años y antes jugó en el Olímpico, otro lugar que no es fácil de afrontar”.

“En San Siro si fallas demasiado aparecen los silbidos y comentarios. Es complicado. Aparte, este Milan llega de grandes éxitos y grandes frustraciones”.

Boban se marchó, Maldini casi también: ¿Se lo esperaba?

“Sinceramente no, creía que se había encontrado una estabilidad, puntos de contacto. No puedes fallar un fichaje, porque el dinero es el que hay. El Milan antes que nada debe quedarse con sus mejores jugadores: Donnarumma, Theo y el resto. Pero si no puedes ni siquiera continuar desde ahí…”.

¿Echa de menos el Milan?

“Sí, pero soy afortunado, la vida te lleva a tomar decisiones. Nadie me pidió ser el primer entrenador del Milan y estoy contento también así. Y lo seré aun más cuando pueda volver a pasear y trabajar. Pero antes, el bien de todos: la salud. La vida”.


Historias rossoneras (3)

1988 – La perla de Marco Van Basten

Marco Van Basten no es solamente el nombre de un jugador, sino la cicatriz todavía abierta de quien ama y amó el fútbol. Un delantero extraordinario que una pierna dolorida le quitó de este deporte y a la vista de todos demasiado pronto.

No era un jugador que se hiciera amar por sus rivales, demasiado holandés, demasiado soberbio, pero el que conseguía hacer con el balón entre los pies solo podía generar admiración incluso entre aquellos que sufrían sonoras derrotas.

En 1988 “el último emperador” de Bernardo Bertolucci ganó el Oscar como mejor película junto a ocho estatuillas, en los Estados Unidos ponían a punto los primeros programas antivirus para los sistemas informáticos y el escritor egipcio Nagib Mahuz ganó el Nobel de Literatura.

El 25 de junio, en el Olympiastadion de Múnich el público quedó encantado por la tremenda volea de Van Basten para el gol del 2-0 donde fueron Campeones de Europa por primera y única en la historia de la Selección Holandesa.

Parecieron segundos interminables desde que el delantero del Milan remató el balón desde el fondo del campo hasta que acabó en gol, superando la defensa del portero ruso Dasaev: “Recuerdo ese gol, me sentí humillado, pero a decir verdad, tuvo bastante suerte, remató el balón con una trayectoria donde no pensaba que pudiera ver portería”.

Pero asociar la fortuna a Marco es cuanto menos incauto, viendo la factura de goles que el Cisne de Utrecht estaba habituado a realizar. Y ese “me sentí humillado” está todo el rencor de quien, entre los mejores porteros del mundo en ese momento, tuvo que pasar a la historia por esa volea, esa saeta anaranjada, que intentó débilmente parar.

Holanda en esa final llegó caracoleando sin suscitar grandes pasiones en su patria: perdieron primero contra la URSS, superaron a Inglaterra con hattrick de Van Basten, pero el juego del equipo de Rinus Michels no despega y ante Irlanda lo salva Wim Kieft, que entró poco antes del final por Erwin Koeman: naranjas a semifinales.

El partido ante Alemania Oriental fue durísimo, no solo porque eran los anfitriones, sino también por la histórica rivalidad se hizo sentir y es ahí cuando apareció la chispa holandesa. Con el bueno de Koeman empató de penalty de Matthaus y a dos minutos del final ganaron con una perfecta diagonal de Van Basten, superando al portero Immel.

La final de Múnich no se daba por descontada porque la URSS de Lobanovsky ante Italia mostró toda su fuerza física y su sagacidad táctica. Se enfrentaron dos escuelas futbolísticas y el partido fue bastante equilibrado, los movimientos soviéticos pusieron en lucha a toda la defensa holandesa, pero no superaron a los campeones, especialmente sobre Gullit que puso en dificultades a sus rivales hasta el gol del 1-0, de cabeza.

El fantástico gol de Van Basten para el 2-0 a centro de Muhren, con Michels que se puso las manos a la cabeza en el poco pelo que le quedaba. De nada servirá el golpe de orgullo soviético, a pesar que remataron al palo y se hicieron parar el penalty de Belanov por Van Breukelen.

Michels se sentaba en el mismo sitio tras perder la final del Mundial de 1974 contra Alemania Oriental, consiguiendo una gran revancha. Van Basten acababa de ganar el scudetto con el Milan, donde le esperaban todavía muchos goles y victorias, pero en 1995 tuvo que decir adiós cuando todos pensaban que le quedaba mucho por mostrar, incluso como rival.

Su última biografía se titular “Frágil” y es cuando se le puede dedicar una canción de Fabrizio De André: “Y ahí sentado en medio de vosotros dije hasta luego / me sentía menos cansado que vosotros / estaba mucho menos cansado que vosotros”. Danke Marco.

Con el Milan Marco Van Basten ganó 4 ligas, 4 Supercopas de Italia, 3 Copas de Campeones, 2 Supercopas de Europa y 2 Intercontinentales, conquistando dos veces el máximo goleador de la Serie A (1990 con 19 goles y 1992 con 25) y una vez en la Copa de Campeones (1989 con 10 goles).


Entrevista a Alberto Zaccheroni

Le imaginamos mirar a su amado mar de la casa de Cesenatico y volar en recuerdos. Duros recuerdos. “Este drama del coronavirus a menudo me hace pensar y revivir el terremoto de Japón en 2011, con la explosión nuclear. Duró más de dos minutos, una vida. Yo estaba ahí, tapado en casa. Miraba fuera y solo veía un desierto. La gente estuvo encerrada en el metro durante horas. Momentos y días terribles”.

“Poco a poco se volvió a la normalidad, en cambio en esta trágica situación y surrealista parece no tener fin. Estoy recibiendo muchas llamadas y mensajes de solidaridad de los países donde entrené: “China, Japón, Emiratos. Son un placer”.

¿Cómo vive el aislamiento?

“Estoy poco habituado a estar en casa. Pero debo hacerlo, debemos hacerlo. Yo que siempre he estado dando vueltas, disfruto más la familia, la única ventaja de dramática situación. Disfruto de mi padre, que tiene 98 años y está mejor que yo, pero que le mantengo blindado en casa”.

“Tengo la sensación que la mayor parte de nosotros lo haya ‘tomado’. Yo mismo, como mi mujer y mi hijo, tuve extraños síntomas nunca vistos antes: dolor en el pecho, dolores musculares y ligero dolor de cabeza. ¿Qué puedo hacer? Me concedo una caminata cerca de casa: un aislado, como dispone el ayuntamiento”.

“Leo y aprovecho buscando poner orden a apuntes y reflexiones, tanto deportivas como no, que tengo repartidos por el estudio. Soy realmente desordenado”.

¿El fútbol tuvo que pararse antes?

“Viéndolo ahora, sí. Al menos se debió tener la determinación de pararse ya el pasado domingo por el partido Parma-Brescia suspendido y luego recuperado, era la ocasión. Un turno menos de abrazos y contactos entre jugadores claramente a evitar”.

¿Cuando se volverá a jugar?

“Antes o después, donde todo será mucho más intenso: las relaciones con la gente, la vida a diario, la alegría de ver fútbol y deporte. Pero esta temporada no sé como lo harán. Sobre todo para las copas: será difícil superar las barreras, por el miedo recíproco de volver a contagiarse”.

“En liga si hay tiempo ok, solo si deja de existir un claro peligro. Pero nada de playoff. Los resultados finales con los playoff no planificados de antemano serían aun más falsos”.

“A propósito, me gusta que el Presidente Abe dijera que no a las Olimpiadas, es justo que sea así: debe ser una fiesta global, deben participar todos los países. Será el renacimiento del deporte”.

¿Es justo ahora recortar los salarios?

“No me gustan las imposiciones. Prefiero lo que están haciendo en Alemania e Inglaterra. Reducciones espontáneas de los jugadores, según cada uno”.

Paolo Maldini tiene el coronavirus: ¿Ha hablado con él?

“No, no quiero molestarle más de lo debido en este momento. Pero estoy feliz de leer que están bien, tanto él como su hijo. Me uno mucho a la persona, antes que al campeón”.

El Milan tampoco está viviendo buenos momentos tras la marcha de Boban: ¿Le aconseja seguirle o que se quede?

“No conozco todos los detalles. Pero está claro que se han producido movimientos a sus espaldas desde el punto de vista técnico, eso no está bien. Le tocaba a Boban y a él la responsabilidad técnica y alguno de la directiva se movió sin avisarles”.

“Algo tremendamente incorrecto. En el decálogo que entregaba en los vestuarios, la primera regla era: respeta las posiciones. Nunca he permitdo que alguien jugara sin el ok de los médicos, aunque yo pensara totalmente lo contrario”.

“Ahora le toca a él decidir si quedarse por el bien del Milan. Dependerá creo de cuales poderes quiere y cuales le concederán. Pero algo está claro…”.

¿El qué?

“Este Milan está en construcción. Para recoger hay que sembrar. Paolo Maldini en este momento es demasiado importante para el Milan. Conoce la historia del club, encarna el ánimo, sabe como alcanzar resultados. Tiene carisma, inteligencia y buen sentido, tiene esta gran capacidad de mantener siempre el equilibrio”.

“Si se quiere que el Milan vuelva a la grandeza en poco o medio tiempo, él es indispensable. Encontrar gente como él, Costacurta y Albertini en el Milan fue mi fortuna. Determinantes para levantar al Milan (y ganar el scudetto tras dos malas temporadas). Cuando se abrió la posibilidad de la Selección, el primer hombre al que hubiera llamado era Paolo”.

Boban se marchó, Maldini inseguro, Donnarumma en venta. ¿Cómo ve la gestión Elliott?

“Nada bien. Entiendo lo que leo: quieren vender. Pero la marca debe ser de calidad si quieres ganar y no perder. Y es aquí donde entra Maldini. El Milan necesita certezas y resultados”.

“En este cuadro, si quieres reconstruir y vender bien, no vendes a los mejores. ¿Donnarumma? Me recuerda a Zoff. Tiene una calma olímpica. Da seguridad a la defensa y no es fácil ser portero en este Milan”.

Ibra mientras tanto medita retirarse…

“Yo lo adoro. Lamento el nunca poder entrenarle. A pesar de su edad, es siempre alguien bueno de ver. Ahora es un punto de referencia, si sigue será decisivo porque este equipo necesita sobre todo un líder”.

“Pero para el futuro, no es que pueda reconstruir basándome en un campeón de 39 años. Su marcha sería una lástima, no un gran problema. Pero ahora Ibra ayuda al Milan, siempre que se siga jugando”.

Pioli se ha movido al 4-2-3-1: ¿El módulo justo?

“Lo era desde el inicio, viendo la plantilla a disposición. Lástima que ya no esté Suso, uno de los pocos de gran calidad y que ha entristecido con tantos cambios de posición y el caos táctico. Pero es un jugador del que no se puede discutir. Con este módulo él podría estar y seguir siendo determinante. Y quizás también Piatek hubiera podido funcionar”.

¿Y Rafael Leao?

“Tiene cualidades muy importantes, que rompen un partido. Tiene instinto, no lee las situaciones, por tanto no puede actuar de delantero. Hay que aprovechar sus dotes de carrera y técnica. Por la izquierda en el 4-2-3-1 puede explotar. Y luego, si quieres reconstruir debes puntar antes que nada por talentos como el portugués”.


Historias rossoneras (2)

16-03-2014: TENSIÓN MILAN

Marzo de 2014 es recordado como uno de los peores de la reciente historia del Milan. El equipo entrenado por Clarence Seedorf, en medio de luchas internas, con la separación de un grupo de senadores por una parte del vestuario, que reproducían lo que sucedía en los despachos, con la separación entre Adriano Galliani y Bárbara Berlusconi que alcanzó altos niveles de tensión.

Los dos a.d. colisionaron en diciembre, cuando Galliani puso su dimisión que fueron rechazadas por Silvio Berlusconi que medió para una tregua entre el mánager de miles de batallas y su hija, que desde noviembre de 2013 empezó a meterse en el área deportiva tras seguir al equipo en Champions ante el Barcelona (el Milan perdió 3-1) y con otras iniciativas, como los contactos con Paolo Maldini (que quedaron en nada) y con Sean Sogliano y Fabio Paratici para la posición de director deportivo.

Pero esa tregua se rompió en la noche del Sassuolo-Milan (4-3), cuando con unas declaraciones a ANSA, despidió a Massimiliano Allegri haciendo que llegara al banquillo Clarence Seedorf. El holandés estaba patrocinado por Silvio Berlusconi y llegó a Italia la noche del partido de Copa entre Milan-Spezia, mientras estaba sentado Mauro Tassotti, donde tuvo una difícil relación con el holandés.

Ese marzo de 2014, tras perder en casa ante Juventus y Udinese, el Milan fue eliminado de Champions por el Atlético de Madrid. La derrota por 4-1 en el antiguo Vicente Calderón, que fue además el último partido oficial del Milan en esa competición, puso más gasolina sobre el fuego, tanto es así que el clima con la hinchada era bastante tenso.

Hasta la mañana del 16 de marzo, con centenares de hinchas que vigilaban la salida del garaje de la entrada de San Siro, donde hacia la hora de comer había cerca de 3.000 personas esperando al autocar rossonero. Que en lugar de hacer el clásico camino, tuvo que maniobrar por sorpresa llegando desde Vía Novara.

Pero no sirvió para evitar los insultos de los hinchas, enfadados por la actitud de los jugadores tenían en ese momento. A su entrada al campo para el calentamiento, fueron acogidos por una marea de silbidos y la Curva Sud no se presentaron en su zona, mientras que en el primer anillo aparecieron las pancartas.

Cero apoyo y cánticos de contestación, que fueron todavía más fuertes cuando el Parma se puso por 0-2 con el gol del odiado ex Antonio Cassano. Inútiles los goles de Rami y Balotelli, viendo que Amaury y Biabiany fijaron el resultado final de 2-4.

Surreales momentos tras el pitido final, con los hinchas del Parma que festejaban mientras San Siro estallaba de rabia. Pero sus jugadores nunca se habrían podido imaginar lo que sucedería después, viendo que las protestas siguieron tras el partido.

Los ultras milanistas esperaron en la salida de San Siro cantando “Vergüenza” e “Indignos”, con Vía Achille de nuevo bloqueado. Tras un largo tira y afloja, donde los hinchas no se movieron a pesar de la numerosa presencia de la policía, llegó la hora de la confrontación.

Una pequeña presencia del directivo de la Sud consiguió obtener un cara a cara con Seedorf y una parte del equipo, donde se presentaron Balotelli, Abate, Bonera y Kakà. La confrontación fue dura en contenido y tonos, con los hinchas del Milan que les pidieron el máximo empeño al equipo para intentar clasificarse para Europa, que luego finalmente no llegó.

Ese vis-a-vis dejó muy tocado a Balotelli, mientras que Galliani estaba furioso porque no quería que hubiera esa confrontación. Pero exigencias de fuerza mayor lo hicieron necesario, también para tranquilizar los ánimos fuera del estadio.

Una vez que acabó el cara a cara, siguieron las contestaciones, insultando a los jugadores. Tras ese domingo, el Milan consiguió una racha positiva de resultados, incluyendo el derby con el tanto decisivo de Nigel De Jong. Pero la temporada sería negativa, a pesar de 38 puntos en 19 partidos coleccionados por Seedorf en la segunda vuelta.

ESE NO A TEVEZ QUE GENERÓ DISCORDIAS

El clima de tensión en el Milan era algo ya cotidiano. Si bien todo empezó el 12 de enero de 2012, cuando Berlusconi canceló el fichaje de Carlos Tevez que tenía amarrado Galliani, cancelando también la venta de Pato (novio en esa época de Bárbara Berlusconi) al PSG, donde ambos tratos estaban más que cerrados.

Una situación que privó al Milan de un jugador con ganas de dejarse ver y que habría sido decisivo para conseguir el scudetto, con Tevez que habría creado un dúo terrible con Ibrahimovic. Pero todo se esfumó tanto en esa ocasión y cuando el City cambió las cartas, con Galliani furioso que tuvo que fichar en su lugar a Maxi López.

El resto es historia, pero este episodio es recordado como el génesis de la discordia y la parábola descendente de la era berlusconiana.

DECISIVAS LAS MARCHAS DE THIAGO SILVA E IBRA

Esa parábola cayó del todo en verano de 2012, cuando Thiago Silva e Ibrahimovic fueron vendidos en lote al PSG, pero también con la marcha de todos los senadores. La temporada 2012/13 fue la última clasificación a Champions y luego una larga caída de campeonatos anónimos y largas negociaciones para la venta del club.

De esa fallida a Bee Taechaubol en mayo de 2015 pasando por la tan discutida a Yonghong Li, que el 10 de julio de 2018 fue arrebatado por Elliott por no restituir el último préstamo, con el dinero del fondo americano para poder inscribir al Milan en la liga y evitar su desaparición.

Y hoy se habla del enésimo cambio directivo y seguramente, también técnico. Lo que está claro es que el Milan ha obtenido pocos resultados, tano dentro como fuera del campo.


Ibra piensa en retirarse

El gran frío y sigue sin bastar. Zlatan Ibrahimovic se marchó a Suecia tras estar seguro de no tener el coronavirus. Vive en un país no cerrado, pero ese no es el problema: cerca de Estocolmo, Zlatan tiene espacio para entrenarse, correr y vivir casi de manera normal, aunque sigue habiendo bastante miedo.

Como todos los atletas que tratan su físico como una máquina perfecta, la estrella del Milan tiene preocupación y mucha perplejidad. Se entrena sin problemas, quizás le cuesta volver al ritmo no por edad, sino por su físico duro y pesado. La preocupación es seguir sano tanto él como su mujer y sus hijos.

La preocupación es seguir viviendo en un mundo unido y libre, pero el resto del mundo se cae. Zlatan, el jugador con maletas por definición, se da cuenta y se sigue haciendo preguntas. El Milan decidió cerrar Milanello mucho antes del gran caos, por tanto Ibra tomó el primer vuelo antes de que todo cerrase.

Su primera exigencia era volver y quedarse con la familia. Pero el segundo problema del sueco es saber qué hacer con su carrera. Él que llegó tras el eterno cortejo de Zvone Boban y Paolo Maldini, quedó sorprendido por el despido del croata. Cada uno piensa en sí mismo en tiempos de crisis, pero Zlatan no es precisamente así.

No quiere dinero, ni fama, solo un proyecto que ahora parece congelado. Debido al coronavirus, ni siquiera hubo una reunión con Gazidis. El virus que ha paralizado al mundo de manera paradójica puede resultar útil para arreglar o retrasar muchas situaciones en el mundo del fútbol, pero Ibra y su futuro, su final de carrera se cuelan entre la ordinaria administración de un club que navega entre clasificarse a Europa o la nada.

Zlatan se hace preguntas: ¿qué jugadores, qué planes, qué objetivos? Quedarse y hacer de tutor del equipo de mañana en un incierto futuro. ¿Cuales son los reales planes de Elliott? Y es aquí donde aparecen conclusiones de pasos ciertos y perplejidades.

Se discutía de un futuro como embajador del Milan en el mundo. Ahora ya no se sabe nada y no es solo culpa del virus que está sacudiendo al mundo. Quizás en este punto estar cerca de Estocolmo y un futuro de mánager con Mino Raiola podría tener más sentido.


Historias rossoneras (1)

MILAN 1989 – Un penalty para el paraíso

La larga cabalgada del Milan hacia la Copa de Campeones de 1989, la primera euro-mundial de Arrigo Sacchi, pasó a través del duro encuentro ante el Estrella Roja, pero también ante el Werder Bremen.

Una vez superados los octavos de final en Belgrado, con esa niebla que vino en ayuda del Milan que llevó a la repetición del partido, luego ganado en penalties, el ambiente milanista pensaba haber superado uno de los obstáculos más duros del camino, pero los cuartos ante los alemanes fue todavía más duro si cabe.

En el partido de ida, disputado en el Weserstadion el 1 de marzo de 1989, el equipo de Otto Rehhagel se mantuvo firme, con el Milan que se presentó en Bremen no al máximo de la forma, viendo que Giovanni Galli tenía un problema en la mano, Tassotti una rodilla inflamada, Baresi con achaques y Maldini castigado por el juez deportivo.

A pesar de las ausencias, los rossoneri atacaron como de costumbre, aunque el Werder presionó fuerte. En el 20′ de la primera parte fue anulado un gol regular a Rijkaard, que habría valido su peso en oro para la vuelta, sobre todo por las condiciones en las que se estaba jugando el partido: lluvia y viento fuerte, donde el campo estaba al límite de lo practicable.

El partido acabó 0-0, con el Milan que tenía que jugar ante su público a la vuelta. Pero Rehhagel pudo ver en vivo las contramedidas que había que adoptar para superar a ese equipo que, de ahí en poco, habría cambiado totalmente la manera de ver, hacer y comentar el juego.

Arrigo Sacchi escribió tras volver: “Partido muy difícil, contra un equipo con garra, con fuerza, presión, atención, velocidad y resistencia. El Werder fue más rápido y agresivo. Debemos evitar los contragolpes, permanecer unidos. Evitar los pases laterales, mover el balón rápidamente y no esperarlo en parado. Muy importantes los desmarques, el espacio es nuestra casa”.

Indicaciones muy claras, que sirvieron para preparar mejor el partido de vuelta que fue precedido por el encuentro en liga ante la Juventus. Los rossoneri ganaron por 4-0, en un gran recital donde Sacchi dijo: “Estamos listos”.

Marco Van Basten, que volvió a pleno ritmo esa temporada, se quedó seco tanto en Alemania como ante la Juve, donde en ambos partidos tuvo grandes ocasiones para marcar. Pero no marcó. Esa fase de abstinencia realizativa del Cisne de Utrecht no hizo que Sacchi se preocupara, donde recuperó a Maldini, con Costacurta al banquillo.

Baresi y Rijkaard eran los centrales, con Donadoni, Colombo, Ancelotti y Evani detrás de Gullit y Van Basten. La clave del partido llegó en el 30′: Van Basten recibe un centro por la derecha de Colombo y luego se apoya en Donadoni que es tocado de manera muy leve por un rival.

El árbitro Smith indica el punto de penalty. Tremendas las protestas de los alemanes, que aceptaron esa decisión de mala cara, ya que estaban de nuevo superando en el campo al Milan, consiguiendo que no jugaran nada bien.

Van Basten marcó haciendo explotar a los 70.000 almas de San Siro, Gullit, Colombo y Donadoni fallaron varias veces el 2-0 y el asalto del Werder mantuvo en vilo a San Siro, a pesar del apoyo de la Fossa y la Brigada Sur. En el triple silbido final, gran celebración milanista y protestas del Werder, con el portero Reck que insultó al escocés Smith y fue expulsado.

Rehhagel tras el encuentro explotó: “Hemos perdido por culpa del árbitro”. Tassotti, como revela Sacchi en su libro, dijo: “El árbitro nos dio el gol que nos quitaron en la ida”. Luego llegó el sorteo de semifinales: Real Madrid-Milan, ese doble partido donde el club rossonero entró en la leyenda, con el famoso 5-0 en San Siro, llegando así a la final de Barcelona.

Pero sin lo sucedido ante el Werder, nada de lo que es hoy el recuerdo de ese equipo, se habría escrito en los libros de historia.

LA FINAL CONTRA EL STEAUA

La Copa de Campeones de la temporada 1988/89 empezó con la victoria por 0-2 ante el Vitocha Sofía en Bulgaria y 5-2 en San Siro. En octavos contra el Estrella Roja, 1-1 en San Siro con goles de Stojkovic y Virdis, teniendo que ganar en la vuelta.

En Belgrado, Savicevic marcó el gol de la ventaja para los serbios ante 97.000 personas en Maracará. Pero luego llegó la niebla y la suspensión del partido, donde se volvió a jugar el día siguiente, empezando de cero. Marcó Van Basten, empató Stoijkovic, con el árbitro Pauly que no convalida otro gol legal de Van Basten, dentro al menos por un metro.

El partido acabó en penalties y aquí Giovanni Galli para dos ante Savicevic y Mrkela. En cuartos ante el Werder Bremen, 0-0 en la ida y 1-0 en San Siro con gol de penalty de Van Basten. En semifinales, el inicio de la leyenda, con 1-1 en Madrid con gol regular anulado a Gullit.

Pero la vuelta es todo un triunfo: 5-0 y el Real aniquilado. La final de Barcelona en el Camp Nou, delante de 90.000 hinchas rossoneros, acaba en goleada: 4-0 al Steaua con doblete de Van Basten y Gullit.